viernes, junio 10, 2011

El debate, las chapitas

El debate, las chapitas y Bijan

Yuriria Sierra

Del primer debate de los candidatos a la gubernatura del Estado de México no se puede decir más de lo que las chapas de Eruviel dijeron. Mucho rollo y frases armadas. Trampas poco exitosas y reproches que por momentos muy, pero muy breves, le dieron tantito sabor. Bueno estuvo ese detallazo de Encinas de recordarle a Eruviel (a quien ya muy difícilmente podremos imaginarlo sin sus chapitas), de cuando en 2005 le hizo al poeta para referirse a Arturo Montiel. Aunque ayer nos enteramos de que, en realidad, no le hizo al poeta, y sí al plagio: en Twitter circuló el texto original, que fue escrito para Alfonso Noriega Cantú y, en aquel discurso, Eruviel sólo cambió el nombre…

Pero, bueno, la verdad es que, en cuestión de debates, discursos y propuestas, las ideas siempre son las mismas. Eufemismo, eufemismo. Pareciera que es un concurso de composición donde esperan ser los mejores en armar más poéticas y motivadoras sus propuestas, que no cambian en cada proceso electoral. Los candidatos dicen conocer todos los problemas y saberse todas las respuestas…

Y es que así habrá estado el debate, que lo que más se recuerda son las chapitas de Eruviel, que podría ser una gran herramienta de marketing si decide usarla a su favor, al más puro estilo de El Teacher López-Dóriga, y su “juayderrito”. Por lo pronto, ayer dijo que de plano nadie de su equipo se dio cuenta de ese rojo intenso que se asomaba desde sus mejillas, sino hasta que ya estaban al aire. Así habrán estado los nervios…

Si acaso, otro de los momentos cumbre fue cuando a Luis Felipe Bravo Mena se le ocurrió lanzar un reto: que los tres aspirantes a la gubernatura se hicieran el antidoping (porque había que hacerse notar de cualquier forma). No vaya a ser que, antes del debate, sus contrincantes se hubieran echado unos cortes de carne como lo hicieron los jugadores del Tri que fueron suspendidos antes del juego que anoche la Selección Mexicana de Futbol tuvo contra el equipo cubano. Y todo por haber dado positivo en clembuterol, una sustancia estimulante que se encuentra en el consumo de ciertas carnes, dicen, las mismas ingeridas por los jugadores en el Centro de Alto Rendimiento. Todos aceptaron, aunque hasta el momento no hay fecha para tal.

Seamos honestos, esta campaña nos ha quedado a deber tanto. Cuando, en la víspera, imaginábamos que la contienda estaría buenísima, con la idea de la alianza “amarillo-azul” (aunque aún persisten los rumores de la “declinalianza”), pensábamos en un proceso electoral cerradísimo, que provocara un ambiente electoral donde los contendientes fueran capaces de un debate que nos ubicara como espectadores de un partido de tenis: viendo un lado y volteando al otro. Emocionadísimos en todo momento.

Y es que, francamente, tuvimos un debate donde debimos contener la risa (o soltarla, mejor dicho) durante los 60 minutos que duró. Y es una lástima cuando esta elección es la telonera a la presidencial. Aquí, el líder, Eruviel Ávila, lleva la delantera y de qué forma. Según las encuestas, sigue doblando en número sus probabilidades a las de sus oponentes. Y, claro, ayer por la mañana los tres candidatos se presumían ganadores. Habrá que obligarlos a ver la repetición…

Otro de los temas que dio sabor a la política estos días fue el asunto del trajegate de Enrique Peña Nieto. Incluso fue argumento de Alejandro Encinas en el debate para ir al ataque del candidato priista, pero, ¡oh, sorpresa!, ayer circulaba en la red una lista sacada de una publicación oficial de Bijan, el diseñador exclusivo del que, se dijo, Peña Nieto era uno de sus clientes. Y vaya sorpresa, sí, entre la lista de clientes de esta lujosa firma de ropa hecha a la medida, además de personalidades de la farándula y la política estadunidense, leímos a varios miembros de la grilla mexicana: Jorge Hank Rhon (por si no tenía ya suficientes señalamientos) y su hermano Carlos, Miguel Alemán y… nada menos que el defensor de los pobres, el padre de la austeridad y de la honestidad valiente: Andrés Manuel López Obrador. Y es que, para completar su look de verdadero demócrata vestido trepado en su Tsuru blanco, y estándar, nada como un traje de varios miles de dólares…

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