miércoles, junio 29, 2011

¿El laboratorio poselectoral?

¿El laboratorio poselectoral?

En cuanto empezaron a salir las primeras encuestas, fue evidente que Eruviel Ávila sería el candidato a vencer. Arrancó muy arriba...

Leo Zuckermann

Desde hace muchos meses, sin saber quiénes serían los candidatos, estuve dispuesto a apostar que el PRI ganaba la gubernatura del Estado de México en caso de que no se diera una alianza entre la izquierda y el PAN. Si se partía el voto antipriista, ni el PAN ni el PRD tendrían chance de ganar en la entidad gobernada por Enrique Peña Nieto. La alianza finalmente no se dio. Y al día de hoy, nadie me ha tomado la apuesta. Nadie.

En cuanto empezaron a salir las primeras encuestas, fue evidente que Eruviel Ávila sería el candidato a vencer. Arrancó muy arriba, casi dos a uno sobre sus adversarios. A lo largo de una campaña corta, de 45 días, las tendencias nunca se movieron. Las últimas encuestas, publicadas la semana pasada, indican lo mismo que al principio: una victoria contundente del priista por más de 20 puntos porcentuales. Ni el perredista Alejandro Encinas ni el panista Luis Felipe Bravo Mena le hicieron cosquillas a Ávila.

Estoy seguro de que el priista se llevará la victoria este domingo sin haberse despeinado. El que piense lo contrario, sostengo la apuesta a favor del PRI. Incluso ofrezco doble contra sencillo. No porque me interese que venza el priista. Por mí, que gane cualquiera de los tres. Pero creo que el PRI, a diferencia del PAN y del PRD, ha operado bien esta elección. Desde algunos aspectos que critiqué por antidemocráticos, como reformar la ley para dificultar las alianzas, hasta la designación sorpresiva de Ávila como candidato cuando todos juraban que sería Alfredo del Mazo.

Para los medios nacionales, las elecciones del Edomex han sido aburridas y predecibles. Las encuestas no se movieron nada: tres líneas horizontales como si fueran el electrocardiograma de un muerto. Pero creo que ahora viene lo mejor desde el punto de vista mediático. Me refiero al proceso poselectoral: a las reacciones del ganador y los perdedores.

Alejandro Encinas ya mandó la señal de que desconocerá los resultados. Sabiéndose derrotado, lleva días acusando al PRI de todo tipo de mañas. En su artículo de El Universal del 21 de junio mencionó: inequidad, dispendio de recursos, injerencia gubernamental en apoyo de Ávila, coacción del voto, destrucción de propaganda, detención de promotores, compra de votos y amenazas de retiro de programas asistenciales, todo con la “complacencia de la autoridad electoral”. Según el candidato perredista, se trata de “la desesperación del nuevo PRI por conservar a como dé lugar el poder”.

De hecho, el PRD ha solicitado al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la cancelación del registro de Ávila por supuestamente “realizar actos anticipados de campaña y rebasar el tope de gasto de campaña”. La presidenta del Tribunal ya recibió a los representantes de los partidos de izquierda para escuchar sus argumentos. Encinas confía en que el TEPJF suspenda el registro de Ávila, pero no anule la elección. De esta forma, él ganaría. Nada menos y nada más. Por lo pronto, el candidato perredista ha dicho que él no confía en el Instituto Electoral del Estado de México porque ha permitido una elección cargada a favor del PRI. En suma: la típica reacción lopezobradorista ante la derrota.

La estrategia de la izquierda está telegrafiada: van a desconocer los resultados y descalificar a las instituciones electorales. La pregunta es qué hará el PAN. ¿Se unirá a la protesta? ¿Regresaremos a las viejas épocas de los ochenta de conflictos poselectorales por las victorias del PRI? El líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, afirma que, entre que son peras o son manzanas, existe ya un compromiso con el PAN para cuidar el voto en el Edomex y que “no se cometan tropelías”.

Al parecer, la verdadera lucha en el Edomex puede comenzar el lunes por la mañana: ¿Se unirá el PAN a la izquierda para repudiar una victoria del PRI? ¿Se convertirá el Estado de México en el laboratorio, no electoral, sino poselectoral, de los comicios presidenciales de 2012?

No hay comentarios.: