martes, junio 07, 2011

¿Es Slim de izquierda?

¿Es Slim de izquierda?

Creo en una mayor competencia en todos los mercados incluido el de la telefonía, así como en el de la televisión abierta y de paga.

Leo Zuckermann
Antes de contestar la pregunta, aclaro que estoy a favor de la economía de mercado. Creo en la competencia como el mecanismo que produce mejores precios y calidades para los consumidores; además, promueve la innovación. En consecuencia, aborrezco los monopolios y oligopolios. Pienso que éstos deben combatirse con toda la fuerza del Estado y la sociedad. Pero no quiero aburrir con posicionamientos ideológicos. Lo que quiero es dejar en claro que creo en una mayor competencia en todos los mercados incluidos,  desde luego, el de la telefonía fija, celular, así como en el de la televisión abierta y de paga. Entre más competidores haya, mejor para los consumidores.


Paso ahora a la pregunta: ¿es Slim un hombre de izquierda? No se trata de una pregunta ociosa. La hago después de haber leído el artículo de ayer de Jacobo Zabludovsky en El Universal. El periodista argumenta que “si para Carlos Slim no ingresar a la televisión fue un gancho al hígado, para la izquierda mexicana ha sido un descontón que la sacó del ring”. Zabludovsky describe “las ligas profesionales, amistosas y mercantiles del ingeniero Slim con funcionarios, artistas, intelectuales, jefes de Estado y líderes de opinión de la izquierda internacional y mexicana”. Menciona la cercanía del dueño de Carso con políticos como Felipe González, Lula, Cristina Fernández, López Obrador y Ebrard. Y concluye el columnista: “Una televisión nueva, poderosa, capaz de ser competencia en un momento tan oportuno de la política nacional, podría agitar las aguas navegables de nuestros comicios. Imagínese a una conductora non grata en Los Pinos al frente del principal noticiero de la cadena aplazada”. La referencia es obvia: se trata de Carmen Aristegui.
No voy a entrar al tema de si Slim debería o no entrar a los mercados de la televisión abierta o cerrada. Sólo repito que estoy a favor de la competencia en esos negocios como en los de telefonía fija y móvil. Lo que me llama la atención es el argumento de Zabludovsky. Ahora resulta que Slim es el empresario que le daría voz a la izquierda mexicana. Parece un chiste. Me recuerda aquella broma que se le hace a la gente que presume ser “de izquierda”, pero que acumula grandes fortunas: “Fulanito es carlista. Piensa como Carlos Marx pero vive como Carlos Slim”.
Si Marx viviera, se volvería a morir después de leer a Zabludovsky. Por una razón: para el filósofo alemán, los capitalistas son seres despreciables que amasan sus fortunas explotando a los trabajadores. Marx lo tendría muy claro: Slim ha acumulado 74 mil millones de dólares, la mayor fortuna del mundo, equivalentes a 7% del Producto Interno Bruto de México, por su despiadada capacidad de explotar al proletariado.
Es posible que Zabludovsky no se refiriera a una izquierda marxista que, de llegar al poder, seguramente le expropiaría sus propiedades a Slim. Quizás esté hablando de una izquierda moderada. Puede ser. Pero incluso aquí tengo mis dudas. No creo que al ingeniero le hicieran mucha gracia políticas de izquierda moderada tales como subir los impuestos a los ricos para distribuírselos a los pobres, incrementar los derechos por el uso de concesiones públicas o aumentar el predial para uso comercial y las penas por no pagarlo.
Me cuesta un trabajo endemoniado creerme esta historia de que Slim sería el empresario que le daría espacios mediáticos a los que quieren un mundo más justo; a los que están a favor de un país con mayor igualdad social donde no viviéramos la vergonzosa situación de tener al hombre más rico del mundo y 50 millones de personas en la pobreza. Puede ser que Slim tenga muchos amigos de esta tendencia política. Pero, como capitalista que es, defiende sus intereses incluido, desde luego, querer entrar en la televisión, pero evitar que alguien se meta en la telefonía (lo opuesto a lo que quieren las televisoras: competencia en telefonía, pero duopolio en televisión abierta). Con todo respeto para Zabludovsky, yo no me trago este cuento de que Slim sería una especie de paladín mediático de la izquierda mexicana. Aunque el capitalista-monopolista se vista de roja seda, capitalista-monopolista se queda.

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