La economía informal es cómplice en el lavado de dinero, alertan especialistas
El narcotráfico encuentra un incentivo en la actividad subterránea, que representa 35 por ciento del Producto Interno Bruto, es decir, cerca de 4.8 billones de pesos, afirman
Fernando Franco
“El lavado de dinero es un fenómeno mundial, pero en países como México, donde la informalidad es elevada, el problema es más recurrente”, aseguró la socia de la Práctica de Servicios de Asesoría Financiera de KPMG, Judith Galván.
En tanto, para el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Jesús Sánchez Arciniega, el crimen organizado encuentra un incentivo en los sectores productivos que operan en la economía subterránea.
Los especialistas estimaron que la economía informal representa hasta 35 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, cerca de 4.8 billones de pesos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cerca de 13 millones de personas laboran en ese sector, es decir, 28.5 por ciento de la población ocupada.
Informalidad incrementa dinero sucio
El lavado de dinero en México encuentra complicidad en la economía informal del país, afirmaron especialistas.
Si bien el blanqueo de capitales no es un delito privativo de la nación, el que una parte considerable del crecimiento económico de México descanse en la actividad subterránea, como también se le conoce, crea un marco más propicio para su proliferación, señalaron.
“El lavado de dinero es un fenómeno mundial, pero en países como México, donde la informalidad es elevada, el problema es más recurrente”, aseguró la socia de la Práctica de Servicios de Asesoría Financiera de KPMG, Judith Galván.
Así mismo agregó que el delito de lavado de dinero es un fenómeno que difícilmente se puede eliminar. “No es imposible, pero sí una tarea complicada que mucho tiene que ver con la educación que reciben las personas en la infancia”.
Incentivos negativos
Para el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Jesús Sánchez Arciniega, el crimen organizado encuentra un incentivo en los sectores productivos que operan bajo bases no legales. “Es un aliciente que una economía, una industria o una empresa no tenga control sobre sus estadísticas operativas, lo cual les permite maniobrar de manera más libre”, comentó.
Refirió que la economía informal representa hasta 35 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, cerca de 4.8 billones de pesos.
En el país no hay un consenso sobre el tamaño de la economía subterránea. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cerca de 13 millones de personas laboran en ese sector, es decir, 28.5 por ciento de la población ocupada.
Sin embargo, la definición del ente encargado de hacer las estadísticas económicas, sociales y demográficas del país, define al fenómeno como el número de habitantes que tiene un negocio y no lleva un control formal de sus finanzas personales y empresariales.
Sin embargo, el concepto de informalidad de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) está en función de la gente que no tiene acceso a la salud, segmento de la población que, según el INEGI, es de 65 por ciento de las personas con una fuente de ingresos.
Sánchez Arciniega destacó, sin embargo, que las medidas establecidas por la Ley antilavado y los candados que se pusieron a las operaciones en efectivo de dólares en 2010, contribuirán a limitar las operaciones ilegales que se suscitan en el sector.
No obstante, el investigador de la Escuela de Negocios de la Universidad Panamericana, Eduardo López, advirtió que la estrategia del crimen organizado es cambiante, por lo que los métodos de combate deben ser sofisticados y evolutivos.
Al respecto, el director general del IPADE, Alfonso Bolio, destacó que es un problema intrínseco de la economía, por lo que se puede limitar, pero no acabar debido al volumen y alcance de la actividad.
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