martes, junio 28, 2011

La Otan rechaza disminuir sus ataques

La Otan rechaza disminuir sus ataques para facilitar negociación con Trípoli

HERRAMIENTAS
Foto:AFP PHOTO/MAHMUD TURKIA /Archivo

La Otan aseguró que mantendrá el ritmo de sus operaciones en Libia hasta lograr que cese la represión y la violencia contra la población civil ejercidas por el régimen de Muamar el Gadafi, al descartar que una reducción de sus ataques pueda facilitar una salida negociada al conflicto.

“No creo que ninguna reducción de los ataques sea positiva o necesaria”, respondió el comandante de la misión aliada, el teniente general canadiense Charles Bouchard, a preguntas de los periodistas.

Según Bouchard, la campaña de la Otan “seguirá su curso hasta que haya terminado la violencia contra la población” y las fuerzas gubernamentales hayan regresado a sus bases y permitan el acceso a la ayuda humanitaria en todo el país.

La Alianza Atlántica considera que no hay “una solución puramente militar” a la situación en Libia, sino que es una combinación de la presión armada que lleva a cabo la Otan con los esfuerzos políticos y diplomáticos internacionales la que debe poner fin al conflicto.

Así lo recordó hoy la portavoz de la organización, Oana Lunguescu, en una rueda de prensa en la que se repasó la situación de la operación que la Alianza inició el pasado 27 de marzo y que ha consistido en ataques aéreos sobre Libia.

Según Bouchard, desde entonces el progreso ha sido “significativo” y ha permitido pacificar importantes áreas del país.

Entre ellas destacó Bengasi, la ciudad bastión de los rebeldes, amenazada hace meses por los bombardeos del régimen de Gadafi y que ahora muestra “signos de normalidad”.

El teniente general subrayó también los avances en otras zonas de Libia como la ciudad de Misrata y alertó sobre la situación “muy tensa” que se vive en Trípoli, donde según las informaciones de la Otan el régimen ha reprimido con violencia varias manifestaciones.

La situación de Gadafi se complica mientras rebeldes avanzan

La situación del líder libio, Muamar Gadafi, se complica mientras prosigue el avance de los insurgentes desde el sur y el oeste hacia la capital, Trípoli.

Observadores libios independientes estiman además que ahora la cifra de funcionarios que todavía eran leales a Gadafi va a ir disminuyendo en los próximos días, después de que la Corte Penal Internacional en La Haya haya decidido ordenar la detención de Gadafi, su hijo Saif al-Islam y del jefe de los servicios secretos.

“El avance de los insurgentes no es constante, sino a trompicones, pero se nota que poco a poco se están acercando a la capital”, dijo hoy un residente de Trípoli. Los medios de los insurgentes informaban de que sus tropas se encuentran ahora en las proximidades de Bir al Ghanam, en el suroeste, y en Surman, en el oeste.

Las tropas de Gadafi detuvieron en la ciudad de Al Zawiya a numeroso civiles, expulsaron a familias de sus casas y desplegaron mercenarios y colocaron munición en la ciudad, ubicada a unos 50 kilómetros al oeste de Trípoli, posiblemente para que haga de bastión de defensa ante un asalto insurgente contra la capital.

El sentir de la población en las partes del país controladas por las tropas del gobierno no ha variado tras la orden de captura internacional, según estimaciones de los observadores.

En el círculo más próximo a Gadafi, la decisión, que ha sido calificada por el gobierno como “una influencia política e ilegal por parte de Europa”, pero tiene ya repercusiones, según apuntan.

China pide prudencia al CPI tras emitir su orden de arresto contra Gadafi

Pekín pidió hoy “prudencia y objetividad” a la Corte Penal Internacional (CPI) tras emitir su orden de arresto contra el coronel libio Muamar al Gadafi por presuntos crímenes contra civiles en el conflicto armado iniciado el 15 de febrero.

“China sigue de cerca la decisión tomada por el CPI de emitir una orden de arresto. Esperamos que el CPI adopte una actitud prudente y objetiva en el cumplimiento de sus responsabilidades para garantizar que su trabajo propiciará la paz y la estabilidad en la región”, manifestó hoy el portavoz gubernamental Hong Lei en rueda de prensa.

Las palabras del funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores se producen el mismo día de la llegada a territorio chino de otro mandatario reclamado por genocidio por el CPI, el presidente sudanés, Omar al Bachir, calificado de “amigo” por Pekín.

“China siempre desaprueba las órdenes de arresto contra civiles, principalmente por nuestra postura de apoyo a que Libia resuelva su actual crisis política a través de un diálogo pacífico”, agregó Hong Lei en referencia al líder libio.

Las palabras del funcionario se producen días después de que miembros de su Gobierno mantuvieran encuentros con los representantes de la oposición rebelde en Libia, el Consejo de Transición Nacional.

Los analistas han justificado esta ambivalencia debido a las cuantiosas inversiones que Pekín tiene en los recursos naturales del país norteafricano,valoradas en 18.000 millones de dólares, y en las que trabajaban 35.000 ciudadanos chinos antes de que se iniciara el conflicto civil en febrero.

La mayor parte de las inversiones de Pekín en Libia están concentradas en proyectos de ingeniería, telecomunicaciones, inmobiliarias y, sobre todo, energía.

Por este motivo, el régimen del Partido Comunista de China (Pcch, en el poder desde 1949) junto con Rusia, expresó sus reticencias al bombardeo militar de la Otan en apoyo a las fuerzas rebeldes libias, y ha favorecido los esfuerzos de la Unión Africana (UA) y de Sudáfrica para solucionar la crisis mediante la diplomacia.

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