Lagarde, nueva directora gerente del FMI

La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde ha sido finalmente la elegida para suceder a Dominique Strauss-Kahn al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Lagarde, que contaba con el apoyo de Estados Unidos, se ha impuesto al gobernador del banco central mexicano, Agustín Carstens, que también optaba a ocupar el puesto de director gerente del FMI y estaba respaldado por Canadá y Australia.

A través de un comunicado el FMI ha confirmado la elección de Lagarde “para servir como directora gerente del Fondo para un mandato de cinco años que comenzará el 5 de julio”. La ministra gala se convierte así en la primera mujer en dirigir el organismo multilateral.

Lagarde asume las riendas del FMI en un momento difícil, en el que la economía estadounidense da síntomas de desaceleración y en Europa la situación de Grecia sigue planteando muchos interrogantes sobre el futuro del euro.

En su primer comunicado como directora gerente del organismo internacional, Lagarde ha asegurado que su “objetivo primordial será asegurar que nuestra institución continúa sirviendo a nuestros miembros con la misma atención y la misma determinación” .

La elección de Lagarde no ha cogido por sorpresa a casi nadie después de que esta mañana EEUU diera su apoyo a la candidata francesa, que también contaba con el respaldo de Brasil y Rusia.

El consejo ejecutivo del FMI, que está formado por 24 miembros, había destacado la buena cualificación de Lagarde y Carstens, asegurando que el objetivo era seleccionar a uno "por consenso", tal y como ha sucedido.

La semana pasada la ministra francesa prometió en su discurso de intenciones ante el consejo ejecutivo del FMI que no evitará ni la sinceridad ni la mano dura, de ser necesario, en sus discusiones con los líderes europeos.

Con la elección de Lagarde, Europa sigue perpetuando su monopolio al frente del FMI desde su fundación hace ya más de seis décadas. La ministra de Economía francesa era la gran favorita para sustituir a Strauss-Khan al frente de la institución, después de su dimisión después de su presunto escándalo sexual con una trabajadora de un hotel de Nueva York.

La vacante en la dirección del Fondo llevó a los países emergentes a cuestionar con fuerza el pacto no escrito alcanzado tras el final de la II Guerra Mundial en virtud del cual un europeo lidera siempre el FMI y un estadounidense el Banco Mundial (BM). Esa presión llevó al consejo ejecutivo del Fondo a prometer un proceso "abierto, transparente y basado en méritos".