sábado, julio 02, 2011

¿Quién ganará este domingo?

¿Quién ganará este domingo?

Rosario Robles

De confirmarse, el triunfo contundente del candidato tricolor en el Estado de México colocará al gobernador mexiquense en una condición inmejorable rumbo a la presidencial.

Ilustración: Luis Miguel Morales

A mi amiga Margarita Campuzano
con todo mi cariño en estos momentos difíciles

Como diría el clásico, no hay que hacerse bolas. Este domingo, Peña Nieto y su partido se alzarán con una victoria que sus propios adversarios se encargaron de darle una dimensión que no tenía. Convirtieron la elección mexiquense en la madre de todas las batallas y en ese pecado llevarán su penitencia. Porque de confirmarse, el triunfo contundente del candidato tricolor en esa entidad (combinado probablemente con resultados favorables en Coahuila y Nayarit) colocará al gobernador mexiquense en una condición inmejorable. Todo empezó con la decisión al más alto nivel de encasillar la elección del Estado de México como la aduana para la presidencial. La historia la compró el jefe de Gobierno, quien tuvo que bajarse de ese barco obligado por AMLO y la posición firme de Encinas de que no iría en una alianza con el PAN. Desde ese momento se desarticuló una estrategia que tenía por objetivo confrontar dos polos (como si el PAN y el PRD significaran lo mismo), uno de los cuales tendría como tarea evitar que el PRI regresara a Los Pinos. Engolosinados con los triunfos en otras entidades, no entendieron las características de esta elección y se quedaron además sin argumentos cuando el PRI postuló al ex alcalde de Ecatepec, sumó al Panal y sin fisura alguna se dedicó a consolidar lo que desde el inicio fue una amplia ventaja. López Obrador leyó perfectamente la situación. Sabía que era muy difícil revertirla y le apostó a prefigurar lo que debe ser un proyecto de las izquierdas para 2012. Sabía que sería difícil ganar, pero se anotó puntos al postular un candidato surgido de las filas de la izquierda, capaz de unificar no sólo al PRD, sino también a PT y Convergencia, que se presentó como el representante del proyecto alternativo tanto al blanquiazul como al tricolor y que de colocarse en una segunda posición (como parece que sucederá), serviría para argumentar que la disputa en el 2012 será entre Peña Nieto y López Obrador.

El problema es que Encinas no rebasará el voto que tradicionalmente tiene el PRD, pues ser personalidad política no es suficiente cuando no se tiene arraigo y, sobre todo, cuando generacionalmente una parte importante del electorado no se siente representado. Los mexiquenses tienen su propia identidad (con todo y que pertenecen a la misma área metropolitana que la nuestra) y el PAN y el PRD cometieron el error de apostar por candidatos “nacionales”, que no son asumidos como propios por los electores de esa entidad. El otro equívoco es querer encasillar a Peña Nieto simplemente como un político superficial, cuya popularidad proviene de la televisión y de la propaganda, lo que los ha llevado a subestimar a quien les propinó el primer gran golpe al guardar los ánimos atlacomulquenses para mejor ocasión y sacar de la chistera una carta muy competitiva: un priista de origen popular, representante de millones de mexiquenses que se asientan en la zona conurbada y que no tiene mucho que ver con los de prosapia que hasta ahora habían gobernado y controlado el poder en ese estado tan poderoso. Que contó con recursos y apoyos evidentemente superiores a los de los otros contendientes es cierto. Lo mismo pasa cuando el PRD compite en la capital. Pero incluso en esas condiciones PAN y PRD ganaron municipios importantísimos frente al PRI en otras elecciones y lograron la mayoría en la entidad en las presidenciales de 2000 y 2006, respectivamente. Que todos, no sólo el tricolor, reparten tarjetas, despensas, programas sociales, también es una verdad. Por eso es urgente cambiar esas reglas e impedir que se siga lucrando políticamente con la necesidad de un pueblo que vive en la desigualdad y la pobreza. Pero más allá de todo ello, para quienes se debaten entre el quién ganará y quién perderá el próximo domingo, la única respuesta posible es que el triunfo tiene un solo dueño. Si gana el tricolor, Peña Nieto será el vencedor de esta importantísima reyerta.

Ser… o neceser

Se siente como pez en el agua con sus operativos (como el de Conago 1) hasta que se le salen de control, como sucedió en Tláhuac y en el New’s Divine. Entonces se lava las manos o busca chivos expiatorios, que no es lo mismo pero es igual. ¿Cómo se llamó el personaje?

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