La ciudad de Cartagena de Indias, una de
las ciudades más antiguas de nuestro hemisferio, se está preparando
para auspiciar la cumbre de la Organización de Estados Americanos
(OEA), que se celebra cada tres años en uno de los países miembros de
dicha organización.[1]
Este evento brindará la oportunidad de compartir temas de interés
común, además de recalcar el desarrollo económico del hemisferio y
reiterar los desafíos que la región deberá enfrentar durante los
próximos años. Es importante señalar que en esta época están floreciendo
varias organizaciones tales como: la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión de Naciones Suramericanas
(UNASUR), y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR); todas excepto MERCOSUR
fueron fundadas e iniciadas con el apoyo monetario y el respaldo
político de Venezuela y Cuba. Dichas organizaciones tienen, como
objetivo principal el establecimiento de economías enfocadas
exclusivamente en interdependencia de los países integrantes de la
América Latina, al igual que reducir la actual vinculación en la divisa
norteamericana durante los trámites financieros, crear un bloque
político y comercial, que muy pronto representaría una competencia
visible para la OEA, también distinguida por ser la más antigua alianza
de este hemisferio.
Bajo el lema “Conectando las
Américas: socios para la prosperidad”, la OEA tendrá que resaltar y
establecer un nuevo estándar en la región, demostrar que es una
organización capaz de confrontar la pobreza, contribuir con el
mejoramiento de la gestión pública, y demostrar a los ciudadanos de este
hemisferio la genuina intención de la organización para expandir los
programas de desarrollo sostenible y erradicar la pobreza extrema en
una época donde existen otras cuatro organizaciones internacionales que
se dedican a minimizar las actividades y la contribución
multidimensional por parte de la OEA.
El camino del desarrollo pasa por Washington
La OEA tendrá que aumentar sus
responsabilidades para poder sostener su postura como una organización
que promueve la democracia, libertad, al igual que el libre comercio en
la región, valores que no son vistos necesariamente de la misma manera
en otros componentes del hemisferio.
Según el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, este encuentro demostrará que:
Ésta es la década de las Américas. Nos
encontramos frente a una oportunidad de oro para que a través de la
cooperación solidaria podamos llevarles a nuestros pueblos la
prosperidad social y económica que tanto anhelan. Como ya lo he
mencionado en varias oportunidades, cada país por sí solo es una
fortaleza, pero juntos somos un poderío.
La VI Cumbre de las Américas se
convertirá en un escenario ideal para proyectarnos como un todo ante el
resto del mundo, enviando un mensaje de unidad y oportunidades a la
comunidad internacional.[2]
La cumbre del 14 y 15 de abril será la
oportunidad en la que los Estados Unidos y Canadá puedan manifestar que
para América del Sur sería tan difícil continuar su camino hacia el
desarrollo y prosperidad económica, sin contar con el apoyo económico de
estas dos naciones, la región tiene que librar una batalla contra la
pobreza, mejorar la educación pública, mejorar su infraestructura y
crear políticas de la salud e inclusión social, a la vez que debe
abordar una agenda que disminuya la disparidad económica entre los
países del hemisferio, fortalecer estrategias que fomentan mas el
comercio regional y evitar cometer los errores como la política fiscal
de la Unión Europea.
Agenda inadecuada para el futuro
Durante el VI Foro de las Américas los
jefes y jefas de estado compartirán con sus colegas los seis puntos
emblemáticos que son establecidos como prioridades por todos los países
que forman parte de la OEA.
La cooperación solidaria es el principal
objetivo de este encuentro, ya que fomenta y fortalece los países
miembros en todos los aspectos estratégicos. Gracias a esto, esta región
tendrá un rol principal a escala mundial en el futuro.
La predominante presencia de la
pobreza y la lucha contra la desigualdad también serán temas importantes
en los discursos de varios Jefes de Estado. Además, lograr eliminar la
pobreza extrema es el principal objetivo para el progreso en el
hemisferio.
Es importante mencionar que ahora existiría una mayor posibilidad de resolver la mayoría de los desafíos enfrentados para someter la pobreza rural sise
crea una oficina de coordinación dedicada solo a enfrentar esta
necesidad endémica. Esta es la última oportunidad de demostrarse por
parte de la OEA, que dicha alianza puede reinstituir su merecido lugar
en el hemisferio, si la OEA organiza un foro de rutina que no es
actualizado para tratar los desafíos de la segunda década de este siglo;
no hay dudas que los países del sur tendrán mas confianza en la CELAC y
la OEA volverá igual como el MERCOSUR donde Brasil y Argentina no
respetan los acuerdos firmados con los dos países miembro, Paraguay y
Uruguay que forman parte de este bloque de comercio regional.
La cumbre de Abril es el mes donde las
autoridades del Hemisferio deben resaltar la importancia de coordinación
multilateral y empezar reformas adecuadas para mejorar la vida de sus
pueblos.[1]
La inseguridad en la región y mejoramiento de las operaciones de orden público entre los países de América central y los países del sur será otro tema que tomara la atención. Otros temas que se tocaran son lo mucho que se tiene que hacer en el ámbito de la guerra contra el narcotráfico al igual que el tráfico de armas de procedencia estadounidense que viajan hacia mayor parte de América central. La guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado es un desafió endémico no solo para Latinoamérica sino también para Estados Unidos y Canadá.
La inseguridad en la región y mejoramiento de las operaciones de orden público entre los países de América central y los países del sur será otro tema que tomara la atención. Otros temas que se tocaran son lo mucho que se tiene que hacer en el ámbito de la guerra contra el narcotráfico al igual que el tráfico de armas de procedencia estadounidense que viajan hacia mayor parte de América central. La guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado es un desafió endémico no solo para Latinoamérica sino también para Estados Unidos y Canadá.
Teniendo en cuenta la destrucción
causada por los desastres naturales, esta cumbre le dedica un punto
aparte a los desafíos que se originan por resultado de estos eventos.
Durante estas reuniones se van a analizar la coordinación regional en el
Caribe y en el resto de las Américas y la intervención inmediata en
escenarios de evacuación y mejor administración de las situaciones
críticas y desastres por causa de razones naturales.[2]
El último tema que se va a proponer en
las mesas de los discursos es la iniciativa de acercar más los pueblos y
naciones fraternas por el intermedio del acceso a las tecnologías de la
información y las telecomunicaciones. Tiene una importancia vital el
desarrollo de proyectos para poner disponible acceso al Internet en
comunidades rurales y por este intermedio promover la transparencia de
la gobernabilidad antes el público, presentar informes que describen la
gestión del gobierno central.
Erradicar la pobreza o seguir con la presencia de la corrupción?
Tal como se puede apreciar, aún faltan
un número de desafíos y temas de gran interés para los países que forman
parte en un bloque de alianza regional. La corrupción, enfermedad
endémica en toda América Latina y los países Caribeños es un obstáculo
grave que prohíbe los países respetivos de alcanzar la posición a escala
mundial como países desarrollados; bajo este desafío existe también el
alto nivel de corrupción en las fuerzas policiales que son incapaces de
mantener la orden publica en las zonas urbanas por estar comprados y
corruptos por parte de varios grupos de crimen organizado.[3]
En el hemisferio existen líderes como el presidente de Panamá, Ricardo
Martinelli que constantemente ha demostrado su vulnerabilidad asía la
lucha contra la corrupción e impunidad.[4]
Otro ejemplo típico de esta clase de líderes es el presidente de
Surinam, Desiré Bouterse, quien se está investigando por la violación de
derechos humanos y narcotráfico.[5]
Los jefes y jefas de los gobiernos del Hemisferio, antes de todo,
tienen que preocuparse por el bien común, el mejoramiento de la
situación social y desarrollo de políticas más efectivas en educación y
salud pública, en sus respectivos países, enfrentar la disparidad
económica, dedicar parte de su mandato así a la lucha contra la pobreza
extrema; aumentar la accesibilidad de la salud pública en zonas rurales y
de igual importancia es también la política de educación básica.
Actualmente hay más de veinte tres
millones de niños que no se inscriben en escuelas básicas, casi la mitad
de los niños en zonas rurales y pobres no llegan a terminar la
educación básica.[6]
La Educación de los pueblos de hemisferio juega un punto crucial en
aumentar el potencial de competitividad de la región en comparación con
el resto del mundo, en particular enfrentando la superioridad educativa
de la republica popular de China e India. Otro tema que persiste en el
ámbito de seguridad regional es la dependencia de los países de Sur en
la energía atómica, no podemos olvidar que al nivel mundial más de 15 %
de la energía se produce por centrales atómicas, de esta 3.1 % se genera
en América Latina; en las islas Caribe la demanda para energía
renovable aumentara teniendo en cuenta que en 2019 los recursos de
petróleo y el gas natural según fuentes informativas, se van a acabar.
Aparte del incidente que involucro miembros de la FARC en 2008, también
tenemos un otro elemento de actualidad y esto es la producción de
submarinos de energía nuclear Brasil. Esta iniciativa tendrá y
establecerá una nueva era en el poder de estrategia militar, las
iniciativas geoestratégicas con sus propias naves y futura estatura
geopolítica en un mundo que está transformando cada vez más en un lugar
más globalizado. Paises como Brasil y Argentina, tienen un rol de
importancia fundamental en América de Sur y contribuyen con sus
respectivas políticas de defensa nacional, así a la seguridad
hemisférica, la guerra contra el crimen organizado y todas las
ilegalidades. Establecer seguridad y responsabilidad para los materiales
radioactivos tiene que ser una de los temas con importancia en la
próxima VI cumbre en Cartagena.[7]
Otro tema de importancia que los
mandatarios tienen que prestar atención es la eficiencia de los
gobiernos centrales, regionales y locales, establecer oficinas que
facilitan la buena gobernabilidad y mantener buenas relaciones con los
inversionistas extranjeros, y emprendedores nacionales. Esta cumbre es
el perfecto lugar para introducir cada jefe y jefa de estado el progreso
de sus países en este ámbito tan vital sobre la transparencia, buena
gestión y simplificación de los trámites.[8]
Otro tema de interés regional tendría que ser la intensa integración de los países en los Caribes.[9]
La CELAC y la OEA tendrán que promover la agenda que en mayor parte del
contenido tiene los mismos componentes y objetivos. Tendremos que ver
en el futuro el trabajo conjunto que ambas alianzas pueden lograr para
enfrentar desafíos comunes y una serie de problemáticas que son
difíciles de solucionar, como antes han sido mencionadas.
Conclusión
Como es costumbre en cada preparación de
foros de alto nivel; hay muchos temas que se van a discutir y
lastimosamente siempre falta tiempo, recursos materiales y apoyo
político para poder implementar estos cambios que son urgentes para una
región que crece y cambia cada día. Faltan solo algunas semanas hasta el
inicio de la VI cumbre, para poder subrayar las diferencias y las
intenciones mutuas entre la CELAC y OEA, se espera que dichas
organizaciones fomenten la unión de la región en vez de partir
artificialmente el Norte con el Sur de este continente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario