lunes, febrero 20, 2012

Corredores humanitarios desde Chipre a Siria: Turquía rechaza que pasen por su frontera

Ankara se opone a la creación de un corredor de ayuda humanitaria a Siria a través de su territorio y quiere que la ayuda sea entregada a los sirios a través de una ruta del Mediterráneo, según un informe de noticias dijo este jueves.

El canciller francés, Alain Juppé, dijo esta semana que su país está reiterando las peticiones para el establecimiento de corredores de ayuda humanitaria a Siria. Juppé primero hizo la propuesta en noviembre, cuando sugirió la creación de corredores humanitarios con la aprobación de Siria o con un mandato internacional de envío de alimentos y medicinas para aliviar el sufrimiento de los civiles. Bajo ese plan, los corredores vincularían los centros de población de Siria con las fronteras de Turquía y el Líbano, a la costa mediterránea o un aeropuerto.

Sin embargo, funcionarios turcos se oponen a cualquier plan bajo el cual los corredores humanitarios propuestos estarían vinculados a la frontera turco-siria, según el informe publicado en el diario Sabah. La razón de Turquía está siendo que el establecimiento de corredores de ayuda requeriría una intervención militar, y el gobierno sirio es poco probable que apruebe dicha iniciativa.


Funcionarios turcos dicen que el corredor de ayuda podría estar vinculado a una base militar británica en Chipre, en lugar de su frontera con Siria, y que la ayuda se podría entregar a la población siria a través de una ruta marítima, dijo el informe. El Ministro de Exteriores Ahmet Davutoglu ya ha expresado la posición de Turquía a los EE.UU. cuando se reunió con su homólogo de EE.UU., Hillary Clinton, en Washington este lunes.

"La idea de los corredores humanitarios que ya propuse permitiría a las ONG llegar a las zonas donde hay masacres escandalosas y debería ser discutida en el Consejo de Seguridad", dijo el miércoles Juppé.

También dijo que la idea de los corredores humanitarios se estaba discutiendo, como parte de un esfuerzo para convencer a Rusia de que no vete una nueva resolución de la ONU sobre Siria. Rusia, junto con China, vetó una resolución de la ONU que instaba al presidente sirio, Bashar al-Assad a poner fin a la violencia a principios de este mes.

Juppé tenía previsto reunirse con el ruso Sergey Lavrov la tarde del jueves. Lavrov, en declaraciones tras una reunión con el ministro de Exteriores de Holanda el miércoles, reiteró que Rusia no apoyará ninguna resolución de la ONU que "pudiera legitimar el cambio de régimen" en Siria.

Los observadores dicen que la creación de corredores humanitarios sería una tarea difícil tras el veto de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU, dado que se requeriría la intervención militar y Rusia y China vetaron la medida, principalmente debido a la posibilidad de que tal resolución podría dar lugar a intervención militar.

Sin embargo, Ankara cree que la presión sobre Rusia para que revise su posición podría aumentar si una próxima reunión del llamado grupo de amigos de Siria en Túnez el 24 de febrero termina en una llamada decisiva para el cambio en Siria, que incluiría también la posibilidad de una intervención militar en Siria para abrir corredores de ayuda humanitaria. Dicha intervención requiere una resolución bajo el Capítulo 7 de la Carta de las Naciones Unidas, que permite al Consejo de Seguridad de la ONU emprender una acción militar o no militar para "restaurar la paz y la seguridad internacionales."

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