lunes, febrero 13, 2012

Henrique Capriles Radonski, el “fenómeno” opositor que busca derrotar a Chávez


(Caracas, 12 febrero. DPA) - Tras haber ganado las elecciones primarias con un contundente 62 por ciento de los votos, Henrique Capriles Radonski se erige como el candidato unitario opositor llamado a derrotar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en los comicios presidenciales del 7 de octubre.



La misión de este abogado de 39 años, con estudios en Holanda y Estados Unidos, es una: poner fin a 13 años de gobierno de Chávez, un militar retirado carismático que ya ha manifestado su intención de permanecer en el poder hasta el año 2031.
Delgado, de estatura promedio, piel clara y hablar pausado, Capriles puede dar la impresión en privado de ser tímido, pero en público tiene un discurso encendido, aunque sin alcanzar los decibeles de Chávez. Es soltero, no tiene hijos y dice que “busca” mujer. Su relación sentimental más conocida fue con la periodista y animadora Érika de la Vega, con quien estuvo varios años antes de dejarlo.
Tuvo una de las victorias más significativas de su carrera en 2008, cuando derrotó al hombre de confianza y delfín de Chávez, Diosdado Cabello, en la carrera por la gobernación del estado de Miranda.
Es católico, pese a tener ascendencia judía ruso-polaca por parte materna y judía sefardí (de origen español) del lado paterno. Sus abuelos maternos se refugiaron en Venezuela huyendo del antisemitismo que vivió Europa en la década de 1930 y la Segunda Guerra Mundial. Durante el conflicto, sus bisabuelos fueron asesinados en el campo de concentración nazi de Treblinka (Polonia).
Desde que se involucró en la política en su adolescencia tuvo un ascenso meteórico. A los 26 años fue elegido diputado y se convirtió en el presidente más joven de la historia de la extinta Cámara de Diputados. Dos años más tarde, ganó la alcaldía del municipio de Baruta, ubicado en el este de Caracas y mayoritariamente de clase media, y fue reelegido cuatro años más tarde con más del 70 por ciento de los votos.
Tuvo una de las victorias más significativas de su carrera en 2008, cuando derrotó al hombre de confianza y delfín de Chávez, Diosdado Cabello, en la carrera por la gobernación del estado de Miranda, estado ubicado en el norte de Venezuela y que comparte la administración de Caracas.
De hecho, tras catorce años en la contienda política, todavía no ha sido derrotado en una elección. Al ser cuestionado sobre su imbatibilidad en procesos electorales, Capriles se muestra cauteloso: “La soberbia es mala consejera”, asegura.
Los opositores esperan que esta suerte de talismán político pueda derrotar a Chávez, quien ha ganado tres elecciones presidenciales desde 1998. El militar retirado tiene una popularidad que se acerca al 60 por ciento y parte como favorito en las encuestas.
El episodio más polémico de la carrera de Capriles Radonski se produjo durante el golpe de estado que sacó a Chávez del poder por dos días en abril de 2002 y el “asedio” a la embajada de Cuba en Caracas. Los hechos se iniciaron cuando se corrió el rumor de que el entonces vicepresidente Diosdado Cabello se encontraba escondido en dicha embajada para buscar refugio.
Capriles se presentó ante la sede diplomática (que se encuentra en el municipio Baruta) y solicitó realizar una inspección, pero el embajador Germán Sánchez Otero se negó rotundamente alegando la inviolabilidad de una embajada. En tanto, decenas de opositores acordonaron el lugar y cortaron el suministro de electricidad y agua y bloquearon la entrada de vehículos, mientras la policía municipal no hacía nada para impedirlo.
Tras el regreso de Chávez al poder, Capriles fue acusado por el ministerio de haber violado acuerdos internacionales, aunque éste aseguró que sólo intentaba mediar y proteger a los diplomáticos. Finalmente, tras varios meses privado de libertad, un tribunal decidió absolverlo de los cargos.
Entre sus propuestas se encuentra abrir el sector petrolero al capital privado, respetar la propiedad privada, respaldar los convenios de integración que no sean lesivos a la soberanía venezolana y reforzar la democracia y el respeto a los derechos humanos.
Propone invertir más dinero en educación y reforzar los cuerpos policiales como manera de luchar contra la criminalidad, que según todas las encuestas es la principal preocupación de los venezolanos.
Después de 13 años de polarización política, expropiaciones, inflación y altos índices de homicidio que caracterizan a la Venezuela de Chávez, según los opositores, éstos esperan que el carisma y la juventud de Capriles puedan iniciar una nueva etapa en la vida política del quinto exportador mundial de crudo.

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