El crudo cae por debajo de 38 dólares el barril y cierra su peor año
El petróleo cae hoy por debajo de los 38 dólares el barril, cerrando su peor año de la historia tras desplomarse un 60%, con un cambio rápido en el panorama económico que lo ha llevado desde un máximo récord a mediados de año hasta su actual descenso. Nuevos datos sombríos procedentes de EEUU sumaron pesimismo la noción de que la demanda de petróleo sufrirá aún más durante 2009.
Los analistas predicen como media que el barril de crudo estadounidense costará 49 dólares en el primer trimestre, y un promedio de 58,48 dólares para todo 2009, 14 dólares por debajo de sus predicciones anteriores, según indicó el último sondeo de Reuters.
Cifras muy pesimistas
A las 14.41 (hora española) el crudo estadounidense caía a 37,99 dólares el barril, mientras que el Brent de Londres caía a 38,76 dólares. "Básicamente, la situación global es mucho peor que lo esperado. Son cifras muy pesimistas" dijo Tetsu Emori, un gerente de fondos de Astmax Co Ltd en Japón.
Estados Unidos vio como su peor mercado laboral en 16 años redujo la confianza de los consumidores a un mínimo récord en diciembre, la temporada de ventas fue la peor al menos desde 1970, y los precios de las viviendas unifamiliares cayeron en octubre un récord de un 18 por ciento con respecto al año previo.
"Soy pesimista respecto al próximo año. Creo que veremos una recuperación a fines de 2010 o a principios de 2011", agregó Emori. La demanda minorista de gasolina en Estados Unidos para la semana que concluyó el 26 de diciembre cayó un 3,8% con respecto a la misma semana de hace un año, ya que los conductores se apretaban el cinturón durante la Navidad, según mostró un estudio de MasterCard.
Caen las existencias
Los datos semanales de los inventarios en Estados Unidos, que se conocerán a lo largo del día, darán más pistas sobre el impacto de la crisis en el consumo de petróleo.
Una encuesta entre analistas pronosticó que las existencias de crudo estadounidense cayeron en 1,5 millones de barriles la semana pasada, mientras los inventarios de destilados aumentaron 1,1 millones de barriles y los de la gasolina se incrementaron en 1,5 millones de barriles.
El paro semanal de EEUU cae por debajo de las 500.000 personas, mejor de lo esperado
El paro semanal de EEUU cae por debajo de las 500.000 personas, mejor de lo esperado
Las Navidades, además de regalos, han traído un empleo para muchos estadounidenses, que pasarán las fiestas con cierta tranquilidad, aunque sea de forma temporal. Según los datos publicados hoy por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo cayeron en 94.000 durante la semana que terminó el 27 de diciembre hasta un total de 492.000.
El dato es mucho mejor de lo que esperaba el mercado. Así, el los expertos consultados por Bloomberg esperaban de media unas cifras de 575.000 peticiones.
Según ha explicado el Gobierno estadounidense, este descenso se debe a factores estacionales, es decir, a los nuevos contratos que se han generado durante la campaña de Navidad en el país.
En niveles de 1982
Sin embargo, el volumen de peticiones es un 45% mayor que en el mismo periodo del año anterior. Además, el número de desempleados que percibían subsidio de desempleo en la semana que concluyó el pasado 20 de diciembre alcanzó los 4,51 millones, el nivel más alto desde diciembre de 1982.
Por otra parte, el Departamento de Trabajo ha anunciado que la tasa de parados que reciben beneficios de seguro por desempleo se ha elevado al 3,4%, la cota más alta desde noviembre de 1983.
Los datos del desempleo animan Wall Street
Los datos del desempleo animan Wall Street, que encara su última sesión del año con leves subidas
Las principales plazas bursátiles estadounidenses han comenzado su última sesión de 2008 con subidas moderadas, manteniendo la tendencia alcista con la que terminaron el día de ayer. El Dow Jones, que incluye algunas de las mayores empresas estadounidenses, se anota en estos momentos unas ganancias del 0,5%, mientras que el tecnológico Nasdaq sube un 0,6%. Por su parte, el S&P 500 se mantiene casi plano, pero con signo positivo. El buen dato de empleo ha contribuido a animar a los inversores.
La bolsa de Wall Street daba muestras un día más de querer finalizar 2008, uno de los peores años de su historia, con un tono más optimista de lo que cabía esperar.
Buen dato de empleo
Los inversores han recibido con alegría los últimos datos del Departamento de Trabajo relativos a las peticiones semanales de subsidios por desempleo, que fueron más favorables de lo que se esperaba.
La semana pasada se tramitaron un total de 492.000 solicitudes de ayuda pública, lo que representa un descenso de 94.000 peticiones respecto de la semana anterior. A pesar de ese descenso, el total es aún muy superior a las 339.000 solicitudes que se tramitaban en la misma época en 2007.
El precio del crudo de Texas bajaba hoy más del 3% en los comienzos de la sesión en el mercado neoyorquino de materias primas y se negociaba a menos de 38 dólares, mientras que el dólar recuperaba terreno ante el euro y el yen.
Sangrías anuales en Europa
En Europa, algunos de los principales índices bursátiles han abierto sólo media sesión y, a pesar de que los cierres han sido positivos, al echar la vista atrás y hacer el recuento del conjunto del año las cosas cambian.
Así, el Cac 40 de París cerró plano, aunque con una ligera alza de 0,03%, tras haber perdido en total 42,68% durante todo el año 2008, lo que lo convierte el peor año de su historia.
En el Ftse 100 londinese las ganancias registradas en el cierre fueron del 0,94%, hasta 4.434,17 puntos. Sin embargo, el balance anual se salda con unas pérdidas del 31,33% con respecto a 2007, siendo el presente ejercicio el peor año desde 1984, cuando comenzó a operar el índice.
UBS vende 3.380 millones de acciones de Bank Of China
UBS vende 3.380 millones de acciones de Bank Of China
Dow Jones Newswires
HONG KONG (Dow Jones)--UBS AG (UBS) informó el miércoles mediante un comunicado de prensa que vendió el total de su participación del 1,33% en Bank of China Ltd. (3988.HK) mediante una colocación a inversionistas institucionales, luego que venciera el martes su periodo de inamovilidad de su participación.
La venta de acciones es la primera salida de un inversionista estratégico extranjero desde una entidad china de financiamiento, tras la especulación de que los inversionistas foráneos necesitan efectivo para reactivar sus magros balances.
El comunicado no especifica los términos de la colocación. Personas cercanas a la situación señalaron previamente el miércoles que UBS recaudó US$808 millones al vender 3.380 millones de acciones a 15 participantes a un descuento del 12% respecto del precio de cierre de las acciones de Bank of China el miércoles, de HK$2,12.
El banco había adquirido la participación en septiembre del 2005 por un total de US$491,57 millones, según el prospecto de US$11.000 millones de la salida a bolsa de Bank of China, que se realizó al año siguiente.
Analistas señalan que la recaudación es recibida con beneplácito, dados los esfuerzos del banco por apuntalar su capital. La venta de la participación se produce poco después de que UBS aceptase fondos del Gobierno suizo, lo que involucrará hasta US$60.000 millones en activos ilíquidos que se transferirán a un fondo administrado por el banco central de Suiza.
Un portavoz de UBS, con sede en Zürich, rehusó detallar el efecto que tendrá la venta sobre el capital del banco, y postergó las preguntas al respecto hasta el 10 de febrero, cuando se darán a conocer los resultados del cuarto trimestre.
El legado de Álvaro Uribe
El legado de Álvaro Uribe: ¿héroe modernizador o caudillo autoritario?
Por David Luhnow, en Bogotá
Álvaro Uribe tenía siete años cuando le anunció a su familia que quería ser presidente de Colombia. Cincuenta años más tarde, a los ojos de muchos, Uribe es el hombre que rescató a su país del colapso.
Cuando asumió el cargo en 2002, la insurgencia comunista mayor y más antigua de América Latina, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, era lo suficientemente fuerte como para lanzar disparos de mortero al palacio presidencial durante la ceremonia. Grupos paramilitares de derecha azotaban el campo asesinando a los sospechosos de apoyar a los rebeldes. En poco tiempo, Uribe hizo que las FARC emprendieran la retirada y persuadió a los paramilitares para que se desarmaran. El dividendo fue un auge económico.
Últimamente, sin embargo, la historia de Uribe ha dado algunos giros complejos. El mandatario se ha negado a descartar postularse a un tercer mandato, algo que la ley colombiana prohibe. Junto a sus partidarios, trabaja para cambiar la ley. Sus detractores lo acusan de estar transformándose en una figura familiar en América Latina: el caudillo.
A mediados de su segundo término, los escándalos se están acumulando. Casi una quinta parte del Congreso—casi todos seguidores del presidente e incluido su primo— son investigados o están en la cárcel acusados de haber recibido dinero para la campaña y otros apoyos de grupos paramilitares ilegales. En el último mes, una decena de militares de alto rango fueron implicados en un plan para asesinar civiles y vestirlos como combatientes rebeldes para inflar los conteos de muertos, presumiblemente para complacer a su exigente comandante en jefe.
Muchos en Bogotá y Washington señalan que un tercer período en el poder pondría en riesgo el legado de Uribe. "Si se hubiera alejado a fines de su primer mandato, hubiera sido un héroe nacional, sin lugar a dudas", afirma Guillermo Perry, un colombiano que se desempeñó como economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. "Si se retira al concluir su segundo período, aún será un héroe nacional, pero con algunas dudas. Si sigue en la presidencia, se arriesga a no ser considerado un héroe nacional".
El presidente venezolano Hugo Chávez, un ferviente crítico de Estados Unidos, ya comunicó su deseo de mantenerse en el poder de forma indefinida. La posibilidad de que Uribe se mueva en una dirección similar podría convertirse en un dolor de cabeza para el presidente electo Barack Obama. Uribe ha sido el aliado más firme de EE.UU. en América Latina.
Uribe no ha debilitado a las instituciones democráticas como Chávez, pero no ha preparado un sucesor y su gobierno es muy personalista. Se involucra en las decisiones del país a tal extremo que revisa los baños de los aeropuertos provinciales cuando viaja por actividades oficiales. Sus críticos lo acusan de no tolerar la discrepancia. "Representa un rasgo bien conocido en América Latina, pero algo nuevo para Colombia: un autoritario, un caudillo", afirma el ex presidente César Gaviria.
"Un tercer mandato no sienta un buen precedente, en particular cuando se tienen vecinos como Chávez, que intenta hacer lo mismo", afirma un funcionario del gobierno estadounidense.
Los asesores de Uribe comparan la situación de Colombia a la de Estados Unidos durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, cuando Franklin D. Roosevelt fue elegido cuatro veces. Las FARC aún cuentan con 9.000 hombres armados. "Nuestro país aún se encuentra en guerra y necesitamos terminar la tarea", afirma el vicepresidente Francisco Santos.
Uribe se levanta antes de las cinco de la mañana y no se acuesta hasta pasada la medianoche. Para mantener su energía, hace ejercicio de manera regular, practica qigong, un ejercicio chino de respiración, yoga y medicina homeopática.
En cierto sentido, tiene dos caras. Es un tecnócrata que estudió en Harvard y Oxford y practica su inglés mirando la BBC todas las mañanas mientras usa su bicicleta fija. Jeffrey Immelt, el presidente ejecutivo de General Electric Co. visitó Colombia en 2005 tras conocer los cambios que había experimentado el país con Uribe. Después de un encuentro de dos horas con el mandatario, Immelt le confió a sus cercanos: "Ése es un presidente ejecutivo".
Su otra cara viene de haber sido criado en una cultura rural de poderosos terratenientes, caballos y armas. A veces Uribe ve el mundo en blanco y negro.
El mayor de cinco hijos de un adinerado ganadero, Uribe creció en un rancho de la familia en el departamento de Antioquia. Su padre era un hombre vivaz que trabajaba arduamente y era de carácter fuerte. Uribe, más taciturno, salió a su madre, una pionera en el movimiento por el sufragio femenino en Colombia y adicta a la política.
En la Universidad de Antioquia, a fines de los 70, se diferenciaba del resto, en una atmósfera muy politizada dominada por los comunistas.
Después de titularse, el joven abogado trepó en las filas del Partido Liberal, uno de los dos partidos tradicionales del país, y se convirtió en senador a los 32 años y gobernador de Antioquia en 1995. Como gobernador, se ganó la reputación de ser un administrador capaz. De forma más controvertida, apoyó a grupos de vigilancia armados en los barrios que luego fueron acusados de masacrar a sospechosos de ser guerrilleros. Uribe ha dicho que los grupos fueron desmantelados tan pronto se descubrieron sus acciones ilegales.
Uribe conoció en carme propia el sufrimiento causado por la violencia de las guerrillas. En 1983 las FARC asesinaron a su padre en un intento de secuestro en el rancho familiar. Uribe encontró el cuerpo. Funcionarios colombianos afirman que durante su carrera política Uribe ha sobrevivido a por lo menos 19 intentos de asesinato.
En 1997, el conservador Andrés Pastrana ganó la presidencia con una plataforma que abogaba por lograr la paz con las FARC, a quienes entregó un área del tamaño de Suiza para usar como base para las conversaciones de paz. Los rebeldes, en cambio, la usaron para realizar secuestros y ataques. Uribe, convencido de que ninguno de los dos partidos tradicionales terminaría con el conflicto, anunció su candidatura con un tercer partido, basada en librar una guerra contra los rebeldes. Tras una serie de ataques de la guerrilla que le resto apoyo entre la población a las FARC, Uribe ganó las elecciones en 2002 con el 53% de los votos entre varios candidatos.
El nuevo presidente no perdió el tiempo. Consiguió la aprobación de un aumento de impuestos de emergencia para impulsar el gasto militar. Andrés Peñate, quien entonces se desempeñaba como viceministro de defensa, recuerda cuando Uribe lo llamó y le preguntó cuántas personas habían sido secuestradas en Colombia la semana anterior. Peñate no sabía. "Siete", le dijo Uribe. "¿Quiere saber los nombres?" Peñate dijo que a partir de ahí se preocupó de conocer la respuesta todas las semanas.
Los críticos señalan que la fijación de Uribe por eliminar a las FARC le hizo descuidar problemas de larga data como la desigualdad, la distribución de la tierra y una infraestructura pobre.
Su intervención en la economía también ha generado críticas. Ha concedido incentivos tributarios para impulsar ciertas industrias y subido algunos aranceles. Cuando el banco central elevó las tasas de interés para controlar la inflación, Uribe dijo que la medida era innecesaria. Muchos burócratas de carrera en áreas como el Ministerio de Hacienda se han alejado porque sienten que no tienen voz, según ex funcionarios ministeriales.
Este año, el mayor enfrentamiento de Uribe ha sido con la Corte Suprema, que ha estado investigando el llamado escándalo de la parapolítica. En 2002, bandas paramilitares financiaron las campañas de muchos de los seguidores de Uribe y utilizaron la violencia para eliminar rivales e intimidar a los votantes, según documentos y testimonios. A principios de ese mes el grupo de defensor de los derechos humanos Human Rights Watch emitió un informe en el que criticaba al gobierno de Uribe por obstaculizar la investigación de la Corte Suprema sobre la parapolítica. Uribe respondió llamando a José Miguel Vivanco, el director del grupo para el continente americano, un "cómplice" y "defensor" de las FARC.
Tras un exabrupto similar el año pasado, Uribe recibió una carta firmada por 11 senadores estadounidenses regañándolo por su historial de "declaraciones inapropiadas" contra defensores de los derechos humanos, periodistas, jueces y otros. Entre los firmantes estaba Barack Obama.
La ola populista en Estados Unidos
La ola populista en Estados Unidos
ANDRES OPPENHEIMER
¡Qué tragedia! Justo cuando Estados Unidos necesita desesperadamente abrir nuevos mercados de exportación para enfrentar lo que puede convertirse en su peor crisis económica desde la depresión de 1929, una nueva encuesta que se hará pública en la Conferencia de las Américas de Miami revela que los estadounidenses se están volviendo cada vez más aislacionistas.
Ante la pregunta de qué habría que hacer con el acuerdo de libre comercio de Estados Unidos con México y Canadá, el 42 por ciento de los estadounidenses dijeron que debería ser revisado, el 17 por ciento dijo que Washington debería retirarse, y el 21 por ciento dijo que habría que dejarlo como está, según la encuesta realizada por Zogby International.
Ante la pregunta de si el Congreso debería ratificar el acuerdo de libre comercio con Colombia, el 18 por ciento de los estadounidenses dijeron que debería ser ratificado, el 14 por ciento dijo que debía ser rechazado y el 30 por ciento que debería ser ratificado con condiciones adicionales referidas a derechos humanos, algo que de hecho forzaría una nueva negociación del acuerdo.
Preguntados sobre el muro construido por Estados Unidos en la frontera con México, el 58 por ciento dijo que apoya una expansión del muro, y el 34 por ciento que se opone a extenderlo, según la encuesta. (Los resultados completos de la encuesta, que incluye temas sobre inmigración, Cuba y Venezuela, se pueden encontrar en www.miamiherald.com)
''En Estados Unidos, cada vez que se vive un momento de tensión económica como la de ahora, se produce este tipo de reacción colectiva: una reacción contra los de afuera, contra las economías de afuera, contra la gente de afuera'', dijo John Zogby, el autor de la encuesta copatrocinada por el grupo Diálogo Interamericano de Washington D.C.
''Pero también puede ser un reflejo del rechazo de la gente a las políticas de Washington. Hay una grave crisis de confianza en nuestras instituciones gubernamentales'', agregó Zogby. Señaló que esta y otras encuestas demuestran que, en general, los estadounidenses aún apoyan el libre comercio y un trato humano de los inmigrantes indocumentados, especialmente de los niños traídos por sus padres a
Estados Unidos.
Cuando le leí los resultados de esta encuesta a Marcelo Giugale, director de las políticas económicas para Latinoamérica del Banco Mundial, su reacción fue: ``Estas cifrasme asustan''.
''La encuesta dice que Estados Unidos está dejando de confiar en el resto del mundo'', dijo Giugale. ``Ahí hay un problema de comunicación enorme. Los beneficios para el país, especialmente en un momento como éste, de integrarse comercialmente con el mundo no se le han explicado suficientemente bien a la gente''.
Mi opinión: Estoy de acuerdo. Hay varias razones por las cuales los estadounidenses deberían buscar una mayor integración con Latinoamérica y el resto del mundo, ahora más que nunca.
Económicamente, aún si se logra la aprobación de un nuevo acuerdo de rescate financiero en el Congreso próximamente, la actual parálisis crediticia paralizará la economía, y disminuirá el crecimiento económico estadounidense y del mundo. Agradezcan a los 133 congresistas Republicanos conservadores y los 95 demócratas liberales que votaron en contra del paquete de rescate por las inmensas pérdidas económicas que agravaron con su irresponsabilidad.
En los últimos meses, las exportaciones han sido una de las pocas cosas --si no la única-- que han andado bien en la economía estadounidense y que han ayudado al país a compensar su cada vez mayor endeudamiento. Estados Unidos necesita más acuerdos de libre comercio y debería profundizar los que tiene, para poder exportar más y crear nuevos empleos.
En el plano financiero, Estados Unidos depende en gran medida de otros países que compran sus bonos del Tesoro y otros instrumentos de deuda, algo que ha permitido que el gobierno de George W. Bush siguiera gastando alegremente mucho más de lo que entra en las arcas del país. Si la irresponsabilidad de los congresistas republicanos lleva a una recesión profunda y los países dejan de confiar en Estados Unidos y comienzan a invertir en otra parte, los estadounidenses dispondrán de menos dinero para mantener su estándar de vida.
En lo político, si el Congreso no aprueba un paquete de rescate financiero, el caos financiero de Wall Street tendrá un efecto inevitable sobre la imagen de Estados Unidos como un país que funciona. Al próximo presidente le costará predicar la democracia y la libertad económica. El mundo será aún menos civilizadoque hoy.
Es fácil ser populista y culpar a otros en momentos como este. Sin embargo, es irresponsable y --como lo demostró la vertiginosa caída de la bolsa el lunes-- nos hará a todos más pobres. Lo que se necesita ahora son líderes que arremetan contra el populismo, y expliquen a los norteamericanos que sólo una mayor integración económica les permitirá vender más al resto del mundo, y evitar la pérdida de millones de empleos amenazados por el clima aislacionista reinanteen el país.
Bogotá en suspenso
Bogotá en suspenso por la liberación de rehenes
El Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, afirmó el martes que el gobierno sólo espera que las FARC indiquen el lugar donde liberarán a seis secuestrados para entonces proceder a suspender operaciones militares en esa zona y ratificó la negativa a que en ese operativo de liberación participen delegaciones internacionales.
Las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron en un comunicado el 21 de diciembre que liberarían a seis retenidos, entre ellos al ex gobernador del departamento sureño del Meta, Alan Jara, secuestrado en julio del 2001, y al diputado regional Sigifredo López, rehén desde abril del 2002.
Los rebeldes, que no dieron ni fecha ni lugar preciso para esas liberaciones, dijeron que también dejarían libres a tres policías y a un militar, cuyas identidades no revelaron.
La senadora Piedad Córdoba, quien ha trabajado por meses en la liberación de rehenes y a quien las FARC dijeron que le entregarían los seis rehenes, ratificó que las liberaciones se producirían en la primera semana de enero, aunque no indicó una fecha. Antes de fin de año "es imposible. La logística de las liberaciones es bastante compleja, muy delicada, son muchísimas horas de camino'' de los rehenes, ubicados presumiblemente en remotos campamentos en la selva colombiana, dijo Córdoba en Bogotá.
Poco después la senadora se reunió en la sede del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) con delegados de ese organismo, pero declinó formular declaraciones a la salida.
Yves Heller, portavoz del CICR, dijo a los reporteros tras el encuentro que era reservado el contenido de sus reuniones tanto con la senadora, como con el ministro de defensa, Juan Manuel Santos, y que, para la Cruz Roja, lo importante era "evitar especulaciones'' sobre el proceso de las liberaciones.
Cuando "las FARC señalen claramente el lugar donde se van a dar las liberaciones, inmediatamente damos las garantías'', dijo Restrepo en una conferencia de prensa en la casa de gobierno.
Damos por hecho, agregó, "el compromiso público de las FARC de liberar a estas personas, eso no lo tenemos en entredicho (...) y ojalá nos anuncien más liberaciones y también daremos las garantías''. Pero Restrepo manifestó la preocupación del gobierno por lo que calificó como la posibilidad de que las FARC hagan unas liberaciones "a cuenta gotas. Nos preocupa que nos sometan a una especie de telenovela por varios actos''.
Nuestro llamado, dijo, es que la liberación "se concrete y que se concrete de la manera más expedita''.
Y aunque una participación de delegados internacionales no fue una exigencia formulada por las guerrillas en su comunicado, Restrepo ratificó la negativa ya anticipada por el gobierno: la única instancia autorizada es la Cruz Roja Internacional.
"Otro tipo de participación internacional lo hemos descartado y hemos dicho que lo hacemos porque tenemos también que preservar nuestras relaciones con los demás países'', dijo Restrepo refiriéndose a liberaciones a comienzos de año, donde gestiones de países como Venezuela, desembocaron en choques diplomáticos con esas naciones.
"La participación del CICR es suficiente garantía'', agregó.
El día que Castro proclamó su victoria
El día que Castro proclamó su victoria
FRANCES ROBLES
The Miami Herald
El 31 de diciembre de 1958 comenzó en La Habana como una víspera de Año Nuevo poco animada, un reflejo la tensión y la inestabilidad del momento. En ese momento explotaban bombas de vez en cuando en los cines y la policía, tratando de aplastar la insurrección, detenía y registraba a la gente con frecuencia en la calle.
Tratando de evitar problemas, la mayoría de los cubanos celebraron en casa. Ese año muchos de los que se convertirían en los máximos líderes políticos y cívicos de Miami eran adolescentes que se quedaron en casa con sus padres, quienes temían dejarlos salir a festejar.
Fidel Castro estaba en la Sierra Maestra preparándose a atacar la ciudad de Santiago mientras negociaba con los jefes del Ejército y estuvo dictando memorandos toda la noche. El médico y rebelde argentino Ernesto Che Guevara acababa de derrotar al Ejército en Santa Clara, y Raúl, el hermano menor de Castro, estaba a punto de tomar la ciudad oriental de Guantánamo.
Castro no sabía que el dictador Fulgencio Batista había pasado ese día reuniendo dinero y alertando a sus amigos en preparación para abandonar el país. Los generales trataron frenéticamente de encontrar un nuevo presidente antes del mediodía.
"Es como cuando se acerca un huracán: ‘Tengo que comprar esto y hacer esto otro' '', dijo Roberto Fabricio, ex periodista de The Miami Herald, quien junto a John Dorschner, reportero de The Miami Herald, escribió en 1980 el libro Winds of December (‘‘Vientos de diciembre''), un recuento de los últimos días de Batista.
"El huracán había llegado''.
Hace 50 años comenzó un nuevo capítulo en la historia de Cuba: el Ejército, cansado, no quería seguir apoyando a un régimen impopular. Las fuerzas rebeldes ganaban victorias importantes mientras los generales negociaban en secreto con Castro. Cuando Estados Unidos le suspendió la ayuda militar, Batista se encontró en la posición de un dictador derrotado en medio de ríos de sangre.
Casi siete años después de tomar el poder en un golpe militar, era hora de que Batista, quien dominó la política cubana durante tres décadas, renunciara. Batista reunió a sus amigos en una discreta fiesta la víspera de año nuevo en el Campamento Militar de Columbia, en las afueras de La Habana, donde reveló su decisión de huir sólo a sus asesores más cercanos.
Winds of December describe a señoras tropezando en sus vestidos de seda mientras corrían hacia las limosinas blancas que las esperaban.
A las 12:35 a.m. Batista renunció. Al amanecer, un avión con 44 personas salió con rumbo a República Dominicana, lo que causó un enorme revuelo en La Habana. Los aliados de Batista huyeron en yates y aviones cuando la noticia se corrió. Estaban en peligro de muerte y lo sabían.
"Yo recibí una llamada a eso de las 3 o las 4 de la mañana diciéndome: ‘El hombre se fue' '', dijo el historiador cubano Enrique Ros, padre de la representante federal Ileana Ros-Lehtinen. ‘‘Honestamente, yo pensé que Fidel Castro había retirado sus tropas. Todo el mundo quedó sorprendido''.
Huber Matos fue el líder rebelde que condujo las tropas a Santiago de Cuba. Días antes había representado a Castro en negociaciones con el mayor general Eulogio Cantillo, jefe del Ejército de Oriente, quien había incumplido un acuerdo de rendición.
Matos tenía órdenes de tomar Santiago por la fuerza. Estuvo despierto hasta las 4 a.m. trazando los planes para tomar la ciudad.
"Me levanté a las 7 de la mañana después de estar haciendo planes durante toda la noche y les dije a mis hombres: ‘Escuchen, la radio nacional enmudeció. ¿Hay algo ocurriendo?' Ninguna de las emisoras estaba transmitiendo'', dijo Matos, que posteriormente se enfrentó a Castro y fue encarcelado.
Sin tiempo para consultar a Castro, Carlos Franqui, periodista de la guerrilla, miembro del Movimiento 26 de Julio y director de Radio Rebelde, empezó a transmitir. Los mensajeros corrieron a informarle a Castro, que ocupaba posiciones en un central azucarero unos 60 kilómetros al norte de Santiago.
"Tuve que comenzar a tomar decisiones que eran facultad de la dirección o de Fidel'', dijo Franqui, quien salió de Cuba en 1968 y ahora vive en Puerto Rico. "Hubiera sido fatal para Radio Rebelde mantenerse en silencio. Decidí aceptar la responsabilidad y tomar las decisiones lógicas''.
Batista había huido pero la guerra no estaba ganada.
El general Cantillo estaba en La Habana buscando a un magistrado de alto nivel que ocupara el lugar de Batista, como establecía la Constitución. Cantillo convenció a un juez renuente en bata de baño.
Pero Castro deseaba llenar el vacío de poder. Furioso y temeroso de que los rebeldes se quedaran fuera, comenzó a emitir órdenes.
"Como es natural, el primero de enero fue también un día terrible'', dijo Castro en el libro de Franqui Diario de la revolución cubana. "Nos traicionaron e intentaron robarle la victoria al pueblo. Tuvimos que actuar con mucha rapidez''.
Castro se dirigió a Palma Soriano, en Oriente, para grabar alocuciones radiales.
El comandante Camilo Cienfuegos se dirigió al Campamento Militar de Columbia, al mismo tiempo que Raúl Castro marchó a Guantánamo para forzar la rendición de la ciudad. Guevara fue despachado a la fortaleza de La Cabaña, sobre la bahía de La Habana.
"¡Revolución, sí!'', proclamó Fidel por las ondas radiales. "¡Golpe militar, no!''
"Fue un plan elaborado y ejecutado con tanta precisión que Batista cayó prácticamente el día que habíamos pensado que lo haría y tomamos Santiago de Cuba el día que habíamos planeado'', dijo Castro en el libro.
"Quisieron robarnos el triunfo, y si no hubiésemos actuado con rapidez las consecuencias habrían sido serias''.
Algunos en La Habana también actuaron con suma rapidez: multitudes jubilosas saquearon los casinos y las casas de las personas leales a Batista.
"Pude ver cómo la gente corría cargando con cortinas, lámparas y aparatos de aire acondicionado'', recuerda Fabricio --que entonces tenía 12 años-- y observaba lo que ocurría desde el edificio de apartamentos donde vivía frente al Hotel Riviera.
"Se llevaban las puertas. Otro símbolo impopular del régimen, los parquímetros, fueron destrozados''.
El fundador de Hermanos al Rescate, José Basulto, que entonces tenía 18 años, recuerda que algunos preparaban cocteles Molotov en la Universidad de La Habana, clausurada desde hacía tiempo, mientras las máquinas tragamonedas rodaban por las calles de la ciudad.
"La atmósfera era caótica. Todo el mundo se preguntaba qué podría ocurrir'', dijo Basulto. ‘‘Recuerdo haber entrado a una estación de policía donde me apropié de un arma. Los policías estaban adentro, mirándonos. Estaban de servicio pero no hacían nada''.
El ataque de Matos a Santiago nunca se materializó porque los jefes militares se rindieron. Raúl Castro tomó el Cuartel Moncada sin disparar un tiro.
Esa noche Castro anunció la victoria desde un balcón del Ayuntamiento de Santiago de Cuba. Franqui recuerda la muchedumbre que corrió a saludar a Castro y tocarle la barba.
"Tenía algo de culto'', dijo Franqui. "No me gustó''.
Una vez que se nombró presidente al abogado Manuel Urrutia, Castro comenzó el viaje hasta La Habana, que duró una semana, donde fue recibido como un mesías.
Llegó el 8 de enero y demoró 45 días en ocupar el cargo mayor.
"No recuerdo a nadie que estuviera triste o preocupado por lo que acababa de ocurrir. Todo lo contrario'', recuerda Eduardo Padrón, presidente del Miami Dade College, que entonces tenía 14 años.
"El primero de enero, lo cierto es que no imaginábamos la magnitud de lo que nos esperaba en los próximos años. En ese momento no se nos ocurrió que se convertiría en algo que llegaríamos a odiar ni que duraría tanto''.
Tuesday, December 30, 2008
La saliente administración Bush sigue haciendo de las suyas
La saliente administración Bush sigue haciendo de las suyas
Por Ivan Eland
El Instituto Independiente
Si bien la cobertura de los medios de comunicación se ha concentrado en las ocupaciones y campañas de contrainsurgencia y contraterrorismo de los EE.UU. en Afganistán e Irak—las que tuvieron el perverso resultado de inflamar aún más al terrorismo islamista—la administración Bush ha estado ocupada zarandeando el mismo avispero en otras partes del mundo, especialmente en África. La administración no solamente ha sido deshonesta con el pueblo estadounidense respecto de las razones para los ataques del 11 de septiembre, sino que también se ha engañado a sí misma.
Después del 11/09, la administración Bush—en contradicción con todo lo que Osama bin Laden y otros líderes de al Qaeda habían escrito—sostuvo que al Qaeda había atacado a los EE.UU. debido a sus libertades. Trágicamente, el público estadounidense, palmariamente inconsciente de las verdaderas causas de los ataques, ávidamente cayó en la trampa de esta patraña inverosímil, allanándole de esa manera a la administración el camino para que empeorase el problema.
Usted no precisa condonar a los monstruosos asesinos del 11/09, aplaudir a sus aborrecibles perpetradores, culpar a las víctimas inocentes o ser “antipatriota” para plantearse preguntas inteligentes acerca de las contribuciones de un sombrío tercero a todo el episodio. No se trata de Saddam Hussein—sino del gobierno de los Estados Unidos. Dejando a un lado a las inevitables teorías conspirativas, bin Laden ha declarado claramente y en reiteradas ocasiones que su principal razón para librar una guerra contra los Estados Unidos ha sido la continua ocupación e intervención de este país en tierras musulmanas con efectivos no musulmanes. Incluso los musulmanes moderados detestan tal entremetimiento no-musulmán en sus asuntos.
Por ejemplo, en Somalia, el cual es un caso clásico de los contraproducentes esfuerzos militares antiterroristas de los EE.UU., los islamistas radicales tenían poca influencia en esta nación moderadamente musulmana hasta que los Estados Unidos comenzaron a apoyar a los impopulares, corruptos y despiadados señores de la guerra. Como resultado de ello, el movimiento islamista explotó y se apoderó del país hace tres años. Los islamistas llevaron entonces orden a un país que había vivido en el caos durante años. La administración Bush luego apañó y apoyó una invasión y ocupación de los etíopes—considerados por los somalíes como no-musulmanes—de Somalia. Ahora que los etíopes se han cansado de todo este desastre y retirarán sus fuerzas a finales de diciembre, las aún más radicalizadas fuerzas islamistas están bien posicionadas para recuperar el país y remover al intrascendente y débil gobierno de “transición”.
Desesperada, la administración Bush ha actualmente bosquejado e impulsado a través del Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que le permita a otras naciones atacar a los refugios en tierra de los piratas somalíes empleando fuerzas terrestres y de aire. Los Estados Unidos podrían aprovechar dicha autoridad como fachada para directamente proseguir clandestinamente con las misiones de contrainsurgencia y contraterrorismo que dejan los etíopes en retirada. Después de todo, durante años, los Estados Unidos han usado a la campaña contra las drogas para encubrir su apoyo a favor de la contrainsurgencia de Colombia contra los guerrilleros comunistas.
Los grupos humanitarios e incluso el comandante de la 5ª Flota de la Marina de los EE.UU. ha alertado a la saliente administración acerca de que los ataques agresivos contra los “refugios piratas” podrían empeorar la situación en Somalia. El New York Times cita a Nicole Widdersheim, que dirige la oficina neoyorquina de Oxfam International, advirtiendo que “la expansión de las operaciones anti-piratería dentro de Somalia arriesga complicar aún más el conflicto y podría exacerbar una ya calamitosa crisis humanitaria”. El vicealmirante William E. Gortney, comandante de la 5ª Flota de los EE.UU., ha advertido que los ataques terrestres contra los sospechados de ser piratas somalíes pondrá en peligro la vida de civiles inocentes. Por supuesto, el corolario lógico de dicha advertencia es que tales civiles serán inducidos a apoyar a la insurgencia islamista.
Somalia no es el único lugar en el que la administración está utilizando a las fuerzas armadas estadounidenses para hacer que los Estados Unidos sean menos seguros. Tras el 11 de septiembre, la administración se embarcó en un programa mundial que les permite a las fuerzas armadas de los EE.UU. entrenar a las fuerzas locales en materia de contrainsurgencia/contraterrorismo para combatir a los islamistas. Dicho entrenamiento se ha llevado a cabo fuera del Medio Oriente en lugares tales como Indonesia, las Filipinas y África. Solamente en África, se ha brindado entrenamiento en Chad, Mauritania, Mali, Níger, Nigeria, Senegal, Túnez y Marruecos. Sorprendentemente, incluso el ejército de Muammar Qaddafi en Libia, a quien los EE.UU. acusaron alguna vez de patrocinar el terrorismo, puede conseguir entrenamiento en contraterrorismo estadounidense.
Y con el entrenamiento militar llega la acostumbrada asistencia estadounidense para la capacitación laboral, la formación docente, la construcción de escuelas, etc. En Mali, beneficiaria tanto del entrenamiento en contraterrorismo como de la ayuda estadounidense, el Pentágono se encuentra en verdad financiando radioteatros que intentan fomentar la paz y la tolerancia.
Toda esta ayuda es usualmente como una gota en el mar, pues rara vez resulta efectiva en la promoción de un desarrollo económico genuino y está basada en la ilusoria idea de los Estados Unidos de que la pobreza es otra de las causas principales de terrorismo. En Mali, por ejemplo, esta premisa puede ser demostrada como falsa. Mali ha sido por largo tiempo una nación pobre, pero recientemente células de al Qaeda (no de las fuerzas malienses) han amenazado con atacar a los efectivos estadounidenses.
De hecho, la ayuda estadounidense puede ser vista en realidad como una anuencia más a la interferencia de los EE.UU. en los asuntos locales, especialmente cuando se encuentra financiada por el Pentágono. Eso, combinado con la creación del nuevo comando militar africano de los EE.UU., pone nerviosos incluso a los gobiernos beneficiarios acerca de las intenciones estadounidenses.
Por supuesto, los islamistas están aún más alborotados con el entremetimiento de los EE.UU.. El propósito del entrenamiento militar y los programas de asistencia en todo el mundo es el de eliminar de raíz a dicho terrorismo antes de que se vuelva tan rampante como en Somalia. Sin embargo, la ceguera estadounidense acerca de que la situación somalí es de su propia autoría hace que los Estados Unidos continúen con tales intervenciones en otros países, lo que solamente vuelve más probables a futuras somalias.
Tal vez la entrante administración Obama sea más perceptiva; aprenda las lecciones de Somalia, Irak y Afganistán; y desarrolle una política militar más restringida en el exterior. Pero desgraciadamente, dado que la enfermedad del intervencionismo infecta a ambos partidos políticos en los EE.UU., tengo mis dudas al respecto.
Hoy, aquí en Estados Unidos, los políticos avanzan en la nacionalización de la banca, del sistema hipotecario, de los seguros, de la atención médica y de la industria automotriz. Claro que no lo plantean en esos términos, pero en Washington discuten, con caras muy serias, sobre el nombramiento de un “zar” para que supervise las operaciones de General Motors, Ford y Chrysler.
El economista Greg Mankiw, profesor de Harvard, cree que la designación apropiada para ese cargo es “comisario” porque “zar” se refiere a la Rusia anterior a la revolución comunista y al surgimiento de la planificación central. Otros piensan que el término “gauleiter” de los nazis es el más adecuado.
La condición que muchos políticos aspiran imponer a los fabricantes de Detroit, para concederles unos 15 mil millones de dólares provenientes del bolsillo de los contribuyentes, es que se dediquen a diseñar, producir y vender vehículos “verdes”, es decir híbridos, con motores de hidrógeno o eléctricos, para así frenar el “recalentamiento terrestre”. Esa meta no parece alcanzable ante la drástica caída del precio del petróleo, pero entonces algunos políticos y grupos ambientalistas como el Sierra Club responden con propuestas más radicales, como la de aumentar el impuesto federal de la gasolina a 3 dólares por galón. Poco importa que destacados científicos hayan descubierto que el mayor recalentamiento del planeta ocurrió antes de 1940, cuando existía una ínfima fracción del actual número de vehículos circulando por las calles y carreteras del mundo.
Bien vale la pena recordar que el reciente programa gubernamental de subsidios al etanol no logró otra cosa que inversiones fracasadas y un drástico aumento del precio de los alimentos, lo cual perjudicó especialmente a los más pobres, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. Proyectos parecidos resultarán mucho más dañinos en tiempos de recesión económica, la caída de la Bolsa y creciente desempleo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario