miércoles, abril 02, 2008

Investigacion: Curiosos aportantes
a la campaña de Cristina Kirchner

por Maria O'Donell

Desde monotributistas que declaran 12 mil pesos y donaron 325.000, hasta empleados de empresas extranjeras que tienen prohibido aportar por ley.

Entre los aportantes de la campaña de Cristina Fernández de Kirchner figura Marcelo Rossini, santafesino, propietario de estaciones de servicio, sin ninguna militancia política ni vínculos con el Gobierno. Rossini firmó cuatro cheques para el Frente de la Victoria por un valor total de 145 mil pesos, por indicación de Petrobras, la petrolera controlada por el Gobierno de Brasil, que a él le provee combustible para su negocio.

La ley de financiamiento de los partidos políticos prohíbe las contribuciones de entidades públicas extranjeras, y fija otras restricciones que pueden servir para comprender por qué, en la rendición que presentó el oficialismo ante la justicia electoral del dinero que recaudó para las elecciones presidenciales de octubre pasado, aparecen nombres de ilustres desconocidos: pueden haber contribuido en nombre de terceros.

LOS MONOTRIBUTISTAS. Carlos Horacio Torres y Julio César Pose, con 325 mil pesos cada uno, fueron los donantes individuales más generosos con la Presidenta. Lejos de responder al perfil de los empresarios ricos y famosos, vinculados a grandes firmas, Torres y Pose se destacan por su condición de monotributistas. Sólo son grandes contribuyentes al Frente para la Victoria.

Torres está registrado en la AFIP con la categoría A, que admite una facturación máxima de 12 mil pesos al año. Integra al mismo tiempo el directorio de más de una empresa. Una de ellas, Multipharma, aportó otros 310 mil pesos a la campaña de Fernández de Kirchner, aunque no atraviesa por un gran momento financiero: en los últimos seis meses, según los informes del Banco Central, le rechazaron cheques por más de dos millones de pesos. Rastreando a Torres, Crítica de la Argentina llegó hasta la Droguería San Javier, dedicada a la venta de medicamentos oncológicos y de antigua vinculación con el PAMI. Allí atendió Néstor Lorenzo, se presentó como su socio y señaló que Torres no podía atender porque se encontraba de viaje. "Pero es un militante kirchnerista. Puso la plata que hizo trabajando. No tiene nada que esconder", afirmó Lorenzo.

Pose declara más ingresos que Torres, aunque no tanto. Está registrado en la AFIP con la categoría D del monotributo. Facturación máxima: 48 mil pesos al año (si carece de otra fuente de ingresos, para contribuir con la elección de Fernández de Kirchner debió ahorrar el total de su facturación durante más de seis años). Actividad principal: Servicios de Publicidad. Los intentos de dar con un teléfono donde ubicarlo fueron infructuosos. Tampoco fue posible rastrear a Ezequiel Caja, otro monotributista, categoría B (es decir, con ingresos máximos de 24 mil pesos anuales) dedicado al servicio de bares y confiterías. Caja aportó, según la rendición del Frente para la Victoria, 16 mil pesos. En efectivo.

NO SABE, NO CONTESTA. Además de los pequeños contribuyentes al fisco que aportaron a la campaña como si fueran ricos, en los registros aparecen al menos dos personas que no se explica por qué ni cómo fueron incorporados al listado de donantes.

Claudio Omar Antunovich, director de un periódico de la zona norte del conurbano llamado Para Todos, se alteró ante la consulta. Pidió corroborar el DNI y el CUIT que aparecen junto a su nombre. Coinciden con los suyos. Antunovich no puso ni un centavo. Mucho menos, los 11 mil pesos que le atribuyeron. Miguel Loizaga, 67 años, director del diario El Heraldo del Oeste, también quedó perplejo.

–¿Donó 10 mil pesos, como afirman los listados? –le preguntó este diario.

–Nunca donaría eso. ¡Con lo que me cuesta hacer el diario! –se ofuscó Loizaga.

A otra de las aportantes, Adriana Jiménez, resultó imposible ubicarla: tiene muchos homónimos y su CUIT es inexistente: 99.9999999.9. Igual, se las arregló para aportar 12 mil pesos.

LOS IMPEDIDOS. La campaña de Fernández de Kirchner declaró un gasto total de 17 millones de pesos, cifra que según la estimación de Poder Ciudadano, organización que monitoreó el proceso electoral, resulta demasiado escueta para ser real. Sobre la fuente de sus ingresos, dijo haber sumado 2.660.000 pesos entre individuos, algo de dinero que le corresponde del Estado y otros diez millones de contribuciones de empresas.

Para evitar que los aportes provengan de compañías que (antes, durante o después) son beneficiadas con contratos del Gobierno a modo de devolución de favores, la ley establece que no pueden contribuir a las campañas las empresas que son concesionarias de obras públicas, ni tampoco las que explotan juegos de azar. También están impedidas las entidades públicas y los gobiernos extranjeros, para prevenir incidencias foráneas.

Si la famosa valija de Antonini Wilson iba destinada, efectivamente, a financiar gastos de Fernández de Kirchner como candidata, tenía unos cuantos problemas para ser declarada en forma legal: con 800 mil dólares superaba ampliamente el tope permitido por la ley, y si los fondos provenían de la petrolera venezolana PDVSA o de alguna otra dependencia del gobierno de Hugo Chávez, tampoco podían ingresar a la campaña del Frente para la Victoria.

Las restricciones que rigen para las empresas potencian la importancia de las donaciones individuales, porque la ley nada dice sobre los empleados de las compañías que están impedidas (sólo se prohíben las contribuciones de personas que hubieran sido "obligadas" a efectuarlas por órdenes de sus superiores). "Son formas de tercerizar los aportes: se hacen a través de empleados o directivos", afirmó Delia Ferreira Rubio, la principal experta argentina en financiamiento político.

En el caso de Rossini, el propietario de estaciones servicio que firmó cuatro cheques a pedido de Petrobras, se trata de un distribuidor oficial de la petrolera brasileña que no mantuvo contacto alguno con los encargados de recaudar para la campaña de Fernández de Kirchner. El trámite fue a través de Petrobrás, y allegados al empresario señalan que espera recuperar el dinero que donó. A través de un vocero, la empresa desmintió haber colaborado con la campaña: "Por política corporativa y normas de ética, Petrobras no participa ni interviene en acciones políticas o electorales; ni directamente ni a través de terceros".

LAS VAQUITAS. La petrolera YPF-Repsol no aportó a la campaña de Fernández de Kirchner, pero ocho de sus directivos (desde el máximo representante hasta el director de relaciones externas, Fabián Falco) compraron cubiertos de una comida que organizó la campaña en el Hotel Sheraton para recaudar fondos, por un total de 44.500 pesos. "Fue una contribución a título personal, que cada uno pagó de su bolsillo. La empresa no realiza aportes a actividades políticas", señaló Falco.

En Vicentín, la tercera exportadora del país de aceites vegetales del país, parece que armaron una "vaquita" para apoyar a la entonces candidata oficialista, quien inauguró una plata de biodiésel de la empresa poco antes de las elecciones presidenciales. Los diez integrantes del directorio de Vicentín aportaron 20 mil pesos cada uno.

En los listados del Frente para la Victoria aparecen mencionados directivos y empleados de diversas consultoras que contratan con organismos que dependen del Ministerio de Planificación Federal, a cargo de Julio De Vido. Es el caso, por ejemplo, de IATASA, Ingeniería y Asistencia Técnica, una firma de consultoría dedicada a proyectar y dirigir grandes obras públicas. El presidente, el vicepresidente y el director y otros cuatro empleados de la compañía aportaron, en total, 50 mil pesos.

IATASA figura en el registro de proveedores del Estado. Fue contratada en forma reciente por la Dirección Nacional de Vialidad para inspeccionar las obras de la autopista Rosario-Córdoba; y en el año 2006, por el Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) para inspeccionar obras en la Ruta Nacional 8, de la provincia de Córdoba. El titular de entonces del OCCOVI, Claudio Uberti, debió renunciar por el escándalo de la valija, señalado como el responsable de haber subido a Antonini al avión que alquiló ENARSA. Jorge Donnini porta un apellido que puede esconder una broma tratándose de una rendición de aportes de campaña, sospecha alentada porque el número de su documento figura equivocado en las planillas del Frente para la Victoria. Pero es director de la consultora y proveedora del Estado Latinoconsult, que suscribió contratos en el mismo sector del Gobierno. Donnini aportó una cifra curiosa: 26.666 pesos.

LAS LAGUNAS. En Estados Unidos, Inglaterra y otros países europeos con controles bastante más estrictos que en Argentina sobre el dinero que fluye hacia la política, las donaciones son una fuente permanente de escándalos. Para que los votantes puedan averiguar qué intereses se mueven detrás de cada candidato en función de los apoyos económicos que reciben (el llamado "voto informado"), las campañas deben dar la información detallada antes de las elecciones.

En octubre pasado se aplicó aquí por primera vez la ley 26.215 de financiamiento de los partidos políticos (una primera legislación en la materia se había aprobado en el 2002, pero sufrió modificaciones en el 2006). Según los expertos, la información disponible, aunque sea incompleta y parcial, y sólo se pueda obtener 90 días después de las elecciones, representa un primer paso significativo para transparentar el origen de los aportes millonarios que reciben los candidatos sin que sus votantes se enteren.

Las planillas que fueron entregadas a la justicia llevan la firma del responsable financiero de la campaña de Fernández de Kirchner, el legislador porteño Sebastián Gramajo, quien no respondió a los llamados. de Crítica de la Argentina. Si el juzgado electoral competente detecta inconsistencias en una rendición, puede aplicar como sanción la suspensión de los aportes del Estado para la siguiente elección. Pero el candidato queda a salvo de cualquier castigo: en Argentina, después de los cambios del 2006, la ley sólo obliga al partido y sus autoridades a rendir cuentas. En otros países, como Ecuador y Colombia, las cuentas poco claras pueden ser causal de pérdida del cargo para cual fue electo.

* Investigación. M.O., Rodolfo González Arzac y Andrés Fidanza.

Los sobrinos de Macri y la mamá de De Narváez están entre los benefactores

La empresa Creaurban, dedicada a los desarrollos inmobiliarios, encabeza el ranking de las compañías que pusieron plata para la campaña de Cristina Fernández de Kirchner. La firma que Franco Macri le vendió a sus sobrinos Angelo y Fabio Calcaterra el año pasado aportó 398.948 pesos. La misma cantidad puso Sitrack.com, de Pescarmona. En cambio, Marsans Internacional, empresa española de turismo que controla Aerolíneas Argentinas, se plantó en 398 mil: ni un centavo más. Aunque, de querer, tampoco hubiese podido ser mucho más generosa: la donación máxima permitida para las empresas es de 400 mil pesos.

En el cuarto escalón del top 20 de aportantes del Frente para la Victoria están Global Pharmacy Ser, Bristol Park, Inter. Medicina, Droguería Urbana y Multipharma. Están vinculadas al negocio de la salud y cada una entregó 310 mil pesos.

Diez mil pesos menos pusieron Karias SA, que regentea la cadena de ropa deportiva Stock Center, y London Free Zone SA –de Eduardo Néstor Taratuty dueño de concesiones de free Shops y zonas Francas en Argentina y Uruguay-. Erpa SACI, la firma que vende el tradicional pegamento Suprabond, puso sus 280 mil pesos para que Cristina Fernández llegue a la presidencia (y previsiblemente: la pegó).

La agencia de publicidad IP Corporation, presidida por Luis Mariano Brusco, socio en otras firmas de Ramiro Agulla y Carlos Baccetti, acercó 275 mil. Algo menos, 250 mil, puso La Superba SA: una sociedad de cría de ganado bovino, afincada en Luján, cuya presidenta, según la documentación publicada en el Boletín Oficial, es la madre de Francisco De Narváez –que en la elección fue aliado al macrismo bonaerense- Doris Steuer.

Otro gran donante fue el laboratorio Seacamp SA, que según informes comerciales tiene cheques rechazados por unos tres millones de pesos en los últimos seis meses: entregó 200 mil pesos. Cencosud, que controla los supermercados Disco y Jumbo, puso 25 mil, pero también entregó 180 mil pesos a través de la financiera Pacuy SA. Sigue otra empresa vinculada al rubro salud: All Medicine, con 160 mil pesos.

Cierran el ranking cuatro firmas que pusieron 150 mil. La distribuidora de energía Rafael Albanesi SA, el frigorífico Jose Manuel Díaz Herrera SA, la patagónica Transportes Vesprini y Cosk, una agencia de publicidad.

Subvaluaciones en gastos de encuestas

Las planillas con el origen de los ingresos y el detalle de los gastos se encuentran disponibles en la página de internet del Poder Judicial -www.pjn.gov.ar- donde hay que navegar el sector de la Justicia Nacional Electoral.

A nivel nacional, el Frente para la Victoria y sus aliados declararon un gasto conjunto de 17 millones de pesos, bastante por debajo del límite que rige por la ley de financiamiento de los partidos políticos, que para las elecciones de octubre del 2007 lo fijó en casi 40 millones de pesos.

"Nosotros creemos que tanto el oficialismo como el resto de los candidatos subestimaron gastos y donaciones. Subestimaron las dos cosas, porque una es consecuencia de la otra: como algunas empresas o personas no quieren o no pueden aparecer como donantes, tienen que decir que gastan menos de lo que gastan", afirmó Pablo Secchi, de la organización Poder Ciudadano, que realiza un seguimiento de las presentaciones judiciales de los distintos partidos políticos.

Como ejemplo de rubros subvaluados, Secchi mencionó la contratación de encuestas de opinión pública en sus diversas modalidades: personales, telefónicas o las cualitativas con el sistema de los "focus group". Se trata de la la herramienta que utilizan los principales candidatos para evaluar sus estrategias electorales.

Para la campaña de Cristina Fernández de Kirchner se invirtieron 200 mil pesos en encuestas, según se informó oficialmente. Esa cifra alcanza para pagar apenas tres mediciones de alcance nacional.

El Canfinflero Fidel, el rufianismo de las FARC,
Hugo Chávez y el proxenetismo de Correa

por Ernesto Poblet *

José Gobello dedicó su vida a registrar las sutiles diferencias entre las palabras del lunfardo. Fundó, sostuvo, mantuvo y desarrolló su Academia Porteña del Lunfardo. Visitaba famosos, amigos, empresarios, profesionales. Como una hormiga infatigable sedujo con su innata simpatía a centenares de “protectores”, grupo de amigos y afectos de tan simpática como útil academia cultural. Su esfuerzo personal quedará en la historia como un sacrificado hombre que todo lo obtuvo con esfuerzo. Nada le llegó de arriba. Todos los que accedíamos a alcanzarle alguna cuota mensual convenida, lo hacíamos con placer. En mi caso personal, llegué a consignarlo con orgullo en el currículum vitae.

Define el diccionario de Gobello la pintoresca palabra “canfinflero”. Es el rufián que sólo explota a una mujer, no a varias. En los ochenta y pico de años de la vida de Fidel CastroCuba-Embargo-Reasons-to-End -muy publicitada- resulta difícil encontrar algún pequeño lapso donde el personaje se haya ganado el sustento con su propio esfuerzo personal. Nació y vivió sus primeros años de la fortuna de la familia Castro Ruz, gente adinerada en épocas de la deliciosa Cuba capitalista. Como cualquiera de los odiados burgueses el joven Castro estudió derecho y dedicó sus horas libres a la atractiva lucha contra el dictador Fulgencio Batista. No tan agitada ni peligrosa como quieren pintarla. Pudo darse el lujo de conspirar tomando con violencia un cuartel, resultar detenido, juzgado y condenado con las garantías de la ley. Gritar su encendida literatura desde la cárcel -exactamente al estilo “Mein Kampf- fácil y rápidamente indultado por el propio dictador. ¡Qué tiempos distintos a los del “impetuoso revolucionario Fidel”!

No se le conocen empleos al Fidel exiliado en México entre placenteras reuniones políticas con hombres de su generación romanticona. No faltaron las ayudas del “espeluznante imperialismo norteamericano” para la juvenilia rebelde y ardiente en esa etapa de los legendarios países centroamericanos. Encantadores políticos como Juan José Arévalo y Pepe Figueres recibieron y mimaron a aquellos jóvenes habilísimos para el discurso partriotero, el mismo que cantaba loas a deletéreas ensoñaciones idealistas. En la Sierra Maestra lograron Fidel y sus huestes recaudar ayudas de los regímenes accesibles de Costa Rica, Panamá, Guatemala y el mismo México. Fidel siempre fue fiel a sus eventuales “mecenas”. Mientras todo viniera de arriba no había porqué enojarse, hasta la famosa CIA colaboró en la larga aventura de la Sierra Maestra.

Paseó por Corrientes, paseó por Florida, se daba una vida mejor que un payá. El tango también lo puede evocar a Fidel Comió choripanes en los auténticos carritos de la Costanera de Buenos Aires junto al canciller del Presidente Frondizi. Se pavoneó ostentoso por la Quinta Avenida de Nueva York, hasta visitó la Casa Blanca y el Capitolio de Washington DC. Al volver de este último viaje se puso molesto pues no contestaron los codiciosos americanos su pedido de veinte mil millones de dólares de regalo para su familiar feudo cubano. Afloró de golpe un escondido resentimiento y odio contra el imperialismo yanqui, hasta que se destapó y sorprendió al mundo con su definición nítida: “Soy marxista leninista…”

Es que los zares rojos del Kremlim habían aceptado con entusiasmo mantener un rufián a noventa kilómetros del territorio de los Estados Unidos, en plena guerra fría. Un fiel, fidelísimo amigo incondicional. La Unión Soviética se aseguró un gigoló exclusivo por 28 años. Nadie le puede negar a Fidel la fidelidad que le guardó desde 1961 hasta 1989. Durante ese largo lapso el correcto canflinflero -de la larga barba y la parla interminable- jamás engañó a la fría URSS, desde Bulganin hasta los tiempos de Gorbachov.

La implosión de la madama URSS en 1989 colocó al improductivo régimen cubano a merced de la hambruna colectiva. Algunas ayuditas recibió de cálidos amigos del continente pero nunca entró Fidel en el engaño contra la portentosa madama de Moscú. Mientras tanto, automóviles Fiat del generoso ministro Gelbard no faltaron en su isla -y otras exportaciones argentinas- totalizando unos mil quinientos millones de dólares. Se morirá Fidel y no hay forma de hacerle recordar el pago de esas cifras que bien podrían resolver al menos algunos derechos humanos de nuestros cartoneros y villeros.

Rápido de reflejos el Fusilador del Paredón, encontró otra regente prostibularia que lo mantuviera en los años duros de la vejez. Era titular la nueva madama de yacimientos de petróleo con exportaciones a los Estados Unidos, colosales pagadores éstos. Derroches de petrodólares merced a la magia de las empresas del Estado que obraban “como esas mesas que nunca preguntan…” según decía Discépolo. Transcurrió una larga década y media con el discípulo Hugo Chávez -esa suerte de madama petrolera- proveedor de petróleo gratis a la isla y cuanta cosa necesitara Fidel y sus fieles militares, toda una asociación ilícita de felices rufianes.

El más grande canfinflero de la historia de la humanidad vivió sus ocho largas décadas de su madrecita buena la población cubana. Hace casi cincuenta años se lo ve viajar en los grandes aviones, visitando las capitales, pernoctando en los mejores hoteles, dando sus infinitos discursos en cuanta tarima se le ofrezca. Jamás se privó de nada y nunca produjo nada, salvo discursos repetitivos, retóricos, amenazantes y diseñadores de pintorescas utopías. La revista Forbes acreditó la descomunal fortuna que generó la actividad canfinfleril del incansable decidor de chamuyos siboneyes, chico.

LAS FARC Y CHÁVEZ

El diccionario de la lengua culta -no por ello sería inculta la lunfardía de Gobello- define al rufián como al personaje que trafica con prostitutas, agregándole la calidad de hombre vil y despreciable que engaña y estafa. Con los últimos acontecimientos, después de los incidentes entre Colombia, Ecuador y Venezuela, hemos podido observar ciertas novedades en las conductas de Hugo Chávez, las Farc y Correa.

Hugo Chávez esquilma al pueblo venezolano. Por medio de la empresa estatal Pedevesa ha encontrado el mecanismo de apropiarse de la liquidez permanente del negocio petrolero de su país, quinto exportador de hidrocarburos en el mundo. Chávez engaña, Chávez estafa. Fanfarronea por TV una orden militar de enviar tropas de su ejército a la frontera con Colombia. Se muestra feroz en “Aló Presidente”. Hace temblar a la región con una guerra incipiente. Se convierte en el “Rey del Amague”.

En la reunión del Grupo Rio Chávez aparece mansito, chistoso y cantor de boleros. Es que Uribe le había adelantado su decisión de denunciarlo ante la Corte Internacional de La Haya. Chávez sabía que las computadoras del difunto Raúl Reyes contenían documentación probatoria suficiente para mandarlo al peor de los cadalsos de estas épocas. Se deschavaría de golpe su maridaje con los terroristas y el narcotráfico. Era demasiado. Mandó al “che pibe” Correa urgente a dar por terminado el incidente del “sagrado territorio ecuatoriano violado por Uribe y el Imperio…”. Aprovechó la paciencia para morigerar su verborragia y descargar culpabilidades por sus andanzas en el narcotráfico y los muy campantes campamentos de Farc establecidos en Venezuela. Y los puertos de su patria bolivariana abarrotados de navíos -colmados de cocaína- zarpando muy orondos hacia el mundo comprador de la droga.

La plata del imperialismo chavista quiere comprar estaciones de servicio masivamente en la Argentina. Si es posible alzarse con las de Shell y Esso. A la Revolución del Siglo XXI no le interesan los negocios de los cerdos capitalistas. Sí le importan los objetivos políticos. Cada estación de servicio diseminada en el territorio argentino será una activa unidad básica de la “Revolución”.

Puede cualquiera pararse asombrado a contemplar las dos o tres estaciones de la Pedevesa y Enarsa en Buenos Aires. Jamás verán entrar o salir un automóvil, los “empleados” permanecen aburridos con las manos en el bolsillo todo el día ¿quién paga ese despropósito…? los desgraciados habitantes de la Venezuela cautiva del Gran Rufián y nosotros los estúpidos argentinos con los insoportables impuestos.

Los “sádicos farcenses” han elaborado un operativo para trasladar hacia Uribe la responsabilidad por los secuestros, torturas, extorsiones y demás violaciones a los derechos humanos de sus víctimas. Han logrado inculcar el síndrome de Estocolmo entre los familiares y amigos de la desdichada Ingrid Betancourt. La farsa de las liberaciones de rehenes por cuentagotas, fabricada para colaborar con la propaganda a favor de Hugo Chávez -siniestro disfraz de “ayuda humanitaria”- ha colmado de indignación al mundo.

Las Farc son esencialmente rufianescas. Viven del narcotráfico, de los secuestros, de las extorsiones, de los saqueos y exacciones a las poblaciones.

EL PROXENETISMO

Apareció en escena el novel presidente de Ecuador luego de una elección apañada por los dineros de Hugo Chávez. Lo que antes era un rumor contundente ahora pasó a confirmarse con la documentación surgida de las computadoras de Raúl Reyes. Estudios y pericias inobjetables dejan observar la canallesca conducta de los personajes aquí calificados. Por más que lo nieguen no se salvarán al menos de la condena moral que merecen.

Define el diccionario Larousse al proxeneta como la persona que procura y facilita la prostitución de otra y comparte las ganancias. La esencia del proxeneta según todos los diccionarios es textualmente la alcahuetería. El presidente Rafael Correa entró al juego sucio de las Farc y Chávez, se alineó con éstos y participa del círculo áulico de Fidel Castro. Sus fronteras con Colombia lo han llevado a la función de empalagoso y funcional alcahuete.

Desde el diario El País de Madrid se supo de la presencia al menos de once campamentos de las Farc en territorio de Ecuador. Siguen frescas las reiteradas negativas de Correa y sus enfáticas acusaciones al gobierno colombiano por no mantener seguras sus fronteras. Como si fuera fácil destruir las Farc evitando la muerte de la multitud de rehenes cautivos, instalados allí como escudo humano protector de la secta criminal.

Rafael Correa trafica armas y drogas consigna el periódico madrileño. Las farc, desde Ecuador, han llevado a cabo 39 ataques contra Colombia, en uno de ellos asesinaron 22 colombianos. Las cuantiosas denuncias ponen los pelos de punta. El puerto de Guayaquil se ha transformado en un constante embarque de drogas hacia el mundo. Mientras Rafael Correa la juega de indignado y apesadumbrado en la histórica reunión del Grupo Rio.

Rufianismo es alardear del eufemismo que consiste en “nacionalizar las empresas prósperas”, sacarles el jugo y después dejarlas morir en la inanición burocrática. Es una forma de la incautación dolosa de los bienes propios. El pueblo infeliz todo lo paga con su sangre -y sus bienes- cuando lo rodean los rufianes canfinfleros y proxenetas.

Bush, Venezuela y las FARC

He aquí mi humilde consejo para el presidente George W. Bush sobre qué hacer con los explosivos documentos que demuestran el activo apoyo del presidente venezolano Hugo Chávez a la guerrilla de las FARC en Colombia: usted tiene en sus manos el arma más poderosa que haya tenido hasta ahora contra Chávez. ¡No la use!

Si Estados Unidos pone a Venezuela en su lista de naciones ''terroristas'' --junto a Cuba, Corea del Norte e Irán-- y le impone sanciones económicas, Chávez obtendría un espaldarazo propagandístico en el momento en que más lo necesita. Chávez diría que las medidas de Estados Unidos probarían que es víctima de una conspiración internacional liderada por ''el imperio'', sacaría la carta nacionalista, y se recuperaría de su derrota electoral del 2 de diciembre. De hecho, Bush le haría un gran favor.

Un alto funcionario estadounidense le confirmó esta semana al corresponsal del Miami Herald en Washington, Pablo Bachelet, que el gobierno de Bush está consultando con los abogados de la Casa Blanca la posiblidad de agregar a Venezuela a la lista del Departamento de Estado de países que apoyan al terrorismo.

A Bush no le resultará fácil resistir la tentación de poner a Venezuela en esa lista, especialmente en un año electoral, cuando su partido republicano necesita aparecer como el más duro en la guerra contra el terrorismo.

Y hay tantas revelaciones sobre los nexos de Chávez con las FARC en las tres computadoras laptop Toshiba encontradas por el ejército colombiano tras su ataque del 1 de marzo al campamento de la FARC en Ecuador, que --si expertos forenses en computación internacionales confirman la autenticidad de los archivos, como es probable-- habrá pruebas de sobra contra Venezuela.

Según los documentos encontrados en las computadoras, Chávez había acordado crear un fondo de $300 millones para las FARC, y recibió más de $100,000 del grupo guerrillero colombiano cuando estuvo en prisión tras su fallido golpe militar en Venezuela, en 1992. Además, los documentos demuestran una activa protección de Chávez a campamentos de la FARC en Venezuela.

Chávez y el presidente ecuatoriano Rafael Correa, un seguidor de Chávez que también aparece prominentemente en los archivos de las tres computadoras, han negado las acusaciones. Funcionarios venezolanos y ecuatorianos aducen que los documentos son falsos.

Sin embargo, Colombia afirma tener la absoluta certeza que las tres laptops pertenecían al líder de las FARC Raúl Reyes y a sus asistentes, muertos durante el ataque al campamento guerrillero, y ha invitado a un equipo de expertos forenses de la sede de Interpol en Francia a que examinen las computadoras con toda libertad. El equipo de Interpol, según se informó, ya está en Colombia.

Los encuestadores coinciden en que Chávez se beneficiaría desde un punto de vista propagandístico si Estados Unidos agrega a Venezuela a su lista de países que apoyan al terrorismo. Según afirman, Chávez aún no se ha recobrado de su derrota electoral del 2 de diciembre, y su popularidad ha caído a menos del 50 por ciento.

Cuando le pregunte a Luis Vicente León, director de Datanalisis, una de las principales encuestadoras de Venezuela, cuál sería el impacto en ese país si Estados Unidos lo califica como aliado del terrorismo, repondió que Chávez le sacaría un enorme rédito propagandístico a la medida.

''Por supuesto que eso lo ayudaría'', dijo León. ``Todos los eventos que permitan a Chávez defender la tesis de que hay una conspiración contra Venezuela, o que sean leídos por la población como actos hostiles contra Venezuela, juegan a su favor''.

Según León, el discurso izquierdista radical de Chávez no ha calado para nada en Venezuela, pero el nacionalismo sí. Las encuestas muestran que el 86 por ciento de los venezolanos rechazan la idea de que Venezuela siga el modelo cubano, pero las mismas encuestas demuestran que la gente apoya la defensa que dice hacer Chávez de la soberanía venezolana.

Mi opinión: la medida de Estados Unidos sería contraproducente. El presidente Bush debería respirar hondo y abstenerse de seguir los consejos de la línea dura de su partido de que designe a Venezuela como país terrorista, y le imponga sanciones económicas.

En cambio, lo mejor que podría hacer Estados Unidos es quedarse quieto por ahora, esperar que el equipo de expertos de Interpol certifiquen la autenticidad de los documentos de la FARC, y permitir que el pueblo venezolano pueda contrastar por sí mismo lo que dicen esos documentos con los discursos de Chávez en que afirma que ''juro por Dios y mi madre santa'' que ''nunca, jamás'' apoyó o dio protección a la FARC.

Esa flagrante mentira --que cualquier venezolano puede ver en You Tube-- haría más daño a la credibilidad de Chávez en Venezuela que cualquier cosa que pueda decir o hacer Bush.

Chávez versus Globovisión

Andrés Oppenheimer

Presidencia de Venezuela

EL PRESIDENTE Hugo Chávez lee el diario opositor El Universal durante su programa Aló Presidente. Los medios están bajo una fuerte presión del gobierno para ajustarse a su línea.

La gran pregunta no es qué ocurrirá este fin de semana durante la reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en Caracas, Venezuela, tras el anuncio del gobierno venezolano de que llevará a cabo una contrareunión ''contra el terrorismo mediático'', sino que ocurrirá después.

En las últimas semanas, el presidente Hugo Chávez ha intensificado sus ataques contra la SIP y --lo que es más importante-- contra la estación de televisión por cable venezolana Globovisión, alegando que ambas instituciones forman parte de un siniestro plan del ''imperio'' estadounidense para desacreditar a su gobierno.

Chávez, quien el año pasado revocó la licencia de RCTV, la red de televisión abierta más antigua e independiente de Venezuela, ha amenazado recientemente con cerrar Globovisión. Y la SIP no se está tomando esas amenazas a la ligera.

''El tema de Globovisión nos preocupa muchísimo'', dice Gonzalo Marroquín, editor del periódico guatemalteco Prensa Libre y presidente del Comité de Libertad de Prensa de la SIP. ``Porque el gobierno del presidente Chávez se ha caracterizado por ir cumpliendo cada una de sus amenazas contra la prensa''.

En una entrevista telefónica realizada horas antes de su partida hacia Caracas, Marroquín recordó que Chávez había amenazado repetidamente con no renovarle la licencia a RCTV si la cadena televisiva no cesaba de trasmitir noticias críticas sobre el gobierno, hasta que finalmente le negó la licencia y la sacó del aire.

''En el caso de Globovisión, hemos visto que han aumentado los señalamientos, el acoso y las amenazas de cierre'', dijo Marroquín. ``Tememos que en cualquier momento el gobierno pueda quitarle al pueblo venezolano un espacio más de libertad de expresión''.

La SIP, integrada por los periódicos más grandes del hemisferio, casi tuvo que trasladar la reunión de este fin de semana a otro país, porque ningún hotel venezolano había aceptado ser sede de la conferencia durante casi un año. Sólo después de la derrota del 2 de diciembre del referéndum constitucional propuesto por Chávez algunos hoteles se animaron a albergar a los participantes en el encuentro, señaló Marroquín.

Ahora, Chávez ha organizado un ''Encuentro latinoamericano contra el terrorismo mediático'', coincidente con la reunión de la SIP. Según el sitio web del Ministerio de Información venezolano, asistirán a ese encuentro ''prominentes periodistas'' de los medios estatales de Cuba y Venezuela, como el diario oficial cubano Granma.

El miércoles, la portada del sitio web del Ministerio de Informacion venezolano renovó sus ataques contra Globovisión, acusando a la estación de ``terrorismo mediático''.

Pero en otro artículo, el ministro de Información venezolano, Andrés Izarra, era citado afirmando que Chávez ''no tiene intenciones de cerrar Globovisión'', aunque exigía a los reguladores del gobierno venezolano a tomar medidas para lograr que la emisora cese ''los insultos y las ofensas'' contra el gobierno.

El presidente de Globovisión, Alberto Federico Ravel, me dijo en una entrevista telefónica que Izarra parece haber convencido al gobierno no cerrar por ahora la red televisiva, pero agregó que las cosas podrían cambiar después del encuentro de la SIP.

''Ningún gobierno, por más torpe que sea, va a cerrar un medio durante un encuentro de periodistas en Caracas'', me dijo Ravel. ``Después de la reunión de la SIP, volverán los ataques físicos personales, a las instalaciones, la apertura de más procesos legales, más multas, más asfixia económica''.

Mi opinión: No hay duda de que al presidente narcisista-Leninista de Venezuela le encantaría cerrar Globovisión. Lo ha dicho muchas veces. Pero no le resultará fácil hacerlo, porque esta vez los costos serán más altos.

A diferencia de cuando cerró RCTV, ahora no tendrá la excusa de una renovación de licencia pendiente. En el caso de Globovisión, tendrá que sacar a la emisora del aire sin más. Claro, podrá encontrar algún pretexto legal cualquiera, pero ya serán muy pocos los que lo tomen en serio.

Además, Chávez sabe que su fortuna política empezó a caer abruptamente desde el cierre de RCTV. Desde entonces, Chávez fue objeto de crecientes protestas estudiantiles, sufrió la derrota de su referéndum constitucional del 2 de diciembre, y tuvo varios reveses internacionales, incluido el ''por que no te callas'' del Rey de España y los documentos de las FARC que acaban de salir a la luz en Colombia. Actualmente, enfrenta acusaciones de corrupción por actividades comerciales de su familia, y todas las encuestas coinciden en que su popularidad ha caído significativamente en el último año.

Y, después de todo, Globovisión es un canal de televisión por cable, cuyos espectadores son gente de clase media y alta que en su gran mayoría votan contra Chávez. La lógica indica que Chávez no cerrará Globovisión, por lo menos en los próximos meses, aunque la lógica no siempre es el mejor indicador de lo que puede suceder en la Venezuela chavista.

El oro del pueblo

Alvaro Vargas Llosa

Washington, DC—Algunos activos suben porque la gente siente que su buena estrella es eterna. Ese tipo de “exuberancia irracional” explica parcialmente la burbuja bursátil relacionada con la tecnología informática de los años 90 y la burbuja inmobiliaria del nuevo milenio (si puedo utilizar la feliz expresión acuñada por Alan Greenspan, el hombre cuyo manejo infeliz de la moneda estadounidense alimentó ambas). Y luego están aquellos activos que suben por la razón opuesta: el temor al futuro. El oro es de lejos el ejemplo más interesante.

El precio del oro “spot” (es decir: el destinado a la entrega inmediata en lugar del que figura en contratos a futuro) osciló alrededor de los 800 dólares la onza en diciembre y ahora no está lejos de los 900 dólares. Pero sería un error concluir que, al estilo de diversos activos especulativos en los últimos tiempos, el oro se ha disparado súbitamente. Ha venido elevándose gradual y sostenidamente desde 1999; sólo en 2007, cuando la crisis hipotecaria azotó a los Estados Unidos, experimentó un brusco incremento del 30 por ciento.

Hay que resaltar, en relación con el estrellato del oro en estos tiempos, que su precio está siendo impulsado por inversores que administran el dinero de gente temerosa de que la inflación y el debilitamiento del dólar causen un perjuicio permanente a la economía estadounidense. La creciente demanda de joyas en países como India y China y la producción declinante de lingotes en Sudáfrica, primer productor del mundo, han jugado un rol en el aumento del precio. Pero Peter Munk, presidente de Barrick Gold, y muchos expertos han señalado reiteradamente que el precio actual del oro es hijo de los inversores antes que de la demanda de los usuarios.

Debido a los complicados nombres que reciben los fondos de inversión en estos tiempos, es fácil perder de vista que muchas de estas instituciones representan no a un puñado de ricos especuladores sino a millones de personas comunes que procuran proteger su dinero y hacer buen uso de él. El dinero del pueblo está volcándose en fondos de inversión gestionados por entidades financieras y negociados en Bolsa (conocidos cono ETF por sus siglas en inglés) que son, sencillamente, mecanismos mediante los cuales la gente compra y vende lingotes, entre otros “commodities”. Estos mecanismos poseen hoy en día más oro que la mayor parte de los bancos centrales del mundo, en lo que representa una privatización del oro. A diferencia del petróleo, cuya demanda creciente guarda una conexión directa con el incremento de la producción industrial en lugares como China, la demanda de oro no está ligada a las necesidades productivas tanto como al factor psicológico que tendemos a llamar inseguridad.

¿Qué nos dice esto respecto del mundo actual? Esencialmente, que la confianza en el dinero fiduciario, es decir en el sistema mediante el cual el gobierno administra la moneda a través de la manipulación arbitraria de las tasas de interés y la compra y venta de deuda, está por los suelos. Cada nuevo dato que parece anunciar una recesión —por ejemplo, las recientes cifras relacionadas con una contracción en el sector manufacturero en los Estados Unidos— aumenta la sospecha de que la mala administración estatal del dinero ha perjudicado a la economía como un todo. Por lo tanto la gente se refugia en el oro.

A primera vista, el oro es una inversión absurda: no genera interés alguno. La compra de oro se vuelve sensata una vez que nos percatamos de que el valor del oro es inversamente proporcional a la devaluación de la moneda: cuanto menos vale el papel moneda, más vale el oro. Desde la creación de la Reserva Federal (Banco Central estadounidense) a comienzos del siglo 20, el dólar ha perdido más del 90 por ciento de su valor. A eso se debe que con un dólar uno adquiera menos de un octingentésimo (1/800º) de una onza de oro hoy día.

El oro, que solía ser un símbolo de la codicia de los imperios, se ha convertido, vaya ironía, en la rebelión del pueblo contra el manejo imperial de la moneda por parte del Estado. Los conquistadores españoles deben estar retorciéndose en sus tumbas —y el Perú, sexto productor mundial, se está cobrando su revancha siglos después de que cantidades masivas de oro pasaran de manos de incario dictatorial a manos de los jefes coloniales españoles.

Por supuesto, hay una diferencia: en tiempos coloniales, el oro era generador de inflación antes que un refugio seguro frente a ella: al inundar el mercado europeo con el oro de las Américas, el imperio español provocó una distorsión general de los precios. Hoy día, la distorsión general de los precios —reflejada en la crisis crediticia e hipotecaria— es la que ha llevado a la gente, a través de sus inversores, a precipitarse hacia el oro en busca de protección.

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