Los inversionistas desandan el camino: el miedo reaparece en el parqué
|
Era demasiado fácil para ser verdad. Una crisis que golpeó la línea de flotación de los dos pilares básicos que sustentaron el alto crecimiento del último quinquenio, como fueron la construcción y el sistema crediticio, no podía saldarse en las bolsas con apenas cuatro meses de caídas por muy intensas que fueran éstas. Es cierto que los principales índices internacionales perdieron entre un 15 y un 30 por ciento entre noviembre de 2007 y febrero de 2008, pero el castigo parecía demasiado limitado en el tiempo.
La llegada de junio ha confirmado estas sospechas, aunque el lobo ya volvió a mostrar sus orejas durante el mes anterior. "Los mercados de valores perdieron parte de su nuevo impulso en mayo, ya que los inversores se preocuparon por la creciente inflación", reconocen los expertos de Schroders. En efecto, el Ibex 35 encajó en mayo un descenso del 1,3 por ciento con el que se puso fin a la remontada protagonizada desde marzo.
Más en concreto, desde que la Reserva Federal (Fed) estadounidense programó el rescate del banco Bear Stearns y aceptó el canje de títulos hipotecarios por bonos del Estado. A raíz de esta actuación, y ante el convencimiento de que las autoridades internacionales iban a hacer cuanto estuviera en su mano para evitar que la crisis y las tensiones crediticias fueran a más, los inversores recobraron el ánimo. Como consecuencia, entre mediados de marzo y de mayo, el principal índice español recuperó un 12,5 por ciento.
La inflación cambia el ánimo
En este sentido, Jeff Hochman, director de análisis técnico de la gestora Fidelity, no ponía tanto el acento en la velocidad de la recuperación como en el salto anímico dado por los inversores. "Del pánico con el que empezó el año saltaron a la esperanza, y está por ver si este movimiento es definitivo", afirmaba ya en mayo. En pocas semanas, sus recelos se han convertido en realidades. Desde el 19 de mayo, el Ibex acumula un descenso próximo al 12 por ciento, similar al sufrido en otros indicadores europeos y estadounidenses.
La culpa del regreso de los números rojos la tienen la inflación y el factor que está nutriendo su escalada: el petróleo. Su amenaza asusta tanto que el Banco Central Europeo ya ha anticipado un aumento de los tipos de interés en julio, mientras que la Fed ha modificado su estrategia para situar la lucha contra la subida de los precios como su prioridad en estos momentos.
Al mismo tiempo, los problemas de los bancos para reforzar su capital y los débiles resultados de entidades como Lehman Brothers o Morgan Stanley han recordado a los inversores que la crisis financiera aún no está cerrada.
Como asegura Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities, "el panorama se complica en las bolsas occidentales, y es ahora muy factible que los índices se precipiten hasta sus mínimos del año". Con estos ingredientes sobre la mesa, no extraña que los inversores hayan retrocedido sobre sus pasos y vuelvan a sentir miedo, con todo lo que ello supone. "El miedo es contagioso, especialmente cuando ves la virulencia de las caídas", constata José Luis Martínez, estratega en España de Citi.
El 'no' irlandés al Tratado de la UE hace tambalearse el plan para crear un Impuesto de Sociedades armonizado
La Comisión Europea prevé proponer en otoño una armonización parcial del Impuesto sobre Sociedades. Pero el Gobierno francés, que en la segunda mitad del año presidirá la UE, no impulsará el proyecto para evitar espolear el euroescepticismo en Irlanda, que se impone a la medida porque teme que sea el primer paso para armonizar o aproximar los tipos .
Bruselas plantea unificar el cálculo de la base imponible. Los Estados de la UE occidental gravan los beneficios con un tipo impositivo que ronda el 30%. Pero detrás de la regla, una maraña de excepciones genera realidades radicalmente diferentes.
Irlanda se opone. Teme que la base sea el primer paso para armonizar o aproximar los tipos. O para fijar un tipo mínimo. París y Berlín esperan que así sea, para erradicar lo que consideran competencia fiscal desleal. Otros sostienen que armonizar sólo la base destaparía la presión fiscal real, y las Haciendas más voraces deberían moderar los tipos para evitar fugas de empresas.
La adopción de medidas fiscales en la UE exige la unanimidad de sus 27 países. Como hay opositores, Bruselas reclama una cooperación reforzada: los Estados que estuvieran de acuerdo participarían, y los que quedaran aislados podrían reengancharse si cambian de opinión.
El milagro económico irlandés
Las multinacionales utilizan Irlanda como sede para operar en Europa porque su población es joven, bien formada y habla inglés. Porque al pertenecer a la UE, las exportaciones de la isla viajan al continente sin aranceles aduaneros. Y porque el tipo impositivo del Impuesto sobre Sociedades es tan sólo el 12,5 por ciento.
Uno de los argumentos de los irlandeses que han hecho campaña contra el Tratado de Lisboa es que si entra en vigor, les obligará a elevar la presión fiscal y equipararla con la de sus vecinos. El mensaje caló y el ciudadano de a pie votó hace una semana, vía referéndum, no ratificarlo. Con Lisboa, la UE pretendía facilitar la toma de decisiones. Su rechazo empuja al club a una nueva crisis política.
Cumbre en Bruselas
La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países de la UE debate ayer y hoy en Bruselas cómo salir de la crisis. La opción que, ayer al cierre de esta edición, reunía más apoyos era evitar precipitarse para no agravar la situación. España y los otros seis países que aún no han ratificado el Tratado, deberían hacerlo siguiendo el ejemplo dado por Reino Unido el miércoles. Si el euroescepticismo checo y polaco no resurge, Irlanda quedará aislada en otoño.
Dublín debería, mientras tanto, hacer propósito de enmienda. Los Tratados de la UE necesitan de la ratificación unánime de todos los países para entrar en vigor. Y aunque nadie quiere echar a Irlanda, casi nadie desea renunciar al impulso que Lisboa daría al desarrollo de políticas comunes en inmigración, exteriores o defensa.
Una de las soluciones más evocadas es que el Gobierno irlandés convoque un nuevo referéndum sobre exactamente el mismo Tratado. Los otros 26 Ejecutivos nacionales añadirían una andanada de protocolos para desmontar los argumentos de los partidarios del No.
Poder de veto en fiscalidad
Uno de estos protocolos explicaría que Lisboa no altera la toma de decisiones sobre política fiscal en el seno de la UE, que seguirán siendo adoptadas por unanimidad. Es decir, basta el veto de un país para bloquearlas. De modo que Irlanda podría resistir a las presiones de países como Francia o Alemania.
Estos protocolos podrían no bastar para que los irlandeses cambien de opinión, porque con Lisboa seguirá abierta la puerta trasera para colar el Impuesto sobre Sociedades armonizado. Así que la UE se plantea congelar la armonización o, incluso, darle carpetazo.
El FMI opina que la desaceleración de EEUU es menos pronunciada de lo previsto
El Fondo Monetario Internacional (FMI) cree que la desaceleración de la economía estadounidense es menos pronunciada que lo previsto, por lo que elevó levemente sus previsiones de crecimiento para 2008 y 2009. El organismo recomienda a la Reserva Federal mantener los tipos de interés, pero cree que es posible que tenga que elevarlos "rápidamente" una vez que se consolide la recuperación económica.
"La desaceleración de la actividad en Estados Unidos fue menos pronunciada de lo que habíamos temido y la recuperación debería comenzar el año próximo porque importantes vientos en contra fueron superados", resumió el FMI en un estudio anual sobre la primera economía mundial.
Mejora de previsiones
El Fondo revisó levemente al alza sus proyecciones de crecimiento: ahora se prevé un crecimiento "globalmente" nulo en 2008, contra -0,7% estimado en abril, y un alza de "cerca" del 2% en 2009, contra +1,6% previsto entonces.
El Fondo, que ya no emplea el término recesión mientras que en abril consideraba que Estados Unidos registraría una "leve" este año, recomienda a la Reserva Federal mantener el statu quo en materia de política de tasas de interés. "Las coordenadas de la política monetaria sostienen ahora globalmente la recuperación y una estrategia basada en la gestión del riesgo aconsejaría que esta sea mantenida en su actual estado", estimó el Fondo.
Para la institución multilateral hay "señales" de que las perspectivas de inflación están al alza en Estados Unidos. Por ello, dijo que es posible que la Reserva Federal tenga que elevar las tasas de interés "rápidamente" una vez que se consolide la recuperación económica.
Sector financiero
Por un lado, afirmó que es posible un recuperación más rápida y por el otro, dijo que "existe una posibilidad preocupante" de que la ralentización económica genere nuevas pérdidas bancarias. En el ámbito financiero, el Fondo dio crédito a la Reserva Federal por aumentar la liquidez, con lo que han mejorado las condiciones en los mercados, pero no descartó que vuelvan los problemas que llevaron al colapso del banco de inversión Bear Stearns.
Si eso sucediera, sugirió al banco central prorrogar el vencimiento de los préstamos que extiende a las instituciones financieras.
En el terreno inmobiliario, para el Fondo "resulta claro" que los precios bajarán aún más y dijo que existe el riesgo de una caída "excesiva", mayor de lo que estaría justificado, como suele suceder cuando estallan las burbujas económicas.
En términos de política económica, el FMI disuade a la administración estadounidense de considerar un segundo plan de reactivación presupuestaria para sostener el crecimiento, en ausencia de los "márgenes de maniobra" necesarios. Finalmente, para evitar que el mercado inmobiliario caiga "más allá del punto de equilibrio", el FMI recomienda al gobierno tomar nuevas medidas para limitar el número de embargos de viviendas.
GM abandona sus camionetas grandes para enfocarse en los autos eficientes
Por John D. Stoll
DETROIT—General Motors Corp. está reevaluando prácticamente todo el plan de productos para su división estadounidense para los próximos 18 a 24 meses en un esfuerzo por asegurarse de que su próxima línea de productos sea capaz de satisfacer los rápidos cambios en los gustos de los consumidores, según fuentes cercanas a la automotriz.
Una de las medidas, la cancelación de su próxima generación de camionetas, es considerada como un indicador de lo drástico que pueden ser estos cambios. "Nunca he visto un giro tan radical y tan rápido en el ciclo de planeación en una empresa de este tamaño", dice un ejecutivo de un importante proveedor de GM.
La automotriz estadounidense estudia producir una camioneta pequeña que podría comercializar como una alternativa a los modelos más pesados y busca una forma de extender el ciclo de vida de sus modelos actuales de camionetas y todoterrenos grandes por lo menos por tres o cuatro años más, según personas que tuvieron acceso a los detalles del nuevo plan. Además, GM está examinando con lupa sus operaciones en Asia, incluyendo a Corea del Sur y China, en busca de modelos pequeños que puedan ser trasladados al mercado estadounidense para atender la creciente demanda por automóviles de bajo consumo de combustible.
GM también está analizando qué tan rápida y ampliamente podría ampliar el portafolio de vehículos eléctricos que planea lanzar para finales de 2010. "Están haciendo una maniobra radical", comentó un ejecutivo de un proveedor de GM que tuvo acceso al nuevo plan. "Ellos saben que no pueden darse el lujo de seguir en la retaguardia".
El cambio de estrategia empezó a tomar forma hace unos dos meses, cuando Frederick "Fritz" Henderson fue nombrado director de operaciones por la junta directiva. Henderson, conocido por ser un ejecutivo sin rodeos e impaciente, tiene experiencia lidiando con situaciones empresariales difíciles y "ahora está claramente involucrado en el nivel más alto de las tomas de decisión", informó una fuente al tanto.
Henderson y un portavoz del ejecutivo no respondieron a los pedidos de entrevista.
Henderson y su jefe, el presidente ejecutivo de GM, Rick Wagoner, están apostando a que el mercado estadounidense continuará favoreciendo los vehículos con consumo eficiente de combustible, los cuales no habían visto ese nivel de popularidad desde la crisis petrolera de los años 70 y 80.
Al mismo tiempo, los ejecutivos están apostando a que la compañía pueda redirigir el enfoque de sus iniciativas de marketing y posicionamiento de productos lo suficientemente rápido como para convencer a los consumidores de que es tan relevante como Toyota Motor Corp. y Honda Motor Co. en lo que se refiere a la producción de autos eficientes en el consumo de combustible.
En el momento en que Henderson asumió las riendas de las operaciones de la automotriz, se hizo claro que una nueva realidad amenazaba con reformular completamente la base de negocios de GM. Los ejecutivos de la automotriz, que proyectaban que los precios de la gasolina se mantendrían estables o incluso retrocederían, tuvieron que enfrentar la realidad de una rápida escalada que elevó el costo promedio de un galón al territorio de US$4 en las bombas de las gasolineras estadounidenses. Los consumidores reaccionaron abandonando sus enormes camionetas y todoterrenos, un segmento que durante mucho tiempo ha representando una parte significativa de las ganancias e ingresos de GM.
Otro dolor de cabeza que enfrenta Henderson es la erosión de liquidez, ya que GM continúa perdiendo dinero en el mercado norteamericano y pagando mucho por varias iniciativas de reestructuración. Los analistas y algunos inversionistas importantes esperan que GM suspenda el pago anual de dividendos de US$1 por acción para el próximo trimestre y recaude hasta US$10.000 millones a través de préstamos garantizados por activos, un acuerdo de deuda convertible, o la emisión de nuevas acciones a algunos inversionistas.
GM ya había anunciado una gran reestructuración en junio para adaptarse a los nuevos tiempos, la cual incluye el cierre de cuatro fábricas de camionetas y todoterrenos para 2010, además de potencialmente vender su división Hummer, la que está asociada a los vehículos que más combustible consumen. Recientemente, GM canceló planes de producir la nueva generación H3, un todoterreno relativamente eficiente en el consumo de combustible que ha sido popular entre los consumidores estadounidenses.
La automotriz no ha finalizado los detalles de su plan de producir la nueva generación de sus autos compactos que planea lanzar en 2010, según fuentes al tanto. GM estaría considerando fabricar estos autos en dos plantas, una en Ohio y otra en México, dicen las fuentes.
Dee Allen, portavoz de la automotriz, dice que GM ya no cree que los precios de la gasolina caerán, pero sigue creyendo que el segmento de camionetas pesadas se recuperará de la actual mala racha. Sin embargo, el mercado de todoterrenos, "es otra historia". GM está estudiando con seriedad sus próximos pasos en ese sector.
Una posibilidad a considerar es adaptar toda su línea de todoterrenos a una ingeniería basada en autos menores, según una persona al tanto del plan.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario