Los hispanos son un enigma para Obama y McCain
Más que un problema de lenguaje, sus dificultades responden a que no terminan de entender a un grupo muy diverso. No es cuestión de decir "quiero hablar con sus líderes''.
Pero eso es básicamente lo que han hecho.
"Vienen y me preguntan quiénes son los líderes de la comunidad hispana'', dijo Patrick Manteiga, que dirige un periódico en español en el barrio cubano de Ybor City, Tampa. "Es como que vengan y pregunten quiénes son los líderes de los blancos en Estados Unidos''.
Los dos candidatos han pronunciado tres discursos en tres semanas ante agrupaciones hispanas y ensayado nuevas iniciativas para llegar al bloque hispano. Los republicanos de McCain abrieron una oficina en Orlando, donde vive la mayoría de los puertorriqueños de la Florida, y Obama está a punto de abrir otra en Ybor City.
Ambos tratan de atraer a un sector del electorado que tradicionalmente vota por los demócratas pero que no siempre acude a las urnas. Una reciente encuesta de AP-Yahoo News indicó que Obama tiene el 4 por ciento de la preferencia entre los hispanos y McCain 22 por ciento. El 26 por ciento no se ha decidido.
McCain es respetado por muchos hispanos por la actitud que ha mostrado a lo largo de los años con los inmigrantes. Pero también lo ven como un continuismo de la presidencia del presidente George Bush.
La vitalidad de Obama y su capacidad oratoria caen bien entre los hispanos, pero terminó segundo entre los hispanos en las primarias demócratas detrás de Hillary Clinton. Al igual que el resto de la población, los hispanos tienen dudas sobre su falta de experiencia. A ello se suman algunas tensiones entre negros e hispanos.
Los hispanos no son un bloque monolítico. Muchos hispanos del oeste del país están aquí desde hace muchos años, mientras que otros se naturalizaron la semana pasada, otros se consideran negros y la gran mayoría está en el medio.
En las últimas elecciones presidenciales, los hispanos de estados decisivos, donde la balanza puede inclinarse para cualquier lado, como Colorado, Nuevo México, Nevada y la Florida, representaron entre 8 y 30 por ciento del electorado, según consultas a boca de urna, y se espera que esas cifras aumenten este año.
Clara Apodaca, de 73 años y vecina de Las Cruces, Nuevo México, es una de las simpatizantes de Clinton que no tiene problema en votar por Obama. Quería ver a una mujer en la presidencia pero ahora considera que Obama es el más capacitado para manejar la economía, la guerra en Irak y restaurar la imagen del país.
"Piensan muy mal de nosotros en todo el mundo. Tenemos que mejorar nuestras relaciones'' con otros países, señaló la anciana.
Paul Sandoval, de 64 años y vecino de Denver, es un soldado de Clinton al que le cuesta apoyar a Obama.
"Todavía no sé si es el mejor candidato, por más que sea demócrata'', afirmó Sandoval, quien es propietario de un restaurante mexicano. "Voy a esperar y a ver cómo se comporta, cómo responde a las preguntas difíciles''.
También hay gente como Fernando Romero, ex ejecutivo de casinos y organizador político de Las Vegas. Romero colaboró con la campaña de Bill Richardson y cree que la relación de Obama con los hispanos no es sólida. Hoy por hoy, votaría por McCain.
"Lamentablemente, [Obama] es el único candidato del que no sabíamos nada y no ha hecho muchos esfuerzos por comunicarse con nosotros'', dijo Romero. "El senador McCain tiene muchas cualidades, cualidades que han sido comprobadas''.
McCain confía en que los hispanos que tradicionalmente votan por los republicanos lo apoyen. Pero numerosos hispanos republicanos han expresado desencanto con el partido, especialmente en la Florida, donde por primera vez hay más afiliados al Partido Demócrata que al republicano.
McCain es popular entre los cubanos de Miami, quienes tienden a votar por los republicanos, admiran su historial militar y cómo ha apoyado la política de mano firme hacia Cuba.
Sin embargo, en mayor una presentación de Obama atrajo a mil personas, entre ellos muchos cubanos.
Jesús Mendoza, puertorriqueño de 51 años, dueño de la peluquería Tijerazo de Tampa, explicó por qué cambió de bando mientras pelaba a un cliente.
"Soy republicano'', dijo. "Considero que la gente tiene que trabajar fuerte y buscar menos ayuda [del gobierno]. Pero los republicanos están en el poder desde hace ocho años y las cosas no han mejorado. Obama es joven, pero es inteligente. Soy republicano, pero no soy ciego''.
En Orlando, Angie Thillet, de 38 años y que votó dos veces por Bush, se inclina por Obama porque quiere un seguro médico universal.
Thillet estuvo sin seguro durante años, a pesar de tener buenos trabajos. Ahora tiene el seguro de la funeraria en la que trabaja, pero dijo que le dio miedo ir al médico cuando se dio un golpe en la cabeza en una caída porque tiene un deducible de $1,200.
No le gusta toda la publicidad sobre Obama, especialmente las comparaciones con John F. Kennedy. Pero asegura que no votará por McCain.
Si los programas radiales sirven de guía, Obama gana terreno. Magda Yvette Torres, conductora de un programa radial en el centro de la Florida que votó dos veces por Bush, recibió numerosas llamadas de gente que apoyaba a Obama en un programa reciente.
"La mayoría de mi audiencia apoyaba a Hillary Clinton y hace algunos meses esta misma gente hubiera llamado para criticar a Obama. Varios hablaban del tema racial'', dijo.
Aunque los hispanos de Texas tienden a votar por los demócratas, en el 2004 Bush recibió tantos votos como el demócrata John Kerry. Las cosas no están muy claras en esta ocasión.
El carisma de Obama conquistó a Naomi Mathews, una empleada administrativa mexicanoamericana de 35 años que se define como una republicana que pudiera votar por Obama. Dijo que le impresionó que Obama realizara una sesión de preguntas y respuestas en un local frente a la cafetería donde trabaja.
"Tal vez me atraiga lo del cambio. Pero causó una buena impresión entre nosotros. Parece que se puede confiar en él'', acotó.
Mathews fue una de varios votantes hispanos que declararon a la Associated Press que querían que los candidatos establecieran una comunicación más directa con los hispanos.
Angelette Avilés, de 32 años y que apoya activamente a McCain, opina que el republicano ayudaría a mejorar la economía y tendría una política exterior firme. Pero no le cayó bien un reciente anuncio radial en que un ex preso político cubano expresaba su respaldo al republicano.
"Los sectores de línea dura de Miami van a votar por un republicano sea como sea. Pero la generación más joven está más interesada en las cosas que los afectan directamente. Tienen que pensar en nosotros'', declaró.
El demócrata Manteiga dijo que los hispanos no se conforman con los discursos de Obama en estadios ni las sesiones de preguntas y respuestas de McCain.
"Nadie se reúne con las 40 congregaciones religiosas hispanas, como harían con la comunidad negra'', señaló. "Los hispanos queremos que nos den un abrazo, un contacto físico''.
Manteiga opinó que establecer una vínculo personal es particularmente importante para Obama porque debe convencer a los hispanos de que pueden sentirse cómodos votando por un candidato negro.
Muchos hispanos entrevistados por la AP admitieron ciertas tensiones raciales entre los dos grupos porque compiten por los mismos empleos o directamente por prejuicio. Pero buena parte de este sector aseguró que eso no incidirá a la hora de votar en un año en que la economía y la guerra de Irak son factores clave de la campaña.
"Para mí, que soy hispano, el gobierno atiende las necesidades de los negros'', expresó Eddie Martínez, de 51 años y quien vive en Las Vegas. "Todo lo que da el gobierno va para los negros primero''.
De todos modos, Martínez piensa votar por Obama porque opina que es quien más posibilidades tiene de crear empleos.
El dominicano Manny Genao, dueño del Café Madrid de Orlando, en cuyas paredes cuelgan retratos de líderes republicanos locales, dice que el gobierno de Bush favoreció a las compañías petroleras y que McCain es muy parecido a Bush. Luego comparó los discursos de Obama con los de Martin Luther King.
"Todavía no he decidido por quién votar'', indicó.
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