martes, julio 29, 2008

Por qué fracasarán las reformas de Raul Castro

Carlos Alberto Montaner

La periodista cubana Arleen Rodríguez -una persona educada y amable-, portavoz oficiosa del gobierno cubano, pasó por Guatemala y se sintió en la obligación de responder mi artículo “La parálisis psicológica de Raúl Castro”. Utilizó para ello el Periódico, mi diario semanal en ese querido país. Sus argumentos son de varios tipos. Primero, el ataque personal. Según ella estoy al servicio de Estados Unidos y mi mayor negocio es desacreditar a la revolución. Supuestamente, pertenezco a una élite abusadora asentada en Miami que se enriqueció explotando a los cubanos hasta que la revolución la desplazó del poder y se estableció en la Isla el reino de la justicia.

Vamos por partes, como decía Jack el Destripador. No estoy al servicio de Estados Unidos ni vivo en Miami. Vivo en Madrid desde 1970 y mi negocio, razonablemente próspero, ha sido la edición de libros de texto relacionados con la enseñanza de lengua (aproximadamente 1000), dictar conferencias (unas 200), publicar libros de mi autoría (unos 25 hasta la fecha), escribir artículos (unos cuatro mil), y moderar y participar en programas de televisión.

Es cierto que una parte (más pequeña de lo que me hubiera gustado) de ese intenso trabajo ha sido dirigida a denunciar los horrores de ka dictadura cubana, pero eso es perfectamente natural. Los exiliados lo han hecho siempre: Martí, los republicanos españoles, los luchadores antifascistas y tantos otros. Si el comunismo, a lo largo de medio siglo, le ha costado a Cuba miles de fusilamientos, decenas de miles de presos políticos, dos millones de exiliados, y una incontable cantidad de personas ahogadas tratando de escapar de esa pesadilla, lo decente y responsable es que quienes puedan contarle al mundo lo que ahí ha ocurrido no dejen de hacerlo.

Tampoco es verdad que mi familia formara parte de la élite explotadora que tuvo que abandonar Cuba. Lamentablemente, eso no es cierto. Me hubiera encantado que mis padres hubieran sido propietarios de un ingenio azucarero o de una gran empresa, pero no fue así. La próxima vez que vea a Fidel, la señora Rodríguez debe preguntarle cómo era nuestra humilde casa en la calle Tejadillos. Él solía visitarla porque era amigo de mi padre, un simple periodista adscrito al Partido Ortodoxo, y de mi madre, una simple maestra de escuela pública, doctora, eso sí, en Pedagogía. Y a veces venía acompañado por mi tío Pepe Jesús Ginjauma Montaner, jefe de Fidel en la UIR, también una persona de escasos recursos, quien años más tarde me contara exactamente todas las violentas fechorías del Comandante durante su etapa de peligroso gangstercillo universitario.

Quien sí parece que estaba al servicio de Estados Unidos era el padre de Arleen Rodríguez, guantanamero, como ella, ex empleado de la base naval americana en ese rincón de Oriente, luego jubilado. Y quien sí parece vivir como la élite explotadora es la señora Rodríguez, si es verdad la acusación que le hacen de haber adquirido un lujoso apartamento en Línea y F, en el Vedado, mediante el pago ilegal de 25,000 dólares, transacción disfrazada de permuta, según cuenta una de las personas que trabajó con ella en Tricontinental, una revista al servicio de las causas más sanguinarias defendidas por la revolución en “estos años de oprobio y bobería”, como decía Borges del peronismo.

En todo caso, lo importante no es si la señora Rodríguez, como tantos cubanos del régimen, predica la virtud y practica la corrupción y la doble moral, sino si es verdad el argumento medular de su artículo: que Raúl Castro sí está cambiando rápidamente, y para ello da dos pruebas: la entrega en usufructo de tierras ociosas a campesinos particulares y el reintegro voluntario de los maestros jubilados.

La señora Rodríguez no entiende que Raúl Castro no está solucionando el problema de fondo de la improductividad cubana, causante de la inmensa pobreza que padece el país, sino sólo colocando parches que en modo alguno van a cambiar la miserable vida de los cubanos. Medio siglo de disparates e involución debieron enseñarle a la periodista que lo que no sirve es el sistema comunista basado en la propiedad estatal, el partido único, la planificación centralizada, el colectivismo y la ausencia de libertades políticas y económicas. En 1922 Ludwig von Mises se lo dijo pacientemente a Lenin en un libro llamado Socialismo y aquel pequeño carnicero autoritario no le hizo caso.

Yo no voy a perder el tiempo explicándole a la señora Rodríguez la diferencia entre las dos Coreas, las dos Alemanias (cuando existían) entre Taiwán y China continental, incluso entre la Cuba pre-comunista, situada entre los países más prósperos de América Latina, y la de hoy, colocada entre los más pobres, con un PIB per cápita semejante al de Bolivia, pero le dejo la más segura y elemental de las profecías: mientras Cuba sea una dictadura comunista los cubanos van a vivir triste y miserablemente. Así ha sido siempre en todas las latitudes.

En cuanto a la reincorporación de los maestros jubilados, con posibilidades de cobrar salario y retiro, eso sólo prueba que en el desastroso modelo cubano no hay incentivos para convertirse en docente, como no lo hay para ser ingeniero, médico o cualquier cosa porque esa estúpida manera de organizar a la sociedad es contraria a la naturaleza humana.

Esos casi ochocientos mil graduados universitarios que existen en la Isla se lo preguntan todos los días: ¿para qué hemos estudiados si estamos condenados a vivir en la indigencia, víctimas de todas las carencias? ¿No se da cuenta la señora Rodríguez que en los países normales que cuentan con un buen capital humano suele haber prosperidad general? ¿No es capaz de descubrir que la prueba de que ese sistema, el cubano, no puede generar riqueza, radica, precisamente, en que posee un gran capital humano que no le sirve de nada?

¿Dónde está la buena vida en Cuba? ¿Dónde están los incentivos materiales? Exactamente, en la jefatura del Partido y en lo que hace la señora Arleen Rodríguez: en defender la dictadura, en denigrar a quienes denuncian sus excesos, en ocultar los crímenes y barbaridades que ella no ignora. Por eso ella puede viajar al exterior, disponer de dólares y vivir mejor que el 99% de los cubanos. En Cuba los incentivos existen para el que aplaude, no para el que critica. Existen para el que delata, no para el que cuestiona. Existen para el que sale a gritar consignas y se muestra obediente al poder y obsecuente con los jerarcas. Pero ninguna de esas penosas actividades, ninguna, aumenta un ápice la riqueza del país. Todo lo contrario: contribuye a sostener el error en el que se funda esta minuciosa catástrofe.

Al final de su artículo la señora Rodríguez me recomienda un psiquiatra que me quite la obsesión anticastrista. Temo decirle que es un mal incurable: durará mientras ese cruel disparate continúe haciéndoles daño a mis compatriotas.

Misión incumplida
Alvaro Vargas Llosa

Washington, DC—Durante años, los simpatizantes del mandatario venezolano Hugo Chávez han ensalzado sus programas de asistencia social o “misiones” como ejemplos de justicia social. Un reciente estudio del Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales pone al descubierto que todo es un mito.

Los autores, Yolanda D''Elia y Luis Francisco Cabezas, no son adversarios ideológicos encarnizados del gobierno. Ni siquiera cuestionan la necesidad de que el Estado cuente con programas asistenciales. Se limitan a trazar la historia de las misiones y comparar los resultados con los objetivos. La conclusión es demoledora.

Las misiones fueron creadas en 2003, a los cinco años de iniciado el gobierno de Chávez, con un fin político rotundo: ganar el referéndum revocatorio. En la Academia Militar de Venezuela, el Presidente explicó que en un momento de desesperación había pedido ayuda a Fidel Castro y que éste le ofreció 20 mil cubanos para relanzar sus programas sociales.

Desde el comienzo, los nuevos programas funcionaron fuera de los canales formales del Estado, constituyendo una estructura paralela que no respondía a nadie más que el Presidente en persona. La meta de la misión “Barrio Adentro” era colocar a un médico cubano por cada 250 familias pobres. Las misiones “Robinson”, “Sucre” y “Ribas” ofrecieron educación a todos los niveles, empezando por los analfabetos, mientras que “Mercal” se propuso hacer que la dieta básica fuera accessible al público. Etcétera.

Cuando Chávez ganó el controvertido referéndum revocatorio en 2004, anunció que las misiones serían la base de un orden revolucionario que suplantaría a la república. “No son otra cosa”, afirmó, “que el germen de la nueva institucionalidad”. Los fondos provenían del gigante petrolero estatal: “Gracias al control que ahora sí tenemos sobre PDVSA…tenemos recursos disponibles con planes extraordinarios”. El objetivo de corto plazo era ganar la reelección en 2006.

El de largo plazo, revelado inmediatamente después de conseguida la reelección, era montar un Estado socialista permanente. Cuando en diciembre de 2007 perdió el referéndum constitucional que le habría dado derecho a la reelección permanente, el comandante tuvo que desacelerar un tanto sus planes.

El gobierno inventa que “Barrio Adentro” y “Mercal”, las dos misiones principales, cubren a 70 por ciento de los pobres de Venezuela. El estudio muestra que aun en su mejor momento, en 2004, “Barrio Adentro” no llegó a más del 30 por ciento. Hoy en día sólo llega a uno de cada cinco pobres, mientras que seis de cada diez ciudadanos supuestamente alimentados por “Mercal” son ajenos al programa.

La culpa es de la incompetencia y la corrupción propias de la politización de la pobreza, no de la falta de dinero. PDVSA ha visto sus ingresos aumentar sistemáticamente gracias al precio del crudo. Se estima que el gigante petrolero venezolano genera más de 50 mil millones de dólares al año (las cifras exactas son esquivas porque los libros están fuera del ojo público desde hace años).

Hay una relación inversamente proporcional entre el aumento de los petrodólares y la caída –en cobertura y calidad— de los servicios que paga ese dinero. En la segunda parte de 2007, cuando el petróleo estaba a casi 90 dólares el barril, un 30 por ciento de las clínicas de “Barrio Adentro” cerraron sus puertas. La reducción del número de médicos cubanos a cargo de las clínicas es impresionante: el 60 por ciento se han ido. Todo indica que cuando viajaron a Venezuela para ayudar a Chávez a montar “Barrio Adentro” los cubanos estaban movidos por la fe migratoria antes que la altruista.

En el caso de “Mercal”, el 96 por ciento de los supermercados para los pobres son de propiedad privada: el colmo en un sistema socialista. Las fallas en el sistema de almacenamiento y distribución, y la incapacidad del Estado para impedir que sus propios empleados roben comida y la vendan bajo la mesa a precios mayores, han hecho que las ventas oficiales caigan a la mitad en los últimos dos años. A estos problemas se suma la escasez debida al control de precios y la inflación. El pollo, la carne, los huevos y la leche se han vuelto un lujo. Por ello, uno de cada cinco supermercados han sido cerrados en el último año. Hoy, 65 por ciento de los venezolanos pobres adquieren sus alimentos (si los encuentran) en puestos de venta que no participan en el programa “Mercal”.

Desde hace rato tengo para mí que Chávez perdió el referéndum no tanto porque las masas quisieran democracia como porque las misiones que apelaban a la mentalidad populista de tantos venezolanos resultaron un fiasco. Este estudio me lo confirma.

Morales es reelegido como líder cocalero

Evo Morales, presidente de Bolivia
Joao Padua / AP
Evo Morales, presidente de Bolivia

El presidente Evo Morales fue reelegido como líder de los cocaleros del Chapare, cargo que ha desempeñado en los últimos 20 años, informó un dirigente campesino.

La elección tuvo lugar la madrugada del martes al finalizar el congreso anual de los labriegos de esa región en el centro del país, informó a la AP por teléfono el dirigente Luis Endara.

Morales acaba de cumplir 20 años como presidente de las seis federaciones del Chapare y seguirá en el cargo por otros dos años, dijo Endara.

Morales había manifestado su intención de dejar el mando del Chapare, otrora la mayor región cocalera, pero sus bases insistieron en mantenerlo.

En sus conclusiones los cocaleros también se declararon en "emergencia y movilización permanente" para evitar que grupos opositores impidan la celebración del referendo del 10 de agosto.

En esa consulta el presidente, el vicepresidente y ocho prefectos (gobernadores), seis de los cuales son adversarios de Morales, someterán al voto la continuidad de sus cargos.

El gobernante abrió y cerró las deliberaciones que comenzaron el sábado. Durante la apertura, felicitó a sus bases por la decisión de cancelar proyectos que ejecuta en la zona la agencia estadounidense para el desarrollo (ISAID), en apoyo de los cocaleros que dejen sus cocales.

USAID tuvo que evacuar a su personal en junio tras la amenaza de los campesinos que acusaron a la organización de confabular con los opositores. La decisión deterioró más las relaciones entre el gobierno boliviano y la embajada estadounidense en La Paz.

Morales saltó a la política en los años 80 desde su cargo de líder sindical. Su resistencia a las políticas de erradicación de coca impulsadas por Estados Unidos le granjearon popularidad.

Su carrera sindical comenzó en 1983 cuando fue nombrado secretario de deportes de su sindicato, en 1985 lo eligieron secretario general y en 1988 llegó a la presidencia de la Federación del Trópico.

Desde que asumió el gobierno en 2006, Morales cambio la política de erradicación forzosa de cocales, que provocó enfrentamientos con fuerzas del orden, por un plan de "racionalización concertada" con los cultivadores.

El programa pudo evitar la violencia pero no la expansión de cultivos. Un informe de Naciones Unidas conocido el mes pasado dijo que los cocales en Bolivia se incrementaron en 5% en 2007, hasta alcanzar a 28.900 hectáreas.

De esa cantidad sólo 12.000 son legales y están en otra región dominada por sindicatos que no responden al mando de Morales.

Bolivia es el tercer productor de coca en el mundo, después de Colombia y Perú.

Cuatro cortes electorales piden suspender referendo en Bolivia

De izquierda a derecha, los gobernadores de Pando, Leopoldo Fernández; Cochabamba, Manfred Reyes Villa; y Santa Cruz, Rubén Costas, cantan el himno nacional de Bolivia tras concluir la jornada de votación del referendo autonómico en Tarija.
AFP/Getty Images

De izquierda a derecha, los gobernadores de Pando, Leopoldo Fernández; Cochabamba, Manfred Reyes Villa; y Santa Cruz, Rubén Costas, cantan el himno nacional de Bolivia tras concluir la jornada de votación del referendo autonómico en Tarija.

Presidentes de cuatro cortes electorales, de regiones opositoras al gobernante boliviano Evo Morales, acordaron este martes solicitar a la Corte Nacional Electoral (CNE) suspender el referendo revocatorio de mandatos del próximo 10 de agosto, informó una fuente oficial.

El vocal de la Corte Electoral de Santa Cruz, José Antonio Ayala, informó que presidentes de su corte, Beni, Pando y Tarija asumieron esa posición, reunidos en la ciudad de Santa Cruz (este), tras la decisión de la CNE de ratificar el lunes la realización de la consulta, en la que el presidente, su vice y nueve prefectos pondrán sus cargos en juego.

"Aquí se trata de un tema constitucional, no de un tema electoral'', afirmó Ayala, al señalar que se consideró como elemento importante el pedido hecho hace una semana a la CNE por la magistrada del Tribunal Constitucional, Silvia Salame, de dejar temporalmente sin efecto la consulta, en tanto esta entidad no se pronuncie sobre la constitucionalidad del proceso.

El vocal de Santa Cruz -entrevistado por la emisora católica Fides- anunció que "presentarán un recurso legal'' ante la Corte Nacional Electoral, probablemente este miércoles en La Paz, para gestionar que el plebiscito se dirima a una fecha posterior al 10 de agosto.

Las cortes rebeldes, además de tener dudas constitucionales, temen que surjan diferentes interpretaciones de los resultados, basados en porcentajes y número de votos de la elección de 2005.

Las autoridades podrán ser revocadas de sus cargos si el voto en contra supera los porcentajes y números de sufragios de los pasados comicios, en los que el presidente se situó en 54% y los prefectos, principalmente los opositores, se ubicaron entre el 38% y el 48%.

El presidente Morales -embalado en su campaña por quedar ratificado en el cargo y que a la vez promueve la remoción de los prefectos rebeldes, a quienes acusa de bloquear su política de nacionalizaciones- arremetió de manera previa contra las cortes electorales que cuestionan la consulta.

"Pareciera que algunas cortes departamentales quieren ahora sustituir la dictadura militar de las décadas de los 60 y 70'', afirmó el mandatario antes de conocer la decisión de las cuatro cortes, y deslizó sus temores por un "golpe (electoral) a la democracia (...) al pueblo y al Congreso Nacional''.

El presidente advirtió a las entidades electorales departamentales que "cuidado que el pueblo se levante contra estas entidades, porque no están respetando la democracia, las leyes ni la voluntad soberana del pueblo''.

El vicepresidente de la CNE, Jerónimo Pinheiro, quien también objeta la consulta, consideró que si las cuatro cortes opositoras desisten de organizar el referendo, éste se paralizaría.

"Si las cortes toman la decisión de suspender los procesos, la situación se agravaría mucho más, porque son los brazos operativos del organismo electoral'', afirmó Pinheiro, enfrentado al presidente de la entidad, José Luis Exeni, y a la vocal Amalia Oporto, quienes respaldan la realización del acto electoral.

El oficialismo insistió en los últimos días que los bolivianos podrán dirimir en las urnas entre su proyecto político, con fuerte dosis estatista, y el de la oposición, que apuntala gobiernos autónomos de tinte liberal.

Sin embargo, analistas coinciden en que el referendo no solucionará la fuerte crisis política que se arrastra desde el año pasado.

Ecuador notifica a EEUU fin de acuerdo de base de Manta

Base militar de Estados Unidos en Ecuador.
AP
Base militar de Estados Unidos en Ecuador.

Ecuador notificó el martes a Estados Unidos su decisión de dar por concluido el acuerdo que permite a militares de ese país el uso de la base de Manta, desde donde se cumplen tareas aéreas contra el narcotráfico.

En un comunicado, la cancillería señaló que el gobierno "notificó de manera oficial a la embajada de los Estados Unidos ... su decisión de dar por concluido el Acuerdo de Cooperación entre el Gobierno de Ecuador y el Gobierno de los Estados Unidos", concerniente al acceso y uso por parte de Washington de las instalaciones de la base de la fuerza aérea ecuatoriana en Manta para actividades antinarcóticos.

El convenio fue suscrito el 12 de noviembre de 1999 y tenía una validez de 10 años.

Señaló que "en conversaciones mantenidas con funcionarios estadounidenses se acordó que las operaciones que se realizan amparadas en el mencionado Acuerdo, terminen en el mes de agosto de 2009; y que culmine el proceso de retiro del personal extranjero de la Base de la Fuerza Aérea Ecuatoriana en Manta en el mes de noviembre de ese mismo año".

Añadió que conforme a las estipulaciones del acuerdo "las instalaciones ... serán transferidas a la autoridad correspondiente" de la fuerza aérea de Ecuador.

Una de las ofertas del presidente Rafael Correa en su campaña electoral en el 2006 fue no renovar el convenio.

Manta, donde se encuentran unos 300 militares estadounidenses, se ubica 260 kilómetros al suroeste de Quito, y desde allá despegan aviones equipados con alta tecnología que ha permitido detectar centenares de toneladas de droga destinadas al mercado estadounidense.

En Rusia, una sociedad petrolera evoca la guerra fría

BP enfrenta una dura batalla para evitar que sus socios reemplacen al presidente ejecutivo de la empresa conjunta TNK-BP

Por Gregory L. White
Moscú

Robert Dudley es el presidente ejecutivo de la rusa TNK-BP Ltd., la tercera mayor petrolera de Rusia. Sin embargo, hoy en día, TNK-BP parece más un país al borde de un golpe de estado que una empresa.

El jueves, Dudley abandonó Rusia después de lo que describió como "un continuo acoso a la compañía y a mí", lo que marca una derrota clave para BP en su batalla con sus socios rusos por el control de la empresa.

Dudley se fue a un lugar que no fue revelado después de que las autoridades rusas se negaran a otorgarle una nueva visa de trabajo. Su retiro podría dar lugar a que BP pierda el control de la compañía que representa un cuarto de su producción de petróleo y el 19% de sus reservas.

Dudley, un veterano de la industria petrolera estadounidense, se ha convertido en el foco de un amargo conflicto entre BP PLC y sus socios, un grupo de magnates rusos, sobre el futuro de su sociedad conjunta. En vez de debates sobre toma de decisiones en la junta directiva, esta batalla es lo que muchos al interior de la compañía llaman "guerra de trincheras". Tanto Dudley y sus colaboradores en la gerencia, como los accionistas rusos que han pedido su salida, maniobran constantemente para obtener más influencia sobre decisiones corporativas clave.

"Paso mucho tiempo en reuniones en el balcón de mi oficina", dijo Dudley en una entrevista lejos de la sede central de TNK-BP antes de su retiro. El ejecutivo y varios colegas dijeron que cargan varios teléfonos celulares y escriben palabras clave en papel durante sus conversaciones en un esfuerzo por evitar que los espíen. Una red informal de aliados en todo TNK-BP le ha ayudado proporcionando inteligencia, dicen fuentes al tanto, avisando con tiempo de ataques como la demanda interpuesta recientemente por un grupo de empleados en contra de Dudley en un tribunal de Moscú.

Las reuniones semanales de la cúpula gerencial, que siempre fueron tensas, no se han llevado a cabo desde que el conflicto subió de tono en los últimos meses. En cambio, las decisiones operativas son tomadas a través de papeletas circuladas entre los principales gerentes, dicen funcionarios de la empresa.

Dudley ha ignorado las críticas de los accionistas rusos sobre su trabajo al frente de la empresa desde que fue creada en 2003. En sus primeros cinco años, TNK-BP entregó los mayores retornos entre las petroleras rusas, pagando más de US$18.000 millones en dividendos, según BP. "No es algo personal, no puede ser el desempeño, es el rol, los pesos y contrapesos" entre los intereses de los accionistas, dijo Dudley.

Cuando TNK-BP fue creada, BP y sus socios, liderados por Mikhail Fridman de Alfa Group, Len Blavatnik de Access Industries y Viktor Vekselberg de Renova, negociaron un delicado sistema para compartir el poder en la cúpula para asegurar que ninguna parte pudiera imponer su voluntad sobre la compañía. Crearon una compleja estructura limitando no sólo la autoridad del presidente ejecutivo, sino la de los accionistas rusos en la gerencia, Vekselberg y su socio en Alfa, German Khan.

Los accionistas rusos dicen que Dudley, un ex ejecutivo de BP, consistentemente ha favorecido los intereses de su antiguo empleador y no ha hecho lo suficiente para aumentar el valor de TNK-BP. "Cree que trabaja en BP," dijo Fridman en una entrevista reciente "Ese es el mayor problema". Fridman, presidente de la junta de Alfa Group y el mayor accionista individual en TNK-BP, se ha convertido en la cara pública del consorcio de accionistas rusos AAR.

BP defiende a ultranza a Dudley y ha bloqueado los intentos de los accionistas rusos de retirarlo del cargo. Pero ahora parece que esto no sería suficiente. Las autoridades rusas le negaron a Dudley una nueva visa de trabajo debido a una disputa entre los accionistas sobre si su contrato es válido. Vekselberg dijo en una carta a las autoridades de inmigración que el contrato de Dudley expiró a finales del año pasado. BP dice que su contrato fue renovado automáticamente después del 31 de diciembre. Hasta el momento, las autoridades han coincidido con los accionistas rusos. Cerca de otros 20 empleados extranjeros están a punto de salir de Rusia debido a que Khan y Vekselberg negaron la petición de Dudley de pedir permisos de trabajo para ellos.

BP informó que planea continuar su lucha. "Vamos a defender nuestros derechos con todas las herramientas legales disponibles", dice Tony Hayward, presidente ejecutivo de la petrolera.

Los accionistas rusos han negado que hayan puesto presión sobre Dudley o que hayan tratado de escuchar sus conversaciones.

Las megagranjas chinas cultivan la consolidación

Por Nicholas Zamiska

LAIYANG, China—Al igual que la mayoría de los 700 millones de agricultores en este país, Zhu Suixing cultivó durante décadas una pequeña parcela de tierra no más grande que unas cuantas canchas de básquetbol. Sembraba maní y maíz en un tercio de la casi media hectárea que el gobierno le dio a principios de los años 80 después de que desmantelaran las comunidades agrícolas de China, incluyendo la suya.

Ahora, Zhu, de 70 años, forma parte de una colectividad de otro tipo: es uno de los 23.000 empleados de Longda Foodstuff Group Co., una de las mayores compañías agrícolas de China. Con más de 1.600 hectáreas de tierras de cultivo en las provincias de Shandong, Henan y del interior de Mongolia, Longda procesa 150.000 toneladas de alimentos al año y cuenta con alrededor de 30 subsidiarias que exportan desde espinacas y manzanas hasta carne congelada.

Longda es un líder entre una nueva ola de gigantes agrícolas chinos que están revolucionando la agricultura en un país que es de los mayores consumidores y exportadores de alimentos.

Compañías como Longda —"cabezas de dragón", como se conocen aquí— están, en cierto sentido, recolectivizando las fragmentadas tierras agrícolas de China. Sin embargo, en vez de unirlas en comunidades agrícolas ineficientes, las están industrializando con tecnología y economías de escala.

A medida que las presiones sobre el sistema de producción de alimentos en el mundo hacen que suban los precios, las nuevas grandes compañías de alimentos de China empiezan a cobrar protagonismo, gracias a su tamaño y eficiencia.

La consolidación también ofrece un importante beneficio en el área de la seguridad alimentaria, un punto sensible para China después de varios escándalos de exportaciones de alimentos contaminados el año pasado. En mayo, el secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Mike Leavitt, dijo que su país prohibiría la entrada de productos de compañías chinas que no cumplan con los estándares de certificación de calidad de productos del mercado estadounidense. Eso probablemente les dará una ventaja a las grandes compañías que están mejor equipadas para imponer controles de calidad y que son más fáciles de monitorear.

La transformación agrícola en China está apenas empezando. "Las megagranjas todavía son la excepción, pero están desarrollándose rápido en particular en las provincias del este", dice Andrzej Kwiecnski, analista de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. La tendencia, añade, está siendo impulsada por la demanda del mercado, en especial, las compañías procesadoras de alimentos y los supermercados que necesitan productos que cumplan con ciertos estándares de calidad y seguridad.

Las granjas de China han pasado por grandes cambios en los últimos 50 años. No mucho después de que los comunistas tomaran el poder en 1949, Mao Zedong empezó a agrupar a los cientos de millones de agricultores del país en gigantescas comunidades agrícolas, produciendo cultivos cumpliendo las órdenes del gobierno central. El sistema resultó ser desastroso. Los agricultores aceptaban los decretos del gobierno sobre cómo producir y vender cultivos y tenían pocos incentivos para mejorar la producción o eficiencia. La producción de los cultivos cayó en picada, dejando a millones de chinos muriéndose de hambre.

[China]

Después de que Mao muriera en 1976, el gobierno empezó a desmantelar las cooperativas e introducir un sistema en el que agricultores podían elegir qué cultivos plantar y luego venderlos tanto al mercado privado como al Estado. Con la nueva flexibilidad y los incentivos de ganancias, la producción agrícola se disparó.

La desventaja es que ahora cientos de millones de agricultores cultivan pequeñas parcelas de tierra individuales que, para los reguladores del gobierno, son difíciles de supervisar. El tamaño promedio de una granja china es de poco más de media hectárea, según un reporte del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés). En cambio, en 2002, una granja estadounidense promedio era de casi 180 hectáreas, según un censo del mismo organismo.

En los años 90, el gobierno chino empezó a promover las empresas orientadas a las exportaciones y a flexibilizar las regulaciones que restringían la habilidad de los agricultores de firmar contratos con compañías para producir alimentos. "Algunos recibieron ayuda del gobierno local. Algunos obtuvieron préstamos baratos y contratos inmobiliarios preferenciales. Algunos simplemente trabajaron duro y tuvieron éxito", dice Fred Gale, autor del reporte del USDA.

Jikun Huang, director de la agencia gubernamental Centro para la Política Agrícola China en Beijing, dice que el gobierno ha estado estimulando el crecimiento de las compañías como Longda para "la modernización de la agricultura, la eficiencia de la producción y la seguridad alimentaria".

Modelo de progreso

Longda se ha beneficiado de esta iniciativa. La compañía fue fundada en 1972 como una pequeña fábrica de ladrillos de 120 trabajadores. Con el paso de los años, creció y en 1986 empezó a concentrarse en las frutas y vegetales, aprovechando las fértiles tierras de la provincia de Shandong.

Gran parte de la ventaja competitiva de Longda está en la calidad. La compañía ha mejorado la seguridad al centralizar su producción, lo que permite supervisar mejor el uso de pesticidas. "Antes, Longda compraba materias primas de miles de agricultores", dice Dai Fengzheng, director del departamento de vegetales y suministro acuático. "Ahora, sólo contamos con 120 proveedores... ¿Qué es más fácil?"

La mayor parte de la producción es exportada a Japón, donde las habichuelas verdes, el brócoli y las fresas son de los productos más vendidos de la compañía, según Dai. Longda ha intentado calmar los temores de los consumidores japoneses mediante la implementación de un sistema de códigos de barras que permite que los compradores puedan conectarse a Internet y averiguar dónde fueron cultivados y cosechados los productos que compran.

Longda también dirige un laboratorio que analiza muestras aleatorias de cada cosecha para encontrar contaminantes. Dai dice que el sistema les ayuda a controlar el uso de pesticidas peligrosos, los cuales en 2003 resultaron en una prohibición temporal de la exportación de espinacas a Japón.

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