lunes, agosto 11, 2008

Chávez ve a Cuba como un modelo

Por Mary Anastasia O'Grady

Para nadie es un secreto que Hugo Chávez quiere algún día ser como Fidel Castro. La semana pasada, Chávez dio un paso más hacia esa meta al emitir 26 nuevos decretos diseñados para derrumbar los derechos de propiedad y consolidar aún más su poder económico en el palacio presidencial. También nacionalizó al tercer banco del país.

Sin embargo, Hugo no sólo está imitando a su ídolo cubano en lo económico. Lo que ha sido menos difundido es la creciente colección de prisioneros políticos del presidente venezolano, y sus otros métodos siniestros para neutralizar a sus opositores.

Hugo Chávez está llevando a Venezuela un paso más cerca del modelo de Fidel Castro, asegura nuestra columnista Mary Anastasia O'Grady. Haga clic en la parte superior derecha de la pantalla para activar los subtítulos en español.

Las medidas económicas de la Revolución Bolivariana ya son preocupantes de por sí. El gobierno ha proclamado a la producción y distribución de alimentos como un bien público, lo que significa que el Estado puede intervenir de la manera que quiera. De hecho, ya lo ha hecho, y muchos creen que Chávez tiene en la mira a Polar, una empresa local de alimentos y bebidas, para nacionalizarla.

Chávez ha pasado casi una década intentando transformar a Venezuela en una economía de planificación centralizada. Los resultados son funestos. Hay escasez de alimentos, la inversión del sector privado y el empleo se están reduciendo y la inflación en los últimos 12 meses es de cerca de 34%. El aumento de la tasa de homicidios sugiere que se está desmoronando el orden civil.

Sin embargo, Chávez parece satisfecho con las circunstancias, mostrando otra forma en la que se parece a Castro: ambos son narcisistas antes que cualquier otra cosa y ambos están motivados por un intenso deseo de gobernar como un caudillo. El bienestar del país no importa.

En términos políticos, esto significa que todos aquellos que desafíen el poder del presidente deben ser silenciados, por la fuerza de ser necesario. A diferencia de lo que han dicho Jimmy Carter y el senador estadounidense Chris Dodd sobre que la Venezuela de Chávez es una democracia, este gobierno está tratando de aniquilar a su competencia política.

Chávez no ha tenido que ser duro con demasiados venezolanos. Pocos son lo suficientemente seguros como para desafiarlo y muchos han sido fáciles de cooptar, al atar su supervivencia financiera a la agenda del gobierno. Además, Venezuela es un lugar conocido por su corrupción: no es sólo el círculo interno de Chávez el que está disfrutando de la fiesta.

Aun así, hay unos pocos que no han podido ser comprados o intimidados; para ellos, Chávez ha tenido que usar su propia versión de "la ley".

La semana pasada, su Corte Suprema, elegida a su voluntad, estableció que 260 candidatos a las elecciones municipales y provinciales de noviembre, la mayoría de los cuales se oponen a Chávez, serán impedidos de participar en la votación, por haber sido acusados de corrupción.

Por supuesto, esto no funciona realmente así en la ley venezolana, ya que a una persona sólo se le puede prohibir participar en las elecciones si es encontrada culpable. No obstante, el gobierno de Chávez encontró una forma de solucionar ese problema. Ninguno ha sido llevado a juicio, pero el Contralor Nacional, un chavista, los declaró culpables arbitrariamente.

Un peor augurio es la creciente lista de prisioneros políticos. Uno de ellos es Iván Simonovis, el antiguo jefe de la policía metropolitana de Caracas, quien durante su gestión se ganó la reputación de ser un profesional disciplinado y dedicado en su lucha contra el crimen. Simonovis era el principal policía en la ciudad el 11 de abril de 2002, el día de una protesta masiva que provocó la breve renuncia del presidente.

Ese día, 17 personas fueron asesinadas y una fuerza policial independiente habría tratado de encontrar a los responsables. Pero Chávez asumió el control de la policía metropolitana. Simonovis fue arrestado el 22 de noviembre de 2004, acusado de ser responsable de tres de esas muertes.

Su esposa Bonny es una de sus abogadas. Hablé con ella por teléfono el jueves y me dijo que retener a un sospechoso por más de dos años va en contra de la ley venezolana, pero sus apelaciones para obtener su libertad han sido rechazadas. También dijo que durante los tres años y ocho meses de su encarcelación su esposo ha sido mantenido en confinamiento solitario en una celda de cuatro metros cuadrados sin ventanas o ventilación. Su salud se ha deteriorado.

El juicio, que comenzó el 20 de marzo de 2006, ahora es el más largo en la historia de Venezuela. Las deposiciones finales deberían haberse hecho la semana pasada, pero el juez le dio a la fiscalía más tiempo para revisar los argumentos. La esposa de Simonovis dice que esto significa que el caso puede extenderse por meses, aunque no se ha presentado evidencia que pueda condenar a su marido.

Otro prisionero político es el teniente coronel de la Guardia Nacional Humberto Quintero, responsable de la captura del líder terrorista colombiano Rodrigo Granda en territorio venezolano en diciembre de 2004 y que luego lo entregó a Colombia. Quintero debería ser tratado como un héroe en Venezuela. En cambio ha sido enviado a una prisión de máxima seguridad y supuestamente ha sido torturado.

Estos hombres están siendo castigados por no estar de acuerdo con el chavismo. Sus arrestos también sirven como advertencia para el resto del país: si decide cruzarse en el camino de las aspiraciones caudillistas de Chávez, lo hace bajo su propia cuenta y riesgo.

Una carrera para pasar los costos al consumidor

Las empresas de alimentos de EE.UU. usan todo tipo de tácticas para compensar el alza de los granos

Por Scott Kilman

Empresas de todos los sectores de la industria alimentaria de Estados Unidos están cambiando su forma de hacer negocios en respuesta al aumento en el costo de los granos: probablemente serán los consumidores quienes sufran las consecuencias.

Los ganaderos estadounidenses están recortando sus rebaños como no lo hacían en décadas, lo que significa que la carne en venta en los supermercados del país probablemente costará más en los próximos años. Los intermediarios están intentando reducir la duración de los contratos de suministro de un año a un máximo de 90 días de forma que puedan ajustar más rápido los aumentos. Y las procesadoras de alimentos están reduciendo el contenido de sus embalajes, desde los recipientes de helado a las botellas de las bebidas.

"Hemos cambiado absolutamente todo lo relacionado con nuestras compras", dijo Brenda C. Barnes, presidenta ejecutiva de Sara Lee Corp., cuando la empresa reportó una pérdida neta de US$695 millones en el trimestre terminado el 28 de junio. El gigante alimentario estadounidense, que produce panes, postres y salchichas, entre otros artículos, está rediseñando su línea de productos y reduciendo la cantidad de carne incluida en sus paquetes de embutidos, además de otras medidas. Sara Lee espera que sus costos de materias primas suban otros US$500 millones en este año fiscal, después de un alza de US$350 millones en el período finalizado en julio.

"Todos saben que los precios no van a retroceder", dice David A. Schawk, presidente ejecutivo de Schawk Inc., una firma estadounidense que diseña envases para empresas del sector alimentario. El ejecutivo calcula que el 5% de todos los productos de supermercado están siendo achicados, un porcentaje sin precedentes, dice.

El disparo en los precios de los cereales está agregando miles de millones de dólares en los costos de la industria alimentaria de Estados Unidos, generando nuevos ganadores y perdedores. Muchas compañías que ayudan a los agricultores a producir sus cultivos viven una buena racha. La acción del fabricante de fertilizantes Mosaic Co., por ejemplo, ha subido casi siete veces desde que empezó el auge del grano. La acción de Monsanto Co. saltó 140% gracias al aumento en las ventas de sus semillas transgénicas. Y la fuerte demanda por maquinaria agrícola llevó a la acción de Deere & Co. a un alza de 90%.

Acciones en baja

Muchas procesadoras de alimentos, a su vez, atraviesan malos momentos porque están teniendo problemas para traspasar sus costos. La acción del frigorífico estadounidense Smithfield
Foods Inc. ha caído un 10% desde agosto de 2006, mientras que la de su rival Tyson Foods ha perdido 24% en el último año. La láctea Dean Foods Co. vio una caída de 5,7% en su acción el último miércoles, pese a reportar un aumento en sus ganancias del segundo trimestre. La empresa había advertido en el anuncio de sus resultados que "continúa sufriendo presiones inflacionarias y de volatilidad".

A las compañías de alimentos con marcas fuertes les está siendo más fácil transferir los costos más altos a sus consumidores. El precio de las acciones del fabricante de cereales Kellogg Co. ha subido un 14% desde que empezó la subida del precio de los granos. "Creo que estamos en el inicio de todo esto", dice Paul D. Ridder, director financiero de Tasty Baking Co., un fabricante de pastelitos de Filadelfia que aumentó los precios de sus productos de consumo un 8% durante el segundo trimestre.

[Alimentos]

Michael Swanson, un economista de Wells Fargo & Co., cree que la tasa de inflación de los alimentos podría trepar hasta el 6% el año que viene. Paul Prentice, presidente de Farm Sector Economics de Colorado, dijo que espera que los precios de los alimentos minoristas suban alrededor de 7,5% en 2009. El Departamento de Agricultura de EE.UU. pronostica un alza de los precios de los alimentos de entre 4,5% y 5,5% este año y entre 4% y 5% en 2009. Incluso con este pronóstico más conservador, esto significaría, para una familia de cuatro personas, un gasto anual en comida de alrededor de US$9.800, unos US$1.200 más que en 2006.

Los ejecutivos de la industria de los alimentos también están tratando de encontrar otras maneras de traspasar costos. Los frigoríficos han vendido su carne durante mucho tiempo con contratos que fijan el precio por el plazo de un año o más. Los ejecutivos de Pilgrim's Pride y Tyson Foods dijeron la semana pasada que están tratando de modificar sus contratos para que puedan ajustar sus precios cada 90 días.

David Mackay, el presidente ejecutivo de Kellogg, dijo que su compañía ha reducido un 10%, o una media de 57 gramos, las cajas de sus cereales de desayuno. Como los costos de los ingredientes usados por la compañía han subido un 9% este año, Mackay no cree que los precios de los granos vuelvan a bajar a su nivel de hace unos años.

Rusia ignora el efecto económico de su choque con Georgia

Por Mark Whitehouse en Londres y Jeanne Whalen en Moscú

Al llevar su conflicto con Georgia al borde de la guerra, Rusia está enviando un mensaje fuerte y claro a los mercados: los intereses de los inversionistas quedan relegados a un segundo plano respecto a las crecientes ambiciones geopolíticas del país.
Los inversionistas podrían pasar muchos sobresaltos a medida que el conflicto por Osetia del Sur deja sus secuelas en asuntos como las acciones de empresas rusas y el precio del petróleo. Sin embargo, con una Rusia llena de riquezas de exportación y actuando como un inversor neto en el resto del mundo, las empresas extranjeras no están en posición de tener una voz.

"Pienso que Rusia va a hacer lo que quiera sin importar lo que piensen los inversionistas extranjeros", dice Marino Valensise, director general de inversión en Baring Asset Management, con sede en Londres, la cual tiene invertido en Rusia aproximadamente el 8% de su cartera de US$50.000 millones. "La gente seguirá invirtiendo en Rusia pase lo que pase. El mercado es demasiado importante para descuidarlo".

La postura agresiva de Rusia muestra cuánto ha cambiado su posición económica en la última década. Hasta hace poco, incluso a fines de los años 90, cuando Rusia dependía mucho de los préstamos de Occidente para subsistir, el deseo de atraer inversionistas extranjeros a veces tenía un rol en las tomas de decisiones políticas. Ahora, la economía del país crece a más de 8% anual y las reservas de divisas extranjeras son de casi US$600.000 millones, lo que da a los líderes rusos menos razones para seducir a Occidente.

El conflicto puede afectar los mercados de todo el mundo, en parte por su proximidad con los oleoductos que llevan petróleo del Mar Caspio. Un aumento en los precios del crudo provocado por las preocupaciones sobre estos oleoductos podría, de hecho, fortalecer a Rusia, que depende del petróleo para gran parte de sus ingresos de exportación.

Los funcionarios georgianos dijeron el domingo que aviones de guerra rusos habían bombardeado áreas cercanas a un oleoducto que se extiende a través de Georgia desde el puerto de Bakú en Azerbaiyán hasta Ceyhan en Turquía. La británica BP PLC, que tiene una participación de 30% en el oleoducto, informó que estaba tomando medidas para proteger el flujo de petróleo.

El viernes, los precios del petróleo se desplomaron pese al conflicto. El crudo para entrega en septiembre bajó US$4,82, o 4%, a US$115,20, su nivel más bajo desde el 1º de mayo.

El temor a una guerra también llega en un momento particularmente difícil para los mercados rusos. En las últimas semanas, las acciones rusas cayeron bruscamente en medio de precios de commodities más bajos y muchas noticias negativas. Además de la batalla entre los socios británicos y rusos en la petrolera TNK-BP Ltd., el primer ministro ruso, Vladimir Putin, provocó el mes pasado nuevas preocupaciones sobre una intervención del gobierno en cuestiones empresariales cuando criticó al productor de acero y carbón OAO Mechel.

El conflicto en Georgia "fue la gota que derramó el vaso" para algunos inversionistas en el mercado de valores, señala Roland Nash, estratega jefe del banco de inversión Renaissance Capital en Moscú. "Si Rusia tenía algún tipo de estatus de refugio seguro hace un mes, ahora no lo tiene".

El índice de acciones RTS de Rusia, ya casi un 16% por debajo que hace un mes, cayó 6,5% el viernes y cerró en 1722,71 puntos, su nivel más bajo desde noviembre de 2006.

El rublo también cayó marcadamente en relación al dólar, cerrando la semana 0,9% a la baja frente a la moneda estadounidense.

En el largo plazo, sin embargo, los inversionistas extranjeros han mostrado una inmensa capacidad para tragarse sus preocupaciones sobre el comportamiento de Rusia y enfocarse en sus grandes reservas naturales y los mercados de rápido crecimiento. El año después de la brutal invasión de Putin a Chechenia, el índice RTS se disparó 141%.

Algunos inversionistas ya están aportando pruebas de que el conflicto ofrece una oportunidad para comprar. "Obviamente, es desafortunado que haya tenido que llegar a esto", dice Mattias Westman, presidente ejecutivo de Prosperity Capital Management, la cual administra aproximadamente US$5.000 millones, casi todo en Rusia. "Pero en realidad probablemente tendrá un mínimo impacto en la vida económica de Rusia".

Los mercados amanecen estables pese a conflicto en Georgia

Por Peter McKay

Los mercados oscilaron entre ganancias y pérdidas el lunes por la mañana y el petróleo recibió un alivio en su caída reciente a medida que se intensificaron los combates entre Rusia Y Georgia.

El Promedio Industrial Dow Jones caía cerca de 16 puntos o 0,1% a 11.718,19. Sus componentes financieros, un grupo que ha sido volátil recientemente, tenían resultados dispares. American Express y Citigroup subían 0,7% mientras que AIG caía 3,5%.

El Dow viene de un salto de 303 puntos el vienes, alentado por la caída de los precios del crudo y el auge del dólar contra monedas extranjeras en medio de los temores de que la economía global esté debilitada.

El Nasdaq ganaba 0,2% en las primeras horas de la sesión a 2.418,62. El S&P 500 caía 0,17 puntos, sin cambios en términos porcentuales a 1.296,15.

Las bolsas latinoamericanas también abrieron con resultados mixtos. El Merval de Buenos Aires caía 0,18%, el Bovespa bajó 0,92% a 56.066,47 y el IPC de México ganaba 0,61% a 27.151,99.

Los futuros de crudo, los cuales han caído desde su récord de US$145 a principios de julio se mantuvieron estables en las primeras horas de la sesión debido al temor de que el conflicto entre Rusia y Georgia por la provincia separatista de Osetia del Sur podría interrumpir el suministro en la región. El crudo subía 36 centavos a US$115,56 el barril en Nueva York.

"No creo que lo que sucede en Georgia está teniendo tanto impacto como lo habría tenido si el mercado estuviera al alza… con el mercado tan débil, los precios no reaccionan mucho", dijo Christopher Bellew, corredor de Bache Commodities en Londres.

El dólar, después de subir a un nuevo record de cinco meses frente al euro, se estabilizó y ganó un poco de terreno, pero se debilitó ante el yen.

Desaceleración del consumo y las exportaciones augura un fin de año difícil para EE.UU.

Por Kelly Evans

La economía estadounidense, afectada por el enfriamiento del consumo y el debilitamiento de la economía global, se dirige hacia un final de año poco placentero. El patrón de crecimiento que está emergiendo este año —una primera mitad mediocre seguida de una segunda mitad aún más débil— es el opuesto a lo que buena parte de los analistas habían dicho hace algunos meses. "Ahora creemos que la debilidad económica en Estados Unidos probablemente empeorará", dijo el presidente ejecutivo de American Express Co., Kenneth Chenault, el mes pasado durante la presentación de los resultados de la compañía, que defraudaron las expectativas de los analistas.

¿La economía estadounidense continuará en picada? Adam Najberg habla con la reportera Kelly Evans sobre su perspectiva de la economía estadounidense. (En Inglés).

En las últimas semanas, los economistas han corregido a la baja sus previsiones de crecimiento. "Estamos al borde de una nueva desaceleración en el crecimiento", advirtieron economistas de Goldman Sachs, notando que es probable que haya una contracción del consumo en EE.UU. en la segunda mitad de año y que "el riesgo de que la debilidad de la demanda global llegue a las costas de EE.UU. está claramente aumentando".

[EE.UU.]

Las familias estadounidenses están sufriendo ante despidos masivos, salarios estancados, la reducción en el valor de sus casas y menos acceso al crédito. El programa de estímulo económico del gobierno, que tenía la intención de darles a los estadounidenses una inyección de dinero a mitad de año, parece no haber podido evitar una recesión. Los pagos coincidieron con un alza del precio de la gasolina, por lo que una parte de los cheques fue absorbida por los surtidores de las estaciones de servicios. Hasta ahora, casi todo el dinero parece haber ido a ahorros y al pago de deudas, más que al consumo.

"El globo está perdiendo aire rápidamente", dice Brian Bethune, economista de Global Insight, una firma de pronósticos económicos. "Los consumidores están tirando la toalla".

Las ventas minoristas de julio en EE.UU. fueron menores a las esperadas en muchas cadenas de tiendas, una señal de que el aumento en las ventas de mayo y junio, impulsadas por el programa de estímulo, se está evaporando. Talbots Inc., Kohl's Corp., y Gap Inc. son algunas de las cadenas que mostraron caídas de más 10% en sus ventas el mes pasado.

Precaución

A las tiendas de descuento, como Wal-Mart Stores Inc. y Costco Wholesale Corp., les fue mejor, pero el presidente de Wal-Mart en Estados Unidos, Eduardo Castro-Wright, advirtió que el consumo podría desacelarse: "Con el fin de los cheques de estímulo, sabemos que los consumidores están gastando con más precaución", dijo.

El consumo en EE.UU. está a punto de debilitarse justo en un momento en el que también se está frenando un indicador fundamental para compensar la floja demanda local: el crecimiento de las exportaciones. El gran salto en el volumen de exportaciones, que sumado a una menor demanda de productos importados, aportó 2,4 puntos porcentuales al crecimiento del PIB en EE.UU. en el segundo trimestre de este año, su mayor contribución en casi tres décadas. Sin esa contribución, la economía del país habría caído 0,5%.

El mes pasado, la encuesta de condiciones económicas regionales llevada a cabo por la Reserva Federal, el banco central de EE.UU., encontró que productores de todo el país estaban preocupados por el debilitamiento de la demanda externa. En los alrededores de Chicago, las compañías exportadoras "notaron recientemente un enfriamiento en el ritmo de crecimiento, especialmente en la demanda de Europa". Las industrias del área de Boston indicaron que "el crecimiento de la demanda extranjera podría estar frenándose", mientras que en Dallas algunas empresas también citaron expresamente "la menor demanda en Europa Occidental". Norbert Ore, un ejecutivo de Georgia-Pacific Corp. que también dirige una encuesta mensual sobre la actividad industrial en EE.UU., dijo que la caída en las exportaciones es "el mayor riesgo que enfrentamos como sector económico".

"En general, parece que el sector manufacturero ha logrado evitar el giro negativo, pero si las exportaciones se derrumban, esa situación cambiaría dramáticamente", dijo Ore. "Existe el temor de que si la demanda desaparece, esas industrias se desbarrancarían rápido", agregó.

El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, mantuvo las tasas de interés la semana pasada en 4,25%, y dijo que, aunque seguía preocupado por mantener bajo control la inflación de la zona euro, los últimos datos económicos sugerían un crecimiento más lento.

Japón, mientras tanto, podría estar ya ahora en recesión. Los datos de crecimiento del segundo trimestre, que serán anunciados mañana, probablemente mostrarán que la segunda economía más grande del mundo perdió algo de tamaño entre abril y junio.

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