Irlanda se convierte en el segundo país europeo que entra en recesión
Banco Central de Irlanda, Dublín. Foto: archivo
Irlanda, uno de los países más expuestos a la crisis inmobiliaria y con muchas similitudes con España, entró en recesión tras una contracción de su Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre del año en relación al anterior, por segunda vez consecutiva, indicaron el martes datos oficiales. De esta forma se convierte en el segundo país europeo, tras Dinamarca, que entra en recesión.
El PIB irlandés se contrajo un 0,5% en el segundo trimestre de 2008, en relación al primer trimestre, según datos de la Oficina Central de Estadísticas (OCE). En el primer trimestre, la economía irlandesa se contrajo un 0,3% en relación al último trimestre de 2007.
La definición técnica de recesión son dos trimestres consecutivos o más de crecimiento económico negativo. La economía irlandesa también se contrajo en el primer y el segundo trimestre del año en una medición interanual.
"En el segundo trimestre de 2008, el PIB decreció un 0,8% en precios constantes comparado con el mismo periodo de 2007", dijo la OCE en un comunicado. "Este es el segundo trimestre consecutivo en el cual el PIB registra un decrecimiento comparado con el mismo trimestre del año anterior", señaló.
El crecimiento económico cayó a un -1,3% interanual en el primer trimestre de 2008, agregó la OCE. La cifra marca una ligera revisión al alza de la estimación previa de -1,5%.
La crisis irlandesa tiene su origen sobre todo en el estallido de la burbuja inmobiliaria de los últimos años. Mientras Dinamarca sale a duras a penas de un breve episodio de recesión técnica, la zona euro en su conjunto podría entrar en recesión en los dos o tres últimos trimestres del año, según recientes previsiones de la Comisión Europea. Este sería el caso de Alemania, España y el Reino Unido.
China ordena a sus bancos que no presten dinero a los de EEUU en el interbancario
Los reguladores chinos ordenaron a los bancos del país asiático detener sus préstamos a instituciones financieras de Estados Unidos en el mercado interbancario para prevenir pérdidas por la crisis financiera, según publica el South China Morning Post. La prohibición de la Comisión Bancaria Reguladora de China (CBRC) afecta sólo a los bancos estadounidenses y no a los de otros países, precisa el diario. China y la UE estrechan lazos.
La medida llega después de que siete entidades chinas, entre ellas los más importantes del país, declararan que tenían bonos por valor de 495 millones euros (721 millones de dólares) relacionados con el banco de inversión Lehman Brothers, que quebró la semana pasada y desató una crisis financiera mundial.
Los reguladores chinos aseguraron que han advertido a las instituciones financieras del país asiático para ser cautos en sus negocios diarios y en su expansión en el extranjero.
"El volumen de transacción internacional de los bancos chinos no es grande", aseguró Ma Delun, subgobernador del banco central chino, y señaló que las transacciones relacionadas con préstamos de alto riesgo representan "probablemente menos de 10.000 millones de dólares (6.800 millones de euros)". Ma también señaló que uno de los resultados inesperados de la crisis es que está afectando a los activos normales, no solo a los problemáticos.
Los bancos chinos contaban con 6.669 millones de euros (9.800 millones de dólares) expuestos a préstamos de alto riesgo estadounidenses a finales del pasado año, según el diario.
Las transacciones de préstamos en el mercado interbancario chino alcanzaron en los primeros ocho meses del año los 10,11 billones de yuanes (100.685 millones de euros, 148.135 millones de dólares), un 104 por ciento más que en el mismo periodo del 2007.
El año pasado alcanzaron los 10,65 billones de yuanes (106.036 millones de euros, 155.939 millones de dólares), según el Banco Popular de China (central).
Los inquietantes paralelismos entre el rescate nórdico de los 90 y la actual crisis de EEUU
"¿Cuál serán las consecuencias de nuestro plan de rescate?". Si el secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, y Ben S. Bernanke, presidente de la Fed, se hacen esta pregunta, deberían "aprender sueco" para encontrar la respuesta. Los intentos de Finlandia, Suecia y Noruega por salvar los bancos en dificultades a principios de los años 90 es el paralelismo más cercano a la situación actual de EEUU.
La sugerencia de aprender sueco es de Charles Dumas, director de Lombard Street Research en Londres. Este analista recuerda que el intento nórdico -similar en velocidad y alcance al que Estados Unidos está planeando ahora, aunque más pequeño en tamaño- logró acabar con la crisis financiera. Pero, al mismo tiempo, no impidió una recesión más profunda y un incremento en el desempleo en los tres países.
"A largo plazo hubo beneficios, pero para que empezaran a manifestarse en la economía tuvo que pasar media década", ha recordado Esko Ollila, miembro del Consejo del Banco de Finlandia desde 1983 a 2000.
Con los mercados financieros estadounidenses conmocionados, Paulson está intenta llevar a cabo un plan de 700.000 millones de dólares que permitirá a Estados Unidos comprar a los bancos activos ilíquidos, como deuda vinculada a hipotecas. La semana pasada, el Gobierno y la Fed se comprometieron a garantizar fondos en el mercado interbancario, tomaron el control de American International Group (AIG) e intervinieron en los mercados de pagarés y deuda a corto plazo de Fannie Mae, Freddie Mac y de otras agencias.
Economías en ascenso
A finales de los 80, las economías de Suecia, Finlandia y Noruega se habían recuperado porque la desregulación y los bajos tipos de interés animaron a los bancos a prestar más. Los precios del mercado finlandés de la vivienda subieron un 80% en términos reales y sus bolsas un 164% en cinco años, según los datos recogidos por JPMorgan.
Las consecuencias fueron una creciente deuda. Mientras los responsables de la política económica intentaban reducir la inflación y proteger sus tipos de cambio fijos, los bancos vieron sus balances diezmados por la morosidad, que alcanzó el 10% del PIB de la región.
La respuesta a la consiguiente crisis financiera fue "rápida y enérgica", destacó el entonces presidente de la Fed Alan Greenspan en un discurso de 1999. Suecia garantizó la deuda de los bancos contra posibles pérdidas y estableció un fondo de reestructuración de 14.000 millones de dólares para proporcionar capital a los bancos en dificultades a cambio de acciones. Además de tomar el control de Nordbanken, el Gobierno creó un "banco malo" que compró los activos problemáticos con descuento, y dejó a las instituciones financieras la gestión de sus carteras con los activos más líquidos.
El Gobierno de Noruega tomó pasos similares al garantizar los ahorros y tomar el control de los tres mayores bancos del país. Finlandia fusionó más de 40 bancos en una única entidad gestionada por el Gobierno y trasladó los activos morosos a sociedades administradoras gestionadas por el banco central.
Consecuencias económicas
Aunque las intervenciones "fueron generalizadas y al final un éxito", no aliviaron inmediatamente las economías de lo tres países, debido a que los bancos redujeron la concesión de créditos y las empresas y consumidores gastaron menos, explica Lauri Uotila, economista jefe en Sampo Bank, una filial de Danske Bank en Helsinki.
Las economías finlandesa y sueca se contrajeron en 1991, 1992 y 1993. Norges Bank calcula que a principio de los años 90 la producción cayó un 12,3% en Finlandia, un 5,8% Suecia y un 4,1% en Noruega. El desempleo no tocó máximos hasta mayo de 1994, cuando la tasa alcanzó el 19,9%, tras haber descendido hasta el 2,1% en 1990. En Suecia, llegó al 9,9% en 1997, desde el 1,6% en 1990.
Comparaciones
"Las agresivas medidas tomadas por los Gobiernos escandinavos no fueron suficientes para evitar recesiones profundas", indica Nicola Mai, economista de JPMorgan en Londres.
Mai dice que el Gobierno estadounidense y la Fed fueron más rápidos en acomodar la política fiscal y en reducir los tipos de interés en cuanto afloró la crisis, algo que Noruega, Finlandia y Suecia no pudieron hacer porque tenían que mantener fijo el tipo de cambio.
Jim O'Neill, economista jefe en Goldman Sachs, cree que actuando rápidamente, Estados Unidos podría todavía evitar una "década pérdida" de deflación como en Japón después de que los responsables de dirigir la segunda economía mundial vacilaran en actuar ante la crisis bancaria. "Estados Unidos podría incluso hacerlo mejor que Suecia, cuyo Gobierno ganó dinero cuando pudo vender más tarde lo activos", añade.
Cuando las burbujas bursátil e inmobiliaria en Japón estallaron a principio de los años 90, se abandonó a los bancos con billones de yenes en préstamos morosos en sus libros. No fue hasta 1999 -dos años después del colapso de Yamaichi Securities- cuando Japón tomó la decisión política de utilizar el dinero de los contribuyentes para empezar a rescatar el sistema bancario.
Demócratas y republicanos llegan a un acuerdo sobre el plan de rescate financiero
El demócrata Cristopher Dodd, presidente del Comité de Banca del Senado, ha asegurado este jueves que se ha llegado a un acuerdo sobre los principios del plan de rescate financiero que negocia el Gobierno con el Congreso. previamente, la Casa Blanca había destacado un "progreso significativo" en las negociaciones y asegurado que el acuerdo podría alcanzarse este mismo jueves.
"Estamos alcanzando un consenso y vamos a intentar concluir (el acuerdo) hoy", ha afirmado la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, horas antes de que los candidatos a la Presidencia de ambos partidos lleguen a la Casa Blanca para hablar sobre la crisis.
"Todavía no hay un acuerdo, hay varios asuntos" que todavía deben ser negociados, aclaró Perino, quien declaró que "es demasiado pronto para decir" si un acuerdo es inminente.
"Indulgencia, supervisión, igualdad y pago"
Poco antes, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, había asegurado que la Casa Blanca había aceptado los principales elementos que la bancada demócrata en el Congreso estadounidense pretendía incluir en el plan de rescate financiero.
Pelosi, líder demócrata en el Congreso, dijo que su partido insistió en la adopción de cuatro principios para alcanzar un acuerdo y votar la legislación: "indulgencia (con los propietarios inmobiliarios insolventes), supervisión, igualdad y (condiciones para) pago a ejecutivos".
"El presidente las aceptó anoche", agregó Pelosi a periodistas.
Los candidatos
Ya el candidato demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, había asegurado hoy que se han realizado avances y que están cerca de cerrar el plan para reactivar la economía estadounidense.
También, el republicano McCain había asegurado que el plan podría pactarse antes del próximo lunes.
Otras noticias internacionales
SEC, la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU., envió citaciones judiciales a más de 20 ejecutivos de fondos de cobertura como parte de la investigación sobre una supuesta manipulación del mercado bursátil, según fuentes al tanto. La investigación busca señales de manipulación en la acción de seis empresas: AIG, Goldman Sachs, Lehman Brothers, Morgan Stanley, Washington Mutual y Merrill Lynch.
AIG, aseguradora estadounidense rescatada por el gobierno la semana pasada, informó que decidió aceptar el préstamo de US$85.000 millones ofrecido por la Reserva Federal de EE.UU. a cambio de una participación de 79,9% en la empresa. Hace tres días, algunos grandes accionistas de AIG aún buscaban evitar la estatización. La aseguradora puede verse obligada a vender activos para pagar los costos asociados al préstamo.
GM está acelerando su plan de recorte de costos de US$10.000 millones y planea captar US$4.000 millones con la venta de activos, informó el tesorero de la automotriz, Walter Borst. El funcionario agregó que GM quiere vender una fábrica de componentes en Francia y la marca de todoterrenos Hummer.
Líderes del Partido Demócrata en el Congreso de EE.UU. pidieron medidas de supervisión para aprobar el rescate gubernamental de US$700.000 millones al sector financiero, así como la división del plan en partes. Los demócratas dicen que no tienen cómo analizar todas las implicaciones del paquete y aprobarlo en conjunto de modo inmediato.
BHP Billiton, minera anglo-australiana, informó que si las exigencias de los reguladores para aprobar la adquisición de su rival Rio Tinto restan valor comercial a la compra, reconsiderará el acuerdo. La Unión Europa postergó hace poco su decisión sobre el acuerdo y solicitó más información a ambas empresas.
LIA, fondo soberano de inversión de Libia, quiere comprar hasta un 10% de Telco, controladora de la telefónica italiana Telecom Italia, según fuentes al tanto. LIA invertiría hasta US$5.900 millones.
Johannes Feldmayer, ex directivo de Siemens, dijo a un tribunal que el grupo alemán de ingeniería financió secretamente a sindicalistas aliados para minar el sindicato más poderoso de Alemania. Siemens, que no está bajo investigación, informó que está colaborando con el proceso.
Votorantim, siderúrgica brasileña, anunció que construirá en conjunto con su par colombiana Acesco una planta de acero de US$1.500 millones en Barranquilla, Colombia. La planta tendrá capacidad para producir hasta 1,4 millones de toneladas al año y empezará a operar en 2012.
China y Venezuela acordaron duplicar su fondo de inversión conjunto a US$12.000 millones, dijo el presidente venezolano Hugo Chávez. El gobierno chino proveerá dos tercios de los fondos, que se destinarán principalmente al sector energético.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, amenazó con no pagar un préstamo de US$200 millones a BNDES, banco de desarrollo de Brasil, que usó para pagar a la constructora brasileña Odebrecht. Correa expulsó a Odebrecht del país, responsabilizándola de las fallas en una planta hidroeléctrica.
La demanda de etanol brasileño para consumo local y de exportación subiría 150% a 63.900 millones de litros para 2017, previó un estudio del gobierno de ese país.
Cómo Goldman convenció a Buffett y consiguió US$5.000 millones
Por Susan Pulliam, Kate Kelly y Matthew Karnitschnig
Durante seis meses, mientras la crisis de crédito se deterioraba, el inversionista multimillonario Warren Buffett le cerró la puerta a una fila de firmas de Wall Street que acudieron a él, sombrero en mano, en busca de fondos.
El martes, Buffett relata que estaba sentado en su despacho en Omaha, Nebraska, con los pies sobre el escritorio disfrutando de una Coca-Cola Cherry y unas nueces, cuando recibió una llamada inusualmente osada de un banquero de inversión de Goldman Sachs. Díganos qué clase de inversión estaría dispuesto a hacer en Goldman, insistió, y la firma intentará estructurar un acuerdo.
La llamada de Byron Trott, quien ha tratado con Buffett durante años, puso en marcha una rápida sucesión de acontecimientos. Al cabo de unas horas, Goldman anunció que Berkshire Hathaway Inc., el holding de inversiones de Buffett, invertiría US$5.000 millones en Goldman, una decisión que muchos interpretaron como un voto de confianza en la capacidad de recuperación del vapuleado sistema financiero estadounidense.
El acuerdo relámpago subraya la intensa presión que recae sobre Goldman, considerada como una de las firmas más sólidas de Wall Street. Durante un lapso de 10 días este mes (en que Fannie Mae y Freddie Mac acabaron en manos del gobierno, Lehman Brothers Holdings Inc. se acogió a la bancarrota y la aseguradora American International Group tuvo que ser rescatada), la acción de Goldman se precipitó un 36%, víctima de los temores de los inversionistas de que no tendría capital suficiente para sobrevivir. Esto llevó a que Goldman solicitara el domingo la aprobación del gobierno para convertirse en un banco tradicional, poniendo punto final a sus 139 años de historia como una firma de valores.
Ayer, Goldman anunció que había completado una emisión independiente de US$5.000 millones en acciones, el doble de la emisión anunciada el martes. Su acción dio un salto de US$7,95 para cerrar en US$133 en la Bolsa de Nueva York, pese a que aún se mantiene muy por debajo de su récord de los últimos doce meses de más de US$250 la unidad. La colocación significa que la participación de los accionistas de Goldman se diluirá en un 20%.
La decisión de Buffett de invertir en Goldman habla a las claras sobre cuál es su perspectiva sobre la crisis financiera. Como mínimo, el inversionista cree que Goldman será un sobreviviente, aunque sus ganancias podrían verse golpeadas mientras la empresa se adapta a su nuevo estatus como un banco tradicional que asume menos riesgos y es más regulado.
En una entrevista telefónica, Buffett dijo ayer que cree que el plan de rescate propuesto por el gobierno será aprobado por el Congreso y que tendrá éxito.
Si el Congreso no aprueba el plan, vaticina Buffett, puede pasar cualquier cosa. Su inversión en Goldman "recibirá un castigo fenomenal, al igual que el resto de nuestras inversiones", manifestó.
Cuando la crisis de crédito empezó a cobrar víctimas, Goldman surgió como una de las empresas menos involucradas. De hecho, la firma no ha registrado ninguna pérdida trimestral desde que empezaron las turbulencias. De todos modos, pasó de ser un posible salvador del mundo financiero a uno de los salvados.
Goldman también falló al no prever lo seria y duradera que sería la crisis. En abril, su presidente ejecutivo, Lloyd Blankfein, dijo: "Estamos más cerca del final que del principio". En junio, su director financiero secundó esta opinión. Incluso la semana pasada, cuando Goldman reportó sus peores resultados trimestrales desde que empezó a cotizar en bolsa en 1999, los ejecutivos le restaron importancia a la idea de que Goldman no sobreviviría a la tormenta sin tomar medidas radicales.
Durante meses, Buffett ignoró los llamados de otrora prestigiosas firmas de Wall Street que solicitaban su participación en distintos proyectos de rescate.
La primera gran propuesta llegó el sábado 15 de marzo. Bear Stearns estaba tambaleándose después de que numerosos clientes habían retirado miles de millones de dólares de la firma de valores. Los reguladores federales buscaban desesperadamente un comprador antes de que los mercados asiáticos abrieran al día siguiente.
Buffett recibió una llamada a las 4:30 de la tarde de ese sábado de una firma de inversiones que trataba de reunir a inversionistas interesados en comprar al gigante financiero. "'Le llamo sobre Bear Stearns', empezó diciendo", recuerda Buffett. "'¿Debo continuar?'"
Entonces Buffett dice que pensó: "Es como cuando una mujer se quita casi toda la ropa y pregunta '¿Debo seguir?'". "Aunque uno no sea más que un eunuco de 90 años, por supuesto la deja continuar". Pero Buffett se mantuvo al margen. Bear Stearns fue vendido a J.P. Morgan Chase al día siguiente a través de una precipitada fusión.
Trott, el banquero de Goldman, ya se había acercado a Buffett en otras ocasiones para ofrecerle una inversión en Goldman. "Pero sus ofertas me habían sonado como las demás", recuerda Buffett.
La diferencia llegó el martes. Goldman puso la pelota en la cancha de Buffett. El inversionista cuenta: "No vi ni un libro. Me limité a juzgar. Ese es mi negocio". La calidad del equipo de gestión de Goldman y la marca de la compañía lo convencieron, aseveró. Buffett tampoco insistió en un contrato complicado de condiciones. En su lugar, pasó 15 minutos con David Viniar, el director financiero de Goldman, cambiando algunos puntos del acuerdo. "Me preguntaron sobre esto y aquello. Sonaba justo", concluyó.
Para cuando los mercados cerraban en Nueva York, Trott estaba sellando el acuerdo con una llamada a Buffett. El pacto fue anunciado públicamente con un comunicado oficial poco antes de las 6 de la tarde. Un poco después, Blankfein llamó a Buffett. "Hablamos durante cinco minutos", cuenta Buffett. El inversionista dejó su oficina a las 7. A las 10:30 ya estaba durmiendo.
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