miércoles, marzo 16, 2011

Apocalypse... now?

En Occidente nos preocupa otro tsunami, el económico, capaz de arrastrar empresas y zarandear economías.

José Cárdenas

Japón se acerca a la catástrofe nuclear. El mundo monta en pánico. La sicosis es global. Temen que Fukushima se convierta en Hiroshima. Los expertos auguran un Chernobyl en cámara lenta. Los peores días están por venir. La Unión Europea advierte que se ha iniciado el apocalipsis. Las sentencias espantan al mismo miedo.

La ola destructiva ya cruzó el Oriente. Pero en Occidente nos preocupa otro tsunami, el económico, capaz de arrastrar empresas y zarandear economías.

Las ciudades más afectadas de Japón producen 7% del Producto Interno Bruto (PIB). La crisis parece inevitable. El boquete económico mide 600 mil millones de dólares. La mitad de toda la riqueza mexicana.

En Estados Unidos, las armadoras de Toyota y Subaru suspenden la producción de automóviles por falta de refacciones. México no es excepción. Nissan se verá afectada. También faltarán refacciones para equipos electrónicos. Los analistas de la Secretaría de Economía apenas evalúan efectos. ¿Duerme Bruno Ferrari o está clavado en su Blackberry, taca-taca-taca?

En Tokio, el banco central inyecta 240 mil millones de dólares. Hay que apagar el fuego financiero que apenas comienza. Las aseguradoras tiemblan. Las reaseguradoras más. En 48 horas, la Bolsa de Tokio cayó 17% y apenas recuperó cinco puntos. Los mercados fueron contagiados.

Está claro, la principal desgracia de la historia del átomo en tiempos de paz es la mejor comunicada.

Con Fukushima en llamas, la opinión pública mundial sentará a la energía nuclear en el banquillo de los acusados. Desde el miedo o la ignorancia repetirá su veredicto: ¡Culpable!

En el mundo existen 500 plantas de energía nuclear. Cien más se construyen. Sólo en Japón hay 54 reactores. Un Fukushima no hace Hiroshima.

Los europeos someten “a examen” la seguridad de sus nucleoeléctricas. La crisis japonesa provoca crisis política. Partidos verdes y ecologistas enseñan el colmillo. Tan sólo en Francia, el átomo es camino sin retorno: casi 80% de la electricidad la obtienen de plantas nucleares.

Rusia y China otean el horizonte. Disparan las alarmas. Están pendientes del cielo. Que no lo ensucie la nube radiactiva.

¿Lo peor está por venir?

EL MONJE LOCO. La autora de Arturo Montiel desde Atlacomulco es Norma Yolanda Meraz Domínguez, buena periodista. La Momis —de todo respeto y estimación— es también, desde mayo de 2008, esposa de su personaje. Ya se sabe. Ya se supo.

Moreira, de cuerpo completo

Moreira, de cuerpo completo

Se dio el lujo de ridiculizar no sólo a los presidentes del PAN y el PRD juntos, sino que hizo mofa de la alianza de azules y amarillos.

Ricardo Alemán

Con toda razón, muchos cuestionaron la ortodoxia mostrada por el nuevo presidente nacional del PRI, Humberto Moreira, durante su mensaje de toma de posesión.

Que si fue un mensaje vacío de contenidos, que si el político de Coahuila está lejos de ser un ideólogo partidista, que si no fue capaz de mostrar táctica, tampoco enseñó estrategia y menos el rumbo de quienes aspiran a volver a Los Pinos; que si su inconsistencia es consecuente con lo insustancial de su jefe, Enrique Peña Nieto, que si…

A decir verdad, Humberto Moreira no movió ni conmovió a nadie —dentro y fuera del PRI— en lo que debió ser su primer gran foro de exposición política y mediática: su toma de posesión como jefe nacional del PRI. La verdad es que salió debiendo a propios y extraños, que esperaban grandes anuncios, cambios profundos y la expectativa propia de un naciente líder llamado a llevar a su partido de vuelta al poder presidencial.

Acaso por eso —entendió su deuda en el aniversario 82 del PRI— en la primera confrontación con sus pares de la izquierda y la derecha —en el informativo de Carlos Loret del pasado lunes—, Moreira mostró de lo que está hecho, de lo que es capaz y para lo que fue llevado al PRI, al mandar a la lona con un certero descontón al jefe azul y al amarillo. Más aún, en metáfora boxística, se podría decir que Moreira lanzó un cruzado de derecha y uno de izquierda y, casualmente, mandó a la lona a los jefes de la izquierda y la derecha.

Es decir, que en el informativo matutino de televisión de mayor audiencia, Moreira se dio el lujo de ridiculizar no sólo a los presidentes del PAN y el PRD juntos, Gustavo Madero y Jesús Ortega, sino que hizo mofa de la alianza de azules y amarillos y de las contradicciones entre “espurios” y “peligros para México”.

Como se sabe, resulta que Moreira, Madero y Ortega debatieron en 1-N de Televisa. Pero, en un descuido, el jefe del PRI tomó el papel de entrevistador y con sendas fotos de Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador —los dos portando la banda presidencial—, les preguntó a Madero y a Ortega que cuál de los dos era su presidente verdadero y válido. Luego sacó gráficas de desempleo, luego los capoteó con el aborto, los matrimonios entre personas del mismo sexo, y al final les recetó sonoros adjetivos de mentirosos e incongruentes.

A lo largo del debate, mientras Moreira disparaba la izquierda y la derecha, Gustavo Madero y Jesús Ortega se vieron incapaces de romper la dinámica del debate, de responder a las provocaciones de Moreira y de tomar la iniciativa. Al final hicieron el ridículo y Moreira salió con un sonoro triunfo.

Viene a cuento el tema porque, si muchos comparten la tesis de que Humberto Moreira defraudó en su discurso de toma de posesión, si se vio “chiquito”, carente de propuestas, lejos de un ideólogo de partido y muy lejano del líder del partido del nuevo siglo que aspira a llevar de vuelta al poder presidencial al PRI… ¿cómo estarán los jefes del PAN y el PRD a los que vapuleó Moreira?

En efecto, Moreira está lejos del ideal que supone que la jefatura del nuevo PRI reclama a un ideólogo o un intelectual capaz de enarbolar la nueva ideología, marcar el rumbo, la táctica y la estrategia del partido que aspira a volver al poder en México. Pero lo curioso del caso —y acaso por ello la tragedia de la política, de la alternancia y de la transición democrática— es que los partidos no quieren ideólogos y menos reclaman intelectuales. Los partidos mexicanos buscan políticos marrulleros, habilidosos, fajadores, con la chispa del descontón y el timing mediático, para ganar elecciones, al costo que sea.

Y Humberto Moreira no sólo mostró sus dotes y habilidades para el cambio de golpes en corto, no nada más exhibió la chispa para desequilibrar al adversario y para el descontón de inicio; no sólo ha mostrado que es capaz de ganar elecciones —en Coahuila arrasó y arrasará—, sino que retrató de cuerpo completo a esos “bultos” que son Gustavo Madero y Jesús Ortega, que tampoco son ideólogos y menos intelectuales, y que ratificaron que la inteligencia y la velocidad de pensamiento no es lo suyo. Y a pesar de esas carencias, son jefes del PAN y el PRD.

En efecto, cuando Moreira vapuleó a Madero y a Ortega —con todas las carencias del jefe nacional del PRI—, no sólo ratificó ante ciudadanos y electores la mediocridad del PAN y del PRD, sino las razones por las que ciudadanos y electores rechazan al PAN y al PRD como alternativa de poder. Al tiempo.

Crónica desde Libia

Crónica desde Libia: La ruta hacia la derrota

Sin una zona de exclusión aérea y ante la furia desatada de Muammar Gadhafi, los rebeldes no pueden hacer más que replegarse

Pascal Beltrán del Río
SOLUM, EGIPTO, 16 de marzo.— Cuando los combatientes revolucionarios habilitados como agentes aduanales me devolvieron el pasaporte y me indicaron que podía continuar mi camino, me eché la mochila al hombro y me quedé con sentimientos encontrados. Por un lado, estaba aliviado haber dejado atrás la cruenta guerra civil y la carga emocional que implica, pero, por otro, sentía pesar por la suerte de tanta gente extraordinaria que conocí en Libia.

Salum, el hombre que condujo el auto que me llevó al frente de batalla, y que había vivido conmigo momentos de verdadero peligro, cuando los aviones de Gadhafi volaban sobre nuestras cabezas y dejaban caer bombas que estallaban a poca distancia, se notaba mortificado. “Ya saqué a mi familia de la ciudad”, me anunció, cuando nos vimos frente al hotel donde me hospedaba.

Tomamos el camino costero hacia el norte, para luego avanzar hacia el este. Le pedí a Salum que evitara la carretera de montaña, porque vi en el mapa que había manera de ir directamente de Ajdabiya a Tobruk, el lugar al que nos dirigíamos. No quise correr el riesgo de toparnos con alguna avanzada militar del régimen.

Cada cinco minutos sucedían retenes revolucionarios en la carretera número 40. Los encargados, con el rostro tapado para protegerse de la arena, se asomaban al interior del vehículo y nos daban el paso. A lo mejor era idea mía, pero yo los veía desmoralizados, a diferencia del júbilo que mostraban cuando había hecho el viaje de la frontera hacia Bengasi unos días atrás.

Llegamos a Tobruk al anochecer, después de cinco horas y media de camino. En el trayecto, cruzamos varias caravanas de camiones de carga que llevaban ayuda humanitaria rumbo a Bengasi. En un retén, un rebelde llamado Khaleb nos preguntó por la retirada de sus compañeros. Cuando Saleh se lo confirmó, se quedó serio y respondió: “Entonces no habrá más remedio que pelear con Gadhafi calle por calle en Bengasi”. Y agregó: “Si la ONU aprobara la zona de restricción de vuelo, podríamos ganar, pero a estas alturas no tengo muchas esperanzas”.

Salí unas horas después para acá, a Egipto, preocupado por lo que sería de Salum y su familia. No sabía qué me iba a encontrar en la frontera, porque durante la semana hubo rumores de que la sellarían luego de que un enviado de Gadhafi así se lo pidiera al Consejo Militar que gobierna Egipto desde la caída de Hosni Mubarak. Pero no fue así.

Eso sí, el trámite fue largo. Primero hubo que dejar que los libios revolucionarios franquearan la salida y anotaran a mano todos los datos de mi pasaporte. Luego, del lado egipcio, llenar una forma y pasar aduana y migración, y pasar media docena de controles, cuyo propósito simplemente carecía de sentido para mí.

Igual que cuando crucé hacia Libia, ahí estaban los refugiados sudaneses, bangladesíes y de otras nacionalidades que habían estado trabajando en Libia y estaban tratando de escapar. Egipto no los había admitido. Son centenares, en condiciones de salud muy pobres. Están en una especie de limbo amurallado, la mayoría en el edificio de llegadas y salidas, muchos duermen a la intemperie, donde hace calor de día y frío de noche.

Crónica de una revuelta que se enfila a la derrota

Dejé Libia de la misma manera en que entré una semana atrás: por la frontera terrestre, a medio camino entre este pequeño puerto del Mediterráneo, donde hacen base dos pequeñas fragatas de la marina egipcia, y el pueblo polvoriento de Musaad.

Cuando los combatientes revolucionarios habilitados como agentes aduanales me devolvieron el pasaporte y me indicaron que podía continuar mi camino, me eché la mochila al hombro y me quedé con sentimientos encontrados. Por un lado, estaba aliviado por haber dejado atrás la cruenta guerra civil y la carga emocional que implica, pero, por otro, sentía pesar por la suerte de tanta gente extraordinaria que conocí en Libia.

La decisión de partir tuvo que ver con el deterioro de las condiciones para realizar una cobertura periodística normal. El día que salí de Bengasi las comunicaciones con el exterior eran absolutamente deficientes. La señal de internet en la sala de prensa –en realidad la única que funcionaba con cierta normalidad– era menos que intermitente, y la del celular –provista por dos firmas que, dicen en Libia, pertenecen a los hijos de Muammar Gadhafi– se había cortado del todo.

Patricia Vignetta, enfermera francesa que trabaja en el Hospital General de Bengasi desde hace dos años, se preparaba para lo peor. “Mi tendero me dijo que si las cosas se ponían feas y me sentía mal estando sola, me podía reubicar en casa de sus familiares”.

Todo mundo en Bengasi, la segunda ciudad de Libia y capital de la rebelión, parecía estar preparándose para el sitio y el bombardeo. En parte porque el régimen había circulado propaganda mediante mensajes electrónicos enviados a los celulares: “Ciudadanos de Bengasi: No se preocupen, pronto llegará el día de la liberación”.

Las fuerzas de Gadhafi habían tomado la ciudad petrolera de Brega a sangre y fuego y se preparaban para avanzar sobre Ajdabiya, una población de unos 150 mil habitantes. Después de eso, tendrían el camino libre hacia Bengasi, sobre todo mientras el Consejo de Seguridad de la ONU y el G8 se siguieran entrampando en las negociaciones sobre decretar o no una zona de restricción de vuelos sobre Libia, y cómo aplicar dicha medida.

La tormenta de arena que se había desatado la víspera sobre el este de Libia agregaba dramatismo al momento.

Salum, el hombre que condujo el auto que me llevó al frente de batalla, y que había vivido conmigo momentos de verdadero peligro, cuando los aviones de Gadhafi volaban sobre nuestras cabezas y dejaban caer bombas que estallaban a poca distancia, se notaba mortificado. “Ya saqué a mi familia de la ciudad”, me anunció, cuando nos vimos frente al hotel donde me hospedaba. “Se van a ir al este, a una zona que probablemente permanezca tranquila, inshallah (Dios lo quiera)”.

Tomamos el camino costero hacia el norte, para luego avanzar hacia el este. Le pedí a Salum que evitara la carretera de montaña, porque vi en el mapa que había manera de ir directamente de Ajdabiya a Tobruk, el lugar al que nos dirigíamos. No quise correr el riesgo de toparnos con alguna avanzada militar del régimen. “Cerca de la costa estaremos más seguros”, le dije a mi conductor. Estuvo de acuerdo.

Cada cinco minutos se sucedían retenes revolucionarios en la carretera número 40. Los encargados, con el rostro tapado para protegerse de la arena, se asomaban al interior del vehículo y nos daban el paso. A lo mejor era idea mía, pero yo los veía desmoralizados, a diferencia del júbilo que mostraban cuando había hecho el viaje de la frontera hacia Bengasi unos días atrás.

Pasamos las ciudades de Al Marj y Al Bayda y otras poblaciones de menor tamaño, donde seguía viéndose la presencia de destacamentos revolucionarios, identificados por su bandera tricolor. En una intersección, Salum me preguntó si quería ver uno de los secretos mejores guardados de Libia. Atrapado por la curiosidad, le dije que sí, sin impedirme echar un vistazo al reloj.

Dimos vuelta hacia la costa, por un camino que serpenteaba entre eucaliptos. Frente a nosotros pasó un tanque con militares alzados, que se dirigía hacia el oeste por una carretera secundaria, con la bandera tricolor desplegada.

Para no echar a perder la sorpresa –y porque el inglés de Salum no era perfecto y mi árabe, prácticamente nulo–, esperé a ver cuál era ese secreto del que hablaba mi acompañante.

Repentinamente comenzaron a aparecer algunos vestigios de la cultura helénica que se asentó en estas costas hace más de 2 mil 500 años. Al final del camino había una ciudad completa tallada en piedra, rodeada de un caserío. Los libios conocen el lugar como Shahhat, pero los colonizadores griegos la bautizaron como Cirene y tenía un templo dedicado al dios Apolo, cuya fachada se mantiene en pie.

Es una fortuna que esta guerra y muchas otras que se han librado en la zona desde entonces no hayan acabado con esa maravilla. Bengasi y toda la costa de la antigua Cirenaica fueron epicentro de grandes batallas en la Segunda Guerra Mundial, como lo atestiguan los cementerios de soldados –el francés y el británico, entre otros—que existen en la región. En toda la franja costera entre Tobruk y Bengasi se dieron los famosos combates entre el Afrika Korps nazi, comandado por el mariscal Erwin Rommel, El Zorro del Desierto, y el general británico Archibald Wavell.

Muchos kilómetros antes de llegar a Shahhat el panorama había cambiado. El desierto de los alrededores de Bengasi había cedido a un paisaje de colinas verdes y tierras rojas. Ésta fue la casa que encontraron los griegos emigrados de la isla de Tera (Santorini) y que ellos mismos compararon con el jardín de las Hespérides.

En la zona arqueológica también hay vestigios de los conquistadores romanos. Y cuando uno se acuerda de la suerte de los Budas gigantes de Bamiyán, en Afganistán, destruidos por el fundamentalismo talibán, hay que sentirse agradecido que nadie haya decidido que las estatuas y otros símbolos de la cultura griega y romana eran una ofensa para su religión.

Llegamos a Tobruk al anochecer, después de cinco horas y media de camino. En el trayecto cruzamos varias caravanas de camiones de carga que llevaban ayuda humanitaria rumbo a Bengasi. En un retén, un rebelde llamado Khaleb nos preguntó por la retirada de sus compañeros. Cuando Salum se lo confirmó, se quedó serio y respondió: “Entonces no habrá más remedio que pelear con Gadhafi calle por calle en Bengasi”. Y agregó: “Si la ONU aprobara la zona de restricción de vuelo, podríamos ganar, pero a estas alturas no tengo muchas esperanzas”.

Al llegar al hotel en Tobruk, me encontré a una gran cantidad de colegas que acababan de llegar desde Bengasi. “La cosa se puso fea allá”, me dijo Bo Søndergaard, del diario danés Politiken.

Se desataron rumores de que iban a comenzar a asesinar periodistas, ahora que los gadhafistas que quedan en Bengasi, y que habían mantenido un perfil bajo durante la Revolución, estaban engallados por el avance de los suyos, y, sobre todo, luego del asesinato del camarógrafo de la cadena Al Jazeera, el qatarí Ali Hassan Al Jaber.

Varios de los recién llegados dijeron que pensaban seguir trabajando desde Tobruk, pero, al menos esa noche, fue imposible conseguir una señal de internet, y yo terminé dictando mi nota para Excélsior por teléfono a nuestro editor general, Marco Gonsen. Por suerte, ahí sí funcionaban los celulares.

Salí unas horas después para acá, a Egipto, preocupado por lo que sería de Salum y su familia. No sabía qué me iba a encontrar en la frontera, porque durante la semana hubo rumores de que la sellarían luego de que un enviado de Gadhafi así se lo pidiera al Consejo Militar que gobierna Egipto desde la caída de Hosni Mubarak. Pero no fue así.

Eso sí, el trámite fue largo. Primero hubo que dejar que los libios revolucionarios franquearan la salida y anotaran a mano todos los datos de mi pasaporte. Luego, del lado egipcio, llenar una forma y pasar aduana y migración, y pasar media docena de controles, cuyo propósito simplemente carecía de sentido para mí.

Igual que cuando crucé hacia Libia, ahí estaban los refugiados sudaneses, bangladesíes y de otras nacionalidades que habían estado trabajando en Libia y estaban tratando de escapar. Egipto no los había admitido. Son centenares, en condiciones de salud muy pobres, aunque hay presencia ahí de Médicos Sin Fronteras y la Organización Internacional de las Migraciones. Están en una especie de limbo amurallado, la mayoría en el edificio de llegadas y salidas, pero como son tan numerosos, muchos duermen a la intemperie, donde hace calor de día y frío de noche.

Epílogo de una crónica de guerra

Ya en Egipto viajé por carretera hacia Alejandría y luego tomé el tren a El Cairo. En el aeropuerto de la capital egipcia me encontré a Kelvin Edwards, técnico de la cadena ITN News, quien acababa de llegar en un vuelo desde Trípoli. Kelvin fue de los pocos miembros de los medios al que el régimen de Gadhafi concedió una visa para cubrir la situación desde la capital de Libia. La mayoría de los periodistas, como yo, entró “ilegalmente” al país por la frontera de Egipto, y, a esos, Gadhafi les advirtió que les daría trato de terroristas.

Cuando le pregunté a mi colega cómo era el ambiente de la cobertura en Trípoli, esto fue lo que me contó: “No nos dejaban ir solos a ningún lugar, ni siquiera para comprar un cepillo de dientes. Era raro para ellos, porque nos querían tratar como acostumbran hacerlo con los periodistas locales, pero saben que no pueden. Entonces, nos mantenían vigilados. Siempre había uno de ellos con nosotros”.

Otro de los enviados en Trípoli, Donald MacIntyre, relató el lunes en el diario británico The Independent, que el sábado pasado los gadhafistas llevaron a algunos del grupo a Ras Lanuf, donde los rebeldes habían sido derrotados, para que vieran que el importante puerto petrolero estaba de nuevo en manos del régimen.

Trípoli y Bengasi. Dos visiones distintas de este conflicto, que estalló por contagio con lo sucedido en Túnez y Egipto, pero tomó su propia dinámica. Originalmente yo había pensado llegar a Trípoli desde la isla de Malta o desde Túnez, pero desistí al ver que las posibilidades de entrar ahí con visa eran prácticamente nulas. Aun así, pensé que terminaría la cobertura del conflicto en la capital libia, con una revuelta triunfante. En cambio, acabó siendo –por lo menos hasta el momento de abandonar esa nación norafricana—la crónica de una revolución que se enfila a la derrota.

Bombardean Bengasi; “los aplastaremos”, dice Gadhafi

Luego de anunciar que la ciudad clave de Ajdabiya –a 160 kilómetros de Bengasi, último bastión rebelde– fue recuperada por el régimen tras ser atacada, el dirigente libio Muammar Gadhafi dijo a la TV estatal estar “determinado a aplastar a los enemigos”.

Mientras, al cierre de esta edición, fuerzas militares comenzaron a bombardear la fortaleza de los rebeldes, Bengasi – última urbe que quedaba al régimen por recuperar, a un mes de iniciada la revuelta–, el líder libio decía en un mensaje: “Si se trata de un complot extranjero, lo vamos a aplastar, si se trata de un complot interno lo vamos a aplastar”, afirmó.

“Los colonizadores serán vencidos. Francia será vencida, EU será vencido, Gran Bretaña será vencida”, declaró el Guía de la Revolución, que lleva 42 años en el poder”. “La libertad triunfará”, subrayó. Gadhafi afirmó que “todo el pueblo libio está listo para combatir y proteger el petróleo”.

En Ajdabiya,fuerzas militares fustigaron la rebelión con ataques aéreos y cañoneo desde barcos, tanques y artillería, en un abrumador despliegue de poderío, lo que hizo que los rebeldes se replegaran y dejaran la ciudad.

No hay informes de víctimas mortales. En Bengasi los últimos reportes oficiales eran que había bombardeos aéreos.

En tanto, Estados Unidos impuso más sanciones económicas a Libia, el Consejo de Seguridad de la ONU no tuvo consenso para determinar la creación o no de una zona de exclusión aérea que impida que rebeldes sean bombardeados.

Gran Bretaña y Francia insisten en la necesidad ya de una zona de exclusión. El recrudecimiento de los ataques obligó a la organización Médicos Sin Fronteras a desalojar a su personal de Bengasi.

Desde el 15 de febrero, la sangrienta represión causó centenares de muertos y obligó a huir a 250 mil personas del país.

Trabajadores regresan a planta nuclear en Japón

Trabajadores regresan a planta nuclear en Japón

Un funcionario que opera la planta Fukushima Dai-ichi indicó que los trabajadores se hallan a 500 metros del complejo


FUKUSHIMA, Japón


Un funcionario de la empresa Tokyo Electric Power que opera la planta Fukushima Dai-ichi dijo que los trabajadores que habían abandonado las dañadas instalaciones del complejo se aprestaban a regresar.

El funcionario indicó que los trabajadores se hallan a 500 metros del complejo.Japón ordenó el miércoles a los trabajadores de emergencia que abandonen la planta de energía nuclear dañada en medio de una intensificación de la fuga radiactiva, suspendiendo temporalmente los esfuerzos de enfriar los reactores atómicos recalentados.

La crisis nuclear ha provocado una alarma internacional y de alguna manera ha opacado la tragedia humana causada por el doble desastre natural del viernes, un terremoto de 9 grados de magnitud seguido por un maremotos, que prácticamente pulverizaron el litoral nororiental de Japón y habría dejado unas 10.000 muertes.

El terremoto fue uno de los más fuertes registrados en la historia.El jefe de Gabinete, Yukio Edano, dijo que los trabajadores, que habían estado rociando los reactores con agua salada en un frenético esfuerzo por estabilizar sus temperaturas, no tuvieron otra opción que retirarse de las áreas más peligrosas.

"Los trabajadores no pueden continuar realizando ni siquiera el más mínimo trabajo en la planta por ahora" , destacó Edano, mientras se veía que el humo ascendía desde el dañado complejo atómico Fukushima Dai-ichi. "Debido a la radiación estamos en estado de alerta" , agregó.

Las autoridades anunciaron que recurrirían a helicópteros y camiones de bomberos para continuar arrojando agua en una acción desesperada por enfriar los reactores y evitar fugas radiactivas. Pero Edano advirtió que no daría resultado. "No es tan simple de que todo vaya a ser resuelto con arrojar agua.

Tratamos de evitar crear otros problemas" , agregó. "En este momento estamos echando agua desde tierra, pero hacerlo desde el aire implica bombear mucha agua y eso significa riesgo. Asimismo debemos tomar en consideración la seguridad de los helicópteros en el aire" , agregó.

En la ciudad de Fukushima, aproximadamente a 60 kilómetros (40 millas) del complejo nuclear, cientos estresados funcionarios, agentes de policía y otros empleados luchaban por estar al tanto de la situación desde su improvisado centro de mando.Un piso entero de uno de los edificios gubernamentales de la prefectura había sido tomado por quienes daban seguimiento a las evacuaciones, necesidades de energía eléctrica, cifra de muertes y provisiones.

En una habitación, soldados uniformados evaluaban las lecturas de radiación en mapas colocados a lo largo de un muro. En otra, oficiales de alto rango participaban en reuniones durante el transcurso del día, mientras que representantes de la industria de la energía nuclear sostenían improvisadas sesiones informativas ante las cámaras de los medios noticiosos.

El nivel radiactivo había descendido el miércoles por la tarde, pero no estaba claro si había permitido el regreso de los trabajadores, ni a cuanta distancia se habían retirado. El equipo de trabajadores, un equipo mínimo de 70, habían sido rotados regularmente una y otra vez de la zona de peligro a fin de minimizar que se expongan a la radiación.

Mientras tanto, las autoridades de Ibaraki, al sur de Fukushima, dijeron que el nivel de radiación era 300 veces más de lo normal al caer la mañana. Mientras que es nivel es dañino por período prolongado, no son fatales.El gobierno ordenó que unas 140.000 personas radicadas en zonas aledañas permanezcan fuera de las calles.

También fue detectado un aumento leve de radiación en Tokio, el cual desató compras de pánico de comida y agua.La planta tiene seis reactores, y tres han sido sacudidos por explosiones. El reactor que todavía está en llamas estaba desconectado cuando ocurrió el terremoto de magnitud 9,0 que es el más poderoso que Japón haya registrado.

El organismo japonés de seguridad nuclear dijo el miércoles que el 70% de las barras de combustible nuclear podrían estar dañadas en el reactor Número 1. "Pero no sabemos la naturaleza del daño, y (el reactor) podría estar fundiéndose, o podría tener algunos agujeros" , aventuró un vocero del organismo, Minoru Ohgoda.

Unas tres horas después del incendio del miércoles, el organismo de seguridad nuclear afirmó que ya no se percibían llamas en la Unidad 4. Pero no pudo confirmar si el incendio había sido sofocado.

Los problemas han sido causados por el recalentamiento de los reactores al carecer de la capacidad de enfriamiento a causa de los daños que tuvo el equipo durante el terremoto y el tsunami. Un calentamiento excesivo provoca la fusión del reactor y la liberación de radiación peligrosa.___Yuasa informó desde Tokio.

Los periodistas de The Associated Press Elaine Kurtenbach en Tokio y David Stringer en Ofunato contribuyeron en la información.

Un polémico "héroe"

Un polémico "héroe" para pacificar a Ciudad Juárez

Julián Leyzaola (Foto de archivo)

Cuando Leyzaola fue secretario de seguridad en Tijuana se logró reducir la inseguridad.

Algunos lo consideran un héroe, pero otros lo acusan de violaciones de los derechos humanos y torturas. Es Julián Leyzaola, el nuevo jefe de la policía de Ciudad Juárez, que tiene la misión de pacificar al sitio más violento de México.

Militar retirado con el grado de teniente coronel, Leyzaola es un personaje polémico. El gobierno mexicano reconoce que cuando fue secretario de Seguridad Pública en Tijuana, Baja California, se logró reducir la inseguridad en la ciudad.

Al mismo tiempo, organizaciones de derechos humanos han solicitado que se lo someta a juicio por presuntamente torturar a detenidos.

Por eso algunos, como la fundadora de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa, Norma Ledezma, creen que su nombramiento podría empeorar el ambiente social en Ciudad Juárez.

"Es lo que menos necesitamos. Está tan fracturada la población que crear otro problema nunca nos permitirá salir del hoyo", le dijo Ledezma a BBC Mundo.

BBC Mundo solicitó una entrevista con Leyzaola para conocer la estrategia que aplicará en su nuevo cargo, pero no obtuvo respuesta.

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Ciudad modelo

En 2008, Tijuana sufrió una ola de violencia por la fractura del cartel que opera en la zona, encabezado por la familia Arellano Félix. Más de 600 personas murieron en enfrentamientos entre bandas rivales.

Policías junto a cadáveres en Ciudad Juárez

Desde 2006 más de 6.000 personas han sido asesinadas en Ciudad Juárez.

La alcaldía designó a Leyzaola como jefe de la policía, quien despidió a decenas de agentes acusados de colaborar con traficantes de drogas.

Al mismo tiempo, las autoridades federales y del estado aplicaron una estrategia especial de seguridad, que en pocos años permitió reducir el número de secuestros, homicidios violentos, robos y extorsiones.

En octubre del año pasado, el presidente de México, Felipe Calderón, puso a Tijuana como ejemplo para el resto del país.

"Cuando los tres órdenes de gobierno nos ponemos de acuerdo y en lugar de estarnos recriminando nos ponemos a trabajar juntos, es posible cambiar no sólo la imagen sino también la realidad", dijo el mandatario.

Parte del trabajo le correspondió a Leyzaola, quien combatió tanto la corrupción en la policía como la venta de droga en las calles, los robos y los homicidios.

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Claroscuros

La estrategia, sin embargo, no fue ajena a los incidentes.

Familiares de policías que murieron en operaciones denunciaron que no recibieron apoyo de los superiores y algunos detenidos afirmaron haber sido torturados para inculparse de delitos.

Todos en la sociedad queremos más seguridad, pero es inadmisible que se quiera resolver el problema de la violencia vulnerando derechos humanos

Heriberto García, procurador de los Derechos Humanos en Baja California

El caso más grave ocurrió en agosto de 2009, cuando cinco jóvenes fueron arrestados en distintas partes de la ciudad y sufrieron insultos, golpes y otros abusos en las celdas de la prisión municipal.

El mismo Leyzaola fue señalado de participar en las torturas. Por este caso, la Procuraduría de Derechos Humanos de Baja California emitió una recomendación al alcalde de Tijuana, en la que solicitó una investigación penal contra el director de la policía.

La queja no fue aceptada. El caso llegó entonces a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que apoyó la resolución de la Procuraduría, pero tampoco hubo respuesta.

El procurador Heriberto García aseguró que no fue el único caso, pues durante el tiempo que Leyzaola encabezó la secretaría de Seguridad Pública local aumentaron sensiblemente las quejas por abusos policíacos.

"Todos en la sociedad queremos más seguridad, pero es inadmisible que se quiera resolver el problema de la violencia vulnerando los derechos humanos", le dijo García a BBC Mundo.

"Pregúnteles a las víctimas"

A pesar de su polémica trayectoria, algunos en Ciudad Juárez ven con esperanza el nombramiento de Leyzaola.

Daniel Murguía, presidente de la Cámara de Comercio local –uno de los sectores más afectados por las extorsiones-, asegura que es urgente la ayuda de todos quienes tengan éxito contra la delincuencia.

Como ocurrió en Tijuana, en Ciudad Juárez dos carteles de droga se disputan el control de una ruta de narcotráfico, lo cual les ha causado la muerte a más de 6.000 personas en los últimos cuatro años.

"Los empresarios de Tijuana nos han dicho que tuvieron una experiencia muy positiva allá", le comentó Murguía a la BBC.

¿Y las denuncias sobre tortura?

"Esa pregunta debe hacerla a las personas que han sido víctimas del crimen organizado, que inocentemente han perdido a sus seres queridos", afirmó.

"Los de derechos humanos tienen su postura, a mí me gustaría que esa gente ojalá no tuviera una desgracia", desafió.

Los grandes bancos occidentales comienzan a evacuar a su personal

Los grandes bancos occidentales comienzan a evacuar a su personal de Tokio

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Los principales bancos extranjeros con presencia en Tokio están evacuando a su personal por el riesgo de contaminación nuclear.

Citigroup, BNP Paribas, Standard Chartered, Deutsche Bank o Morgan Stanley ya han sacado a personal extranjero de la isla, según han fuentes informadas. En total, los expatriados suponen aproximadamente el 10% de los trabajadores de la banca extranjera, pero ocupan los cargos de más responsabilidad, por lo que su marcha podría tener un impacto tangible.

"La presencia de los trabajadores extranjeros de la banca es escasa sobre el terreno y dependiendo de lo que tarden en regresar, podría haber implicaciones", ha señalado un responsable bancario. "Cada vez que los extranjeros se marchan de Japón, nunca regresan en la misma cantidad", dijo.

Un síntoma del éxodo de los expatriados es el auge en las operaciones de las compañías de vuelos privados, que han incrementado significativamente sus precios. Un vuelo para trasladar a 14 personas de Tokio a Japón puede llegar a costar más de 160.000 dólares (unos 115.000 euros).

¿Normalidad?

En cualquier caso, los bancos aseguran de cara a la opinión pública que el funcionamiento sigue siendo normal. "Estamos vigilando el desarrollo de la situación, pero ahora mismo todo funciona como siempre", ha afirmado un portavoz de Standard Chartered. También Citigroup, JP Morgan y Morgan Stanley han confirmado a Reuters que siguen operando con normalidad.

En privado, los trabajadores de alto nivel de la banca reconocen desde Tokio que nada funciona "como siempre" debido a los problemas en las comunicaciones, los apagones programados o la ausencia de personal. "Ha sido casi imposible mantener las operaciones de inversión desde el terremoto", ha señalado otro trabajador de la banca desde Hong Kong.

Pérdidas del 2% en el Ibex 35

Pérdidas del 2% en el Ibex 35: repentina caída vertical en las bolsas mundiales

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Brusco y repentino movimiento tanto en Europa como en Wall Street. El Ibex 35 baja más del 2% y pierde los 10.100 puntos después de que Günther Oettinger, comisario europeo de Energía, haya dicho que espera "eventos catastróficos en las próximas horas". Oettinger ya dijo ayer que la nuclear de Fukushima estaba fuera de control usando la palabra "apocalipsis".

"Los principales índices europeos siguen mostrándose incapaces de moverse al alza pese a la fuerte sobreventa fruto de las últimas y verticales caídas. Esta sobreventa pide a gritos ser aliviada con un rebote y, de hecho, eso sería lo más normal en próximas sesiones", señala Joan Cabrero, analista de Bolságora.

Pero, de momento, los bajistas siguen al mando. "Los patrones de giro bajista que han confirmado multitud de curvas de precios estos últimos días todavía no han alcanzado ni siquiera sus objetivos de caída mínimos. Todo apunta a que, rebotes la margen, la fase bajista todavía podría seguir teniendo recorrido e invita a seguir teniendo una baja exposición en el mercado", según Cabrero.

El de ayer fue un día para el olvido en las bolsas de todo el mundo, con importantes caídas en Wall Street, que pierde soportes considerables, igual que ha sucedido en Europa. Con la tendencia alcista terminada, sólo queda la bajista o el lateral.

Las empresas pasan apuros por la escasez de ejecutivos

Las empresas pasan apuros por la escasez de ejecutivos en América Latina

Por Paulo Trevisani

La escasez de gerentes se ha convertido en un obstáculo considerable para las empresas que están intentando ingresar o expandirse en los países latinoamericanos de rápido crecimiento, aseguran los cazatalentos y reclutadores de distintas industrias.

El fortalecimiento de las monedas locales y un boom económico están atrayendo a ejecutivos a trabajar a la región, pero la cantidad es demasiado pequeña para calmar la creciente demanda de gerentes en varios países desde México a Argentina.

Algunas compañías han tenido que postergar proyectos, incrementar las inversiones en los programas de capacitación interna y gastar más en salarios y remuneración para retener a los empleados, de acuerdo con responsables de recursos humanos.

Luciano Siani, jefe de recursos humanos globales de Vale SA de Brasil, una de las mayores mineras del mundo, dijo que con la apreciación del real brasileño, se ha vuelto más asequible ofrecer un salario de entre US$100.000 y US$120.000 que, dice, es atractivo para los profesionales que acaban de graduarse de una maestría de administración de empresas (MBA) de las mejores escuelas de negocios.

Sin embargo, "hay una falta de disposición por parte de los directores de proyectos de mayor rango" de adaptarse a los planes de expansión de la compañía, señaló el ejecutivo. Como consecuencia, empresas como Vale se han visto forzadas a ascender a ejecutivos más jóvenes a ese tipo de posiciones. "Para dirigir un proyecto de US$3.000 millones, uno busca ejecutivos de entre 40 y 45 años que ya hayan liderado dos o tres proyectos importantes", explicó. Pero últimamente Vale ha estado ascendiendo a los ejecutivos de treinta y tantos y está intensificando la capacitación interna para que puedan ser seleccionados antes para una posición superior.

Vale, que registró ganancias de US$17.260 millones en 2010, invertirá alrededor de US$100 millones este año en sus programas de capacitación global, entre 30% y 50% más que el año pasado, dijo Siani.

En general, dice John Byrne, director en la filial de Chile de la firma cazatalentos Boyden Global Executive Search, un director de proyecto en el sector minero gana entre US$350.000 y US$400.000 al año en América Latina (antes de impuestos), en comparación con US$300.000 a US$350.000 hace un año. De su estimado, 30% está pagado en bonificaciones, sin incluir las opciones sobre acciones.

En el sector financiero, es difícil encontrar analistas y administradores de portafolio en Brasil, dijo Paulo Silvestri, socio de Rio Bravo Investimentos, una empresa de valores con sede en São Paulo y con inversiones en infraestructura, logística y otros sectores. A fines de febrero viajó a Nueva York para, entre otras cosas, reunirse con dos brasileños recién egresados de maestrías en escuelas estadounidenses que estaban considerando volver a su país de origen.

Lo habitual era que los profesionales latinoamericanos emprendieran una carrera internacional después de graduarse de una maestría en el extranjero, pero esta tendencia se ha revertido, dice Silvestri.

El real brasileño ha subido cerca de 25% frente al dólar en los últimos cuatro años, mientras que el peso chileno ha ganado 11%; el sol peruano, 18%, y el peso colombiano, 19%, señal de una tendencia que se propaga por América Latina.

Pero no todo el mundo se está quejando. El principal ejecutivo de recursos humanos de Citigroup Inc. para América Latina, José Martí, dijo en un email: "Citi no ha experimentado ninguna dificultad hasta ahora para cubrir sus posiciones de alto perfil en América Latina".

Ben Bernanke cambia la sintonía de la Fed

Ben Bernanke cambia la sintonía de la Fed

A la hora de hablar en público de la inflación, 'subyacente' se ha vuelto una palabra tóxica.

Por Sudeep Reddy y Michael S. Derby

A medida que suben los precios de la gasolina en Estados Unidos, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, está cambiando el tono cuando habla en público de la inflación, en parte para evitar las críticas de que los presidentes de los bancos centrales no están al tanto de las penurias por las que pasan los consumidores.

Mientras que el encarecimiento de los alimentos y la gasolina está afectando a los consumidores, sus apuros no quedan reflejados en la inflación "subyacente", la medida de referencia a la que suele recurrir la Fed y que excluye los precios de los alimentos y la energía. Esto se debe a que la inflación subyacente suele ser un vaticinador útil para los próximos dos años, período al que se refieren como el mediano plazo y que es clave a la hora de definir las políticas monetarias.

[Bernanke] Zuma Press

Ben Bernanke

Pero ese enfoque ha suscitado críticas en el sentido de que los funcionarios del banco central no tienen en cuenta la realidad económica, como si ellos no comieran ni condujeran.

Ahora, Bernanke le está dando un giro a su estilo de comunicación. Durante los dos días de comparecencia este mes ante el Congreso, el presidente de la Fed no utilizó las palabras "inflación subyacente" cuando explicó las políticas y objetivos del banco central. En vez de citar una medición específica, enfatizó los plazos que maneja la Fed. "La inflación puede variar considerablemente en el corto plazo", dijo al comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes. "Nuestro objetivo es llegar a una inflación baja y estable en el mediano plazo", explicó.

Bernanke enfatizó la importancia de mirar más allá de las alzas de corto plazo de los precios cuando se define la política de la Fed. Los precios más altos de los alimentos y de la energía no representan un problema para la inflación general a menos que provoquen también incrementos sostenidos en otros precios al consumidor, explicó.

"Fue una elección de palabras inteligente y políticamente motivada", dijo Laurence Meyer, ex gobernador de la Fed y que ahora se desempeña como vicepresidente de la consultora Macroeconomic Advisers. "Comunica exactamente el mismo mensaje. Probablemente redujo la intensidad de las preguntas que hubiera recibido si hubiese enfatizado la inflación 'subyacente'", una palabra que, según Meyer, se ha vuelto "tóxica".

El cambio sutil se produce en un contexto en que los precios del petróleo, el trigo y otras materias primas suben debido a las crecientes interrupciones del suministro y de la demanda a nivel global. El crudo registra un alza de 20% en el último mes a aproximadamente US$101 el barril, aunque el martes cayeron.

La inflación general fue de 1,6% en los doce meses que terminaron en enero, de acuerdo con el índice de precios al consumidor del Departamento del Trabajo. Pero luego de excluir los incrementos de los alimentos y de la energía, la inflación subyacente fue de 1% en el mismo período.

Las acciones de EE.UU. caen por la crisis

Las acciones de EE.UU. caen por crisis en Japón y Bahréin

Por Brendan Conway
Dow Jones Newswires

NUEVA YORK—Las acciones en Estados Unidos caían el miércoles temprano debido a que los inversionistas siguen atentos a la crisis nuclear en Japón y a la creciente violencia en Bahréin, al tiempo que analizan la mayor caída mensual en los inicios de construcción de viviendas en cerca de 27 años.

Hace unos momentos, el Promedio Industrial Dow Jones perdía 61 puntos, o 0,5%, a 11.793, mientras que el índice Compuesto Nasdaq descendía 6 puntos a 2.660 y el índice Standard & Poor's 500 retrocedía 5 puntos a 1.277. IBM encabezaba los descensos del Dow con una caída de 2%, seguida por Microsoft, que perdía 1,3%.

En medio de una ola de negativas noticias en el extranjero, la construcción de viviendas en Estados Unidos se desplomó en febrero y los permisos de construcción establecieron un mínimo récord, una señal de que el atribulado sector es una fuente clave de debilidad para la economía del país.

"Hay un componente de empleo en los inicios de construcción de viviendas. Con la falta de nuevas viviendas, el efecto multiplicador parece estar muerto", dijo John Brady, vicepresidente senior de MF Global.

Los acontecimientos en el extranjero probablemente ensombrecerán las cifras económicas estadounidenses, a medida que los inversionistas evalúan la crisis en Japón y el creciente conflicto en Bahréin.

En Japón, el índice Nikkei cerró el miércoles con un ascenso de 5,7% y recuperó así parte del 17% perdido en las dos sesiones previas. Los operadores se mantenían atentos a la actual crisis en la dañada central nuclear de Fukushima Daiichi. En tanto, el Banco de Japón nuevamente inyectó liquidez el miércoles.

Los mercados también están atentos al aumento de las tensiones políticas en Bahréin, donde funcionarios de gobierno declararon estado de emergencia en medio de la escalada de violencia desatada el martes.

En otros datos económicos que se dieron a conocer el miércoles en la mañana en Estados Unidos, los precios mayoristas aumentaron el mes pasado gracias a los mayores precios de los alimentos y la energía; sin embargo, el índice de precios al productor subyacente aumentó sólo levemente. Una tercera publicación de cifras mostró que las exportaciones estadounidenses de petróleo y alimentos ayudaron a reducir el déficit de cuenta corriente a fines de 2010.

Las acciones estadounidenses cerraron el martes con pérdidas, pero lejos de sus peores niveles, gracias a los alentadores comentarios de la Reserva Federal. El Dow retrocedió 137,74 puntos, o 1,2%, a 11855,42, mientras que tanto el Standard & Poor's 500 como el Nasdaq cedieron más de 1%.

Entre las acciones que captan la atención, la aseguradora Ace subía 0,8% luego que la compañía anunciara que espera pérdidas después de impuestos para el primer trimestre relacionadas con el terremoto en Japón en torno a los US$200 millones a US$250 millones.

Las acciones de Weatherford caían 1% luego que la compañía de servicios petroleros atribuyera a las interrupciones en Medio Oriente y el norte de África y problemas climáticos la reducción en su proyección de resultados del primer trimestre.

Tras los débiles datos de viviendas, PulteGroup descendía 0,6%, Lennar bajaba 1,6% y Toll Brothers perdía 0,4%.

Rambus sumaba 5,4% tras anunciar que Toshiba renovó un acuerdo de licencia por cinco años.

YRC Worldwide retrocedía 17% tras anunciar que no cumplió un plazo en su proceso de reestructuración e indicar la posibilidad de buscar protección ante quiebra.

Pacific Sunwear bajaba 14% tras proyectar pérdidas mayores a lo previsto para el primer trimestre.

Se agrava la crisis nuclear en Japón

Se agrava la crisis nuclear en Japón

Por Yuka Hayashi y Andrew Morse
The Wall Street Journal

TOKIO (EFE Dow Jones)—Los esfuerzos por extinguir el incendio de combustible gastado en la central nuclear de Fukushima se vieron frustrados el miércoles después de que los niveles de radiación obligaran a cancelar un plan de lanzar agua desde un helicóptero sobre la central causante de la crisis nuclear que vive Japón.

Además, las autoridades dijeron que el combustible en una piscina de combustible gastado de uno de los reactores parecía estar calentándose, lo que agravaría el problema.

El miércoles, las autoridades temían que el contenedor que rodea al reactor número 3 se hubiera agrietado. Sus temores surgieron tras declararse un incendio y aumentar la radiación alrededor del reactor durante la mañana, lo que suscitó el temor a que hubiera daños en el reactor y a una eventual fuga de radiación.

Pero después las autoridades redujeron la importancia del daño al contenedor y pasaron a centrarse en la piscina, situada en la parte superior del edificio que rodea al reactor. El combustible gastado de la unidad número 3 parecía estar calentándose, dijeron.

En el sexto día de crisis en el complejo nuclear Daiichi de Fukushima que tiene en vilo al mundo y ha reabierto el debate nuclear en todo el mundo, el operador de la planta, Tokyo Electric Power Co., dijo que estaba contemplando rociar con agua los reactores 3 y 4 para intentar enfriarlos y frenar la emisión de niveles peligrosos de radiación.

Un portavoz de Tepco indicó que había helicópteros de las Fuerzas de Autodefensa japonesas preparados para lanzar agua a los reactores. Pero tras sobrevolar la zona con otro helicóptero de supervisión con el fin de medir los niveles de radiación sobre la central, se canceló el plan debido a los niveles excesivos de radiación, dijo el portavoz del Gobierno japonés, Yuko Edano.

Los últimos acontecimientos sugieren que el desastre en las instalaciones nucleares está lejos de resolverse. La planta lleva días emitiendo radiación a niveles que generalmente no supondrían amenaza para la salud humana, fuera del perímetro del complejo nuclear.

Hasta ahora, la atención de la crisis se ha centrado en los dañados reactores nucleares, al borde de un sobrecalentamiento catastrófico. Antes de declararse los incendios en el reactor 4, las autoridades parecían estar comenzando a tener éxito en la refrigeración de los reactores bombeando agua del mar en ellos.

Pero el martes, las autoridades se vieron obligadas a centrar su atención en las piscinas de combustible gastado del complejo. Éstas se utilizan para almacenar varillas de combustible gastado que ya no se utilizan pero siguen siendo muy radiactivas y deben enfriarse también.

El nivel del agua que cubre las varillas bajó drásticamente al menos en una de las piscinas, lo que obligó a las autoridades japonesas a inyectar más agua. Las temperaturas también estaban aumentando en al menos otras dos piscinas, que había que vigilar, según el Gobierno. Es fundamental que las varillas gastadas permanezcan cubiertas de agua porque, de lo contrario, pueden emitir dosis letales de radiactividad.

Los servicios médicos han comprobado los niveles de radiación en unas 150 personas de los alrededores de la central de Fukushima. Las autoridades han tomado medidas para descontaminar a 23 personas, según la Agencia Internacional de la Energía Atómica.

Se evacuó a la población en un radio de unos 20 kilómetros de la central, así como a todo el personal del complejo no esencial para la solución de la crisis.

Hasta el martes, cuando se declaró el fuego en el reactor 4, las autoridades habían estado intentando sobre todo enfriar los otros reactores que estaban funcionando cuando se produjo el terremoto.

Los intentos provocaron reacciones químicas que causaron explosiones en los edificios de cada reactor. La AIEA indica que las autoridades japonesas creen que las vasijas de contención con material radiactivo de los reactores 1 y 3 están intactas. Pero el estado de la vasija de contención del reactor 2 no está claro.

El operador de la central, Tepco, dijo en 2009 al Gobierno que había diseñado el complejo para que no se produjeran filtraciones de radiación. En esa presentación, colgada en una página web del Gobierno, Tepco decía que las medidas de seguridad suspenderían las operaciones en los reactores, los enfriarían y los sellarían sin que hubiera peligro de escape de radiación. "Incluso con un gran terremoto, la planta ha sido diseñada de manera que no haya impacto de radiación a su alrededor", aseguraba Tepco en la presentación a la Comisión de Seguridad Nuclear.

Japón suma un nuevo riesgo

Japón suma un nuevo riesgo para el repunte de la economía global

Por Mark Whitehouse y Patrick Barta

Las crecientes dudas sobre la capacidad de Japón para contener y sobreponerse rápidamente a un desastre nuclear estremecieron los mercados financieros y la economía mundial el martes. La situación subraya un cambio abrupto en los riesgos que afronta la recuperación global.

Mientras la tercera economía del mundo enfrentaba temores cada vez más agudos sobre la posibilidad de una contaminación radioactiva general e imponía restricciones como el racionamiento eléctrico, compañías desde la automotriz alemana BMW AG al fabricante estadounidense de aviones Boeing Co. se preparaban para posibles interrupciones en sus cadenas de suministro. En los mercados globales, las bolsas y los precios de las materias primas cayeron y las monedas fluctuaron violentamente en medio de las incertidumbres en torno a Japón y una escalada de las tensiones en Medio Oriente.

"El mundo se está convirtiendo rápidamente en un lugar que infunde más temor", dijo Torsten Slok, economista jefe internacional de Deutsche Bank Securities en Nueva York. "La reacción de los inversionistas ciertamente puede amplificar el impacto sobre la recuperación".

Luego de un derrumbe de 10,5% en el índice Nikkei de Japón el martes, el Promedio Industrial Dow Jones retrocedió 297 puntos para luego repuntar y cerrar con una caída de 137,74 puntos en 11.855,42 puntos. El Nikkei acumula un descenso de 17,5% desde el terremoto del viernes.

[exportaciones]

Los precios del petróleo para entrega en abril cayeron 4% en Nueva York para ubicarse en US$97,18 el barril mientras que el cobre también declinó ante las previsiones de una menor demanda de Japón. En tanto, el costo de asegurarse contra una cesación de pagos del gobierno japonés subió 51% con respecto a la semana pasada, en medio de las preocupaciones sobre cómo Japón, el país desarrollado más endeudado del mundo, hará frente a los costos de la reconstrucción.

Todo esto deja de manifiesto lo mucho que ha cambiado el panorama de la economía global desde comienzos del año, cuando la principal inquietud era determinar el impacto de la inflación en los países emergentes y los problemas de deuda en Europa sobre una recuperación que avanzaba a paso firme liderada por la industria manufacturera. Ahora, los economistas y las empresas tratan de evaluar las ramificaciones de la crisis en Japón y la agitación en Medio Oriente y el norte de África sobre ámbitos tan variados como la producción automotriz y el precio de los semiconductores.

Las malas noticias abundaron el martes en Japón y alrededor de Asia, sembrando dudas sobre la capacidad de Japón de recuperarse del desastre tan rápido como se esperaba.

Las automotrices japonesas y otras empresas extendieron los cierres de sus plantas durante varios días, lo que podría trastocar la entrega de productos como los autos y los chips de memoria flash que van dentro de los iPhones y iPads. Miles de turistas han cancelado vuelos desde y hacia Japón. La aerolínea taiwanesa EVA Airways anunció, por ejemplo, la cancelación de 56 vuelos entre Japón y Taiwán, algunos hasta finales de junio.

La brusca caída en la demanda de una materia prima, el caucho, llevó a los líderes regionales de la industria a convocar a una reunión sobre el tema.

Changyong Rhee, economista jefe del Banco Asiático de Desarrollo en Manila, Filipinas, manifestó, en todo caso, que las compañías asiáticas tienen suficiente flexibilidad para ajustarse a la mayoría de circunstancias que les depare Japón.

Mientras más duren las interrupciones en Japón, mayor será el efecto en las cadenas de suministro de los fabricantes globales. Japón es el cuarto mayor exportador del mundo y representa 14% de los envíos de productos automovilísticos y 60% del silicio que se utiliza para fabricar chips. El martes, los precios de los componentes para algunas computadoras habían subido hasta 10%.

"Mi negocio se verá bastante afectado", contó Y.T. Chong, director gerente de Eita Electric, una compañía malaya que provee interruptores automáticos y otros productos para edificios altos. Muchos de los componentes se fabrican en dos plantas en Japón. "No puedo comprarlos de otro país porque son artículos que se venden bajo una reconocida marca japonesa y tienen que venir de Japón", explicó. Agregó que dos envíos valorados en US$200.000 están detenidos indefinidamente por problemas en el puerto de Yokohama en Japón entre otros temas.

En Alemania, BMW trata de determinar cuándo tendrá que sufrir interrupciones en su cadena de suministro, indicó su jefe de adquisiciones Herbert Diess.

Aunque la automotriz alemana tiene un buen stock de la mayoría de las piezas que recibe directamente de Japón, la situación de proveedores indirectos de componentes electrónicos para paneles digitales y sistemas de navegación, por ejemplo, es más incierta. En Estados Unidos, Boeing ya ha señalado que la producción de aviones podría verse afectada si las interrupciones en los proveedores de partes duran varias semanas.

Aunque la devastación y las muertes causadas por el terremoto y tsunami se limitan a pocas zonas de Japón, los coletazos económicos son nacionales.

La logística de los proveedores se ha visto severamente alterada debido a restricciones a la circulación de vehículos de carga en las carreteras así como recortes impredecibles de electricidad que hacen difícil planificar.

Mientras tanto, la sombra de una crisis nuclear está provocando que muchas compañías se resistan a pedirle a su personal que se reporte para trabajar hasta que la situación se aclare.

En un ejemplo del alcance nacional del problema, el fabricante de autos Mazda Corp. informó el martes que estaba suspendiendo las operaciones de todas sus plantas en Japón hasta el 20 de marzo. Honda Motor Co. cerró sus fábricas hasta el domingo al paso que Nissan Motor Co. no reabrirá cuatro plantas hasta el miércoles y otras dos hasta el viernes.

Toyota Motor Co., la mayor automotriz del mundo, confirmó cierres de plantas hasta el miércoles y anunció que la producción perdida asciende a 40.000 vehículos. Toyota también ha suspendido las horas extra en algunas plantas en América del Norte como precaución en caso de que haya una interrupción en el suministro de partes.

Uno de los mayores dolores de cabeza para los gerentes de plantas el racionamiento de electricidad, que podría durar hasta finales de abril, según Tokyo Electric Power Co. Los economistas de la consultora estadounidense IHS Global Insight estiman que 10% de la generación eléctrica de Japón podría quedar suspendida durante los próximos meses.

La crisis de Japón aumentaría las compras de ciertos productos. Las siderúrgicas de India Essar Steel Ltd. y Steel Authority of India Ltd. prevén que las exportaciones de acero terminado a Japón den un salto en los próximos meses a medida que el país se recupera y algunos propietarios de edificios de madera en la costa de Japón los reemplacen con estructuras más firmes. Thai Union Frozen Products PCL, uno de los mayores productores de atún enlatado del mundo, proyectó un alza de las ventas a Japón debido a los daños sufridos en las áreas donde se procesan los mariscos.

Se espera, asimismo, que el desastre japonés haga que las empresas de todo el mundo se replanteen sus planes de contingencia y su vulnerabilidad a los impactos externos. China ya está trabajando para incrementar la sofisticación de los bienes que puede producir internamente y depender menos de las firmas extranjeras.

[Japon]

¿Por qué los japoneses no lloran?

¿Por qué los japoneses no lloran?

Supervivientes en Kesennuma. | Efe.

Supervivientes en Kesennuma. | Efe.

Miguel A. Cristóbal Carle | Madrid


Llama la atención. Durante los últimos días hemos sido bombardeados con imágenes de los daños causados por el terremoto (los terremotos) y el posterior tsunami en Japón: edificios, barcos, coches, fuego, inundaciones. Sin embargo, no hemos visto llorar, no hemos visto muertos, ni sufrimiento. Pero, ¿es que los japoneses no lloran?

Cuentan que el fotógrafo Richard Avedon quiso fotografiar a los Duques de Kent y no conseguía provocar una muestra de tristeza en sus rostros hablando de tragedias humanas pero dicen que si lo consiguió hablando del atropello de un perro camino del hotel donde se realizaron las fotografías. ¿De qué hablamos? ¿Cómo explicamos esto? Hablamos de diferencias culturales.

La cultura de quien mejor se esconde es de uno mismo. Todo lo que nosotros estamos observando en el comportamiento de la población japonesa, de quien mejor se esconde es de ellos mismos. Si preguntamos a un ciudadano japonés por qué no vemos tragedias, muerte y desesperación, como vimos en Haití, en las matanzas de la mafia en México o incluso tras el tsunami en Tailandia, se mostrará asombrado. Para su cultura es lo normal, lo esperable.

Los británicos son conocidos por controlar sus emociones, positivas y negativas, es lo correcto, lo educado, "lo proper". Los japoneses contienen solo sus emociones negativas por una razón: el respeto, no ofender a quienes les rodean. Nuestras emociones, nuestro dolor puede importunar o aumentar el dolor del otro y la cultura japonesa se basa en el respeto al prójimo y en el buen funcionamiento del grupo.

Sufrimiento interior

En la mitología japonesa, todos los comportamientos que resultan en relaciones positivas con los demás son premiados mientras que las acciones individualistas o antisociales son condenadas. Exteriorizar el sufrimiento implica cargar de energía negativa a quienes nos quieren o simplemente nos rodean. Por eso no vemos imágenes de muertos ni de sufrimiento. Por eso, desde nuestra cultura latina observamos asombrados lo que no entendemos, la contención a la hora de expresar sentimientos negativos como la tristeza y el dolor.

Pero el sufrimiento se lleva por dentro y mora dentro de cada japonés igual que moraría en cualquiera de nosotros. Prueba de ese sufrimiento son las únicas imágenes de dolor que hemos visto, las de niños, incluyendo una niña que sí que lloraba cuando observaba desde un puente como una inmensa ola arrasaba su pueblo. Hablando con un amigo japonés me comentaba que las nuevas generaciones si que están aprendiendo a llorar también por fuera. ¿Fruto de la globalización?

Japón no logra enfriar los reactores

Japón no logra enfriar los reactores

Imagen del estado del reactor número 4. | Reuters

Imagen del estado del reactor número 4. | Reuters

  • El reactor 3, el más peligroso porque es el único en el que se utiliza plutonio
  • El sistema informático para medir la propagación de la radiactividad deja de funcionar
  • Se ha barajado la posibilidad de solicitar la intervención de las fuerzas militares de EEUU
  • A los técnicos de la central les preocupa el aumento de la temperatura cerca del núcleo
  • Se estima que un 70% de las barras de combustible nuclear han resultado dañadas

ELMUNDO.es | Agencias | Madrid | Tokio


La información de última hora en Fukushima indica que cuatro de los seis reactores están tocados, algunos de forma muy grave. Los reactores 1, 2 y 3 tienen parte del núcleo al descubierto.

Esto significa que el combustible nuclear está expuesto y por tanto carece de la refrigeración adecuada para evitar que el proceso de fusión avance. Si esto ocurre, la reacción puede ser incontrolable y podría fundirse totalmente el núcleo del reactor.

Explosiones, fusiones parciales del núcleo, incendios, expulsión de partículas radiactivas a la atmósfera... Los seis reactores que configuran la central japonesa, con graves problemas desde el terremoto del viernes, siguen su camino hacia la catástrofe nuclear. Y lo que muchos intentaban controlar se va de las manos.

La situación de los reactores es "gravísima". El reactor número 1, el primero que explotó, se encuentra sin refrigeración, se ha producido una fusión parcial del núcleo y su vasija está dañada.

El 2, uno de los más afectados, no tiene prácticamente refrigeración, mientras que su vasija de contención resultó dañada tras la explosión de hidrógeno que se produjo en la madrugada del martes. Los reactores 5 y 6 también viven problemas de refrigeración ya que la temperatura de sus piscinas se ha incrementado considerablemente, aunque se encuentra en niveles normales.

El 3, el más peligroso

Pero, sin lugar a dudas, el reactor más peligroso es el 3. Es el único de la planta en el que se utiliza plutonio, mucho más nocivo que el uranio. Dañado por una explosión desde el lunes, tiene graves problemas de refrigeración, ha producido una fusión parcial del núcleo y su sistema de contención está dañado, por lo que ha expulsado partículas radiactivas a la atmósfera, lo que junto al escape del reactor 2 ha elevado los niveles de radiación hasta los 100 milisievert por hora, por lo que las labores de refrigeración se han parado hasta que desciendan dichos niveles.

En este reactor se han medido tasas de dosis muy elevadas (400 milisievert) junto a una de las paredes del edificio del reactor. Estos valores podrían estar relacionados con la situación en la que se encuentra el núcleo del reactor, que está descubierto, con su recinto de contención o con el estado de la piscina de combustible tras la deflagración sufrida.

El 4, en estado crítico

Por su parte, el reactor 4, que se encuentra en estado "crítico", según la compañía TEPCO. Desde ayer se han producido dos incendios y la piscina que enfría las barras de combustible está completamente vacía.

Tal es la situación que el Gobierno ha ordenado a la empresa inyectar agua en la piscina "tan pronto como sea posible para evitar un desastre nuclear importante".

Aunque las llamas en el reactor 4 fueron controladas rápidamente, la detonación provocó dos orificios de ocho metros cuadrados en el muro del edificio exterior del reactor, dejando en contacto con el aire la piscina de combustible. Además, el techo se ha agrietado.

En resumen, se estima que un 70% de las barras de combustible nuclear han resultado dañadas, de las que un 33% pertenecen al reactor 2. Además, se cree que los núcleos de los reactores se han fusionado parcialmente ante la falta de refrigeración.

Medidas contra la radiación

Ante el aumento de la radiación y pese a que las autoridades han permitido niveles de hasta 250 milisievert para los trabajadores, la central obligó a evacuar a los últimos empleados que permanecían en el recinto, que regresaron horas después. En total son 50 trabajadores los que entran que se van rotando cada cierto tiempo para no verse demasiado expuestos a la radiación. Durante ese tiempo, las operaciones para enfriar los reactores se paralizaron.

Un helicóptero ha estado sobrevolando la zona con carga de agua para poder enfríar el reactor dañado, pero los altos niveles de radiactividad han impedido cumplir el objetivo. El segundo intentó se realizará con cañones de agua apuntando directamente a los reactores.

Las medidas tomadas por el Gobierno de momento han incluido la evacuación de los ciudadanos en un radio de 20 kilómetros, el establecimiento de una zona de exclusión aérea de 30 kilómetros y la petición a los vecinos de Fukushima que se queden en casa y no salgan a la calle.

Pero, los problemas no sólo parten de la central. La escasez de energía tras el seísmo ha obligado a realizar cortes de luz en determinadas horas del día, momentos en los que el sistema informático utilizado para medir la propagación de la radiactividad en torno a Fukushima deja de funcionar.

La Agencia de Seguridad Nuclear japonesa no cuenta con que el sistema vuelva a funcionar al cien por cien, puesto que muchos de los puntos de medición no funcionan por culpa de los cortes de energía.

En este contexto, el jefe del Gabinete japonés, Yukio Edano, ha admitido que podría ser necesario la ayuda de terceros países. Así, ha barajado la posibilidad de solicitar la intervención de las fuerzas militares estadounidenses para atender la emergencia, desatada tras el terremoto de nueve grados en la escala de Richter que el pasado viernes azotó la costa nororiental.

A pesar de esta advertencia, Edano ha dicho que los niveles de la radiación liberada a la atmósfera, no suponen un riesgo inmediato para la salud. También ha solicitado a la población que mantenga la calma y frene la compra compulsiva de combustible, ya que esto podría provocar un desabastecimiento general que empeoraría la ya de por sí grave situación que atraviesa el país.

Por su parte, el emperador de Japón, Akihito, se ha dirigido en un discurso televisado al país. Cinco días después del grave seísmo y posterior tsunami, ha pedido calma. A través de la cadena de televisión pública NHK, Akihito, de 77 años, ha dicho al pueblo nipón que reza por "el bienestar del máximo número de supervivientes posible tras el desastre". A su vez, ha explicado que los problemas en los reactores nucleares de Japón son impredecibles.

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