miércoles, mayo 18, 2011

Anne Sinclair, la mujer fuerte tras Strauss-Kahn

DPA: Anne Sinclair, la mujer fuerte tras Strauss-Kahn

HERRAMIENTAS
Foto: Picture alliance/ ZP

PARÍS (dpa) – Sacrificó su carrera por él, y desde entonces siempre lo ha respaldado: Anne Sinclair estaba en lo más alto de su trayectoria profesional cuando hace más de 20 años se enamoró del entonces desconocido Dominique Strauss-Kahn.

Él fue invitado a su programa de debates, y pronto fue apodado “Monsieur Sinclair”. Ahora, en cambio, es más bien ella a la que se conoce como “Madame Strauss-Kahn”.

Hasta ahora, Anne Sinclair había soportado con serenidad que su marido sintiera cierta inclinación por otras mujeres, e incluso lo había protegido de las críticas. Pero nadie sabe qué sentirá ahora que el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) está detenido en Estados Unidos por acusaciones de acoso sexual.

“No he creído ni un segundo en las acusaciones contra mi marido. No tengo dudas de que su inocencia será demostrada”, fue su escueto comentario pocas horas después del arresto de Strauss-Kahn. En aquel momento aún estaba en París, pero inmediatamente tomó un vuelo a Nueva York.

Bien distinto era el tono que utilizó cuando en 2008 salió a la luz un affaire de su marido con una empleada húngara del FMI. El caso estuvo a punto de costarle el puesto a Strauss-Kahn, que un año antes había tomado el relevo del español Rodrigo Rato al frente del organismo. Pero en aquel entonces, los asesores de su marido recomendaron a Sinclair que pusiera punto final al asunto con un par de líneas emocionales en su blog. Y ella escribió que algo así podría suceder en cualquier matrimonio. Pero “nosotros nos queremos como el primer día”. Sonaba patético, y probablemente lo era.

DSK, como se conoce a Strauss-Kahn en Francia, dio con un buen partido cuando comenzó su relación con la estrella televisiva Anne Sinclair. Ambos tenían matrimonios a sus espaldas, ella con un periodista y él con su amor de juventud, una experta en relaciones públicas.

Foto: Susana González/ dpa

Entre ambos sumaban seis hijos. Pero Anne era famosa, rica e inteligente. Su abuelo, Paul Rosenberg, era uno de los marchantes de arte más importantes de la primera mitad del siglo XX y le dejó una parte de su valiosa colección.

Anne Sinclair no necesitaba ningún trabajo para ganar dinero, pero se hizo periodista por vocación. Su programa “Sept sur Sept”, que se transmitía en las tardes del domingo, era una de las emisiones de referencia en Francia sobre la actualidad política. Hasta que la carrera de Strauss-Kahn despegó y ella dejó de lado la suya.

Entre tanto, la pareja vive a caballo entre su lujosa casa de la Place des Vosges en París, otra de ladrillo en Washington y una residencia de vacaciones en Marrakech. Sinclair escribe de vez en cuando en su blog o para medios franceses, y da la impresión de que acariciaba cada vez más la idea de convertirse en primera dama de Francia.

Como debido a su trabajo en el FMI DSK no puede expresarse sobre la política en su país y se retrasaba el anuncio de su candidatura a la Presidencia del Estado, en París todo lo que decía Sinclair se tomaba al pie de la letra. “Cuando ella habla, se escucha a DSK”, resumió la revista “L’Express”.

Y ahora, muchos franceses esperan ansiosos qué más dirá Sinclair sobre las acusaciones contra su marido. Según publicó “Le Monde”, Strauss-Kahn la llamó cuando iba de camino al aeropuerto y le habló de un “grave problema”.

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