Honduras: Triunfó la legalidad

Honduras: Triunfó la legalidad

Por Edgardo Rodríguez

El Heraldo, Tegucigalpa

Con la firma del Acuerdo de Cartagena se cierra un capítulo de la crisis política del 2009. Cabe destacar que en las imágenes que se difundieron de ese evento fue evidente la cara de tristeza y desencanto mostrada por Manuel Zelaya.

La cara desencajada de Zelaya contrastó con el intento de los voceros de su movimiento quienes desplegaron un tímido esfuerzo mediático para declararse triunfadores de la lucha por la democracia librada en el año 2009. Sin embargo, al leer detenidamente cada párrafo del acuerdo fácilmente se deduce que el ganador de ese enfrentamiento político fue la Constitución del país, el estado de derecho y el sistema democrático.

El artículo primero señala que "todas las decisiones se enmarcarán en el cumplimiento de la Constitución y las leyes", este mandato tiene una clara dedicatoria a Zelaya y sus seguidores, a quienes se les recuerda una vez más que en su accionar político se deben apegar al marco jurídico del país, cuya violación originó la destitución del caudillo terrateniente olanchano.

El acuerdo es reiterativo en el cumplimiento de la ley, es un recordatorio a Zelaya y su élite política, quienes violaron la Constitución y las leyes al administrar el país sin la aprobación del presupuesto del 2009, al efectuar millonarias transferencias presupuestarias de varias instituciones del gobierno para financiar la cuarta urna. El documento firmado en Colombia es una clara advertencia de que el Presidente no tiene las atribuciones legales para convocar a una consulta popular para reformar la Constitución y mucho menos utilizar para ello al Instituto Nacional de Estadística. Se insiste en el respeto a la ley porque ningún mandatario está sobre ella, nadie puede desconocer los fallos que emiten instituciones fundamentales como el Ministerio Público, la Procuraduría de la República o los tribunales de justicia.

Por todo esto, Zelaya y su élite política saben que no han ganado nada, el asalto al poder que intentaron hace dos años por una vía ilegal les falló, ahora están obligados a intentarlo una vez más pero siguiendo las reglas de la democracia, como ya lo hizo Chávez, Correa y Morales, para una vez instalados en el poder desmantelar las instituciones democráticas y construir un régimen autoritario.