viernes, junio 24, 2011

El diálogo que sí fue

El diálogo que sí fue

Día con día

Héctor Aguilar Camín

Lo primero que hay que decir sobre el Diálogo por la Paz celebrado ayer en el Castillo de Chapultepec es que fue efectivamente un diálogo, un diálogo de una intensidad y una transparencia como creo que no habíamos visto en México entre un Presidente en funciones y un grupo de agraviados, adoloridos, elocuentes ciudadanos.

Ha sido una discusión genuina, a la vez profunda y clara, sobre el tema central de este momento de México: la estrategia del gobierno federal contra el crimen organizado y sus costos en violencia sin castigo y dolor sin consuelo, para usar la palabra que acabó calificando la caravana de Javier Sicilia, terminada hace unos días, por el territorio de las víctimas.

El discurso de las víctimas toca una fibra moral y emotiva ausente hasta ahora en el debate sobre la guerra contra el crimen organizado. Es un discurso que tiene nombres y apellidos, deudos de carne y hueso, lágrimas por pérdidas que tienen una fuerza de verdad inapelable.

El discurso de las víctimas apunta al gran hoyo de la ineficacia del Estado en su conjunto, en todos sus poderes y todos sus niveles, respecto de la protección y la seguridad de sus ciudadanos.

El diálogo tuvo la lógica encendida de una acusación y una defensa. La defensa del presidente Calderón, tanto en su parte leída como en su parte improvisada, fue de una intensidad equivalente al discurso de las víctimas: un examen público de conciencia.

Para muestra, un botón:

Dijo Sicilia: como representante de un Estado que no ha protegido a las víctimas, y como corresponsable de los 40 mil muertos de la guerra contra el crimen, el Presidente debía pedir perdón.

Coincidió el Presidente en que debía pedir perdón por no proteger la vida de las víctimas, “pero no por haber actuado contra los criminales que están matando a las víctimas… Prefiero que me juzguen, a veces creo que injustamente, la historia lo dirá, por haber actuado, que por haberme quedado quieto”.

El Diálogo por la Paz fue un momento de naturalidad democrática. Más allá de sus posibles consecuencias prácticas, entre las cuales puede decirse que quedó pactada una comisión de la verdad, fue una experiencia pedagógica y conmovedora.

Sicilia dio al Presidente un video con los testimonios de los familiares de las víctimas para que fuera exhibido y discutido en todas las escuelas de México. El video del Diálogo por la Paz celebrado ayer debería ser incluido en ese envío.

No hay comentarios.: