Josefina, al alza

Josefina, al alza, igual que Calderón

Leo Zuckermann

La noticia de este mes en las encuestas preelectorales de Consulta-Mitofsky es el crecimiento de Josefina Vázquez Mota. Primero entre los simpatizantes panistas. Hace tres meses, sólo 17% de aquellos encuestados que se sienten cercanos al PAN decían que preferían a la diputada como su candidata presidencial. Tres meses después, en mayo, ya suman 29 por ciento. De esta forma, Josefina se encuentra en el segundo lugar de las preferencias entre panistas, a tiro de piedra del primer lugar que sigue teniendo Santiago Creel con 37% de las predilecciones. De seguir con esta tendencia, Vázquez Mota rebasará este verano a Creel y se posicionará en el primer lugar de las preferencias entre simpatizantes del PAN.


Es importante destacar, sin embargo, que la población encuestada por Consulta-Mitofsky no es la misma que elegirá al candidato presidencial panista. Sólo los militantes y adherentes, que son alrededor de un millón 800 mil individuos en toda la República, tendrán derecho a votar. Y a la fecha no contamos con una encuesta representativa de esta población. No obstante, las encuestas de Consulta-Mitofsky sí son indicativas del ánimo que hay dentro de aquellos que se sienten cercanos al partido albiazul. Mientras que todos los candidatos prácticamente permanecen estancados en los mismos niveles de antes —puntitos más, puntitos menos—, Josefina está creciendo.
Su ascenso no es sólo entre panistas. También va al alza en los niveles de conocimiento de su nombre entre todo el electorado. En febrero de este año, 44% de la población reconocía su nombre. En mayo este porcentaje subió a 51 por ciento. Esto la pone en quinto lugar de todos los aspirantes presidenciales, por detrás de López Obrador (96% de reconocimiento de nombre), Peña Nieto (93%), Ebrard (76%) y Creel (65%).
Llama la atención que los números actuales de Vázquez Mota se parezcan a los que tenía, hace seis años, el panista que hoy despacha en Los Pinos. En mayo de 2005, 43% de la población reconocía el nombre de Felipe Calderón. Además se encontraba en segundo lugar entre los simpatizantes panistas como candidato presidencial favorito. Diez por ciento lo prefería y, más aún, era el que venía creciendo. Se trataba, en ese momento, igual que Josefina hoy en día, del outsider de Los Pinos. No caía bien en el círculo foxista que estaba en el poder, como hoy no cae bien Josefina en el equipo calderonista.
He dicho, y repito, que Josefina podría ser una buena opción para el PAN. Amén de muchas cualidades políticas que posee, creo que le ayudaría mucho ser mujer en la próxima contienda presidencial. Y es que no va a ser nada fácil que en 2012 el electorado independiente (el que no se identifica con un partido) vote otra vez por un candidato del PAN después de 12 años de estar en el poder, con todo el desgaste que ello implica. Luego entonces, el blanquiazul necesita un factor extra para elevar sus probabilidades de ganar. Bien podría ser un candidato especial, fuera de lo común. Y qué mejor que una mujer que por primera vez tenga la posibilidad real de llegar a la Presidencia en la historia del país.
En Estados Unidos, los demócratas lo entendieron bien en la elección de 2008. Sus opciones como candidato presidencial eran ambas muy especiales: una mujer (Hillary Clinton) o un negro (Barack Obama). Al final, éste ganó las elecciones primarias y, ya en las presidenciales, capturó muchos votos de independientes que sufragaron por él sólo “por hacer historia” (seguramente lo hubieran hecho también a favor de Clinton por la misma razón).
El género podría operar a favor de Vázquez Mota en la lucha por la candidatura del PAN. Creo que los términos de la contienda presidencial cambiarían si una mujer apareciera en la boleta bajo el logo de uno de los partidos grandes enfrentando a políticos de la talla de Peña Nieto y López Obrador. Por lo pronto, Josefina ahí va: creciendo día con día en las encuestas.