domingo, junio 26, 2011

NUEVO DESARROLLO REGIONAL

REFLEXIONES LIBERTARIAS
NUEVO DESARROLLO REGIONAL
Ricardo Valenzuela

“Los países se conoce si son bien cultivados no por su fertilidad, sino por la libertad que se respira.”

Barón de Montesquieu

Cada año la fundación liberal, “The Heritage Foundation,” publica un reporte llamado “El Índex de Libertad Económica” en el cual examina prácticamente todos los países del mundo y siempre ha concluido que; Los países con el mayor grado de libertad económica, siempre han logrado altos crecimientos y son más prósperos que aquellos donde esa libertad se limita. Los números no mienten; los países con los niveles de crecimiento más bajos son los menos libres. Desde Hong Kong, Singapur, EU, los más libres, hasta Somalia, Zaire, Irá y Venezuela, controlados por gobiernos tiranos, la historia se repite.

Uno esperaría dentro de un país una sola tendencia, sin embargo no es así. En los EU los economistas John Byars y Robert McCormick produjeron un estudio titulado: “Libertad Económica en los 50 Estados de la Unión Americana.” Este estudio nos muestra que dentro de los EU los niveles de libertad estatal son diferentes y obviamente sus resultados. Hay estados en la Unión Americana con niveles mucho más altos de libertad y prosperidad, porque sus gobernadores han permitido a los ciudadanos libertad para interactuar y mantener una parte más alta de sus ingresos promoviendo que el mercado determine la asignación de recursos con más eficiencia.

Aquí hay una gran lección para México. Ante la esperanza real de arribar a la fuente del verdadero federalismo, los gobernadores deben poner mucha atención a esta nueva tendencia. Las acciones y políticas de los gobiernos estatales, definitivamente afectan la vida de sus ciudadanos y más lo harán en el futuro. La gente responde a los incentivos y desincentivos y es cuando se provoca la inmigración, asentando sus habilidades y sus capitales en los lugares más atractivos y seguros. Por décadas nosotros hemos dependido del supremo gobierno federal y su Rey sexenal, pero en la nueva fisonomía mexicana los gobernadores serán verdaderamente autónomos y estarán compitiendo por los premios de la economía migrante.

Este reporte inicia con una definición de lo que es libertad económica partiendo de las ideas de los clásicos pensadores liberales. El individuo es una entidad soberana que el estado debe respetar minimizando sus intrusiones y otorgándole protección. La libertad económica se expande cuando los gobiernos limitan sus intervenciones en las acciones de los individuos para actuar en intercambios voluntarios. La libertad se limita cuando los estados interfieren a través de imposiciones, regulaciones, impuestos. Dentro de los EU hay una competencia feroz entre los gobernadores para presentar cuadros superiores de atracción de nuevas empresas, proyectos y ciudadanos.

Durante muchos años en los EU existió la creencia de que los estados del norte se estaban despoblando de gente y actores económicos por lo rudo de su clima, y los estados del sur eran los beneficiados por lo mismo. Este nuevo reporte nos ha demostrado que la tendencia es real, pero no sus causas anteriormente consideradas. Ahora podemos observar que la migración se ha llevado a cabo de los estados con menos libertad económica, a los más libres. Los estados que este documento identifica como los más libres: Idaho, Virginia, Utah, Wyoming y Dakota del Sur, tuvieron un crecimiento en ingreso personal un 60% más alto que el de los estados clasificados menos libres: Nueva York, Rhode Island, New Jersey, Massachusetts, y Connecticut.

En México tenemos la tendencia al analizar nuestro país, de hablar de la labor del Presidente. Sin embargo, en un verdadero federalismo tenemos que hablar de los gobernadores y sus calificaciones. Los más de 30 gobernadores republicanos--y algunos demócratas de tinte liberal--durante años han estado estableciendo un entorno de libertad económica en sus estados, que ha vigorizado la economía de los EU de una forma indiscutible. Es más, los superávits que se produjeron en los años 90 en los gobiernos de los estados, fue lo que permitió producir el superávit federal ya tan lejano.

Así como el tráfico humano alrededor del mundo se desplaza de los países menos libres a los que tienen esquemas de libertad, la migración dentro de las naciones es similar. En los EU la población se está trasladando de los estados menos, hacia los más libres. Idaho, el estado más libre de la Unión, vio su población incrementarse en un 28% en los últimos 7 años. Mientras Nueva York—el menos libre de los estados—ha tenido un decrecimiento. El triángulo de los estados más liberales de EU, no solo en lo económico sino en lo político, Texas, Nevada, Nuevo México, Arizona y Colorado, está atrayendo en forma masiva empresas y personas que hoy día impulsan su desarrollo en forma dramática.

En el caso de nuestro país cabalgamos también sobre la misma tendencia; todos los estados que ha sido gobernados por el PAN—único partido simpatizante de la libertad económica—han tenido desarrollos muy superiores al resto de México. Hablamos de Nuevo León, Jalisco, Baja California, Querétaro, Guanajuato, Chihuahua. Mientras que los que han sido bastiones tradicionales del “viejo” PRI---Yucatán, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Tabasco etc, con todas sus riquezas naturales no salen de su vergonzoso subdesarrollo y pobreza.

Los gobernadores del “tercer milenio” deben de entender que México ya no será “business as usual.” El país se ha transformado y más se tiene que transformar. Deben entender la grave responsabilidad que están asumiendo con este nuevo federalismo. Deben de entender que ya no dependerán para todo del supremo gobierno federal, que los estados son autónomos y gran parte del entorno depende de ellos como líderes políticos de los mismos. Deben de entender que sus decisiones son las que más afectan a la ciudadanía y ya no las del Sr. Presidente.

Ahora los gobernadores de los estados tendrán la posibilidad de estructurar un entorno independiente al del gobierno federal y, mientras más libertades promuevan, podrán ofrecer a sus ciudadanos más y mejores oportunidades. Ya no deberán esperar que el Presidente los bendiga para todo. Ellos recibirán sus recursos en este nuevo federalismo, y deberán hacer lo mejor para competir con otros estados por la avalancha de inversiones que a México le espera.

Los gobernadores del tercer milenio deberán ahora ser grandes promotores y motivadores de sus ciudadanos. Deberán muy claramente entender la convocatoria para compartir el poder y es ahí donde enseñarán sus cartas. Unos se convertirán en caciques regionales mientras que otros mutarán hasta vestir el ropaje del visionario estadista. Deberán ser visionarios que se monten en la tercera ola que nos deba de impulsar a la grandeza que merecemos, o se convertirán en explotadores regionales hasta que la sociedad civil despierte de su letargo, y despertará, de eso no hay duda.

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