martes, julio 12, 2011

¿Cómo Roban los Bancos Centrales?

¿Cómo Roban los Bancos Centrales?

por Dante Bayona

Permítanme emitir y controlar el dinero de la nación, y no me importará quién haga sus leyes

-Mayer Amsched Rothchild

Si el pueblo americano cede alguna vez a los bancos el control sobre la emisión de su moneda, primero con inflación y luego con deflación, los bancos y corporaciones que crecerán alrededor despojarán al pueblo de toda su propiedad hasta que sus hijos despierten sin casa

-Thomas Jefferson

Generalmente se cree que si uno ataca al banco central, uno es un socialistoide anti-capitalista; y es un mito muy popular entre varios de los que se hacen llamar economistas que el banco central es un agente de protección y orden del sistema capitalista. Pero, como el marco teórico de la escuela Austríaca de Economía explica, de un sistema de monopolio legal de bancos centrales uno sólo puede esperar lo peor. Pero hasta allí el análisis teórico. Como Mises explicó, un análisis completo del fenómeno social también necesita una revisión de las condiciones históricas específicas. Aquí algunas consideraciones históricas sobre los bancos centrales.

El sistema bancario de las naciones antes no estaba bajo el poder del gobierno. Habían diferentes bancos privados que cuidaban el oro de unos y lo prestaban a otros. Y a cambio de ese oro guardado les daban recibos que podían intercambiar entre otros usuarios, y esos recibos podían ser cambiados por el oro en cualquier momento. Esos recibos se convertirían más adelante en los llamados "billetes".

Podía darse el caso de que uno de esos bancos hiciera malas y muy riesgosas inversiones, y perdiera el dinero invertido. Si la pérdida era muy grave, sus clientes reclamaban su oro, y el banco quebraba. Pero mientras el banquero no quisiera irse a la ruina, cuidaba su reputación y tenía una posición conservadora.

Algunos banqueros estafadores se dieron cuenta de que podían recibos sin que éstos tuviesen respaldo en oro, y prestarlos para ganar intereses de la nada. Y eso creó las primeras crisis económicas del mundo moderno. El banco al tener más billetes, los prestaba a sus clientes; los clientes al tener más billetes en la mano empezaban a comprar y comprar, esa presión en la demanda de los bienes presionaba los precios al alza, y esto resultaba en inflación. El empresario al tener más billetes en la mano empezaba a comprar más recursos productivos para expandir su empresa, y contrataba más trabajadores. Ese incremento en la demanda de factores productivos también generaba un alza de precios. Eso era el ciclo económico por expansión de préstamos bancarios: primero la economía crecía, y luego se detenía (cuando los precios aumentaban tanto que ya no era negocio seguir expandiendo la economía).

Pero nada de eso ocurría si los billetes estaban "amarrados" al oro, por ejemplo si el billete tenía que estar respaldado 100% con oro. Dado que el oro no se puede imprimir o crear tan fácilmente como los billetes, los bancos estaban amarrados de brazos si querían dar dinero que no tenían bajo su control.

La función de los bancos era básicamente la conservadora tarea de cuidar en las bóvedas el dinero de los clientes, servir como almacén del oro.

Haciendo una analogía: si me voy de viaje por 6 meses, puedo pagar algo de dinero a mi vecino para que cuide mi casa. Y si cuando regreso me doy cuenta que mi vecino ha vendido mi casa y se ha quedado con el dinero, voy donde el juez y lo denuncio. Así es como todos los negocios funcionan. Menciono esto porque como explicaré más adelante, hoy en día los bancos son el único negocio al que se le permite violar esta regla, para ellos se han pasado leyes especiales que legalizan el robo.

Por otro lado, los reyes se dieron cuenta, igual que algunos de esos banqueros estafadores, de lo provechoso que era manejar el oro de la nación. Varios reyes se auto-otorgaron el cargo exclusivo de acuñar las monedas de oro. Y cuando la gente les daba su oro para que el rey les acuñe monedas, si la moneda debía pesar 12 onzas de oro, por ejemplo, el rey sólo usaba 10 onzas de oro, y el resto lo completaba con cualquier otro metal. Y se quedaba con las 2 onzas extra.

Los reyes han tenido la ventaja histórica de que por derecho divino su ley se puede imponer a la ley del resto de los hombres. Por eso ellos podían -y pueden- pasar leyes prohibiendo a todo el resto de ciudadanos a competir con ellos en el aprovisionamiento de cualquier bien o servicio.

Ahora veamos: ¿Qué pasaría si juntamos el grupo de banqueros estafadores con el grupo de de reyes ladrones? Respuesta: obtenemos como resultado un banco central. La maquinaria perfecta para que ambos grupos se llenen los bolsillos robando el dinero de los ciudadanos.

Así apareció el banco central de Inglaterra y el banco central de USA. El resto de bancos centrales del mundo son un remedo del mismo robo y de la mentalidad "si ellos que son un país adinerado lo hacen, nosotros también lo debemos hacer", además de la ignorancia.

Inglaterra:

En 1690 Inglaterra estaba completamente quebrada, y nadie quería prestar dinero al rey. Y el rey quería expandirse por todo el mundo para robar más plata, como el resto de reinos de su época (España, Portugal, Francia, etc) La idea de subir los impuestos, en época de revolución es mala. Así que con la ayuda de unos banqueros delincuentes -William Paterson y Charles Montagu- establecieron el primer banco central de la época moderna.

Como Rothbard explica:

La década de 1690 fue un tiempo particularmente difícil para el gobierno inglés. El país acababa de pasar cuatro décadas de revolución y guerra civil, en gran parte por la oposición a los altos impuestos, y el nuevo gobierno no se sentía lo bastante seguro para volver a subirlos.

Y sin embargo, el gobierno tenía en vista muchas tierras por conquistar, sobre todo en el poderoso Imperio francés, una hazaña que iba a implicar un enorme aumento de gastos. El camino de aumentar el déficit parecía bloqueado para los ingleses desde que el gobierno había destruido recientemente su propia reputación crediticia faltando al compromiso de pago en más de la mitad de su deuda, llevando así a la bancarrota a un gran número de capitalistas en el reino que habían confiado sus ahorros al gobierno. ¿Entonces quién prestaría aún más dinero al estado inglés?

En esta difícil coyuntura , se acercó al Parlamento una
corporación encabezada por William Paterson, un promotor escocés. La corporación establecería un Banco de Inglaterra, que imprimiría bastantes billetes de banco, supuestamente pagaderos en oro o plata, para financiar el déficit del gobierno. ¡Qué necesidad de depender de ahorros voluntarios cuando se podía abrir el grifo del dinero! A cambio, el gobierno guardaría todos sus depósitos en el nuevo banco. Al abrir, en julio de 1694, el Banco de Inglaterra rápidamente emitió la enorme suma de 760.000 libras, siendo la mayor parte de ello empleado en comprar deuda pública. En menos de dos años, las notas en circulación del banco por 765.000 libras estaban respaldadas solamente por 36.000 libras en dinero efectivo. Una avalancha exigiendo moneda golpeó al banco, que quedó para echar el cierre. Pero el gobierno inglés, en el
primero de muchos rescates de este tipo, se apresuró a permitir que el Banco de Inglaterra "suspendiera el pago en moneda", es decir, a cesar sus obligaciones de pagar en moneda, pero manteniendo la potestad de obligar a sus deudores a pagar al banco sus deudas íntegramente. Los pagos en moneda se reiniciaron dos años más tarde, pero desde entonces el gobierno permitió que el Banco de Inglaterra suspendiera el pago en moneda, siguiendo operativo, cada vez que entrase en dificultades financieras.

El año siguiente a su primera suspensión, 1697, el Banco
de Inglaterra indujo al Parlamento a prohibir a cualquier banco corporativo nuevo establecerse en Inglaterra. En otras palabras, ningún otro banco corporativo podría hacerle la
competencia al Banco de Inglaterra.

Además, la falsificación de los billetes del Banco de
Inglaterra pasó a ser penable con la muerte. Una década más tarde, el gobierno proporcionó al Banco de Inglaterra el monopolio virtual en la emisión de billetes de banco. En concreto, después de 1708 fue ilegal para cualquier corporación que no fuese el Banco de Inglaterra emitir papel moneda, y cualquier emisión de notas de banco por sociedades bancarias de más de seis personas también fue prohibida.

La forma moderna de banca central fue establecida por
la Ley Peel de 1844. Se le concedía al Banco de Inglaterra un monopolio absoluto en la emisión de todos los billetes de banco en Inglaterra. Estos billetes a su vez eran canjeables por oro. A los bancos comerciales privados sólo se les permitía emitir depósitos a la vista. Esto significaba que, para poder adquirir el dinero en metálico exigido por el público, los bancos tenían que mantener cuentas corrientes en el Banco de Inglaterra. En efecto, los depósitos bancarios a la vista eran canjeables en notas del Banco de Inglaterra, que a su vez eran canjeables en oro. Había ahora una
pirámide doble invertida en el sistema bancario. En la pirámide inferior, el Banco de Inglaterra, actuando como banco de reserva fraccional, multiplicaba recibos falsos de depósito de oro (sus billetes y depósitos) encima de sus reservas de oro. A su vez, en una segunda pirámide invertida encima del Banco de Inglaterra, los bancos comerciales privados multiplicaban piramidalmente sus recibos de
depósitos a la vista encima de sus reservas, o sus cuentas de depósito, en el Banco de Inglaterra. Está claro que, una vez que Gran Bretaña abandonó el patrón oro, primero durante la Primera Guerra Mundial y finalmente en 1931, los billetes
del Banco de Inglaterra podían servir como el dinero de fianza estándar, y los bancos privados todavía podían multiplicar piramidalmente los recibos de depósitos a la vista encima de sus reservas en el Banco de Inglaterra. La gran diferencia es que el patrón oro dejó de servir en absoluto como control y freno de la expansión de crédito del Banco Central, es decir, su falsificación de billetes y depósitos.

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