viernes, julio 08, 2011

¿Condenado al fracaso?

¿Condenado al fracaso? La administración Obama se queda sin balas en la recamara

José Luis de Haro (Nueva York)

El Dow Jones llegó a desplomarse 100 puntos nada más conocer la noticia: la tasa de paro en junio escalaba hasta el 9,2% y durante el pasado mes sólo se crearon 18.000 puestos de trabajo, el peor nivel de los últimos meses. Como ya adelantó la analista Meredith Whitney, los gobiernos estatales y locales están ahogados y los despidos de funcionarios han sido masivos con cerca de 39.000 empleos destruidos. Obama sobre el paro: "Todavía queda un largo camino por recorrer".

La radiografía del mercado laboral es pésima: el promedio de la semana laboral de ha estrechado, el salario medio por hora se ha reducido y el porcentaje de adultos que trabajaban cayó hasta el 58,2%, la cifra más baja desde 1983.

Según reconoció Austan Golsbee, presidente del Consejo Económico de la Casa Blanca, "la tasa de paro sigue siendo inaceptablemente alta y es necesario un mayor crecimiento para reemplazar los empleos perdidos en la recesión". En este sentido, Golsbee señaló que "el informe de hoy pone de relieve la necesidad de una cooperación bipartidista para ayudar al sector privado y fomentar la expansión del PIB".

Entre las medidas contempladas están la extensión del recorte de impuestos sobre las nóminas, aprobar los acuerdos pendientes de libre comercio y crear un banco de infraestructuras para que los estadounidenses vuelvan a trabajar.

Sin embargo, a día de hoy, la economía aún está paralizada tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera. Los consumidores no tienen el dinero extra para gastar, las empresas ven pocas razones para ampliar su producción en el mercado estadounidense y el Gobierno está atado de pies y manos.

Según indica MarketWatch, el país podría ser capaz de salir de este bache si consiguiera incrementar su exportaciones. Sin embargo, sus principales socios comerciales se encuentran en el mismo barco a la deriva.

Quizás este sería un buen momento para pensar creativamente sobre cómo conseguir que la economía vuelva a crecer. Por desgracia, la Reserva Federal no cuenta con balas en la recámara y los dos partidos políticos parecen estar poniendo todas sus esperanzas en una estrategia: la austeridad, un lastre para la expansión económica.

Para Nigel Gault, economista jefe de IHS Global Insight, los datos muestran una imagen mucho más sombría que la de otros indicadores (como las encuestas ISM y la encuesta de empleo privado ADP). "Esperemos que se esté exagerando la magnitud de la desaceleración de la economía, porque su valor nominal muestra un claro estancamiento", explicó. "Para los responsables políticos, esta noticia hace su trabajo más difíciles. La economía necesita un plan de reducción déficit a largo plazo pero no tiene espacio para aprobar medidas de austeridad fiscal", añadió.

Con este panorama, y si las malas noticias siguen acumulándose, la Reserva Federal tendrá que incluir un nuevo QE3 a su agenda, señaló Gault.

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