Hubo cuatro menores en orgía previa a motín
En la fiesta que antecedió a la masacre en la cárcel de Cd. Juárez estuvieron nueve mujeres, donde hubo sexo, alcohol y drogas
Carlos Coria, corresponsal y Luz del Carmen Sosa- 1
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CIUDAD JUÁREZ, 28 de julio.— La Fiscalía General de Chihuahua informó que la masacre de reos en el penal municipal de Ciudad Juárez está relacionada con una red de corrupción al interior del centro en la que están involucradas mujeres menores de edad.
La Fiscalía mantiene una investigación tendiente, primero, a localizar cinco de las seis armas utilizadas en la ejecución de 17 reos, identificar a los hombres que dispararon y descubrir a los funcionarios que permitieron el ingreso de cuatro menores de edad para una fiesta que se desarrolló el domingo previo a la masacre.
Delitos como lenocinio y trata de personas fueron acreditados por el Ministerio Público dentro de la investigación realizada sobre la orgía celebrada en el Cereso municipal.
“No lo vuelvo a hacer”
“Mi mamá me regañó, está enojada conmigo, ya no lo vuelvo a hacer”, dijo arrepentida una de las menores de edad, quien ayer rindió su declaración en torno a la fiesta.
Los delitos tipificados se agravan al ser cometidos dentro de un reclusorio a cargo del gobierno municipal, informó la Fiscalía General del Estado (FGE).
Personal de la dependencia dio a conocer que durante la integración de la carpeta de investigación se confirmó el ingreso de cuatro adolescentes al penal, quienes participaron en la reunión ilegal e incluso, una de ellas pernoctó en el Cereso Municipal y salió poco antes de la masacre registrada la noche del lunes.
Esta adolescente fue quien puso al descubierto la participación de otras jovencitas, “invitadas” a la fiesta en el penal.
Las autoridades investigadoras dieron a conocer que antes de vencer el término legal de las 48 horas pueden ser ejecutadas varias órdenes de aprehensión en torno a este caso y no descarta el ejercicio de la acción penal contra el director Lucio Cuevas Sánchez.
Ayer se buscó una entrevista con el aún servidor público pero no fue localizado en sus oficinas. Se trató de hablar con él antes de su comparecencia ante el Ministerio Público, pero no detuvo la marcha al dirigirse hacia las oficinas del fiscal Jorge González Nicolás.
Mientras, del otro lado de la misma sala de espera de la FGE, ubicadas en el eje vial Juan Gabriel, tres adolescentes de 16 y 17 años hablaban entre sí sobre lo ocurrido el domingo por la noche.
Las tres confirmaron su asistencia a la fiesta. Su otra amiga de 15 años seguía declarando y su situación legal era distinta, ya que aseguraron que estaba detenida.
“Mi esposo tiene un amigo que está ahí detenido y él lo invitó a la fiesta y a mí me llevó él (su esposo)”, explicó la menor, quien al momento de su arresto le aseguraron una camioneta tipo pick up modelo 2006.
“A mí me invitó ella (el nombre se omite por ser menor de edad) y la verdad me llamó la atención, sentí curiosidad… ¿Una fiesta en el Cereso?, la verdad me ganó la curiosidad”, comentó la adolescente.
En sus casas avisaron que asistirían a una fiesta, pero no precisaron el sitio al que se dirigían.
Una de las niñas se dijo sorprendida por el hecho de que llegaron al reclusorio poco después de las 11 de la noche, luego los guardias de la entrada del penal las sometieron a una revisión física y luego las registraron en el libro de visitas.
“Pasamos normal, como cualquier visita, nadie nos dijo nada y luego pasamos por varios puntos (de control) hasta que llegamos a la habitación donde estaba la reunión”, narró, aunque no precisó en qué área estaban.
Explicó que en el lugar de la fiesta había como unas 40 personas.
“Pero mujeres éramos nosotras (cuatro) y otras cinco. Sólo estábamos nueve, el resto eran hombres”, aseguraron.
“No fue orgía, fue una fiesta”, afirmó la joven casada.
Aseguró que ellas no consumieron drogas, no se prostituyeron y cuando se aburrieron, cerca de las tres de la mañana, decidieron irse a su casa.
Respecto a su amiga de 15 años, aceptaron que ella sí se quedó a dormir con un reo al que no conocía. “Ella sí durmió ahí, pero ella así lo decidió. Nosotras nos salimos de ahí a las tres de la mañana”, dijo una de las entrevistadas.
¿Y cómo estuvo la fiesta?, se les cuestionó. “Muy chida”, respondieron entre risas.
La orgía quedó al descubierto precisamente cuando un custodio, ahora detenido, sacaba del penal, entre la balacera, a esa adolescente. A la fiesta asistieron cerca de 40 internos y un número no revelado de celadores y directivos de la prisión.
“Me ganó la tentación”
“Me ganó la tentación”, dice Mayra, una de las cuatro menores de edad que asistieron a la orgía realizada la noche del domingo dentro del Cereso de Ciudad Juárez.
“Me invitaron y me ganó la tentación, quería saber qué pasaba ahí”, agrega la adolescente de 16 años.
Las cuatro jóvenes son amigas. El esposo de una de ellas tiene un amigo dentro del penal y fue ésta quien invitó a su amigo y a su esposa a la “reunión” que se realizaría.
“Mi esposo me dijo que si quería ir y yo le dije que sí y luego invité a mis amigas”, explica la joven, quien agregó que fue detenida a las 6 de la mañana del martes en su casa.
Ella asegura que los elementos de la Policía Municipal la agredieron física y verbalmente para que se declarara integrante de la pandilla de Los Doble A, a lo que ella se negó.
Las mujeres tienen 16 y 17 años de edad. Llegaron al Cereso poco después de las 11 de la noche y tras anotarse en la Aduana del penal pasaron hasta una de las habitaciones donde se realizaba la fiesta.
Las tres entrevistadas confirman la distribución de bebidas alcohólicas, de otras mujeres, entre ellas su amiga de 15 años que pasó la noche y parte de la tarde en el penal con un reo, además de la asistencia de custodios y sus jefes.
“Cuando me dijeron que era en el Cereso, la pensé, pero me ganó la curiosidad”, insistió.
Y nadie ha visto las armas
Persisten contradicciones entre los gobiernos federal, estatal y municipal sobre el arsenal utilizado
Ya transcurrieron las primeras 48 horas de la masacre registrada en el penal municipal y las armas de fuego empleadas por los sicarios siguen sin aparecer.
Versiones de algunos internos y sus familiares indican que los mismos custodios se encargaron de sacar el armamento minutos antes de la irrupción de los agentes federales al reclusorio.
El lunes por la noche 17 internos fueron asesinados por proyectil de arma de fuego en cuatro habitaciones del penal.
Y pese al tiempo transcurrido, las cosas al interior del penal no han cambiado, ya que continúa al frente el director Lucio Cuevas Sánchez, quien ayer compareció ante el Ministerio Público en torno a la masacre y la orgía celebrada en la cárcel.
La Fiscalía General informó en un comunicado que la principal línea de investigación apunta al aniquilamiento de un grupo rival a otro dentro del mismo penal.
Agrega que la averiguación apunta además a un intento de fuga, ya que varios internos fueron sorprendidos en los túneles que conducen a las instalaciones de Ciudad Judicial, es decir, los túneles que conectan el centro penitenciario con los Tribunales de Garantía.
Por lo pronto, ya se han realizado pruebas de radizonato de sodio a 400 internos del Cereso, a través de las cuales se puede determinar quién accionó algún tipo de arma de fuego.
La Fiscalía informó que de las seis armas de fuego utilizadas por los internos durante el altercado, fue localizada por los agentes investigadores un arma de fuego tipo AR-15.
De igual manera, se han tomado declaraciones a 42 custodios y 116 internos como parte de la investigación.
Por su parte, el secretario del Ayuntamiento de Ciudad Juárez, Héctor Arcelús, insistió que el hecho fue un enfrentamiento y descartó la evasión masiva como casusas del mismo.
El funcionario aseguró que los hechos “no fueron una especie de motín como se había mencionado. Al interior del penal se originó una riña por parte de dos grupos contrarios, los cuales alrededor del centro acribillaron a los reclusos con tres armas largas y una corta, las cuales hasta el momento no se ha confirmado que fueron tomadas del banco de armas del Cereso”.
Paralelamente, la Secretaría de Seguridad Pública federal informó que al acudir en apoyo a un presunto motín fueron recibidos a tiros desde el interior del penal, aparentemente por los reos. Se montó entonces un operativo para evitar una fuga masiva, por lo que al entrar a la prisión, aseguraron un arma de fuego, una granada de gas y varias armas punzo-cortantes.
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