viernes, julio 22, 2011

Humala arma un gabinete que disipa los temores

Humala arma un gabinete que disipa los temores de la clase empresarial

MATT MOFFETT y ROBERT KOZAK

LIMA, Perú—El presidente electo, Ollanta Humala, despejó la mayoría de las dudas que quedaban de que continuará con las políticas económicas pro mercado que rigen actualmente en el país, al nombrar figuras de la élite dirigente a puestos clave de su gabinete.

Los nombramientos, en especial el del economista Luis Miguel Castilla, que estudió en las universidades estadounidenses Johns Hopkins y Harvard, como ministro de Economía, fueron bien recibidos por la clase empresarial peruana. Castilla, de 42 años, es "alguien en el que se puede confiar para mantener la disciplina fiscal", incluso cuando Humala intenta aumentar el gasto social, indicó Guillermo Arbe, el economista jefe de Scotiabank en Perú.

European Pressphoto Agency

Ollanta Humala

Humala, un militar retirado de 49 años que asumirá la presidencia el 28 de este mes, también nombró como primer ministro a Salomón Lerner, un empresario que ha sido uno de sus asesores políticos más cercanos. Kurt Burneo, un tecnócrata que goza de muy buena reputación en los mercados, será ministro de Producción.

Los anuncios, que se suman a la decisión de Humala hace unos días de retener al respetado presidente del banco central, Julio Velarde, debería ayudar a disipar una nube de incertidumbre que pende sobre la economía peruana desde que Humala ganó la primera vuelta electoral en abril.

Aunque Perú reporta 12 años consecutivos de crecimiento, Humala a menudo ha hablado de forma vehemente sobre las deficiencias del actual modelo económico y la necesidad de gastar más en los peruanos que aún no han recibido una tajada de la prosperidad. Aunque Humala adoptó un tono más moderado en la segunda vuelta, su pasado populista y sus declaraciones sobre su orientación que cambiaban con frecuencia desalentaron a los mercados financieros y llevaron a muchas empresas a dejar en suspenso grandes proyectos de inversión.

"Yo creo que va a haber una reversión de esta parálisis y va a fluir una corriente de inversión", sostuvo Eduardo Morón, un economista de la Universidad del Pacífico. "Hasta ahora, parece que el presidente Ollanta está convencido de que se puede hacer lo que quiere (en cuanto a gasto social) sin romper el modelo (económico)".

Pero los analistas advierten que Humala enfrenta una serie de problemas complicados que pondrán a prueba su compromiso de mantener el rumbo económico actual. Perú es acosado por más de 200 conflictos sociales en pueblos en todo el país, muchos motivados por disturbios medioambientales y económicos causados por las mineras. Humala también tendrá el desafío de mantener el apoyo de su base izquierdista a la vez que busca tender puentes con los mercados y con aliados más moderados. Finalmente, el próximo presidente deberá intentar satisfacer las crecientes expectativas de los pobres, a quienes les prometió pensiones y salarios más altos.

Castilla se ha desempeñado como viceministro de Hacienda en el gobierno centrista saliente del presidente Alan García y también ha trabajado en el Banco Mundial y la Corporación Andina de Fomento. Humberto Speziani, presidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), indicó que los nombramientos de Castilla y Lerner eran una "muy buena noticia". Speziani señaló que Lerner es un "empresario exitoso", cuyas compañías incluyen una empresa de transporte en helicóptero.

Humala también nombró a Carlos Herrera, un ingeniero, como ministro de Energía y Minas, un puesto que ya había ocupado entre 2000 y 2001. Perú es el mayor productor mundial de plata, el segundo de cobre y uno de los más importantes de oro. Herrera asumirá el cargo en un momento delicado, cuando el gobierno de Humala busca elevar los impuestos mineros en medio de un auge de los precios de los minerales.

"Herrera es un ingeniero profesional y respetado en la profesión", afirmó Roque Benavides, gerente general de Compañía de Minas Buenaventura SA.

Bret Rosen, estratega de Standard Chartered PLC, ve paralelos entre la transición política en Perú y la de Brasil en el período 2002-2003, cuando llegó al poder Luiz Inácio Lula da Silva. Dijo que los inversionistas desconfiaron por mucho tiempo de Da Silva, como ahora de Humala, pero una vez que fue electo, el ex mandatario brasileño se los ganó con un gabinete orientado al mercado y políticas fiscales responsables. "Humala sabe que ciertas cosas que quiere lograr serán difíciles de alcanzar si la macro (economía) no juega a su favor".

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