El visto bueno del Senado al plan de deuda no convence a Wall Street
La bolsa neoyorquina aceleró su caída nada más conocer el visto bueno del Senado al acuerdo para elevar el techo de deuda. Aunque el presidente Obama aseguró que este es un "importante primer paso" para poner fin a la crisis y la agencia Fitch constató que el riesgo de impago de EEUU es ahora bajo, en Wall Street nadie se fía de nadie. El Dow Jones perdió los 12.000 mientras el oro se anotó un nuevo máximo histórico.
Un operador de Wall Street contempla la votación en el Senado.
Al cierre de la sesión el Dow Jones de industriales se dejó un 2,2%, hasta 11.866 puntos, su mayor caída desde el pasado 1 de junio. Además, el indicador acumula ya ocho sesiones consecutivas de recortes, su peor racha de bajadas desde octubre de 2008. El selectivo Standard & Poor´s 500 recortó un 2,5%, hasta 1.254 puntos. El índice tecnológico Nasdaq Composite cayó un 2,75%, hasta 2.669 puntos.
La estampida siguió un día más en Wall Street. La bolsa neoyorquina viene de firmar su peor semana en un año y la sangría no se frena ni con el ansiado acuerdo de deuda. Hace unos días parecía que el acuerdo bilateral entre republicanos y demócratas serviría para calmar las aguas del mercado, pero al ser un pacto de mínimos las dudas del parqué han ido a más.
Además de tratarse de un acuerdo de urgencia con carencias y mejoras notables, resulta que en EEUU no tienen nada claro cómo se va a implementar.
Hasta el propio Bill Gross, el gurú de la gestora de renta fija, criticó hoy con dureza el acuerdo e insinuó que EEUU se ha comportado como como una "república bananera".
A pesar de la incertidumbre el Senado dio esta tarde el visto bueno al plan y acto seguido el mercado aumentó sus pérdidas arrebatando al Dow Jones los 12.000 puntos. Los ánimos lograban calmarse un poco después de que la agencia de calificación Fitch publicase una nota asegurando que tras el acuerdo para aumentar el techo de deuda el riesgo de una suspensión de pagos es ahora bajo en EEUU.Pero el alivio duró poco. Justo hasta que los inversores cayeron en la cuenta de que Fitch tampoco tiene del todo claro que EEUU vaya a remontar. La agencia también advirtió: todavía hay que afrontar duras decisiones. Por su parte el presidente de EEUU hizo hincapié en que el acuerdo aprobado hoy por el senado pone fin a “una crisis artificial”, aunque también dejó un recadito a los republicanos al insistir en que hace falta un plan más amplio.
Los temores a una recesión, lejos de desaparecer, siguen presionando con fuerza a los mercados, tanto de EEUU como de Europa. En el Viejo Continente el Ibex acumula pérdidas de un 9% en sólo cinco días, lastrado, en parte, por la inestabilidad de la economía estadounidense, cuyos últimos datos macro confirman su enfriamiento. Si a eso se suman los rumores sobre un posible rescate a España y los niveles de récord en los que se llegó a mover la prima de riesgo española, el Ibex estaba abocado a los números rojos. Ayer el selectivo español firmó su peor día en trece meses y hoy recortó otro 2%.
En el mercado de materias primas el oro sigue siendo el valor refugio por excelencia y su atractivo, en estos tiempos de incertidumbre, se dispara. El metal precioso escaló un 1,5%, hasta 1.646 dólares la onza, y cerró de nuevo en máximos históricos. En la otra cara de la moneda se situó el precio del crudo West Texas, de referencia en EEUU, que cayó por debajo de los 94 dólares.
Desde el punto de vista macroeconómico los datos publicados hoy constataron de nuevo el debilitado estado de salud de la primera potencia económica del mundo. El gasto de los consumidores estadounidenses registró su primera caída mensual desde septiembre de 2009. El indicador cayó en julio un 0,2%, empeorando las expectativas de los analistas que esperaban un alza del 0,2%. Tampoco fue bueno el dato de actividad manufacturera, que descendió hasta una lectura de 50,9, su peor nivel en dos años. La cifra fue peor a la que esperaban los analistas.
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