jueves, agosto 25, 2011

Madriza a Moreira: lo dejan solo

¿Dónde está el Partido Revolucionario Institucional; donde están los gobernadores; los jefes parlamentarios; los cuadros históricos..?

Ricardo Alemán

Es tal el escándalo por la deuda del gobierno de Coahuila —y por sus secuelas políticas y mediáticas—, que en el PRI ya hablan de la caída y el relevo de Humberto Moreira, dirigente al que parecen haber dejado solo y en abandono, no sólo líderes políticos, sino gobernadores y hasta encumbrados militantes.

Y es que además de tibias expresiones en defensa de Moreira —que a pregunta expresa han formulado Enrique Peña y Manlio Fabio Beltrones—, lo cierto es que nadie más ha salido en defensa del jefe nacional del PRI —al que le ha llovido como a pocos—, y en cuyo futuro no pocos jefes y tropa ven un cercano novenario.

Más aún, en opinión de no pocos priistas —de todos los tamaños y de todos los tonos—, Humberto Moreira se ha convertido en un lastre para el partido tricolor, sobre todo en momentos que debía exhibir que es un partido moderno, democrático, transparente y alejado de la transa y el chanchullo.

Y, por si no fuera suficiente, empieza a correr la especie de que el ex gobernador Humberto Moreira y toda su parentela son el mejor ejemplo del gobierno priista gastalón, irresponsable, nada transparente y solapador que no debe regresar al poder presidencial. Cobra carta de naturalización la hipótesis de que, si un gobernante con las características de Moreira fue llevado a la dirigencia del PRI, qué se puede esperar de un gobierno presidencial priista.

Pero no es todo. Esa mala imagen que se construye en torno al PRI y a su jefe nacional, Humberto Moreira, es una imagen negativa que pega directo bajo la línea de flotación del más aventajado de los presidenciables, Enrique Peña Nieto. En otras palabras: queda claro que la madriza que —con razón o sin ella— se ha llevado en las últimas semanas el señor Humberto Moreira no es contra el ex mandatario de Coahuila, tampoco contra el ciudadano Humberto Moreira, y menos contra su numerosa parentela.

No, en realidad es una madriza de imagen, credibilidad, confianza e incongruencia a un PRI que aspira a regresar al poder, con una imagen renovada y una confianza ciudadana de alernativa al PAN y al PRD. Pero tampoco es todo. En última intancia, aunque en primer lugar, la madriza es contra Enrique Peña Nieto. Y es que si tiran o desprestigian a Moreira, tiran o desprestigian a Peña Nieto. De ese tamaño es la golpiza.

Sin embargo, la gran pregunta es si el priísmo ya decidió dejar solo a Humberto Moreira, si ya no le importa la imagen del presidente del PRI y si les vale un pito la confianza ciudadana en el presidenciable más aventajado, Enrique Peña Nieto. Y es que, si ya no les importa nada de eso, entonces se entiende que dejen solo a Moreira y que permitan el daño a su partido y al más aventajado presidenciable. Seguramente los barones del PRI saben que detrás del caso Moreira hay mucha mugre, como para quedarse callados. De lo contrario, ya habrían cerrado filas. Por eso la pregunta.

¿Dónde está el PRI; donde están los gobernadores; donde están los jefes parlamentarios; los cuadros históricos..? ¿Nadie es capaz de aclarar a la sociedad si hubo transa en Coahuila, si hay cochupo en el endeudamiento, si se trata de una campaña para tumbar sólo a Moreira? Y por supuesto que nadie dice si es cierto o falso que dejaron solo a Moreira y que por eso nadie mete las manos mientras en el callejón de 2012 lo madrean.

Y la sorpresa es mayor cuando aparecen joyas como la siguiente. Desde la Secretaría de Hacienda mandan decir que el transa gobierno de Coahuila falsificó decretos del Congreso local para obtener créditos de manera ilegal. Condenable, sin duda. Pero es igual de cuestionable que en la Secretaría de Hacienda hayan turnado un crédito, sin cotejar la validez de un documento oficial. ¿Cuántos gobiernos estatales, del PAN y del PRD, estarán iguales? Se sabe que gobiernos como los de Veracruz y Tamaulipas, por ejemplo, de plano se pasaron al bando contrario —al del PAN—, porque temen ser perseguidos.

Sin duda que el gobierno de Coahuila pudo haber incurrido en toda clase de transas, pero tampoco hay duda de que es víctima de una persecución político-electoral. Y también parece que los barones del PRI han dejado morir solo a Moreira. Al tiempo.

EN EL CAMINO

Dice Santiago Creel que no, que no rompió ni con Felipe Calderón y menos con la dirigencia del PAN. Parece que seis años no le han servido de nada: no aprende que, en política, el miedo, la timoratez y la pequeñez no son buena compañía. Ya tendrá tiempo de sobra para entender que la mejor herramienta política son las agallas.

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