viernes, agosto 19, 2011

A tres años, ni pueden ni renuncian

Las insuficiencias o simulaciones son la norma respecto al Acuerdo Nacional para la Seguridad, la Justicia y la Legalidad

Jorge Fernández Menéndez

Tengo un recuerdo indeleble —me tocó cubrirlo para prensa, radio y televisión en vivo— de la firma del Acuerdo Nacional para la Seguridad, la Justicia y la Legalidad. Recuerdo haber entrevistado ese día a Juan Camilo Mouriño, entonces secretario de Gobernación, a Alejandro Martí, a María Isabel Miranda de Wallace, a María Elena Morera, a políticos del PRI, el PAN y el PRD, en un Palacio Nacional que parecía el espacio adecuado, en el momento idóneo, para que la clase política diera una muestra de sensatez y de iniciativa para acabar con la inseguridad. Todos, cuando fueron increpados por Alejandro Martí y aceptaron aquel desafío de: “Si no pueden, renuncien”.

Siempre pensé que el acuerdo firmado era muy amplio, que debería haber tenido muchos menos puntos, mucho más concretos y con la posibilidad de ser supervisados más de cerca. Me explicaron, entonces, los que participaron en la redacción del Acuerdo, que querían hacer un proyecto amplio, de corto y largo plazos, donde estuvieran reflejadas las principales inquietudes ciudadanas.

El Acuerdo reflejó esas inquietudes, lo grave es que, tres años después, es muy poco lo que se ha cumplido. Según el seguimiento de los compromisos del acuerdo que ha realizado Causa en Común, la organización que encabeza María Elena Morera, las insuficiencias o las simulaciones son la norma.

Uno de los acuerdos es que se tenían que construir, antes de 2010, dos reclusorios federales de alta seguridad, con áreas especiales para secuestradores. Hace unas semanas se inauguró uno en Guasave y no se termina de edificar otro en Papantla. No se han creado módulos especiales para secuestradores.

La sobrepoblación en los centros estatales está generando creciente violencia y corrupción. Sólo en enero de este año hubo 64 incidentes, la mayoría motines, en penales estatales y municipales; 19 asesinatos, cuatro suicidios, 33 riñas y tres fugas.

La cuota diaria que paga la Federación a los estados por cada reo que está ingresado en un penal estatal acusado de delitos federales (hasta 38% de los internos en Chihuahua, por ejemplo) sigue siendo, desde 2009, de sólo 50 pesos diarios por interno.

En dos años se debía haber modernizado el sistema de aduanas, “para reducir el contrabando, el tráfico de armas y de precursores químicos”. Según la evaluación que realiza Causa en Común, y a pesar de una inversión de casi mil 40 millones de pesos, el tráfico de armas y precursores continúa, con el agravante de que en la frontera sur no se han realizado inversiones significativas. De los 25 cruces fronterizos en la región, en sólo tres hay presencia de la SHCP.

En el Programa Escuela Segura, la cobertura alcanza apenas a 26.5% del total de escuelas públicas del país, aunque en algunas entidades, como Michoacán, por ejemplo, se entiende, como parte del Programa Escuela Segura, impartir clases de cuidado a la salud bucal.

El Poder Legislativo se comprometió a aprobar en un año la Ley Federal del Sistema Penitenciario y de Ejecución de Sanciones, imprescindible para la reparación del daño a las víctimas y para todo el régimen de liberaciones. Continúa pendiente.

En 30 meses se tendría que haber concretado la creación y consolidación, en el ámbito del Poder Judicial, de los juzgados especializados en justicia para adolescentes. Existe ya, incluso, una Ley Federal de Justicia para Adolescentes, pero mientras no existan los juzgados, “los menores identificados como integrantes de la delincuencia organizada, traficantes e incluso sicarios, como se han presentado en los últimos meses, tendrán que ser liberados” por la justicia federal.

En los estados es muchísimo lo que está pendiente de los compromisos firmados. En un año se tendrían que haber depurado los cuerpos policiales y de seguridad. Sólo ocho estados tienen centros de control de confianza acreditados. Nada más han sido evaluados 84% de los altos mandos de seguridad y justicia de los estados. Respecto al total del personal, apenas se ha evaluado a 25 por ciento. No ha habido, dice Causa en Común, voluntad política para cumplir con esta promesa. En seis meses tendrían los estados que aprobar leyes que adecuaran sus sistemas al marco nacional: dos entidades, el estado de México y Quintana Roo, no lo han cumplido en absoluto, otras siete no cuentan con sistemas estatales de desarrollo policial, y 26 no han revisado sus mecanismos de selección y capacitación de elementos de seguridad. Y 42% de los municipios no rinde cuentas sobre los subsidios que recibe del Subsemun, y muchos policías municipales están armados, pero no tienen permisos de portación. La lista podría continuar.

Lo cierto es que han pasado tres años y tenemos más simulaciones que compromisos cumplidos. Si se le tomara la palabra a Alejandro Martí , muchos en los tres niveles de gobierno y en los Tres Poderes de la Unión tendrían que haber presentado ya su renuncia. Más que pedir perdón, hay que cumplir con los compromisos adquiridos.

Ligan a iraquíes con El Chapo; detienen a 60 narcos en EU

Autoridades federales estadunidenses desarticularon una red de narcotraficantes; traficaban grandes cantidades de droga y armas

AP
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01 Autoridades federales de Estados Unidos anunciaron ayer que desarticularon una red de narcotraficantes que involucraba a miembros de la comunidad iraquí en San Diego y el cártel de El Chapo


SAN DIEGO, 19 de agosto.— Autoridades federales de Estados Unidos anunciaron ayer que desarticularon una red de narcotraficantes que involucraba a miembros de la comunidad iraquí en San Diego y el cártel de El Chapo Guzmán, que vendía grandes cantidades de narcóticos, armas y granadas.

La policía de El Cajón informó que fueron arrestados más de 60 sospechosos ligados al crimen organizado Chaldean.

Los traficantes enviaban drogas desde El Cajón a iraquíes en Detroit, donde Chaldean está basada, según las autoridades.

Las policías federal y de El Cajón dijeron que han incautado 8 kilos de metanfetaminas, cocaína y otras drogas; cerca de mil 600 kilogramos de mariguana; 630 mil dólares en efectivo; cuatro artefactos explosivos y más de 30 armas, incluidos rifles de asalto.

En abril, un inmigrante le mostró una granada a un agente encubierto de la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, y le dijo que había más granadas disponibles de una fuente militar mexicana.

La investigación se concentró en un club social iraquí en El Cajón que, según las autoridades, es un nido de actividad delictiva conducido por el crimen del país asiático.

Entre los delitos que se han reportado en el club están intento de homicidio, venta de metanfetaminas y mariguana, juegos de apuestas y ventas ilegales de armas.

Europa puede aprender de Brasil y EE.UU.

DAVID WESSEL

Los europeos actúan a veces como si la única historia que importara fuera la propia. Grecia y Roma, las tensiones después de la Primera Guerra Mundial y la recuperación tras la devastadora Segunda Guerra Mundial, la caída del Muro de Berlín y el auge de las exportaciones alemanas.

Europa, sin embargo, puede encontrar lecciones muy valiosas en los Estados Unidos del siglo XVIII y el Brasil del XX. Durante meses, Europa ha estado atada de pies y manos por lo que los observadores más duchos describen como los tres "Noes".

Associated Press

Fernando Henrique Cardoso (der.) habla con su ministro de Hacienda, Pedro Malan.

-No devaluar. Es decir, ni Grecia ni Portugal pueden dejar el euro y depreciar sus divisas para recuperar su competitividad.

-No suspender pagos. A los tenedores de deuda soberana hay que pagarles el total de lo comprometido.

-No transferir. Los contribuyentes de países ricos como Alemania y Francia no sacarán del apuro a los países derrochadores del sur de Europa.

En las últimas semanas, Europa ha relajado el segundo y el tercero de estos principios para proteger el primero.

Es comprensible. Si cualquier país de la zona euro se liberara de las ataduras de la divisa común, el experimento europeo estaría amenazado. La unión monetaria es el lazo más fuerte entre sus economías y el Banco Central Europeo (BCE) es una de las pocas instituciones pan-europeas que funcionan.

Pero las tensiones a la hora de compartir una divisa y un banco central mientras cada país tiene políticas fiscales independientes se han vuelto dolorosamente evidentes. Alexander Hamilton, el primer secretario del Tesoro de EE.UU. lo entendió, al igual que Fernando Henrique Cardoso, presidente de Brasil entre 1995 y 2002.

En 1790, el gobierno de Estados Unidos debía US$54 millones y los 13 estados iniciales de la unión debían otros US$25 millones. Sumada, la deuda equivalía al 42% del Producto Interno Bruto. Hamilton, entonces secretario del Tesoro, propuso que el gobierno nacional asumiera la deuda de las guerras revolucionarias de los estados. Sería, dijo "una medida de política responsable y considerable justicia" y contribuiría a "un arreglo satisfactorio, estable y ordenado de las finanzas nacionales". James Madison y Thomas Jefferson se enfrentaron a Hamilton. Entre los problemas que tenían, su estado, Virginia, había pagado un porcentaje mayor de su deuda que los otros estados. Pero ambos llegaron a un compromiso por el cual Hamilton acordó trasladar la capital del país de Nueva York a Washington. El resultado fue un gobierno central más fuerte, el nacimiento del mayor mercado de bonos y un crédito lo suficientemente fuerte como para financiar la compra de Louisiana a Francia.

Unos 200 años después, cuando Brasil era zarandeado por las crisis financieras de México y Asia, Cardoso se enfrentó a los gobiernos estatales que se habían endeudado por encima de lo que sus ingresos fiscales podían pagar. "El gobierno federal se convenció de que tendría que tomar un papel activo en la reforma fiscal de los estados individuales para evitar una crisis sistémica", según un relato de los economistas Fabio Giambiagi y Marcio Ronci publicado por el FMI en 2004.

Cardoso tardó cinco años en llegar a un acuerdo con los estados y los grandes municipios, pero finalmente el gobierno nacional refinanció las deudas a cambio de modificar la contabilidad de estos, sus gastos y sus prácticas fiscales. Brasil ha tenido sus altibajos y este no fue el único cambio significativo de política económica pero ayudó al país a soportar la crisis de 2008 mejor que muchos.

En ambos casos, el gobierno central usó la reestructuración de la deuda para imponer medidas de disciplina fiscal y aumentar el poder del gobierno central. Para Europa el precio de la continuación de la unión monetaria será una unión fiscal más estrecha. Al final, el dinero de los fuertes se destinará a los débiles de alguna manera, directamente o a través de rescates de los bancos de los países ricos que han prestado a gobiernos débiles. Finalmente, la autonomía fiscal de los países miembros será restringida.

Algunos europeos lo entienden. The Wall Street Journal informó a principios de año que el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, estaba leyendo la biografía de Hamilton de Ron Chernow.

Y la alemana Angela Merkel y el francés Nicolas Sarkozy hablan ahora de la necesidad de un núcleo europeo fuerte aunque no tienen prisa con la emisión de eurobonos u otros aspectos de semejante cambio.

Y Europa tiene un punto fuerte a su favor. En conjunto, "su aritmética fiscal parece buena", según una reciente nota de los economistas de J.P. Morgan Chase.

La deuda pública de los gobiernos de la zona euro equivale a cerca del 85% de su PIB. Como grupo tiene un superávit fiscal (excluyendo intereses) de 3,2%, más sano que el de EE.UU. o el Reino Unido.

El problema es, por supuesto, político. A diferencia de EE.UU. y Brasil, Europa aún carece de un gobierno central que funcione y de estados preparados para crear uno. Tampoco tiene otro ingrediente crítico, un líder para el siglo XXI con el valor y la sagacidad que mostraron Hamilton y Cardoso.

Los mercados alternan entre ganancias y pérdidas en una sesión volátil

STEVEN RUSSOLILLO

NUEVA YORK (Dow Jones)--Los principales índices de acciones estadounidenses oscilaban entre ganancias y pérdidas el viernes a media mañana, en tanto los inversionistas continúan preocupados sobre la posibilidad de una recesión mundial y la salud del sistema bancario europeo.

Tras caer cerca de 420 puntos en la sesión anterior, el Promedio Industrial Dow Jones perdía hace unos momentos 64 puntos, o un 0,59%, a 10926.

Hewlett-Packard presentaba los mayores descensos en el Dow al descender un 21% luego que la empresa anunciara el jueves por la tarde que estaba analizando escindir su negocio de computadoras personales.

El Standard & Poor's 500 ganaba 4 punto a 1136 y el Índice Compuesto Nasdaq sumaba 0,52 puntos, o el 0,02%, a 2380.

"Estamos al borde de la recesión", dijo John Coyne, presidente de Brinker Capital. "El breve repunte concluyó. Si vemos otras ventas pronunciadas hoy, las liquidaciones van a aumentar la semana previa".

Bank of America perdía un 0,6%. La entidad financiera anunció que recortará 3.500 empleos en el actual trimestre y se encuentra enfrascada en una reestructuración mayor que podría eliminar miles de posiciones adicionales, según The Wall Street Journal.

Las ganancias del segundo trimestre fiscal de Gap retrocedieron un 19% al tiempo que la empresa minorista informó menores ventas en tiendas comparables y un margen inferior. Sin embargo, las acciones de Gap, se elevaban un 4,6%.

Los contratos a futuro sobre el dólar sumaban el 2% a US$1,859 a medida que los inversionistas se dirigían hacia lo que es considerado un refugio seguro. El petróleo, por su parte, caía por debajo de los US$82 y el dólar perdía terreno frente al euro y el yen.

El débil pulso de EE.UU. vuelve a causar estragos en los mercados

NICK TIMIRAOS y CONOR DOUGHERTY

La economía de Estados Unidos mostró nuevas señales de fatiga, lo que deprime a los mercados, desalienta a los consumidores e inquieta a las empresas.

El Promedio Industrial Dow Jones cayó el jueves 419,63 puntos, un 3,68%, y acumula un descenso de 9,5% en lo que va de agosto. La angustia por la salud de las economías de EE.UU. y Europa llevó a los inversionistas a refugiarse en la seguridad de la deuda del Tesoro estadounidense. El rendimiento del bono a 10 años alcanzó 2,083%, el nivel más bajo en casi tres años. El oro batió un nuevo récord.

Associated Press

Los últimos datos económicos pintan un cuadro sombrío.

Las ventas de viviendas usadas cayeron 3,5% en julio respecto de junio, informó la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios, otra señal de que la ansiada recuperación inmobiliaria aún no se ha materializado.

Una encuesta elaborada por la Reserva Federal de Filadelfia entre fabricantes locales, un indicador al que en general no se le da tanta importancia, llamó la atención al ubicarse en un nivel característico de una recesión. A principios de esta semana, una encuesta de la Reserva Federal de Nueva York sugirió una desaceleración en la industria manufacturera del estado.

Las nuevas solicitudes para los beneficios de desempleo aumentaron en 9.000, alcanzando un total desestacionalizado de 408.000, un poco por encima de los 400.000 que indicarían que se están creando los suficientes puestos de trabajo para reducir el desempleo, que actualmente se ubica en 9,1%.

Prácticamente, la única señal alentadora fue el alza de 0,5% del índice de los 10 principales indicadores líderes que elabora el centro de estudios Conference Board, diseñado para predecir la dirección de la economía, el tercer incremento mensual consecutivo. Sin embargo, quienes realizan el estudio no se mostraron muy entusiasmados. "La economía está lenta, con poco impulso y sin indicios de una aceleración", afirmó Ken Goldstein, economista del Conference Board.

EE.UU. creció a paso de tortuga en el primer semestre, afectado por el alza en los precios del petróleo y la interrupción de la cadena de suministro tras el terremoto en Japón. Las esperanzas de que un repunte en la producción automotriz y el desvanecimiento de los factores temporales dieran lugar a un segundo semestre más vibrante se han disipado. "Está claro que no todas las debilidades se deben a estos factores extraordinarios y, a la luz de esto, he revisado a la baja mis previsiones sobre el ritmo de la recuperación", expresó el jueves el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, William Dudley.

No hay un método infalible para saber si la economía de EE.UU. ha caído en una nueva recesión o si lo hará pronto. "Si no es una recesión, se siente como tal", afirmó John Hailer, presidente de la firma de valores Natixis Global Asset Management en EE.UU. y Asia. "Y si es así, no importa que se pueda comprobar con estadísticas o no".

Los economistas que participaron en la última encuesta mensual de The Wall Street Journal asignaron una probabilidad de 13% a que una recesión ya esté en curso. Pero ven crecientes riesgos de que una se avecine. En promedio, ubicaron en 29% las posibilidades de una recesión, por encima del 17% de un mes atrás. Diez economistas consideran que la probabilidad de recesión supera el 40%. "Hemos dicho que hay una probabilidad de 35% de recesión, pero si la debilidad de la bolsa persiste, vamos a seguir elevando el porcentaje", dijo Ethan Harris, economista de Bank of America Merryl Lynch.

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Una estimación del Producto Interno Bruto, compilada por Macroeconomics Advisers, indica que la economía cayó en enero y febrero, subió en los siguientes dos meses, y volvió a bajar en mayo y junio. Según Macroeconomics Advisers, el producto de junio fue inferior al de diciembre de 2010.

No obstante, algunos indicadores oficiales recientes muestran algunas señales de vida. La Fed reveló el martes que su índice de producción manufacturera subió 0,6% en julio, la mayor alza desde marzo, impulsado por una mejoría en la fabricación de autos. Y aunque las encuestas muestran un derrumbe de la confianza de los consumidores, el Departamento de Comercio informó que las ventas minoristas crecieron más en julio que en los tres meses previos.

Las dudas en torno a la economía amenazan con retrasar la recuperación del mercado de bienes raíces. Anthony Lamacchia, agente inmobiliario de Waltham, Massachusetts, dijo que dos clientes echaron pie atrás en las últimas semanas. "Llamaron y dijeron que temían por sus empleos y que ya no querían comprar una casa", aseveró.

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