domingo, octubre 16, 2011

¿La agenda secreta de Ollanta Humala en México?

El Presidente Calderón se encuentra en el fin de su período y Humala apenas lo inicia. Entonces, ¿qué tienen en común para reunirse?

visita Ollanta México

El próximo 18 de julio el Presidente electo del Perú, Ollanta Humala, realizará una visita al Presidente mexicano, Felipe Calderón; asimismo, Ollanta se reunirá con distintos líderes y parlamentarios de la clase política y económica del país azteca. Un dato para tener en cuenta es la asimetría de los tiempos políticos de ambos dirigentes, el Presidente Calderón se encuentra en el fin de su período y Humala apenas lo iniciará en un par de semanas, entonces, ¿qué tienen en común para reunirse? La respuesta es sencilla, no hay un motivo exclusivo, en realidad les sobran los motivos en diversas materias: Narcotráfico, Inversiones mineras en el Perú, gobernabilidad, pactos económicos internacionales, son algunos de los temas que seguramente tocarán ambos mandatarios, pero la piedra de toque sin duda alguna será el acuerdo que el Presidente Calderón firmó el 29 de abril pasado con los Presidentes de Chile, Colombia y Perú (Alan García), que tenía como finalidad alcanzar y edificar un amplio marco de acuerdo que permita “armonizar en el futuro sus economías para elevar el intercambio comercial y encontrar nuevos mercados en la rica cuenca del Océano Pacífico”. Una propuesta loable para las partes firmantes que, sin embargo, tenía la intención de agrupar a los gobiernos neoliberales en un desesperado bloque político y económico que contuviera el avance de la izquierda en la región, justo en medio de la campaña electoral peruana para así darle de taquito un respaldo a los candidatos y candidatas a la presidencia en el Perú respaldados por Alan García—Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski. El desenlace de esta historia es de todos conocido: Ollanta Humala ganó las elecciones y ya es hora de hacer las paces con quienes sin querer queriendo abonaron lo suyo al defender la continuidad del proyecto neoliberal en el Perú y en consecuencia se opusieron a su candidatura.

Ollanta tendrá que conversar seriamente este pacto con su homologo mexicano. Ambos tienen ideologías políticas divergentes y sus puntos geopolíticos van en sentido opuesto: mientras que Ollanta mira hacia la izquierda y se enfoca en el modelo brasileño, Calderón es un ferviente defensor del libre mercado y de sus alianzas con los Estados Unidos.

Al clarificar esta coyuntura se abren espacios y perspectivas para plantear la posibilidad de la existencia de una agenda de Ollanta Humala en México, agenda que tiene que ver también con otro eje común, la inversión minera del Grupo México en el Perú. Para muestra un botón: solo en el año 2007, «Southern Copper Corp., una de las mayores productoras de cobre del mundo, aprobó una inversión de 2 mil 108 millones de dólares en Perú para reemplazar proyectos de expansión que canceló en México». Este dato es de singular importancia debido a que los principales proyectos de dicha compañía se encuentran en Toquepala y Cuajone e Ilo, localidades ubicadas en el sur del Perú en donde se han realizado una serie de movilizaciones sociales en rechazo a la presencia de las mineras aztecas debido, sobre todo, a las condiciones de trabajo y la pequeñez de los impuestos que pagan al Estado peruano por extraer los minerales y dañar irreparablemente el medio ambiente de la zona andina. No es casualidad que al día siguiente de la victoria de Ollanta las acciones del Grupo México perdieran valor, según la publicación mexicana El economista: «Los títulos de Grupo México bajaban hasta 3.44% en la bolsa mexicana, luego del anuncio de Southern Copper, una de las principales productoras mundiales de cobre, de que “reanalizará” inversiones en Perú por 2,000 millones de dólares tras la victoria de Humala». Seguramente esta será una de las principales aristas por tratar en la agenda de Ollanta en México.

Otro punto de la agenda está relacionado con la seguridad y el narcotráfico. Perú es el tercer productor internacional de cobre pero también el primer productor de coca del mundo, y mucha de la cocaína peruana que transita por el mundo es negociada, producida y movilizada por diversos carteles mexicanos. Todo ello en un contexto signado por el creciente fortalecimiento de los restos de la guerrilla maoísta Sendero Luminoso en la zona cocalera del trapecio amazónico peruano. Negocios sucios que ciertamente apuntalan las economías de los varones de la droga en México con quienes el Presidente Calderón lleva adelante una guerra que cuenta ya con cuarenta mil muertos.

Como vemos, ambos presidentes tienen mucho por conversar y en esta ocasión es Ollanta quien tiene la sartén por el mango, de su gobierno van a depender las inversiones mineras del Grupo México, el pacto firmado en Abril con Alan García y los convenios de seguridad relacionados con el narcotráfico. Como diría Pedro Navaja, la vida te da sorpresas.

Las contradicciones de Ollanta Humala: El Perú del Gato Pardo

El recientemente electo presidente de Perú confunde a las personas que votaron por él con una serie de decisiones políticas que van en contra de la dirección esperada.

Las últimas decisiones del Presidente Ollanta Humala tienen a la mitad del Perú confundido y a la otra mitad con grandes expresiones de satisfacción. Lo curioso es que la mitad confundida votó por él y la otra mitad no lo hizo. Esta paradoja tiene que ver con las últimas decisiones de Humala, sobre todo en la confección de su equipo económico anunciado la semana pasada. Su Ministro de Economía será Luis Miguel Castilla, un economista neoliberal ortodoxo, quien hasta hace unas semanas fue viceministro de economía de Alan García; Humala ratificó también al actual Presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, militante del derechista Partido Popular Cristiano. Uno de los principales damnificados de estas decisiones fue Kurt Burneo, el líder del equipo económico de la campaña electoral de Humala, quien se tuvo que conformar con el Ministerio de la Producción, aunque dicen los analistas políticos que con el tiempo, una vez que se compruebe el funcionamiento del equipo económico neoliberal, Burneo tendrá un mayor protagonismo y dirigirá los programas sociales que apuntalaron la campaña presidencial de Humala. ¿Será cierto?

La izquierda que apoyó a Humala apenas tuvo como consuelo el Ministerio del Desarrollo y de la Inclusión Social. Javier Diez Canseco, uno de los principales asesores durante la campaña electoral humalista, en su columna del diario La República señaló, respecto a la elección de Luis Miguel Castilla como posible ministro de economía, lo siguiente: «Llama la atención la renuncia, a días del cambio de mando, de Luis Miguel Castillo Rubio, viceministro del MEF alanista. El Comercio lo promueve como titular del MEF para “tranquilizar a los inversionistas”. Fue asesor de Carranza –¿es esa la clave?– y viceministro desde Aráoz. Una pieza importante de este crecimiento sin inclusión y del DS 012 que paralizó el gasto regional. ¿Juega en serio esta ficha? Si es así, ¿cuáles son sus implicancias? Cierto que una derecha liberal, como MVLL incidió en la segunda vuelta, pero no son los grupos de poder económico que cogobernaron con García y Vargas Llosa criticó. ¿Creen haber reabierto un camino al poder fáctico? ¿A qué precio? Lo curioso es que el mismo diario vocea como premier a Salomón Lerner que coordinó técnicamente la Comisión de Transferencia, jugó importante papel en la campaña y promovió importantes espacios de la Confluencia Gana Perú, como Ciudadanos por el Cambio y la articulación con sectores de izquierda, movimientos regionales y sociales. ¿Buscan un juego de equilibrios y posiciones?».

Ciertamente se observa un giro hacia la centro-derecha del humalismo, con lo cual ya logró la gobernabilidad y la mayoría necesaria en el Congreso: con los apoyos de la derecha peruana y de Perú Posible logrará sin mayores problemas la mayoría de las comisiones importantes y desplazará a un tercer lugar a los fujimoristas y al alicaído alanismo. Sin duda una hábil jugada política que permitirá la edificación de un amplio acuerdo político, mismo que también dará estabilidad al Estado peruano siempre y cuando funcione la díada de crecimiento económico con redistribución inclusiva. La apuesta política va en ello y seguramente dependerá del estilo de gobernar del futuro presidente del Perú por los próximos cinco años. Sin embargo, hay ciertos detalles que se están quedando en el vacío o por lo menos han sido ignorados ramplonamente, básicamente tres: 1) Las Concertaciones políticas de gobernabilidad en América Latina han servido a los intereses de los grandes grupos económicos; 2) Las recetas económicas ortodoxas de carácter neoliberal han demostrado sus límites para construir sociedades equitativas e inclusivas; 3) En el Perú existe un grave descontento social en más del 50% de la población con el modelo económico y hay la probabilidad que esa indignación sea recogida por los remantes de Sendero Luminoso y genere, en consecuencia, una reedición de los graves conflictos que desquiciaron al Estado peruano dos décadas atrás.

Chile, el país espejo para ser imitado por la mayoría de los países de la región por sus supuestos éxitos políticos y macroeconómicos, se encuentra atravesando por una de sus más grandes crisis sociales, políticas y económicas; el movimiento social armado a partir de la lucha por la gratuidad de la educación está demostrando que no solo basta con formar una concertación y acuerdos políticos que garanticen los privilegios de los de siempre, sino que hace falta mirar hacia los de abajo, hacia los perennes excluidos. Hoy en día millones de chilenos tienen en jaque al gobierno de Piñera y si tomamos en cuenta adicionalmente el caso mexicano, el otro espejo que cita la versión light y descafeinada de Ollanta Humala, vemos que su crecimiento económico ha sido mediocre, menos del 2.5% en la última década, con programas sociales deficientes y cuyo paradigma económico está siendo cuestionado por estas cifras.

Dicen que la esperanza está puesta en la influencia de Lula, en la reedición del modelo brasileño en sazón peruano, pero la verdad es sencilla: Ollanta Humala fue elegido con el voto del Perú profundo, con los votos de las poblaciones andinas y amazónicas. Curiosamente Keiko Fujimori ganó solamente en seis departamentos —Lima, Callao, La Libertad, Lambayeque, Piura y Tumbes—, mientras que en los 19 restantes ganó Humala. La gente de estos últimos 19 departamentos está muy confundida, mientras que en Lima el júbilo por las últimas decisiones de Humala es evidente.

Hay muchas expectativas y esperanzas puestas en Ollanta Humala —y las críticas vienen desde quienes lo eligieron. Ciertamente no la tiene fácil, pero confía en que el apoyo del ex presidente Toledo y de la derecha peruana no fujimorista consoliden su mandato. Sin duda alguna las decisiones económicas ortodoxas han apuntalado la confianza de los mercados y también han abierto la desconfianza de sus bases sociales de apoyo. El tiempo dirá si fueron acertadas o no estas decisiones. Los juegos de poder han comenzado. Mientras tanto Alan García sonríe discretamente porque sabe que sus postulados económicos e intereses estarán protegidos después de este 28 de julio. En fin, todo cambia para que nada se transforme. La vida nos sigue dando sorpresas.

Arquetipo del cambio planetario: Camila Vallejo, la bella líder del movimiento estudiantil chileno

Líder de la primavera chilena y flamante ícono popular, a sus 23 años Camila Vallejo, hermosa e inteligente, es un estimulante ejemplo de transformación social que impulsa el despertar colectivo hacia un nuevo paradigma, libre de las estructuras opresivas del sistema socioeconómico imperante.

El movimiento estudiantil de Chile ha congregado a cientos de miles de personas en ese país, ganándose también el apoyo de una juventud ávida de vivir una transformación social en distintos lugares de América Latina. A diferencia de lo sucedido en las llamadas “primaveras árabes”, lo que está sucediendo en Chile, hasta el momento, no tiene ningún indicio de haber sido cooptado y trastornado por la clase política en el poder y las élites financieras que en ocasiones ejercen su influencia desde el extranjero; por el contrario, mantiene una vibrante legitimidad y se despliega con un vigoroso potencial de orquestar un cambio sustancial, real y posiblemente capaz de estremecer las estructuras que históricamente reprimen el desarrollo de la juventud y de las clases sociales marginadas por el capitalismo.

La figura descollante que lidera este movimiento masivo es Camila Vallejo Dowling, una joven de 23 años, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) —la segunda mujer en toda la historia de esta universidad en ocupar esta dirigencia—, hija de padres comunistas (su padre es también actor) e insoslayablemente atractiva e inteligente. Camila se ha convertido en una celebridad, llevando, a veces por razones ajenas a la esencia del conflicto, esta protesta estudiantil más allá de las fronteras de Chile y en general aumentando su difusión mediática.

Vivimos, sin duda, en una sociedad que se deja llevar por el poder de la imagen y que consume los modelos de vida que las celebridades, consciente o inconscientemente, promueven dentro del aparato propagandístico cuya función es mantener el statu quo. Pero si bien las celebridades sirven, casi inescapablemente, al modelo socioeconómico (y psicosocial) que enaltece los valores del consumo —y por añadidura de la enajenación, al intercambiar la individuación por el deseo aspiracional—, el caso de Camila —figura mediática y también in-mediata generatrix de la movilización callejera— por un momento parece hackear este paradigma para usarlo a su favor, como en un movimiento de judo (el objetivo de este arte marcial es “derribar al oponente usando la fuerza del mismo”) y exponenciar la fuerza de las voces silenciadas —por amenazantes al sistema pero también por ser inefectivas para la propagación de un mensaje dentro de la estructura particular de estos difusores de realidades programadas. Quizás sea un poco el furor del sueño que despierta (simbólicamente enarbolado por la mujer), pero Camila parece ser una celebridad que, excepcionalmente, se merece su notoriedad —más allá de su belleza, que galvaniza— ya que promueve una serie de valores que estimulan los principios básicos del humanismo, la libertad y la conciencia, y su misma imagen iterada se rebela frente a la cultura de las celebridades como un seductor virus que inyecta, en Helena, un Caballo de Troya.

“Desde los días del Subcomandante Marcos de los Zapatistas no ha habido un líder rebelde que haya fascinado tanto a América Latina. Esta vez no hay pasamontañas, no hay pipa ni pistola, solo un anillo de plata en la nariz”, dice el diario británico The Guardian sobre Camila. Pero más allá de la estética de la rebeldía y su profundo encantamiento, lo que sostiene y propulsa a la figura de Camila Vallejo es la fuerza de su movimiento (que genera marchas multitudinarias de una magnitud que no se había visto por décadas en Chile) y la claridad de su discurso. La directiz de la protesta estudiantil pacífica es la exigencia básica de eliminar la concepción usurera de la educación que, en la práctica, permea Chile, país donde los estudiantes muchas veces tienen que endeudarse para completar una educación que luego difícilmente les significará oportunidades de trabajo para poder pagar dichas deudas —en una versión moderna y sofisticada de esclavitud. Esta petición de educación superior gratuita va más allá de la mera retórica política y representa una amenaza para el sistema hegemónico porque significa en el fondo un empoderamiento de la juventud alejada de la élite a la que históricamente han mermado no solo económica sino también intelectualmente. Una juventud que de alzarse no tendrá contemplaciones en dar al traste el viejo sistema —y a sus sacerdotes— de manera radical. La misma Camila de algunas claves:

“Siempre es la juventud la que se mueve primero… no tenemos compromisos familiares, esto nos permite ser más libres. Tomamos el primer paso, pero ya no estamos solos, las viejas generaciones se han unido a la lucha”.

Más allá de la “utopía” de la educación gratuita:

“Nosotros creemos que es posible, a través de una reforma tributaria, de la recaudación de impuestos, especialmente a las grandes empresas, sobre todo a las mineras, que un 70% son privadas y que obtienen grandes ganancias de su operación en el país. Un solo dato: con las utilidades declaradas de una sola empresa minera, La Escondida, se podría financiar toda la educación del país: matrículas, profesores, investigación, etc.”.

En Chile, el 60% del país vive con menos de 165,000 pesos mensuales per cápita (cerca de 180 euros) y prácticamente el 80% de la población vive endeudada. Camila aclara que desde la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) “el Estado trasladó al mercado la responsabilidad de educar” a los jóvenes chilenos, implentando un régimen de capitalismo educativo, o un esquema que hace negocio de la formación del pueblo chileno.

“En Chile se instauró el modelo neoliberal en la educación y el Estado redujo sus aportes. Hoy el costo de la educación superior descansa en las familias, que tienen que endeudarse para educar a sus hijos. Lo que buscamos es recuperar la educación pública”, indicó.

La lucha de Camila y de millones de chilenos es fundamentada por Noam Chomsky, quien recalca en que la privatización de la universidad pública «significa la privatización para los ricos [y] un nivel más bajo de formación más bien técnica para el resto».

Por otro lado, Camila, musa querida indudablemente por los medios alternativos (posible bandera de un Chile que toma conciencia de lo que hizo la CIA en su valiente país) e inevitablemente difundida por los medios mainstream ante su magnética personalidad, no suaviza ni compromete su discurso para ganar tiempo aire:

“Los periódicos pertenecen en un 98% a dos grandes conglomerados que prácticamente poseen una misma línea editorial, muy ligada a los sectores conservadores, por lo que son un gran obstáculo para buscar el apoyo ciudadano. Los diarios suelen desinformar al descontextualizar las declaraciones de los estudiantes, tergiversar nuestras demandas o simplemente evadir hechos sociales importantes. Los canales de televisión abierta tampoco son muy distintos. Suelen dar mensajes tendenciosos y parcelados, sin cumplir con su labor de informar objetivamente ni de ser pluralistas. De hecho, en muchas ocasiones, cuando los noticieros hablan sobre educación o del movimiento estudiantil, muestran imágenes de encapuchados o de destrozos, promoviendo una imagen errónea de nuestro movimiento”.

Actualmente Camila supera al presidente Sebastián Piñera con un 68 por ciento de aprobación, a diferencia del 40% (algunas encuestas lo dan más bajo) que tiene el mandatario amigo de David Rockefeller. Tal vez por eso funcionarios del gobierno de Piñera han llamado, a través de Twitter, ”a matar la perra para que se acabe la leva” (haciendo eco de la sentencia de muerte que recibió Allende). También se han ventilado en Internet sus datos personales, para fomentar un asfixiante acoso. Pero por otro lado, y doblemente esperanzador ante la lamentable situación de la izquierda en muchos países del continente, Camila —y no hay que olvidar a sus compañeros como Giorgo Jackson de la Católica— parece estar agrupando e inspirando a los líderes de la izquierda en la zona. Los diarios cubanos comunistas se desviven elogiando a la líder estudiantil (Granma, la llama “una luz en el camino”); el vicepresidente de Bolivia ha dicho (en un sentir que compartimos): “Todos estamos enamorados de ella”; e incluso ha sido mimada por el grupo de alta conciencia social Calle 13.

Pero nada de esto, en apariencia, parece desubicar a esta templada joven comunista que a los 14 años ya había leído al anarquista Mikhail Bakunin y que confiesa que su película favorita es El Club de la Pelea (el mismo film que inspira al interesantísimo movimiento hacktivista Project Mayhem 2012). Ante la crítica y en los momentos de euforia colectiva, Camila exhibe un sutil control de sí misma, un dominio y una mesura que sorprende e hipnotiza, una especie de reposo que le permite analizar y recanalizar situaciones desde un secreto atalaya interior —como si fuera la niña índigo de una nueva generación política capaz de amansar los ataques de los lobos y liberar los atavismos de la vieja guardia empotrada en la cima de la pirámide. Así se levanta brillante la aguerrida poética de la nueva revolución social.

“SOY LA DESTRUCTORA DE MUNDOS”.

El usuario rnunezb hace decir a Camila Vallejo, en un video de YouTube, “Soy la destructora de mundos”. Esto es especialmente simbólico, ya que parafrasea y feminiza una frase ligada a Shiva, el dios hinduista de la destrucción (que en su reverso revela la creación). Shiva simboliza la potencia masculina, el kundalini desde el culto fálico, pero también la necesidad de destruir para poder manifestar una transformación verdadera. Aunque quizás sea un exceso hiperbólico asociar estos conceptos con Camila Vallejo, estimulados por “la estética de la rebeldía” y lo que llamamos la “posesión arquetípica”, vislumbrando con voluntad —también onírica— una nueva época de liberación y de despertar, en la cual la mujer posiblemente asuma un rol protagónico —al menos con el mismo poder de guíar y servir de ejemplo para el colectivo que el que ha detentado en los últimos siglos —para detrimento del ecosistema— el hombre.

El escritor Antonio Velasco Piña, autor de Regina, uno de los libros más emblemáticos del movimiento estudiantil del 68 en México, sugirió de manera criptomística, junto a su maestro Ayocuán, que “la mujer dormida debe de dar a luz”: heraldo blanco de un cambio de conciencia en el planeta. Tal vez el nuevo papel de la mujer no solo es dar a luz, también es destruir el viejo mundo para que pueda nacer el nuevo. Sin recurrir a mesianismos y demás síntomas de una conciencia pueril no individuada, la figura de Camila podría ser simplemente simbólica e inspiradora para las mujeres en el mundo y también para los hombres, estimulando la necesidad de elevar la conciencia a un nuevo entendimiento de género.

“Elegí Geografia después de leer la malla curricular (plan de estudios). Vinculaba dos áreas, físicas y humanas, que me parecían interesantes. El territorio es un libro abierto a través del cual se puede hacer una lectura de los acontecimientos”, explica Camila, egresada de Geografía, la ciencia humana de la Tierra. Para aquellos de nosotros que gustamos de los símbolos y de los vuelos sintéticos de la imaginación quizás no sea menor que esta joven muse politik haya elegido estudiar esta disciplina que la conecta en cierta forma con la Madre Tierra. Según la milenaria tradición esotérica de distintas culturas, la mujer es esencialmente la encarnación (o la transpersonalización) de la Madre Tierra (Gaia, Pachamama, María, Isis; y Kali-Coatlicue, en su acepción destructora). Uno de los paradigmas que a todas luces deben de modificarse para la evolución de nuestra especie es nuestra relación con el planeta y la naturaleza —una entidad que para las culturas indígenas está viva y está siendo herida por nuestro sistema económico capitalista y nuestra visión atomista. Camila, la joven comunista (anti-consumista) en este sentido es representante natural de este profundo pleito ecológico que es sobre todo un dilema de conciencia, posiblemente de tener conciencia de que la Tierra está viva y de que somos parte de ella. Así, un líder de un movimiento colectivo que busca aumentar la conciencia colectiva a través de la educación, pero también de tomar cuenta del poder de la unión del pueblo, sirve como vocero de la Tierra, al igual que de las voces oprimidas de su país.

Cuestionada en repetidas ocasiones por los efectos que tiene su belleza física en el interés que ha generado el movimiento estudiantil chileno, Camila ha dicho que, más allá de desear que esto no desvirtúe el mensaje de fondo y baje el nivel de discusión, ella no desdeña la utilización de este mecanismo, bajo las condiciones que rigen la realidad consensual, para el beneficio de su lucha. Y es que más allá de la lucha por la iguladad de género, yace la importancia de la diferencia, de que cada quien pueda manifestarse en su totalidad como individuo —es decir, no tendría porque no ser ella misma en toda su extensión con todo lo que esto implica.

Otra vertiente interesante del caso de Camila entronca con lo que es originalmente, en su sentido más amplio, la belleza, la cual trasciende el cuerpo pero tampoco lo desdeña. Platón encontró una relación prístina de identidad entre belleza, bondad y verdad, arquetipos celestes que debían reflejarse en este mundo como portales para alcanzar las más altas virtudes. El poeta John Keats, como continuación platónica dijo: “Truth is beauty; beauty is truth”. La belleza que puede intercambiarse con la verdad es aquella que emana de la profundidad del ser y toca las fibras profundas —ideas— sobre las que se construye el mundo: la estética necesariamente involucra una ética y la seducción cierta inteligencia.

La belleza de Camila es integral, no puede dividirse (es su elocuencia, su cara y su cuerpo, su inteligencia, su valentía y lo que se transparenta de su espíritu) y en este sentido nos enseña, de manera holística, que el ser humano debe considerarse como un todo, alejándonos del atomismo. Nos enseña también a percibir a las personas integralmente. En cierta forma nos avasalla motivándonos, ya que al escucharla y verla sabemos que el burdo deseo se aniquila —sabemos que todos aquellos que objetifican su cuerpo (y el de todas la mujeres) y que surfean buscando sus “fotos sexies” en la red o que no esuchan lo que dice y solo se huelgan lascivamente en su superficie imaginal, no podrán tener un intercambio real con una persona verdaderamente bella, la radical otredad que nos lleva al descubrimiento del propio ser y de la cual, en este caso mediatizado, Camila es un símbolo.

Como un nuevo arquetipo embebido en la mente colectiva, Camila Vallejo es un ejemplo para hombres y mujeres. Para los hombres es un ejemplo de percepción de una nueva mujer, de la necesidad de ser capaz de apreciar la belleza física, incluso celebrarla, pero no quedarse ahí, de explorar la mente y el espíritu de la mujer, de escuchar y no solo ver, de entender y no poseer, de proveer seguridad pero para estimular la libertad; para la mujer es un claro ejemplo de desarrollo, de proactividad, sin perder su esencia —igualdad que exalta también la diferencia, la feminidad en su florecimiento. Es un ejemplo especialmente valioso para las mujeres que aún viven en el paradigma detectado en el poema de W.B. Yeats, “Adams Curse”:

“To be born woman is to know—
Although they do not talk of it at school—
That we must labour to be beautiful”.

["Nacer mujer es saber

—aunque no se dice en la escuela—

que debemos laborar para ser bellas"].

Esto es, una nueva forma de responder a la presión (y al beneficio) social de ser el “sexo bello”, mostrando que una mujer no tiene que sacrificar su belleza, sino todo lo contrario, si se afirma a sí misma y deja las frivolidades de una coquetería artificial, de una seducción basada en accesorios; belleza más allá del oropel, más allá del miedo y la debilidad. Mostar a las adolescentes —muchas de las cuales idolatran a la nueva Britney Spears, quien sea que sea en este momento (pronta seguramente a caer en la decadencia), y siguen a celebridades como modelos que en realidad representan versiones adaptadas del viejo arquetipo de la princesa cuya realización no está dada en ella misma, sino en el príncipe azul al cual debe de ser capaz de conquistar con cualquier artimaña, incluyendo la ilusión de la virginidad— que la belleza femenina crece con el desarrollo personal, con la inteligencia, el valor y, sobre todo, con el nivel de conciencia que se logre, mucho más que visitiendo la última prenda de diseñador o utilizando cosméticos y aprendiendo patrones de comportamiento programados por la sociedad para crear relaciones de poder, mismos que generalmente nos separan de la comunión erótica que es el principio de género en su danza.

En suma, si la sociedad en la que vivimos está dominada por la imagen y por el carácter aspiracional, el ejemplo de Camila es capaz de jugar con estos paradigmas que llevan a la enajenación y hackearlos, de hacerlos inspiracionales, para que lleven a la individuación, de exaltar los valores de la rebedía hacia el sistema dominante y afirmar la diversidad del ser. Quizás reactivar la energía poética que tienen la rebeldía y la revolución en su origen: la política (cósmica) como eje que nos propulse al siguiente estadio en nuestra evolución: del animal político hacia el humano alumbrado que despierta al planeta.

Mujeres filipinas recurren a huelga de sexo y logran la paz entre dos aldeas

El sexo como un efectivo pacificador: las mujeres de dos aldeas que estaban en conflicto decidieron instaurar una huelga de sexo hasta que sus respectivos maridos hicieran las paces y su estrategia funcionó.

mujeres en una aldea de filipinasDesde 2008, varias aldeas en Filipinas entraron en un violento conflicto, el cual obligó a desplazarse a cerca de cien mil personas. Eventualmente la riña fue cediendo, pero el conflicto renació en dos aldeas. El enfrentamiento entre estos dos pequeños poblados motivó el cierre de un camino que frenaba la ruta comercial de miles de habitantes, así que la pugna tenía repercusiones regionales.

Ante esta situación, y luego de que los hombres involucrados desoyeran las peticiones de sus mujeres para dar fin al enfrentamiento, la población femenil decidió recurrir a una infalible estrategia: las mujeres ambas aldeas acordaron instaurar una huelga de sexo hasta que sus maridos decidiesen acordar el término del conflicto. Obviamente todos sabemos que esta historia tiene un final feliz, ya que la paz fue rápidamente acordada y seguramente los hombres fueron premiados por sus pacificas mujeres.

Es curioso como, si bien el sexo y la violencia comparten la misma región del cerebro al activarse ya sea el deseo sexual o un impulso violento, en esta ocasión las mujeres filipinas lograron hackear esta naturaleza neuroviolenta de la actividad sexual y la utilizaron como un eficiente instrumento de paz.

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Las reformas y los conflictos en seis años de 'cambio' en Bolivia

El presidente indígena Evo Morales está próximo a cumplir seis años consecutivos de mandato, algo poco común en la inestable Bolivia (AFP).
El presidente indígena Evo Morales está próximo a cumplir seis años consecutivos de mandato, algo poco común en la inestable Bolivia (AFP).

Lo más importante
  • En el 2006 Morales nacionalizó la industria de hidrocarburos y lideró el "No" a las autonomías regionales
  • En el 2009 se declaró en huelga de hambre junto con dirigentes de movimientos sociales
  • Ese mismo año fue reelecto y en el 2010 proclamó el inicio de su segundo mandato


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LA PAZ (Reuters) — Las elecciones judiciales de este domingo en Bolivia se sumarán, si son exitosas, a una cadena de reformas impulsadas por el presidente indígena Evo Morales.

Esas transformaciones y los conflictos que las acompañaron han puesto a prueba varias veces el liderazgo de Morales, quien se aproxima a completar seis años consecutivos de mandato, algo poco común en el inestable y pobre país sudamericano.

El siguiente es un recuento cronológico de los acontecimientos más importantes en su gestión:

Nacionalizaciones

El 1 de mayo del 2006, Morales nacionalizó la industria de hidrocarburos, que convirtió a las transnacionales que operaban bajo contratos de riesgo compartido en prestadoras de servicios a la estatal YPFB.

La decisión de dejar para el Estado hasta el 82% del valor de la producción -fundamentalmente gas natural que se exporta a Argentina y Brasil- resultó clave para aumentar las reservas monetarias del país.

Las nacionalizaciones llegarían en los cuatro años siguientes a la minería, las telecomunicaciones y la generación eléctrica.

Primer referendo y constituyente

El 2 de julio del 2006, Morales lideró el "No" a las autonomías regionales que se impuso en un referendo nacional, pero no logró impedir que el "Sí" obtuviera mayoría en cuatro departamentos (Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija), que luego conformarían una "media luna" de oposición conservadora.

El mismo día el gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) ganó por mayoría absoluta, pero no dos tercios, elecciones para conformar una Asamblea Constituyente.

Reparto de Tierras

En noviembre del 2006, una segunda reforma agraria abrió paso a un masivo reparto de tierras que benefició especialmente a los pueblos indígenas, que recibieron más de 11 millones de hectáreas en los cuatro años siguientes.

Cambio constitucional

Por más de un año, entre septiembre del 2006 y noviembre del 2007, la Asamblea Constituyente resultó paralizada por una demanda opositora de que el Gobierno se trasladara de La Paz a Sucre, la capital histórica.

Masivas concentraciones en ambas ciudades polarizaron al país y violentos disturbios en Sucre obligaron a concluir la aprobación del nuevo texto constitucional en la ciudad altiplánica de Oruro, el 9 de diciembre del 2007.

Autonomías - Revocatorio - Golpe

La oposición impulsó a mediados del 2008 referendos ilegales sobre estatutos de autonomía en la "media luna" y promovió luego un referendo nacional para revocar el mandato de Morales, el 10 de agosto siguiente, del cual el gobernante salió fortalecido con un apoyo de más de dos tercios de los votantes.

Inmediatamente después, las regiones opositoras se convulsionaron con huelgas, tomas de aeropuertos y hasta atentados a la red de gasoductos, en lo que el Gobierno denunció como intento de golpe de Estado que se saldaría con la caída y enjuiciamiento, por presunto genocidio, de uno de los cuatro prefectos de los departamentos rebeldes.

Rerendo constitucional

El 25 de enero del 2009, la nueva Constitución Política del Estado fue aprobada con el 61.43 % de los votos en un referendo nacional. La carta magna, promulgada el 7 de febrero, dio más poder político a los indígenas y consolidó la estatización de la economía.

Ayuno y reelección

En abril del 2009, Morales se declaró en huelga de hambre junto con dirigentes de movimientos sociales para exigir al Congreso Nacional la convocatoria a elecciones generales anticipadas como dispuso la nueva Constitución.

Como consecuencia, el gobernante fue reelecto el 6 de diciembre de ese año con el 63% de los votos, casi 10 puntos porcentuales más que su primera elección en el 2005.

Nace un nuevo estado

El líder indígena proclamó el 22 de enero del 2010, en el inicio de su segundo mandato, el nacimiento de un Estado Plurinacional liderado por la mayoría indígena en reemplazo de la vieja "república liberal".

Ese mismo día se instaló la primera Asamblea Plurinacional, en reemplazo del antiguo Congreso, en la que el MAS de Morales sumó más de dos tercios de votos incluyendo una amplia representación de indígenas aymaras y quechuas del occidente andino y guaraníes del Chaco sudoriental. La Asamblea incorporó además a siete diputados de pueblos indígenas minoritarios.

El nuevo Estado comenzó a tomar forma en los meses siguientes con reformas institucionales entre las que destaca el acceso privilegiado de los indígenas a los poderes electoral y judicial y el fortalecimiento o creación de empresas estatales.

Gasolinazo, ida y vuelta

El 26 de diciembre del 2010, el Gobierno dispuso sorpresivamente un aumento de hasta un 84 por ciento en los precios de los combustibles, lo que desató una ola de protestas sin precedentes. Morales anuló la medida cinco días después, pero no logró frenar un brote inflacionario que provocaría cuatro meses después su más fuerte enfrentamiento con los sindicatos, que con huelgas, bloqueos y marchas exigieron un aumento salarial. El desenlace fue un reajuste del 11 por ciento.

TIPNIS y elecciones

El proceso hacia las elecciones judiciales de octubre del 2011, previsto como la reforma menos conflictiva del nuevo Estado, resultó entorpecido por una protesta de indígenas amazónicos que rechazaban la construcción de una carretera selvática financiada por Brasil.

La oposición conservadora aprovechó la protesta indígena para hacer campaña por el "voto nulo", convirtiendo a los comicios judiciales en un plebiscito no convocado sobre la gestión de Morales.

Un grupo de 'indignados' en México se suma al movimiento internacional

Unos 250 activistas se manifestaron de manera festiva n el monumento a la Revolución mexicana
Los mexicanos exigieron al Gobierno oportunidades de trabajo, combatir la pobreza y lograr la igualdad
Los mexicanos exigieron al Gobierno oportunidades de trabajo, combatir la pobreza y lograr la igualdad (Cuartoscuro)
Los manifestantes mostraron pancartas para exigir más escuelas y hospitales en lugar de soldados en las calles

Los 'indignados´ mexicanos se sumaron así a otras manifestaciones en el mundo en

Algunos instalaron puestos de mercancías para intercambiarlas mediante trueque, para repudiar el mercantilismo

Alrededor de 70 personas protestaron por la crisis económica y la violencia derivada de la lucha contra el narcotráfico

  • Cientos de personas se reunieron en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México
  • Los organizadores dijeron que habrá manifestaciones en una veintena de ciudades
La mayor manifestación se realiza en el Distrito Federal, donde un grupo de ciudadanos protestó contra la violencia y la pobreza en el país (Cuartoscuro).
La mayor manifestación se realiza en el Distrito Federal, donde un grupo de ciudadanos protestó contra la violencia y la pobreza en el país (Cuartoscuro).
Los 'indignados' se extienden por todo el mundo
Indignados marcharán en más de 80 países

(CNNMéxico) — Cientos de personas se concentraron este sábado en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México para unirse a las protestas de indignados que se realizaron en decenas de países del mundo.

La violencia que se vive en el país, además de la pobreza, fueron las principales causas por las que protestaron los manifestantes que llamaron a una "desobediencia civil no violenta".

Los asistentes arrancaron la protesta con un baile al ritmo de batucada, y exigieron al gobierno oportunidades de trabajo, combatir la pobreza y lograr la igualdad. Exigencias que expresaron en mesas de debate instaladas en la explanada del monumento, según la agencia EFE.

Los manifestantes mostraron pancartas para exigir más escuelas y hospitales en lugar de soldados en las calles.

"No más sangre, no más hambre" fue una de las consignas que corearon los indignados mexicanos, en referencia a la ola de violencia que sacude al país y que ha dejado en cinco años más de 34,000 muertos, según cifras oficiales.

La manifestación transcurrió sin incidentes. Algunos manifestantes portaron máscaras para ridiculizar a los capitalistas y desplegaron banderas mexicanas, españolas y estadounidenses.

Además, instalaron puestos de mercancías para intercambiarlas mediante trueque, para repudiar el mercantilismo.

La asamblea ciudadana México toma la calle, democracia Real ¡Ya!, organizadora de la marcha, convocó a los asistentes a participar en una concentración frente a la Bolsa Mexicana de Valores en la Ciudad de México el próximo miércoles.

También leyó un comunicado en el que aclaró que se están uniendo al “clamor mundial contra este sistema económico y político que tiene a la gran mayoría de los ciudadanos de todos los pueblos del mundo sumidos en el miedo, la guerra, la pobreza, la injusticia, la violencia”.

México –señala el documento– “está herido por la violencia y la pobreza” por lo que distintas comunidades y organizaciones intentan construir “caminos para la paz, la justicia, la democracia”.

Recordó que las manifestaciones de indignados en todo el planeta van acompañadas de protestas para trabajar en red, reflexionar y organizarse.

En México –dijeron los organizadores– fueron convocadas manifestaciones de indignados en diversas ciudades, como Guadalajara, Monterrey, Ciudad Juárez, Xapala, Acapulco, y Oaxaca. La protesta programada en San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, fue suspendida.

En Tijuana, en el estado de Baja California, alrededor de 70 personas llegaron al camellón que divide la avenida Paseo de los Héroes de la Zona Rio (principal área comercial del municipio) para unirse a la jornada mundial de los indignados.

Los asistentes protestaron por la crisis económica, la violencia derivada de la lucha contra el narcotráfico y las políticas antiabortistas.

Este sábado también se llevan a cabo protestas en países de Europa, Asia, Australia y América Latina. También en Estados Unidos, donde inició el movimiento Ocupa Wall Street, para manifestarse en contra de lo que los participantes califican como la avaricia del sistema financiero.

En Roma, Italia, grupos de encapuchados incendiaron vehículos y se enfrentaron con la policía, mientras que en Londres el fundador de WikiLeaks, Jualian Assange, se unió sorpresivamente a la concentración convocada en el centro de la ciudad.

El pensamiento mágico de Milton Friedman

CAMBRIDGE – El próximo año será el cien aniversario del nacimiento de Milton Friedman. Friedman fue uno de los principales economistas del siglo XX, galardonado con el Premio Nobel que hizo notables contribuciones a la política monetaria y a la teoría del consumo. Sin embargo, será recordado sobre todo como el visionario que ofreció el motor intelectual a los entusiastas del libre mercado durante la segunda mitad del siglo, y como la eminencia gris detrás del cambio espectacular en las políticas económicas emprendidas después de 1980.

En un momento en que el escepticismo en los mercados es galopante, Friedman explicó en un lenguaje claro y accesible que la empresa privada es el fundamento de la prosperidad económica. Todas las economías exitosas están basadas en el ahorro, el trabajo duro y la iniciativa individual. Se oponía a la regulación gubernamental que obstaculizaba la iniciativa empresarial y limitaba los mercados. Lo que Adam Smith fue para el siglo XVIII, Milton Friedman lo fue para el siglo XX.

Mientras se transmitía la histórica serie televisiva de Friedman “Free to Choose” en 1980, la economía mundial atravesaba una singular transformación. Inspirados por las ideas de Friedman, Ronald Reagan, Margaret Thatcher y muchos otros dirigentes gubernamentales empezaron a eliminar las restricciones y regulaciones del gobierno que se habían establecido a lo largo de las décadas precedentes.

China se apartó de la planificación centralizada y permitió que florecieran los mercados –primero de los productos agrícolas y, finalmente, de los productos industriales. América Latina redujo drásticamente sus barreras comerciales y privatizó sus empresas estatales. Cuando cayó el Muro de Berlín en 1990, no había ninguna duda de que dirección tomarían las antiguas economías controladas: la del libre mercado.

Sin embargo, Friedman también dejo un legado menos feliz. En su entusiasmo por promover el poder de los mercados, trazó una línea muy clara entre el mercado y el Estado. En efecto, presentó al gobierno como el enemigo del mercado. Por consiguiente, nos impidió ver la clara realidad de que las economías exitosas son, de hecho, mixtas. Por desgracia, esa ceguera sigue afectando a la economía mundial en el periodo posterior a una crisis financiera que se originó, en gran parte, porque se permitió que los mercados financieros funcionaran libremente.

La visión de Friedman subestima en gran medida los requisitos institucionales de los mercados. Simplemente dejemos que el gobierno haga cumplir los derechos de propiedad y los contratos y ¡presto!, los mercados pueden operar su magia. De hecho, el tipo de mercados que necesitan las economías modernas no se crean, regulan, estabilizan y legitiman a sí mismos. Los gobiernos deben invertir en redes de comunicación y transportes; contrarrestar la asimetría de la información, las externalidades, y un poder de negociación desigual; moderar los pánicos financieros y las recesiones; y dar respuesta a las demandas populares de redes de seguridad y prestaciones sociales.

Los mercados son la esencia de la economía de mercado en el mismo sentido que los limones son la base de la limonada. El jugo de limón solo no se puede beber. Para hacer una buena limonada se necesita mezclarlo con agua y azúcar. Por supuesto, se si pone mucha agua en la preparación se arruina la limonada así como mucha intervención gubernamental puede hacer disfuncionales a los mercados. La clave no es descartar el agua y el azúcar, sino agregar las medidas correctas. Friedman puso como ejemplo de una sociedad de libre mercado a Hong Kong, sigue siendo la excepción de la regla de la economía mixta –e incluso ahí el gobierno ha tenido un papel significativo al ofrecer suelo para las viviendas.

La imagen que la mayoría de las personas conservará de Friedman es la del profesor sonriente, diminuto y honesto que sostenía un lápiz frente a las cámaras en el programa “Free to Choose” para ilustrar el poder de los mercados. Miles de personas en todo el mundo fabricaron este lápiz, decía Friedman –para extraer el grafito, cortar la madera, ensamblar los componentes y comercializar el producto final. Ningún organismo central coordinó sus acciones; esa hazaña la lograron gracias a la magia del libre mercado y el sistema de precios.

Después de más treinta años la historia del lápiz tiene una conclusión interesante (que de hecho se basó en un artículo del economista Leonard E. Read). Ahora, la mayoría de los lápices del mundo se producen en China –una economía que es una mezcla peculiar de iniciativa privada empresarial y dirección del Estado.)

Si Friedman viviera se preguntaría cómo es que China ha llegado a dominar la industria del lápiz como ha hecho con tantas otras. Hay mejores fuentes de grafito en México y en Corea del Sur. Las reservas forestales son más abundantes en Indonesia y Brasil. Alemania y los Estados Unidos tienen mejor tecnología. China tiene una enorme cantidad de mano de obra barata, pero también Bangladesh, Etiopia y muchos otros países populosos de bajos ingresos.

Sin duda, casi todo el mérito le pertenece a la iniciativa y trabajo duro de los empresarios y trabajadores chinos. Sin embargo, ahora la historia del lápiz estaría incompleta si no se cita las empresas estatales chinas, que hicieron las inversiones iniciales en tecnología y capacitación laboral; las políticas flexibles de gestión forestal, que mantuvieron la madera a precios artificialmente asequibles; los generosos subsidios a la exportación; y la intervención del gobierno en los mercados de divisas, que ofrece a los productores chinos una ventaja de costos significativa. El gobierno chino ha subsidiado, protegido y estimulado a sus compañías para garantizar una rápida industrialización, alterando así la división global del trabajo a su favor.

El propio Friedman hubiera deplorado estas políticas gubernamentales. Con todo, los miles de trabajadores empleados en las fábricas chinas probablemente hubieran seguido siendo agricultores pobres si el gobierno no hubiera dado un empujón a las fuerzas del mercado para que despegara la industria. Dado el éxito económico de China, es difícil negar la contribución de las políticas de industrialización del gobierno.

El lugar en la historia del pensamiento económico de los entusiastas del libre mercado se mantendrá seguro. Sin embargo, los pensadores como Friedman dejan un legado desconcertante y ambiguo porque son los intervencionistas los que han tenido éxito en la historia económica, donde realmente importa.

Dani Rodrik, profesor de Economía Política Internacional de la Universidad de Harvard, es autor de The Globalization Paradox: Democracy and the Future of the World Economy.

La inestabilidad de la desigualdad

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NUEVA YORK – Este año se ha caracterizado por una ola global de descontento e inestabilidad política y social, que ha ocasionado que la gente salga en masa a las calles reales y virtuales: la primavera árabe; los disturbios en Londres; las protestas de las clases medias de Israel contra los elevados precios de las viviendas y la presión inflacionaria sobre los estándares de vida; las protestas de los estudiantes chilenos; la destrucción en Alemania de los coches de lujo de los “ricos”; el movimiento en India contra la corrupción; el creciente descontento por la corrupción y la desigualdad en China; y ahora, el movimiento de los “indignados” de Wall Street en Nueva York y en todos los Estados Unidos.

Si bien estas protestas no tienen un tema único, expresan de diferentes maneras las serias preocupaciones por su futuro de las clases medias y trabajadoras del mundo ante la creciente concentración de poder entre las élites económicas, financieras y políticas. Las causas de sus inquietudes son evidentes: un alto nivel de desempleo y subempleo en las economías avanzadas y emergentes; educación y capacitación inadecuadas para los jóvenes y trabajadores que compiten en un mundo globalizado; un resentimiento debido a la corrupción, incluidas las formas legalizadas como el cabildeo; y un aumento abrupto en los ingresos y la desigualdad en la distribución de la riqueza en las economías avanzadas y emergentes de rápido crecimiento.

Por supuesto, el malestar de tantas personas no se puede reducir a un solo factor. Por ejemplo, el aumento de la desigualdad tiene muchas causas: la suma de 2.3 mil millones de chinos e indios a la fuerza laboral global, que está reduciendo los empleos y salarios de obreros no calificados y trabajadores deslocalizados que ocupan puestos administrativos de las economías avanzadas; un cambio tecnológico que privilegia las personas calificadas; efectos de concentración; un surgimiento rápido de disparidades en el ingreso y la riqueza en las economías con crecimiento acelerado, pero que antes fueron de bajos ingresos; y una imposición fiscal menos progresiva.

El aumento del apalancamiento de los sectores público y privado y las burbujas de crédito y de activos relacionadas son en parte el resultado de la desigualdad. El crecimiento mediocre del ingreso para todos excepto los ricos en las últimas décadas dio lugar a un desfase entre los ingresos y las aspiraciones de gasto. En los países anglosajones la respuesta fue democratizar el crédito –mediante la liberalización financiera- lo que provocó el crecimiento de la deuda privada debido a que las familias solicitaron créditos para cubrir la diferencia. En Europa, el desfase se cubrió con servicios públicos –educación y servicios de salud gratuitos, etc.- que no se financiaron del todo con los impuestos, estimulando así la deuda y el déficit público. En ambos casos, los niveles de deuda se volvieron insostenibles.

Las empresas en las economías avanzadas ahora están recortando empleos debido a una demanda final insuficiente, que ha conducido a un exceso de capacidad, y a la incertidumbre sobre el futuro de la demanda. Sin embargo, reducir empleos debilita aún más la demanda final porque disminuye los ingresos laborales e incrementa la desigualdad. Puesto que los costos laborales de una empresa son los ingresos y demanda laboral de alguien más, lo que para una compañía es racional es destructivo para el conjunto.

El resultado es que los mercados libres no generan la suficiente demanda final. Por ejemplo, en los Estados Unidos, los recortes espectaculares de los costos laborales ha reducido drásticamente la participación de los ingresos laborales en el PIB. Como el crédito se ha agotado, los efectos sobre la demanda agregada que han tenido décadas de redistribución del ingreso y la riqueza –del trabajo al capital, de los salarios a los rendimientos, de los pobres a los ricos, y de los hogares a las empresas corporativas- se han agravado debido a la menor tendencia marginal de las compañías, capitalistas y hogares ricos a gastar.

El problema no es nuevo. Karl Marx promovió excesivamente el socialismo pero tenía razón al decir que la globalización, el capitalismo financiero descontrolado, y la redistribución del ingreso y de la riqueza, del trabajo al capital, podrían llevar el capitalismo a la autodestrucción. Como él señalaba, el capitalismo desregulado puede originar brotes regulares de exceso de capacidad, un consumo insuficiente, y la recurrencia de crisis financieras destructivas que estaban alimentados por burbujas de crédito y subidas y bajadas de los precios de los activos.

Incluso antes de la Gran Depresión, las clases burguesas iluminadas de Europa reconocían que para evitar la revolución había que proteger los derechos de los trabajadores, proteger sus derechos, mejorar las condiciones laborales y salariales y crear un Estado de bienestar para redistribuir la riqueza y financiar los bienes públicos –educación, servicio de salud y una red de seguridad social. El impulso para alcanzar un Estado de bienestar moderno cobró fuerza después de la Gran Depresión cuando el Estado asumió la responsabilidad de la estabilización macroeconómica –un papel que requirió mantener una clase media amplia con el aumento de la oferta de bienes públicos mediante una imposición progresiva del ingreso y la riqueza y la promoción de las oportunidades económicas para todos.

Así pues, el surgimiento del Estado de bienestar social fue una respuesta (a menudo de las democracias liberales orientadas al mercado) a la amenaza de las revoluciones populares, el socialismo y el comunismo a medida que aumentó la frecuencia y severidad de las crisis económicas y financieras. Siguieron tres décadas de estabilidad económica y social, desde los años cuarenta hasta los setenta, periodo en el que la desigualdad disminuyó abruptamente y los ingresos medios aumentaron rápidamente.

Algunas de las lecciones sobre la necesidad de una reglamentación prudencial del sistema financiero se perdieron durante la era de Reagan y Thatcher, cuando se creó la tendencia a la desregulación masiva debido en parte a las fallas del modelo de bienestar social europeo. Esos defectos se reflejaron en un aumento de los déficits fiscales, una reglamentación exagerada y una falta de dinamismo económico que condujo al crecimiento esclerótico de entonces y a la crisis actual de la deuda soberana de la eurozona.

Sin embargo, el modelo anglosajón de laissez-faire también ahora ha fracasado estrepitosamente. Se requiere recuperar el equilibrio adecuado entre los mercados y la oferta de bienes públicos para estabilizar las economías orientadas al mercado. Eso significa alejarse del modelo anglosajón de mercados desregulados y del modelo continental europeo de Estados de bienestar basados en el déficit. Ni siquiera el modelo de crecimiento “asiático” alternativo –si es que existe- ha podido evitar que aumente la desigualdad en China, India y otros lugares.

Cualquier modelo económico que no aborde adecuadamente la desigualdad se enfrentará en última instancia a una crisis de legitimidad. A menos que se recupere el equilibrio entre las funciones económicas relativas del Estado y los mercados, las protestas de 2011 se agravarán y la inestabilidad política y social perjudicará el crecimiento económico y el bienestar social a largo plazo.

Nouriel Roubini, director de Roubini Global Economics, es profesor de Economía de la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York y coautor de Crisis Economics.

Las principales teorías económicas explicadas con dos vacas


Socialismo: Tú tienes 2 vacas. El Estado te obliga a darle 1 a tu vecino.

Comunismo: Tú tienes 2 vacas. El Estado te las quita y te DA algo de leche.
Fascismo: Tú tienes 2 vacas. El Estado las afilia a la Corporación Nacional de Vacas y te VENDE algo de leche. Las ganacias las ahorra para comprar armamento.
Nazismo: Tú tienes 2 vacas. El Estado te las quita y edifica un monumento a su pérdida heroica.
Burocratismo: Tú tienes 2 vacas. El Estado te pierde una, ordeña la otra y luego tira la leche al suelo.
Capitalismo tradicional: Tú tienes 2 vacas. Vendes una y te compras un toro. Haces más vacas. Vendes las vacas y ganas dinero. Luego te jubilas rico.
Capitalismo moderno: Tú tienes 2 vacas. Vendes 3 de tus vacas a tu empresa que cotiza en bolsa mediante letras de crédito abiertas por tu cuñado en el banco. Luego ejecutas un intercambio de participación de deuda con una oferta general asociada con lo que ya tienes las 4 vacas de vuelta, con exención de impuestos por 5 vacas. La leche que hacen tus 6 vacas es transferida mediante intermediario a una empresa con sede en las Islas Caimán que vuelve a vender los derechos de las 7 vacas a tu compañía. El informe anual afirma que tu tienes 8 vacas con opción a una más. Coges tus 9 vacas y las cortas en trocitos. Luego vendes a la gente tus 10 vacas troceadas. Curiosamente, durante todo el proceso nadie parece darse cuenta que, en realidad, tú sólo tienes 2 vacas.
Economía japonesa: Tú tienes 2 vacas. Las rediseñas a escala 1:10 y que te produzcan el doble de leche. Pero no te haces rico. Luego ruedas todo el proceso en dibujos animados. Los llamas ‘Vakimon’ e incomprensiblemente, te haces millonario.
Economía alemana: Tú tienes 2 vacas. Mediante un proceso de reingeniería consigues que vivan 100 años, coman una vez al mes y se ordeñen solas. Nadie cree que tenga ningún mérito.
Economía rusa: Tú tienes 2 vacas. Cuentas y tienes 5 vacas. Vuelves a contar y te salen 257 vacas Vuelves a contar y te salen 3 vacas. Dejas de contar vacas y abres otra botella de vodka.
Economía china: Tú tienes 2 vacas. Tienes a 300 chinos ordeñándolas. Explicas al mundo tu increíble ratio de productividad lechera. Disparas a un periodista que se dispone a contar la verdad.
Capitalismo americano: Tienes dos vacas. Vendes una y fuerzas a la otra a producir la leche de cuatro vacas. Te quedas sorprendido cuando ella muere.
Economía iraquí: Tú no tienes vacas. Nadie cree que no tengas vacas, te bombardean y te invaden el país. Tú sigues sin tener vacas.
Economía india: Tú tienes 2 vacas. Las pones en un altar para adorarlas. Después sigues comiendo arroz al curry.
Economía suiza: Hay 5 000 000 000 de vacas Es obvio que tienen dueño pero nadie parece saber quién es.
Economía francesa: Tú tienes 2 vacas. Entonces te declaras en huelga, organizas una revuelta violenta y cortas todas las carreteras del país, porque tú lo que quieres son 3 vacas.
Economía neozelandesa: Tú tienes 2 vacas. La de la izquierda te parece cada día más atractiva
Capitalismo italiano: Tienes dos vacas. Una de ellas es tu madre, la otra tu suegra, ¡maledetto!
Capitalismo británico: Tienes dos vacas. Las dos están locas.
Economía española: Tú tienes 2 vacas, pero no tienes ni idea de donde están. Pero como ya es viernes, te bajas a desayunar al bar que tienen el Marca. Si acaso, ya te pondrás a buscarlas el miércoles después del puente de San Aniceto.
Economía mexicana: Tú tienes dos vacas. Una está llena de marihuana en sus ubres y su panza. La otra aparece en una narcofosa descabezada y acribillada. El ejército resguarda el sitio del hallazgo, y deja libre a la vaca que portaba la marihuana por falta de pruebas. Días después, esta vaca aparece muerta (sin la marihuana, desde luego) en el desierto de Arizona por cruzar ilegalmente la frontera hacia Estados Unidos. El dinero producto de la venta de la hierba es blanqueado en bancos mexicanos, de Estados Unidos y del Caribe, y un rico prestanombres compra un rancho mexicano con diez mil cabezas de ganado. Sin duda, ésta fue la opción más productiva.

La debilidad occidental refuerza el poderío chino


DIEGO SAAVEDRA

China se hace cada vez más presente en el mundo, cada día es mayor su influencia y se confirma como país fuerte. Están en su momento, van hacia arriba y tienen una tendencia como país muy positiva, sobretodo en los campos económico y militar. Todo lo contrario que los países occidentales en general y Europa en particular. Juan Montero acaba de confirmarnos con su reciente artículo el despliegue de esta nueva superpotencia militar. Contrastan la fortaleza y claridad de objetivos que tienen naciones como China o Rusia frente a la debilidad y bajeza de las élites europeas. Una debilidad que ha contribuido poderosamente al crecimiento chino, algo que muy pocos analistas y expertos dicen cuando hablan del asunto.

No debemos olvidar las numerosas empresas occidentales que se han trasladado de Europa y los Estados Unidos para irse allí, deslocalizando los medios de producción, el capital, la tecnología, puestos de trabajo, para fabricar los mismos productos a precios mucho más bajos (“competitivos” dirían los expertos) y desde allí venderlos a todo el mundo. Mientras tanto nuestros países se van quedando sin industria, miles de familias pierden sus empleos, nuestros países se empobrecen y nuestra clase dirigente mira para otro lado sin hacer lo más mínimo para evitarlo. Eso sí, todo en nombre del libre mercado, esa especie de dios laico cuya mano invisible todo lo regula.
China ha invadido literalmente nuestros mercados y nuestras economías cada vez son más dependientes de sus productos a bajo precio para poder subsistir. Y nuestros expertos andan maravillados con el fenómeno chino, alabando su competitividad y rápido crecimiento pero olvidando que ese éxito está cimentado en una competencia desleal basada en la injusticia social, la inseguridad jurídica y la más absoluta falta de libertad. Muy distinta sería la situación de China si sus empresas tuviesen que respetar leyes medioambientales y laborales como las nuestras, o similares controles de calidad, seguridad o sanidad a las que se someten nuestros productos. Y ante eso todos callan, nadie osa alzar la voz. Además en nuestra propia casa sin ir más lejos, las comunidades chinas se han convertido en un factor desestabilizador de nuestra economía, contribuyendo a debilitar nuestro tejido industrial y comercial actuando al margen de nuestras leyes y costumbres e incluso influyendo para que nuestra legislación sea más flexible para adaptarse a sus exigencias. Uno de los principales focos de empleo ilegal y economía sumergida en España proviene de las empresas chinas, las cuales viven en muchos aspectos al margen de la ley ejerciendo una presión sobre las empresas españolas que empuja a muchas a abandonar el mercado. Ahí están los ejemplos de algunos sectores como la industria textil, el comercio minorista, los fabricantes de calzado o la industria del juguete, castigados por esa competencia desleal y la doble presión de la que hablamos.
Pues bien, esta es la realidad de China y la influencia que ejerce sobre nosotros. Ya ven que no se trata de cuestiones alejadas de nuestra vida cotidiana sino que nos afecta profundamente, de ahí que no nos podamos permitir el lujo de seguir manteniendo esta clase política y dirigente mediocre, débil y ajena al interés nacional que nos está arruinando en lo personal y en lo colectivo.
Mientras tanto, ellos lo tienen muy claro y si entre nosotros todavía hay quien cree que los chinos van a cambiar, ellos vienen de celebrar por todo lo alto el 90.º aniversario de la fundación del Partido Comunista, partido que gobierna desde 1948 y única opción política que existe en el país. Y lo han hecho además sin el menor atisbo de autocrítica de su casi centenaria historia. En el país más poblado del mundo sigue campando a sus anchas la bandera de la hoz y el martillo y el régimen goza de muy buena salud. Quienes rigen hoy los destinos de China se sienten orgullosos de su historia reciente y reivindican las glorias de Mao Tsé-tung y su “revolución cultural” tanto como la revolución económica propiciada por Den Xiaoping en los 80.

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