Los días felices de Peña Nieto
La historia en breve
Ciro Gómez Leyva
Hacía tiempo que no veía a un político disfrutar tanto su momento como a Enrique Peña Nieto ayer.
Fue en una comida con un grupo de periodistas. Llegó de buenas, hizo bromas, reclamó serenamente algunas columnas de los últimos días, se tomó un tequila, contestó todas y cada una de las preguntas, soltó carcajadas, fijó posición sobre varios temas, toreó provocaciones, comió cordero al horno, revisó a sus probables adversarios, siguió bromeando y se marchó en santa paz.
No ofendió ni hizo parodia de nadie. No lo necesitó.
Sigo pensando que se equivocan quienes lo subestiman intelectualmente. Le fue sencillo rebatir el tema de la reelección de legisladores y presidentes municipales. Explicó con ejemplos difíciles de rebatir por qué esa medida difícilmente promovería la movilidad y la rendición de cuentas y, en cambio, favorecería que quienes están en los cargos se apropien de los recursos públicos para perpetuarse. “Es una moda a la que no todos le han pensado mucho”, dijo para cerrar el tema.
Quiere la cláusula de gobernabilidad porque está convencido de la necesidad de contar con una mayoría para gobernar con eficacia. “¿Sabían que en el DF basta tener 30 por ciento de los votos para alcanzar la sobrerrepresentación y tener mayoría?”, nos preguntó.
Es probable, sí, que jamás haya profundizado en la teoría del objeto y el método, o en los principios ontológicos y epistemológicos. Pero trae la política en la yema de los dedos. Y la información en la primera sala del cerebro. Y tiene una carta de navegación en la mano. Y sabe por qué quiere hacer unas cosas y otras no.
Parece un hombre que está viviendo gozosamente su momento. Parecen los días felices de Peña Nieto.
Restauración criminal
¿Es la negociación con los cárteles de la droga la solución a la espiral de violencia? ¿Es tan claro que si el PAN de Felipe Calderón no, el PRI sí negociaría con los cárteles de la droga? ¿Es posible llegar a un pacto como dice el imaginario colectivo que quieren los priístas de llegar al poder, o como lo ha propuesto el ex presidente Vicente Fox? Posible sí, pero ¿qué tan probable?
Hay testimonios de que en el pasado, los arreglos entre autoridades y criminales eran un método de gobernabilidad. Un procurador en el gobierno de Carlos Salinas pidió consejos al entonces secretario de Gobernación y arquetipo de policía político, Fernando Gutiérrez Barrios, de cómo enfrentar a los delincuentes. Pacte con las bandas, le dijo al novel funcionario.
Cuando el joven procurador preguntó ingenuamente cómo, Gutiérrez Barrios le explicó que debía llamar a todos los comandantes policiales y enviar un mensaje a través de ellos: en aquellas colonias donde los niveles socioeconómicos fueran superiores o se encontraran los grupos con acceso a medios de comunicación, no debía haber delitos. A cambio, les permitiría operar en las colonias de estratos bajos y sin tribunas para expresarse, para evitar inestabilidad. El procurador no pudo procesar ese pacto y renunció semanas después.
El consejo de Gutiérrez Barrios no era ajeno a la época. En Washington, un alcalde decía que el noroeste de la capital, donde está concentrada la actividad política, diplomática y burocrática, no había un solo delito por el acuerdo implícito con los delincuentes, a quienes les habían entregado el sureste de la ciudad para ejercer sus actividades y vender droga, sin ser molestados por la policía. En Japón, las calles estaban limpias de delitos por un pacto con la Yakuza: ni crimen, ni robos, ni droga en territorio japonés, a cambio de manejar la prostitución y el juego.
Ese modelo permitía administrar a los criminales, algo común en varios países y por cuyos resultados, prominentes mexicanos anhelan restaurar como la solución para disminuir la violencia. Funcionó en ese entonces para tener baja criminalidad por una razón: las autoridades no pactaban con criminales, eran ellas mismas los criminales. Ahí radicaba la diferencia con gobiernos como el de Washington y el japonés, o las policías francesa y alemana que se mezclan con delincuentes, donde la autoridad nunca ha dejado de ser autoridad.
En México sí. La consecuencia fue el debilitamiento de las instituciones, que provocó que al menos el 10% de los municipios fueran dominados por criminales, cuyos jefes eran policías, autoridades municipales o estatales. Hubo gobernadores y comandantes policiales cesados o que terminaron en la cárcel. Otros más, gozan aún de libertad prestada. Para bien o para mal, el gobierno de Calderón cambió los incentivos de criminales y narcotraficantes.
En el pasado, el incentivo era no pelear entre ellos porque al desatar la violencia provocarían la respuesta del Estado en su contra. Pero desde diciembre de 2006, al pegarle a los cárteles en la esencia del negocio –distribución y comercialización-, el incentivo cambió, provocó la lucha por territorios y, para sobrevivir, entraron en guerras fraticidas para eliminar a sus adversarios.
Cambiar este incentivo no es un paso mecánico. Tampoco se pueden invertir los términos de la estrategia y el combate a los criminales a través del discurso o del solapamiento. De hecho, ningún aspirante a la Presidencia sugiere un cambio radical y negociar con criminales, porque eso ya no es posible. No obstante, hay voces que a veces forman consenso público, sobre un pacto con narcotraficantes.
Activistas como Javier Sicilia piden abiertamente un acuerdo con ellos. El padre Alejandro Solalinde exige el perdón para Los Zetas. En los medios hay quienes proponen esa solución. El problema en México no es sólo de los políticos, y al existir una cultura que de manera existencial viola las leyes, sus raíces son más profundas. Esta cultura es la que hay que exterminar, la que vive y transpira al margen de la ley, la que asume actitudes moralinas e hipócritas al acusar al prójimo, y donde una parte de sus políticos, que son expresión cotidiana, no son parte del problema sino el problema mismo.
Calderón no mintió
Circula un video del ex gobernador tamaulipeco, Eugenio Hernández, acompañado por Jaime González Durán, El Hummer
Martín MorenoAl ex gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández (PRI), se le recomendó, al inicio de su gestión, el envío de soldados, marinos y fuerzas federales al estado, ante el peligroso avance del narcotráfico. “No”, fue su respuesta invariable. Al final de su mandato, rebasado por la criminalidad, no tuvo más remedio que aceptar el apoyo del Ejército.
Es uno de los priistas que, se tiene la certeza en el gobierno de Calderón, pactó con el narco.
Inclusive circula un video del ex gobernador tamaulipeco acompañado por Jaime González Durán, El Hummer, cofundador de Los Zetas, operador en Reynosa y capturado en noviembre de 2008.
Y no sólo es Eugenio Hernández. Las baterías de Felipe Calderón tienen en la mira no sólo a Tamaulipas. Allí está Veracruz y la acusación pública presidencial de que se dejó en manos de Los Zetas. Y en la lista están Durango, Chihuahua… y el Estado de México. Todos gobernados por el PRI.
“Pruebas o disculpa”, exige el PRI a Calderón. Mucho cuidado deben tener los priistas porque se les podría aplicar el proverbio chino: “Ten cuidado con lo que deseas, porque se te puede cumplir”. En cualquier momento se les puede aparecer el diablo con forma de pacto con el narco.
En los Archivos del poder del 23 de septiembre, bajo el título “¿En qué momento se jodió Veracruz?”, señalamos: “…(Fidel) Herrera permitió la consolidación de Los Zetas en territorio veracruzano. En niveles federales se tienen registros del florecimiento del narco en los últimos seis años”.
Por eso no es casual ni gratuito que, desde el jueves pasado, el secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), Juan Miguel Alcántara Soria, acusara públicamente: “Ponen cifras maquilladas… como Veracruz, que reporta cero secuestros… eso no puede ser”.
Al día siguiente, en Chapultepec, Calderón cerró la pinza abierta horas antes por Alcántara Soria: “Sí, es un tema de apoderamiento de los criminales. Veracruz, que yo creo que se dejó en manos de Los Zetas…”
Nada es casualidad. ¿O acaso Calderón se resignará a ver cómo gana el PRI en 2012? En todo caso, solamente exhiben en público lo evidente: la innegable conexión de gobiernos priistas con el narcotráfico.
Y el remache llegó con la divulgación de lo afirmado por Calderón ante los corresponsales de The New York Times: “Hay muchos en el PRI que piensan que los arreglos de antes (con el crimen organizado) funcionarían ahora, pues es el caso del ex gobernador de Nuevo León, Sócrates Rizzo. Dice: nosotros nos arreglábamos con los criminales, y no pasaba nada”.
Aclara la vocería de la Presidencia que lo dicho por Calderón fue a “pregunta expresa”. A Alejandra Sota se le olvida una máxima: no hay preguntas indiscretas, sino respuestas indiscretas.
En todo caso, Calderón no mintió. Lo afirmado por Sócrates Rizzo fue rebatido, pero no desmentido por el PRI. Rizzo fue uno de los gobernadores consentidos de Salinas de Gortari. Apóstol en el terruño familiar: NL.
La descomposición en Tamaulipas tampoco es invención del Presidente. Eugenio Hernández pactó con el narco con su indolencia.
Veracruz se jodió desde los tiempos de Fidel Herrera.
Durango es otra plaza tomada.
Chihuahua es de las entidades más peligrosas del mundo. El sábado pasado se cumplieron diez meses del asesinato de Marisela Escobedo y el gobernador César Duarte no mueve un dedo. Nada se sabe de Sergio Barraza. A Marisela pretenden enterrarla dos veces.
No, el Presidente no mintió al NYT.
Hay testimonios y pruebas de lo que dijo.
Es la otra guerra. La política. La que ya se desató.
ARCHIVO CONFIDENCIAL
* GRANADOS CHAPA. El viernes 31 de julio de 2009, en su Plaza pública en Reforma, Miguel Ángel Granados Chapa escribió: “García Luna ha diseminado por doquier sus versiones sobre el caso Martí. Con base en las conclusiones del caso Martí, emitidas por autoridades federales, obtenidas por esta columna, Martín Moreno se refiere a la comandante González, identificada por Christian Salmones, el escolta de Martí: de acuerdo con la declaración que tiene la autoridad federal del 6 de junio de 2008, Salmones dijo que no podría realizar el retrato hablado de la mujer que nos indicó el alto en el retén. Pero extrañamente, el 3 de septiembre, reconoció a Lorena González (Excélsior 30 de julio)”. Jamás le aclaré a Miguel Ángel que, a mí no me dieron esa información y que solamente bastó leer a detalle el expediente del caso Martí para percatarse de las contradicciones de Salmones. No me sentí atacado. Al contrario: recibí una lección porque Granados Chapa demostraba que nunca se debe caer en el egocentrismo de asumirse como el mejor de todos —aunque lo seas—, que siempre hay que leer, día a día, a la competencia periodística. El domingo pasado murió —después de Manuel Buendía— el columnista político más importante que ha tenido el país.
El PRI quiere amordazar al Presidente
Soy de los que piensan, y así lo he dicho desde hace mucho tiempo, que el Presidente tiene todo el derecho de hacer campaña a favor de su partido, siempre y cuando no utilice recursos públicos en este esfuerzo. Es lo común y corriente en toda democracia presidencial. Ocurre desde Estados Unidos hasta Argentina. En Brasil, por ejemplo, el presidente Lula hizo campaña abierta a favor de la candidata de su partido, Dilma Rousseff, en la reciente elección. Que yo sepa, nadie dijo que esto era injusto, ilegal o ilegítimo. Porque correctamente se asume que el Presidente es un político más del sistema —como los gobernadores, alcaldes y legisladores—, todos con derecho de participar en las campañas electorales apoyando a los candidatos de su partido. El Presidente es una voz más. No es, como Frank Sinatra, “La Voz”.
En México, sin embargo, esta idea de la participación presidencial en las campañas es un anatema para muchos. Los que creen que el Presidente debe callarse la boca. Los que piensan que debe guardar sus opiniones en un cajón en Los Pinos y echarle llave. Los que demandan que sea más jefe de Estado que de gobierno. No es una postura gratuita. Viene de los resabios del sistema autoritario priista. Como en aquella época el Presidente tenía un gran peso político (ahí sí que era “la voz”), pues muchos piensan que ahora, en la democracia, el jefe del Ejecutivo federal debe enmudecer. Así lo consideran los opositores al PAN, ahora que el Presidente es panista, pero no dude que, cuando haya un Presidente de un partido diferente, los panistas demanden lo mismo.
Lo ridículo es que la oposición no sólo exige que el Presidente se calle sino que quieren hasta sancionarlo. Y lo más absurdo es que la ley efectivamente lo contempla. De hecho, ya ha sucedido. En 2010, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó que Calderón había violado la ley “al emitir mensajes propagandísticos días antes de las elecciones del 4 de julio de 2009”. Si mal no recuerdo, el Presidente había hecho un par de anuncios sobre la economía nacional antes de los comicios. El Tribunal los consideró ilegales porque podían haber influido en el ánimo del sacrosanto electorado. No fue, al parecer, el caso porque, con todo y los mensajes del Presidente, al PAN le fue como en feria en aquellas elecciones.
A Calderón lo declararon culpable y recibió una amonestación. Las autoridades electorales no pudieron sancionarlo porque “de acuerdo al artículo 108 de la Constitución sólo puede ser acusado por delitos graves del fuero penal o de traición a la patria y no por violaciones electorales”. Pero ahí quedó el precedente.
Precedente que ahora está utilizando el PRI para acusarlo de nuevo. El tricolor presentó ayer una queja ante el IFE argumentando que el Presidente violó el principio de imparcialidad al haberle dicho a The New York Times que había priistas que querían pactar con el crimen organizado. Consideran que, como el Presidente es un “militante panista”, sus expresiones representan “un acto anticipado de campaña en beneficio de los aspirantes panistas al intentar incidir en el ánimo del electorado”. Citan el caso del 2009: “Existe reincidencia en cuanto a la violación de la Constitución y en el ánimo de incidir en los procesos electorales”. Además responsabilizan al PAN por “las conductas de sus militantes” y demandan que “las erogaciones que se llevaron a cabo para la realización de estas conductas” sean “sumadas al tope de gastos de precampaña de los ahora aspirantes” del PAN.
Hágame usted el favor. ¿Ese es el PRI que quiere regresar al poder? ¿Un PRI que quiere amordazar al Presidente? Porque, de acuerdo a la Real Academia Española, “amordazar” es “impedir hablar o expresarse libremente, mediante coacción”. Y eso es exactamente lo que buscan los priistas: amordazar a Calderón. Por cierto, algo de culpa tiene el Presidente en este asunto. Hay que recordar que él apoyó la terrible reforma electoral de 2007 que, como advertimos muchos, limita la libertad de expresión.
Obama promete castigar al responsable de Rápido y Furioso
Resulta frustrante que una persona "haya demostrado tan mal juicio hasta permitir que sucediera algo semejante”, dijo el presidente
EFE"La gente que metió la pata rendirá cuentas", dijo Obama en una entrevista con la cadena televisiva ABC, parte de la cual fue difundida a los medios antes de su transmisión total esta noche.
"Nos enteraremos de lo que pasó en esta situación y quién fue responsable y nos aseguraremos de que ésta se corrija", dijo Obama, sin abundar en detalles.
El mandatario explicó que la meta de EU siempre ha sido "decir que tenemos responsabilidad no sólo de parar el flujo de drogas hacia el Norte sino también la responsabilidad de asegurarnos de que no estamos ayudando a armar o financiar a estos carteles de la droga en México".
Para Obama, resulta frustrante que una persona "haya demostrado tan mal juicio hasta permitir que sucediera algo semejante", al referirse a la operación a cargo de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por su sigla en inglés) y que es objeto de investigaciones por parte del Congreso y del Departamento de Justicia.
Mientras, el Senado aprobó hoy por unanimidad una enmienda que bloquea fondos en el futuro para operaciones semejantes a la de "Rápido y Furioso", a menos que las autoridades policiales den garantías de que vigilarán de cerca "y en todo momento" la transferencia de armas.
La enmienda forma parte de un proyecto de ley de gastos para diversas agencias federales para el año fiscal 2012, que comenzó el pasado 1 de octubre.
El secretario de Justicia de EU, Eric Holder, ha sido blanco de ataques de los republicanos en el Congreso, quienes aseguran que el funcionario estuvo al tanto de "Rápido y Furioso" desde julio de 2010, mucho antes de lo que reconoció en una audiencia del Legislativo en mayo pasado.
Pero el pasado día 6, en una rueda de prensa, Obama dijo tener "plena confianza" en Holder y en el proceso para determinar exactamente quién tomó la decisión de dar luz verde a la fallida operación y cómo.
El objetivo de "Rápido y Furioso" era permitir la venta de armas de alto calibre a compradores intermediarios para rastrearlos hasta su destino final, y así arrestar a los cabecillas de los carteles del narcotráfico.
Sin embargo, los agentes le perdieron el rastro a unas 2.000 armas, muchas de las cuales han aparecido en más de un centenar de escenas de crímenes en México.
Dos fueron halladas donde fue asesinado el agente fronterizo Brian Terry, en Arizona en diciembre de 2010, y el incidente puso fin a la operación encubierta
Periodismo en tiempos del PRI
La libertad de expresión que hoy se ejerce en buena parte de los medios, no existía en el México de las décadas previas a los años 80
Ricardo AlemánUna práctica periodística instalada en México, desde la década de los años 90, es el ejercicio de la crítica abierta, en mayor o menor medida, a todas las formas del poder público.
Es decir, que salvo la censura que en años recientes han impuesto las bandas criminales a los medios en distintas regiones y entidades del país —y que ha costado la vida a decenas de periodistas—, lo cierto es que en México se vive una libertad de expresión plena. Más aún, gobiernos y regímenes de presidentes, como los de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, han sido y son criticados como nunca y —literalmente— a placer.
Pero vale recordar que la libertad de expresión que hoy se ejerce en buena parte de los medios periodísticos del país no existía en el México de las décadas previas a los años 80, cuando los regímenes del PRI autoritario y nada democrático —como los de Salinas, De la Madrid, López Portillo, Echeverría y Díaz Ordaz— vivían años de gloria y, acaso por eso, mantenían un feroz control de los medios y de los periodistas.
Ejercer el oficio periodístico independiente, crítico, honesto y, más o menos, libre —en esos años—, era lo más parecido a “vivir en el error”, si no es que en la clandestinidad. Significaba confrontar todos los días al poder presidencial, a sus largos tentáculos de represión y corrupción. Ejercer el periodismo en ese tiempo significaba pelear con dueños, directores y editores de medios —que las más de las veces estaban del lado de lo que ordenara el poder presidencial en turno— por un resquicio crítico que viera la luz más allá de la censura oficial.
De ese periodismo —y de esa época de censura y represión— surgió la pluma de Miguel Ángel Granados Chapa, el maestro que, por décadas y todos los días, regaló a sus lectores herramientas para entender y ejercitar libertades básicas —como la de expresión—, al tiempo que cotidianamente prodigaba lecciones de cómo el periodismo debe estar lejos de la tentación del poder y cerca de la crítica al poder.
Y es que, más allá del elogio fácil y emotivo del momento —por la partida del maestro—, parece justo reconocer que el ejercicio periodístico de Granados Chapa y de un puñado de colegas de su tiempo —por ejemplo Manuel Buendía— simboliza la resistencia civil de una generación de mexicanos rebeldes que, desde la trinchera periodista, hicieron frente a lo más duro, autoritario, represor y censor de los regímenes del viejo PRI.
Al mismo tiempo, la generación periodística de Granados Chapa —y en especial el autor de la Plaza Pública— se convirtió en piedra en el zapato de los políticos déspotas, los pillos convertidos en servidores públicos y los líderes autoritarios que impedían el incontenible avance de la democracia en México.
Esa generación periodística a la que perteneció Granados Chapa —y un puñado de sus herederos en el oficio— contribuyó a la pluralidad, la alternancia, la democracia electoral y al rescate de las libertades básicas en las que hoy se sustenta el naciente periodismo mexicano moderno.
Y es que enfrentar a los gorilas de Díaz Ordaz, a la mafia de Echeverría, las lisonjas de López Portillo o la mediocridad criminal de De la Madrid, con una pluma y un ideal democrático —desde la trinchera periodística—, era una suerte de suicidio profesional. Sin embargo, el periodismo de Granados Chapa y de su generación sobrevivió y brilló en esos años, gracias al espíritu de cambio, de libertad de expresión y fiebre por espacios democráticos.
Paradójicamente, los años en que las libertades básicas se ganaban desde trincheras periodísticas de supervivencia, eran los mismos años en los que, por ejemplo, la voz oficial de los regímenes del viejo PRI se llamaba Jacobo Zabludovsky, el periodista estelar de Televisa, quien nunca se atrevía a cuestionar al priato ni con el pétalo de una crítica. Y, claro, hoy que la libertad de expresión y la crítica son una realidad ganada por muchas generaciones de ciudadanos y periodistas, pululan las otrora voces oficiales convertidas en “críticos” de los regímenes de la democracia y la transición.
Sin duda que muchas generaciones de mexicanos están en deuda con el periodista Granados Chapa, sin duda que el periodismo mexicano le debe mucho, pero también es cierto que, en sus últimos años, profesionalmente incumplió su propia escuela. Desde su Plaza Pública militó por y para un proyecto político. Aun así, nada desdora su trayectoria. Descanse en paz.
EN EL CAMINO
Un abrazo y mucha suerte para León Krauze, amigo y periodista.
El enemigo Fox
Es difícil saber qué está moviendo políticamente al ex presidente Vicente Fox, pero resulta evidente que, si ha elegido un adversario, ese se llama Felipe Calderón. Pareciera ser una norma que, cada vez que se presenta un tema conflictivo para su sucesor, las declaraciones del ex mandatario giran, siempre, en el sentido contrario a las opiniones presidenciales.
Ayer, en Washington, cuando estaban muy lejos de apagarse las repercusiones de la entrevista del presidente Calderón con The New York Times, Fox ofreció una conferencia donde volvió a hablar de la seguridad. Propuso nada más y nada menos que el Estado mexicano declarara un alto al fuego contra los narcotraficantes, que nombrara una comisión que iniciara una negociación con ellos y que por esa vía se llegara a una amnistía para los delincuentes. Decía el ex presidente haberse inspirado en las propuestas que hace ya muchos años realizó el mandatario colombiano López Michelsen, de no extraditar a los narcotraficantes a Estados Unidos y no quitarles sus propiedades si abandonaban el narcotráfico. Simultáneamente, el ex presidente ha propuesto, como lo viene haciendo desde hace tiempo, la legalización de las drogas.
Se debe reconocer que ni un solo priista (ni perredista) ha sido tan explícito jamás en una propuesta de negociación y pacto con el narcotráfico. Nadie en los primeros niveles de la política nacional ha propuesto un alto al fuego y una amnistía a los criminales. Si el PRI quisiera debilitar la posición del gobierno federal y del PAN en el debate sobre los pactos o acuerdos con el crimen organizado, las declaraciones de Fox son un arma formidable.
Y nadie lo ha propuesto porque en términos de Estado lo que se está diciendo cae en el absurdo. Primero, un Estado no puede dialogar, negociar y decretar un alto al fuego con los delincuentes. No estamos hablando de una organización guerrillera, de un grupo con intereses políticos o ideológicos. Cuando Fox dice que se puede crear una Cocopa para negociar con los traficantes, en los hechos está equiparando a éstos con el EZLN. No hay comparación posible. Ni siquiera en el nivel de violencia ni mucho menos en el sentido de ésta. Se olvida sobre todo una cosa: los grupos criminales no están, como un grupo armado, en lucha contra el Estado, están explotando a la gente, a la sociedad. Lo hacen cuando la extorsionan, le roban, la secuestran, cuando le venden drogas a los niños y a los jóvenes. ¿De qué se trataría el alto al fuego, por ejemplo?, ¿el Estado dejaría de perseguir a los delincuentes hasta que éstos se sentaran a negociar su propia amnistía?, ¿alguien puede creer que los pandilleros, los secuestradores, los extorsionadores, los vendedores de droga en las calles, abandonarían esas actividades cuando el Estado deje de perseguirlos?, ¿por qué tendrían que hacerlo?
Pero, además, ¿con quién se negociaría?, ¿dónde están los límites de estas organizaciones criminales?, ¿quiénes son los verdaderos jefes de esos cientos, miles de pymes de la delincuencia organizada y desorganizada que operan en los distintos puntos del país?, ¿realmente cree don Vicente que la familia de Fernando Martí, para dar un solo ejemplo, estará feliz de que los integrantes de la banda de los Petriciolet queden en libertad por medio de una amnistía? Porque, no nos engañemos, ellos, como muchos otros, son parte de los engranajes del crimen organizado. Y tampoco nos engañemos con otro punto: no es el Estado el que acabará con los enfrentamientos en muchos casos históricos, en otros personales, casi siempre de intereses muy puntuales, entre los distintos cárteles y pandillas que son los que han ocasionado la enorme mayoría de las víctimas de los últimos años.
Por supuesto que en cierto contexto pudiera haber mecanismos de reinserción de delincuentes, mecanismos para atemperar las pérdidas de muchas familias, de buscar reconciliación, seguridad y paz en el país. Por supuesto que también puede haber distintas ideas y propuestas para sacar adelante una estrategia de seguridad diferente, distinta de la actual. Pero lo único que no puede hacer un Estado es rendirse ante los grupos criminales. Lo único que no puede hacer, y que la ciudadanía no le perdonaría, es dejarla inerme ante grupos criminales que la explotan cotidianamente.
Por cierto, para información del ex presidente, las propuestas de López Michelsen en Colombia fracasaron por completo. Los grandes grupos del narcotráfico y los grupos armados de aquella nación, cada vez más cercanos unos de otros, simplemente no la tomaron en serio, siguieron con sus negocios y aprovecharon la debilidad mostrada por el Estado para convertirse en una fuerza terriblemente destructora que penetró profundamente la estructura institucional del Estado, incluida su clase política.
Los costos de propuestas como las de López Michelsen los pagó Colombia con largos años de violencia e inseguridad. ¿Cómo no puede entenderlo un ex presidente de la República?
En Washington Fox insiste en pactar con narcos; pide cese al fuego
El ex mandatario plantea una tregua, afirma que ya se sentaron a dialogar con un “criminal, con el subcomandante Marcos”
Agencias“Negociar no es la palabra correcta. Sí se puede buscar un cese al fuego”, declaró Fox al pronunciar un discurso en el centro de análisis estadunidense Instituto Cato.
Partidario de la despenalización de las drogas, Fox propuso equiparar a los cárteles del crimen organizado, cuya violencia ha causado más de 45 mil muertes en los últimos cuatro años en México, con la guerrilla que se alzó en armas brevemente bajo el liderazgo del encapuchado subcomandante Marcos.
Fox recordó el caso de la Comisión para la Concordia y la Pacificación (Cocopa), creada en marzo de 1995 e integrada por senadores y diputados mexicanos para llegar a acuerdos con la rebelión zapatista.
“Se sentaron a hablar con un criminal, con el subcomandante Marcos”, recordó Fox a preguntas de la audiencia en el Instituto Cato.
Cuestionado por periodistas sobre si habría que sentarse con los narcotraficantes, Fox respondió: “claro”.
“A través de ese diálogo, lo que fue la idea del subcomandante Marcos de hacer una guerra se convirtió en un movimiento social en representación de los indígenas”, recordó Fox.
El actual gobierno mexicano debe buscar ideas nuevas, enfatizó Fox.
“¿Cuánto vas a esperar antes de que tu país sea destruido?”, se preguntó.
Fox puso también como ejemplo al ex presidente colombiano Alfonso López Michelsen (1974-1978), que propuso una amnistía para los narcotraficantes, no extraditarlos a Estados Unidos y respetar sus bienes y dinero a cambio de que abandonaran el negocio de la droga.
“No hay (necesidad de) romper la ley, no hay que dividir el territorio y sin embargo se puede avanzar en esas ideas”, dijo el ex presidente.
Fox justificó su propuesta alegando que el Ejército debe regresar cuanto antes a los cuarteles porque “cada día hay más violaciones a los derechos humanos y al debido proceso” y también ante lo que calificó la tolerancia de los estadunidenses ante la actividad del crimen organizado.
“Aquí en Estados Unidos no hay negociación con los criminales, pero hay una tolerancia increíble porque los que trafican la droga, cobran el dinero y venden las armas, aquí están. ¿Por qué no los acaban?”, indicó.
Fox dijo haber compartido su propuesta con Enrique Peña Nieto, candidato presidencial del PRI, pero declinó precisar cuál fue la reacción del priista cuando le presentó su propuesta de negociar un cese el fuego.
AFP: La última batalla en Sirte devastada por un mes de asedio y combates (+fotos)
SYRTE, 19 octubre 2011 (AFP) – Los combatientes del derrocado líder Muamar Gadafi combatían este miércoles en el último barrio que queda bajo su control en la ciudad de Sirte, arrasada por más de un mes de asedio y combates.
Uno de los dos barrios que estaban controlados por los partidarios de Gadafi fueron conquistados el martes en la noche por las fuerzas del Consejo nacional de transición (CNT), la ex ebelión que derrocó el régimen de Gadafi después de 42 años en el poder, declaró el miércoles a la AFP un comandante de la Brigada de Zenten, Essam Baghhar.
“El barrio Dollar fue liberado y la batalla comenzó por el barrio Nº 2″, sector de menos de un kilómetro cuadrado donde los gadafistas están arrinconados, dijo el comandante Baghhar.
“Hemos capturado a numerosos francotiradores entre los cuales hay mujeres”, agregó.
Según fuentes médicas, al menos 21 combatientes del CNT fueron muertos y 135 heridos el martes.
La caída de Sirte, región natal de Muamar Gadafi y último bastión de los fieles a exlíder prófugo, permitirá al CNT la “liberación total” de Libia y proceder a discusiones para formar un gobierno encargado de administrar la transición hasta las elecciones generales.
En esta ciudad costera que contaba con 100.000 habitantes, ni un solo edificio parece estar intacto después de la batalla, librada a cañonazos, tiros de cohetes y fusiles de asalto. Hay calles enteras inundadas, las rutas están destrozadas y las ventanas reventadas.
Nativo de Sirte, Ibrahim Alazhry es uno de los escasos habitantes que se unió al CNT, pero está enfurecido por la destrucción y el saqueo de la ciudad.
“Entiendo que los revolucionarios enfrentan una fuerte resistencia y deben disparar con artillería contra los francotiradores. ¿Pero por qué entrar en las casas, para saquearlas y quemarlas?”, dijo.
Esto, sin contar los frecuentes robos de automóviles y el saqueo de electrodomésticos o mobiliario, llevados a bordo de las camionetas a la vista de todos.
A 170 km al sureste de Trípoli, la bandera de las nuevas autoridades comenzaba a flotar en las calles desiertas de Bani Walid, que cayó en manos del CNT después de un mes de asedio.
Las fuerzas de una importante brigada que tomaron la ciudad debían dirigirse a Sirte como refuerzo.
Bani Walid y Sirte eran los dos últimos bastiones de los pro-Gadafi.
En este contexto, la Otan que el 31 de marzo asumió la dirección de la coalición internacional que intervino en Libia, indicó no estar aún lista para anunciar el fin de su misión.
El régimen de Gadafi fue derrocado el 23 de agosto con la toma por los exrebeldes de su cuartel general en Bab al Aziziya en Trípoli y de la capital libia. Desde entonces, el exlíder está prófugo, probablemente en las regiones desérticas al sur, según el CNT.
El martes, en visita a Trípoli, la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton prometió el apoyo de su país a las nuevas autoridades que dicen temer que Muamar Gadafi recupere el poder gracias a los tuaregs del sur desértico.
“Ahora, lo más importante es asegurarse que Gadafi y su régimen no puedan perturbar la nueva Libia”, declaró Clinton. “Esperamos que será capturado o muerto dentro de poco, para que ustedes no tengan miedo”, afirmó.
Iniciado el 15 de febrero por un movimiento de protesta popular que se transformó rápidamente en guerra civil, el conflicto en Libia dejó más de 25.000 muertos y obligó a huir a miles de personas.
“La crueldad de los Castro es mantener a Chávez en pie con quimios hasta coronar su proyecto”
Rafael Poleo en su “Corto y Profundo” de este miércoles, publicado en el diario El Nuevo País, asegura que “la quimioterapia en casos como el de Chávez es una crueldad”.
De este modo, el periodista afirma que “los Castro le exigen a Hugo mantenerse en pie, a punta de quimio y de cortisona, hasta coronar el proyecto de Fidel. Aunque Hugo reviente”.
A continuación la columna completa de Rafael Poleo:
Fidel Castro elogia a Chávez y dice que Venezuela se convertirá en “un modelo revolucionario”
La Habana, 19 oct (EFE).- El expresidente cubano Fidel Castro cree que Venezuela “está llamada a convertirse en un modelo revolucionario para el mundo“, uno de los temas que habló “largamente” esta semana con el gobernante de ese país, Hugo Chávez, quien está en Cuba para someterse a exámenes médicos.
“Conversé largamente con él ayer y hoy (en referencia al lunes y martes). Le expliqué el afán con que dedico las energías que me restan a los sueños de un mundo mejor y más justo”, escribe Castro en una nueva entrega de sus “Reflexiones” publicada hoy y titulada “Las dos Venezuela”.
“Salvar la humanidad de un desastre irreversible, es algo que hoy puede depender simplemente de la estupidez de cualquier presidente mediocre de los que en las décadas más recientes han dirigido ese imperio e incluso de alguno de los cada vez más poderosos jefes del complejo militar industrial que rige los destinos de ese país”, destaca el expresidente cubano.
Sin embargo, opina que “naciones amigas de creciente peso en la economía mundial” como Rusia y China así como los pueblos de Asia, África y América Latina “podrían alcanzar ese objetivo” de salvar a la humanidad.
También menciona que “los pueblos de las naciones desarrolladas y ricas, cada vez más esquilmados por sus propias oligarquías financieras, comienzan a desempeñar su papel en esa batalla por la supervivencia humana”, en aparente alusión al movimiento de los “indignados”.
En ese escenario mundial, Fidel Castro considera que “Venezuela por su extraordinario desarrollo educacional, cultural, social, sus inmensos recursos energéticos y naturales, está llamada a convertirse en un modelo revolucionario para el mundo”.
Elogia la figura de Hugo Chávez, a quien define como “metódico e incansable” y añade: “Yo lo he observado durante 17 años desde que visitó por primera vez a Cuba. Se trata de una persona sumamente humanitaria y respetuosa de la Ley; jamás ha tomado venganza contra nadie”.
A su juicio, la revolución bolivariana que lidera Chávez “en brevísimo tiempo puede crear empleo, no solo para los venezolanos sino también para sus hermanos colombianos, un pueblo laborioso” del que, según Castro, un 40 por ciento vive en la pobreza y una “parte importante en estado de pobreza crítica”.
Hugo Chávez llegó a La Habana en la noche del pasado domingo procedente de Caracas para someterse a una “revisión integral” tras los cuatro ciclos de quimioterapia que recibió -tres en Cuba y uno en Venezuela- después de que le fue extirpado un tumor.
Fidel Castro, de 85 años, se apartó del poder en 2006 por una grave enfermedad que le obligó a delegar en su hermano Raúl, quien asumió definitivamente como presidente de Cuba en febrero de 2008.
18 octubre, 2011
Candidatos republicanos suben el tono al discutir inmigración
Ante una audiencia de más de 1,500 personas, representando a 16 estados, los siete candidatos conservadores dieron un show digno de Las Vegas, en el conocido hotel The Venetian. Uno en el que no faltaron apasionadas peleas y mensajes conmovedores a los televidentes alrededor de Estados Unidos.
Afuera del centro de convenciones, en cambio, algunos hispanos, repartían pequeños anuncios de clubes nocturnos y otros se habían congregado por decenas durante el día, en tiendas como Home Depot, esperando cualquier trabajo que esté en oferta.
Con un 13.4% de desempleo en el estado en agosto y 60 mil ejecuciones hipotecarias, la comunidad latina de Nevada con y sin documentos migratorios, esperaba respuestas del encuentro republicano.
Pero la congresista Michele Bachmann, el empresario Herman Cain, el ex Presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, el legislador Ron Paul, el gobernador de Texas Rick Perry, el ex gobernador de Massachussetts Mitt Romney y el ex senador Rick Santorum; dejaron cabos sueltos, sobre todo en temas como reforma migratoria.
“Tenemos una gran cantidad de inmigrantes ilegales que vienen al país, porque el gobierno falla en asegurar la frontera”, dijo Perry, mientras acusó a Romney de haber empleado a “inmigrantes ilegales”.
Las palabras del gobernador de Texas –que estaba respondiendo a una pregunta sobre salud-, destaparon la olla de presión ante un tema relevante en Nevada. Un estado con cerca de 180 mil trabajadores indocumentados, de acuerdo a las estimaciones del Centro Hispano Pew.
“Si soy Presidente vamos a poner en lugar un sistema de E-Verify obligatorio para que la gente no pueda contratar ilegales”, dijo Romney presuroso, mientras negaba las acusaciones de Perry.
La falta de soluciones para el sistema roto de inmigración y qué hacer con más de 11 millones de indocumentados, no estuvo presente en el debate.
“La manera de parar realmente las actividades ilegales en la frontera es poner botas en terreno”, dijo Perry. “Construiré una doble muralla” en toda la línea que divide a Estados Unidos y México, agregó Bachman.
“La solución para disminuir la inmigración ilegal es disminuir los imanes que atraen a la gente: trabajo y beneficios”, aseguró Romney. “Debemos mermar los incentivos de educación gratuita para ilegales”, continuó Paul.
Cuando el moderador del encuentro, el animador de la cadena CNN, Anderson Cooper, preguntó directamente sobre la reforma de la enmienda 14, que da ciudadanía automática a las personas nacidas en Estados Unidos, le costó varios minutos conseguir respuestas claras.
Mientras Cain dijo específicamente que no apoya esta medida, Bachman se dedicó a hablar ampliamente sobre los “bebés anclas”, e insistió que el problema se puede solucionar con nuevas leyes en el Congreso.
En el campo de campaña de Barack Obama los comentarios no se hicieron esperar. “El Presidente luchó por una reforma migratoria integral y la ley DREAM, y un grupo de candidatos republicanos que, en su mayoría, se oponen a la ley DREAM y a un camino hacia la legalización para inmigrantes”, comentó Gabriela Domenzain, portavoz de la campaña de Obama.
La falta de un mensaje menos agresivo en inmigración y de planes concretos para mejorar la situación de los hispanos en general en Nevada, pueden traer serias consecuencias para las elecciones de 2012, considerando el creciente perfil del estado, en las elecciones presidenciales.
De acuerdo a las cifras del último censo, 700,293 hispanos viven en el estado, un 26% de la población total. De ellos 409,500 nacieron en Estados Unidos y 73,605 son naturalizados.
Con la ausencia del exgobernador de Utah, Jon Huntsman, este fue el último debate hasta noviembre, fecha en que el escenario político puede haber cambiado considerablemente para varios de los candidatos. ¿Quién seguirá en pie para entonces? Está por verse.
La arenga a la lucha de clases del presidente Obama a los hispanos
Fundación Heritage 3
Hablando en una reunión de hispanos en Washington DC, organizada por el American Latino Heritage Forum, el presidente Obama, de manera previsible, aprovechó la oportunidad para inyectar en su discurso la lucha de clases y la política partidista.
El presidente Obama parece haber acabado con las contemplaciones y se ha lanzado a exhortar a los hispanos a que se unan a su campaña apoyando fallidas políticas económicas que no han logrado bajar el índice de desempleo hispano estancado en más del 10%.
En lugar de hacer caso al aceptable llamamiento de la mayoría de americanos cansados del continuo gasto federal para hacer crecer la economía, incluyendo a muchos de su propio partido político, el presidente Obama está convencido de que los hispanos continuarán apoyando sus políticas usando simples tácticas de amedrentamiento.
La lucha de clases no es nada nuevo, desde luego, pero es particularmente irónico que muchos de los hispanos a los que el presidente Obama se dirige en su campaña electoral son sumamente conscientes de estas tácticas ya que recientemente abandonaron sus países en América Latina, donde los políticos llegaron al poder bajo el pretexto del "socialismo del siglo XXI".
Por desgracia, esta última encarnación de un fracasado modelo económico no ha logrado sacar a muchos países de América Latina de la extrema pobreza ni alcanzar la libertad económica que es necesaria para la oportunidad económica.
Tal vez alguien debería recordarle al presidente que muchos inmigrantes hispanos llegaron a este país atraídos por las infinitas oportunidades que ofrece la libertad de empresa que fomenta la creatividad y no por un estado poderoso y costoso que frena el crecimiento y la innovación.
Para la extrema izquierda, los hispanos son objetivo natural a la hora de dirigir su propaganda de la lucha de clases. Es lamentable que algunos hispanos estén creyéndose esta retórica vacía al unirse a una causa que pretende reproducir las mismas condiciones que ellos dejaron atrás en América Latina.
El 'padrino de las pizzas': el anti-Obama del Tea Party
Afroamericano, del Tea Party y anti impuestos. Es Hermann Cain, que aspira a competir con Obama por la Casa Blanca.
El de Hermann Cain es uno de esos casos de ascensión fulgurante, en el que un completo desconocido asciende al estatus de protagonista en un tiempo que suele antojarse escaso. Y también, como este tipo de historias de éxito, la de Cain ni es tan espontánea, ni tan sorpresiva.
Cain llevaba tiempo preparándose para dar el estoque definitivo dentro del Partido Republicano: se le conocía en los círculos más conservadores del partido, y recientemente se había dejado oír por varias radios, donde iba desgranando sus propuestas políticas. Además, le avalaba su impecable historia de éxito al frente de la cadena de pizzerías de la que es consejero delegado: 'Godfather’s Pizza' (La pizza del padrino).
Este hombre de 65 años y origen afroamericano tuvo su plataforma definitiva de lanzamiento la pasada semana, en el debate de New Hamsphire de los precandidatos republicanos. Con su profunda voz radiofónica, su tono bromista, y la contundencia de sus propuestas consiguió equilibrar la balanza en su favor, y restar protagonismo a Mitt Romney y Ricky Perry. Pero, ¿cómo ha conseguido tumbar en las encuestas a estos dos peces gordos del republicanismo? Sin duda, una de las claves de su éxito fue su estudiado plan económico, llamado "9-9-9", repetido como un mantra hasta la saciedad: "nineninenine". Este se basa en desterrar el código fiscal actual de EEUU – lo considera la "escalvitud del siglo XXI"- para aplicar exclusivamente un impuesto del 9% sobre la renta, a las empresas y las ventas. Es decir: bajar radicalmente los impuestos a las rentas más altas y a las empresas y subirlos para el consumo, aprobando un IVA nacional, inexistente hasta ahora.
"Nineninenine. Pensaba que era el precio de una pizza", le espetó otro de los candidatos republicanos en el debate televisado con el presentador Charlie Rose. La respuesta del magnate de las pizzas es una síntesis de su personalidad y carisma político: "No es el precio de una pizza, va a ser aprobado. A diferencia de tus propuestas, empieza con eliminar el código fiscal actual", contestó a su rival Jon Hunstman, con gesto triunfalista.
Y es que hace una semana que el plan económico ha despertado la atención de todos los analistas: un plan radical que sólo producirá frutos a largo plazo, pero ambicioso y perfectamente coincidente con las reivindicaciones del Tea Party, del que forma parte. Tanto ha llamado la atención que incluso el Hufftington Post ha intentado dar con el origen de su teoría y su propuesta: y ha llegado hasta los Sims. El diario ha descubierto que el juego de ‘SimCity’ usa una correlación parecida para gestionar los impuestos y la economía de sus ciudades ficticias, y no ha tardado en acusarle de ‘plagio’.
Son muchas y variadas las virtudes de este candidato sorpresa, que consigue conectar con la gente gracias a su discurso anti-impuestos y a su inexperiencia en la arena política: Cain no usa jerga política, no usa discursos demasiado manidos, y no teme las repreguntas. Además, tiene carisma y sabe venderse. A sus espaldas cuenta con orígenes humildes como aval de honestidad, -baza muy válida en la política estadounidense- y su historia empresarial de éxito: el hombre americano hecho a sí mismo.
Pero quizás sus inconvenientes para continuar con esta fulgurante carrera sean más abultados que sus atractivos. El primer escollo es su color de piel, ante el que tendrán menos problemas los americanos blancos que los negros. Porque serán los americanos negros quienes más difícil se lo pondrán a Cain, ya que rápidamente ha sido acusado de racismo con su propia comunidad. Entre otras causas, está su discurso, que (intencionadamente) mal entendido puede llevar a equívocos de esta naturaleza. Cain asegura en su libro This is Herman Cain que los negros han tenido un "victimismo" histórico en la tierra de las oportunidades, lo que les ha llevado a ponerse límites a sus sueños. Él opina que en la América de hoy el racismo es prácticamente imperceptible, pero muchos ya le han tachado de un "traidor a la comunidad". La izquierda se ha encargado convenientemente de jalear este eslógan.
Entre otros inconvenientes está su disponibilidad de ingresos para costear la campaña. Hasta el momento, Cain insiste en que "lo importante es el mensaje" y que ya solventará la abismal separación que amplía la brecha entre Perry y Romney. ¿Estrella fugaz o promesa sólida de futuro? El tiempo -y los avales- lo dirán.
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