¡Es la DEA, estúpidos!. Martín Moreno

Los priistas vuelven a equivocar origen, diagnóstico y responsables de la “campaña de desprestigio” que, acusan, el gobierno de Calderón ha iniciado en su contra. Ni es “guerra sucia” —como la instrumentada por el PRI en los 70, que costó vidas y desapariciones— ni tampoco es “persecución política”, como la del priismo-salinista que asesinó a alrededor de 500 opositores perredistas.
No. Tampoco es “criminalizar procesos electorales”, como proclama Pedro Joaquín Coldwell. Ejemplo de esta criminalización es la detención de Joaquín Hernández Galicia, La Quina, a quien Salinas de Gortari le sembró armas y muertito. En todo caso, Coldwell debería reclamar a quien permite esa “criminalización”: los gobernadores priistas ligados al narcotráfico.


Al PRI lo descompone la crítica. Lo derrite. Hoy —miope y desorientado— suelta bala a donde caiga, a ver si le atina en una de ésas al enemigo. El priato apunta hacia Los Pinos, pero no se da cuenta de que investigaciones y expedientes se encuentran en el condado de Arlington, Virginia, frente al Pentágono. La sede central de la Drug Enforcement Administration (DEA).
Allí, en los archivos confidenciales de la DEA, están las declaraciones de Osiel Cárdenas Guillén que involucran presuntas ligas de ex gobernadores tamaulipecos —Tomás Yarrington y Eugenio Hernández— con el narco.
El del duranguense Ismael Hernández Deras.
Y de otros más: en Veracruz, Sinaloa, Chihuahua o Nuevo León.
¿Qué tanto sabe la DEA de las operaciones del poder político-narco en México? Más de lo que nos imaginamos.
Allí está el revelador reportaje de Humberto Padgett en la revista emeequis (272 ), en la que el jefe de Operaciones de la DEA, Thomas M. Harrigan, revela ante el Comité de Seguridad y Asuntos Gubernamentales del Senado de EU que, “con el consentimiento del gobierno mexicano, la DEA ha tenido agentes asignados en México desde su creación en 1973, lo que representa una de las razones principales para que nuestra organización sea tan robusta”.
Los agentes de la DEA operan en Michoacán, Baja California, Tamaulipas, Morelos, Sonora, Nuevo León, Chihuahua, DF y hasta Yucatán, asegura Harrigan. Es una red de investigación política-narcotráfico extensa, bien organizada y eficaz.
¿Por qué eficaz? El texto de Padgett —citando siempre declaraciones de Harrigan— establece que gracias a la DEA se logró la captura de Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, hijo del Mayo Zambada; se aniquiló a Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, y a Ignacio Nacho Coronel, y se logró la aprehensión de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, y de Sergio Barragán, El Grande.
Casi nada. Pesos completos.
Aquí hemos señalado los vínculos de los gobiernos del PRI en Tamaulipas con el narco: la resistencia de Eugenio Hernández en su gobierno para aceptar el apoyo de militares y marinos, así como un video en manos federales donde aparece con Jaime González Durán, El Hummer, cofundador de Los Zetas, operador en Reynosa y detenido en 2008 (Archivos del poder 3/II/2012).
El PRI se equivoca de diagnóstico, de culpables y de estrategia. No es una pelea exclusivamente local. El asunto llega hasta Arlington.
Y si hay un culpable, es la relación gobernadores del PRI con el crimen organizado.
Lo demás son consecuencias.

ARCHIVOS CONFIDENCIALES
¿SEÑORA PRESIDENTA? Reveladora, y sorprendente, la encuesta de ayer de BGC-Excélsior: a siete de cada diez les gustaría que una mujer fuera Presidenta de México, mientras que 46% cree que sería mejor que una mujer llegara a Los Pinos. ¿Pesará el género en la próxima presidencial? Según Consulta Mitofsky, de Roy Campos, sí: de entrada, la panista gana entre 2 y 3 puntos por ser mujer. La elección de 2006 se decidió por sólo 0.56 por ciento. Usted dirá.
DE APUESTAS. El operador político de Josefina apostó con el periodista veterano: Vázquez Mota será la candidata del PAN. El comunicador le respondió: No, el triunfador será Cordero. El día de la elección, el periodista —consentidazo de Jolopo y de Carlos Salinas—, tuiteó, mañoso: Cordero está a sólo dos puntos de Josefina. Y esa misma noche, la candidata ganadora le envió un mensaje al periodista: debes checar mejor tus fuentes. Vale.