El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, ha dicho desde Singapur, donde se encuentra de visita oficial, que “Irán y Hezbolá son elementos terroristas implacables y que suponen un peligro para la estabilidad del mundo”. Sus palabras llegan horas después de que un hombre, al que se le atribuye pasaporte iraní, perdiera las dos piernas en la capital tailandesa, Bangkok, al explotarle encima el artefacto explosivo que llevaba. Su nacionalidad está aún por confirmar, según fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel. Tampoco está claro que su embajada en Tailandia fuera el objetivo de este atentado.
De acuerdo a la policía tailandesa, el asaltante se encontraba en una barriada de Bangkok cuando arrojó una granada unos metros por delante de un taxi cuyo conductor se negó a subirle en el vehículo, al parecer por las heridas que presentaba tras producirse una explosión en la vivienda del agresor. “Pensamos que podría almacenar más explosivos en su casa”, ha dicho Witthaya Poonsin, un teniente coronel de la policía. Tras la explosión, el taxista ha resultado herido levemente.
Cuando tiempo después varios de sus agentes de policía intentaron detener al asaltante, éste les lanzó un segundo artefacto que se le escapó de las manos y que terminó rebotando contra un árbol en su dirección, lo que le provocó la pérdida de una de sus piernas. Además, varias personas resultaron heridas de levedad.
El hombre fue trasladado de inmediato al hospital Chulalongkorn donde los médicos tuvieron que amputarle la segunda pierna por las heridas que presentaba, según la edición digital del diario The Nation, informa Efe. Poco después de esta segunda explosión se registraba una tercera en una carretera cercana.
Estos incidentes se producen un día después de sendos atentados con bomba, uno de ellos frustrado, contra funcionarios o empleados de las embajadas israelíes en India y Georgia. El Gobierno israelí acusa a Irán de estar detrás de los ataques, lo que el régimen iraní negó el lunes a través de su embajador en Nueva Delhi. Incluso el portavoz del ministro de Exteriores de Irán, Ramin Mehmanparast, apuntaba a los servicios secretos de Israel, el Mosad, como responsables de los atentados contra sus propias embajadas, “interesados en menoscabar las relaciones bilaterales que Irán mantiene con India y Georgia”, según declaró a la agencia estatal de noticias IRNA.
Aunque nunca ha sido confirmado oficialmente, ni debatido públicamente en Israel, hay estudiosos de los servicios de inteligencia como el británico Gordon Thomas, que aseguran que durante las décadas de los cincuenta y sesenta del siglo XX operativos del Mosad perpetraron varios atentados menores contra instituciones judías en países como Irak y Marruecos. Según este experto, el objetivo de estos atentados habría sido fomentar la emigración de las comunidades judías de estos países a Israel y desacreditar a sus respectivos gobiernos como incapaces de garantizar la seguridad de sus ciudadanos judíos, que éstos únicamente lograrían alcanzar al llegar a Israel.
Otros analistas señalan además que lo que se está produciendo en los últimos años es una guerra sucia encubierta entre Israel, Irán y la milicia libanesa Hezbolá con atentados selectivos de sus respectivos servicios secretos. Los incidentes de esta semana en Nueva Delhi y Tiflis se produjeron un día después del cuarto aniversario de la muerte de Imad Mughniyeh, el jefe militar asesinado en Damasco en el año 2008. La milicia chií siempre acusó a Israel de estar detrás de este atentado.
De acuerdo a la policía tailandesa, el asaltante se encontraba en una barriada de Bangkok cuando arrojó una granada unos metros por delante de un taxi cuyo conductor se negó a subirle en el vehículo, al parecer por las heridas que presentaba tras producirse una explosión en la vivienda del agresor. “Pensamos que podría almacenar más explosivos en su casa”, ha dicho Witthaya Poonsin, un teniente coronel de la policía. Tras la explosión, el taxista ha resultado herido levemente.
Cuando tiempo después varios de sus agentes de policía intentaron detener al asaltante, éste les lanzó un segundo artefacto que se le escapó de las manos y que terminó rebotando contra un árbol en su dirección, lo que le provocó la pérdida de una de sus piernas. Además, varias personas resultaron heridas de levedad.
El hombre fue trasladado de inmediato al hospital Chulalongkorn donde los médicos tuvieron que amputarle la segunda pierna por las heridas que presentaba, según la edición digital del diario The Nation, informa Efe. Poco después de esta segunda explosión se registraba una tercera en una carretera cercana.
Estos incidentes se producen un día después de sendos atentados con bomba, uno de ellos frustrado, contra funcionarios o empleados de las embajadas israelíes en India y Georgia. El Gobierno israelí acusa a Irán de estar detrás de los ataques, lo que el régimen iraní negó el lunes a través de su embajador en Nueva Delhi. Incluso el portavoz del ministro de Exteriores de Irán, Ramin Mehmanparast, apuntaba a los servicios secretos de Israel, el Mosad, como responsables de los atentados contra sus propias embajadas, “interesados en menoscabar las relaciones bilaterales que Irán mantiene con India y Georgia”, según declaró a la agencia estatal de noticias IRNA.
Aunque nunca ha sido confirmado oficialmente, ni debatido públicamente en Israel, hay estudiosos de los servicios de inteligencia como el británico Gordon Thomas, que aseguran que durante las décadas de los cincuenta y sesenta del siglo XX operativos del Mosad perpetraron varios atentados menores contra instituciones judías en países como Irak y Marruecos. Según este experto, el objetivo de estos atentados habría sido fomentar la emigración de las comunidades judías de estos países a Israel y desacreditar a sus respectivos gobiernos como incapaces de garantizar la seguridad de sus ciudadanos judíos, que éstos únicamente lograrían alcanzar al llegar a Israel.
Otros analistas señalan además que lo que se está produciendo en los últimos años es una guerra sucia encubierta entre Israel, Irán y la milicia libanesa Hezbolá con atentados selectivos de sus respectivos servicios secretos. Los incidentes de esta semana en Nueva Delhi y Tiflis se produjeron un día después del cuarto aniversario de la muerte de Imad Mughniyeh, el jefe militar asesinado en Damasco en el año 2008. La milicia chií siempre acusó a Israel de estar detrás de este atentado.
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