jueves, diciembre 27, 2012

Argentina: ¿Ayudan los feriados y las fiestas a la economía? – por Nicolás Cachanosky

En los últimos años ha habido una super-producción de feriados. Uno de los argumentos utilizados es que los feriados hacen bien a la economía, especialmente al sector turístico, debido a un mayor consumo por parte de las personas. La idea de que los feriados y las fiestas pueden incentivar la economía descansa en la idea que es el consumo, más que la producción, el motor de la economía. ¿Son los feriados buenos para la economía? ¿Se puede arreglar una economía débil a base de feriados, es decir, reduciendo la cantidad de días dedicados a la producción de bienes y servicios? Un breve comentario económico para acompañar estas vísperas festivas.

 
Es importante distinguir entre efectos micro y efectos macro de los feriados. Asumiendo que no hay otros cambios en el comportamiento de los consumidores, el efecto principal de un feriado es desviar consumo hacia el sector turístico, no incrementar el consumo total. Si una persona gasta $100 por día, el resultado de un nuevo feriado será un incremento de $100 en consumo de servicios turísticos y una caída de $100 en el consumo de otras actividades no turísticas.
Es decir, se beneficia a un sector a expensas de otro. A nivel micro el sector turístico se beneficia, pero a nivel macro no hay diferencia en el consumo total. Si en los feriados la gente viaja al exterior, entonces el incremento de consumo se refleja en incrementos del PBI de otros países. El país local importa servicios turísticos lo cual disminuye el PBI local. El país receptor de turistas incrementa su PBI por la contrapartida, exportación de servicios turísticos. Pero si hacemos caso omiso a este problema, y asumimos que en los feriados toda la actividad turística es doméstica, entonces el resultado es un cambio en la composición del consumo y del PBI, pero no en su nivel.
No es lo mismo decir que se debe aumentar la cantidad de feriados para ayudar al sector turístico a expensas del resto de la economía que decir que se debe aumentar la cantidad de feriados para ayudar a la economía en su totalidad.
Para que haya un aumento en el consumo total, por ejemplo, de $100 a $110, los $10 extra deben provenir algún lado. El algún lado son ahorros. Es decir, el consumidor aumenta su consumo a base de disminuir sus ahorros. Pero una disminución de ahorros implica menos fondos disponibles para invertir en procesos productivos. La menos oferta de ahorros lleva a un aumento en las tasas de interés por lo que es más costoso mantener el capital operativo del sector productivo. En un mundo globalizado, si los ahorros domésticos disminuyen es posible recurrir a préstamos del exterior para financiar proyectos productivos. Si los feriados efectivamente resultan en un aumento de consumo, lo hacen a expensas de reducir ahorros domésticos y/o incrementar la deuda externa. La deuda externa ha sido un tradicional, y crónico, problema en Argentino. La disminución de ahorros, por otro lado, no contribuye a un mayor crecimiento de largo plazo.
Esto no quiere decir, sin embargo, que la cantidad optima de feriados sea cero. Ciertamente al sector turístico no le es indistinta la cantidad de feriados que hay en el año. Sí implica, sin embargo, que el efecto macro de las fiestas y los feriados no depende sólo del sector turismo, sino también del sector que no encuentra clientes en los fines de semana largo. Mientras los diarios y las noticias informan del boom de ventas de paquetes turísticas y la ventas navideñas en los centros comerciales, no se informa sobre todos los comercios que no hay podido vender los días feriados o el destino que los mismos $100 hubiesen tenido de no haber realizado las compras navideñas. Este doble efecto de lo que se ve y lo que no se ve es un aspecto central del análisis económico. La ilusión visual suele pesar más que el análisis abstracto de los efectos no observados.
Puede haber motivos culturales, piscológicos, históricos, biológicos, etcétera, que ayuden a elegir el número y distribución de feriados y días festivos; un incentivo macro a la economía no es uno de ellos.

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