La destructiva viveza de los caudillos latinoamericanos
La destructiva viveza de los caudillos latinoamericanos
por Manuel Hinds
Manuel Hinds es ex Ministro de Finanzas de El Salvador y autor de Playing Monopoly with the Devil: Dollarization and Domestic Currencies in Developing Countries (Council on Foreign Relations, 2006).
Lawrence E. Harrison, director del Instituto de Cambio Cultural en la Escuela Fletcher de la Universidad Tufts, escribió en los años ochenta un famoso libro llamado El subdesarrollo es un estado mental: el caso de Latinoamérica. Su argumento es que los pobladores de los países subdesarrollados crean con su propia mentalidad el ambiente propicio para que prevalezca la pobreza, la explotación y el subdesarrollo.
Hay una realidad descrita en el libro de Harrison. No hay duda que existe lo que podemos llamar una mentalidad "tercermundista", que se caracteriza entre otras cosas por las vivezas de corto plazo y la arbitrariedad, que destruyen las bases fundamentales del progreso de largo plazo. Entre lo destruido por la arbitrariedad están la seguridad jurídica y la integridad institucional, que son esenciales para el desarrollo de la sociedad, tanto política como económicamente.
El presidente Rafael Correa, de Ecuador, ha proporcionado un ejemplo clarísimo de esto al anunciar que ha suspendido el pago de la deuda de su país para determinar si debe pagarla, porque él piensa que algunas de ellas no deberían haber sido contraídas por Ecuador.
Esto es el colmo de la viveza latinoamericana, que tanta miseria ha causado a nuestro continente. En la mentalidad tercermundista esta viveza es celebrada como la marca de una gran inteligencia, como si requiriera genio el pensar en lo que cualquier tramposo piensa inmediatamente: tomar prestado dinero y después inventarse una excusa para no pagarlo. La ganancia inmediata es por supuesto que el país podrá gastar en otra cosa lo que se iba a usar para pagar la deuda. Pero esa ganancia, que podría llamarse botín, es temporal. En el largo plazo, por supuesto, lo que hay es una pérdida para el país porque nadie querrá después prestarle dinero al vivo.
Es lo que le pasa a Argentina ahora, después que hizo un gran botín al no pagar lo que le debía a gente pensionada en Italia, que habían comprado durante la década de los noventa los bonos argentinos para sufragarse sus gastos en su ancianidad. ¡Qué listo fue el gobierno del presidente Kirchner en dejar sumidos en la miseria a los viejos italianos! Ahora, que Argentina vuelve a tener necesidad de tomar prestado dinero, nadie le presta —pero la presidenta Kirchner, que es bien viva también, hizo botín de otras pensiones, ahora las de los argentinos mismos—. Por supuesto, va a llegar el momento en el que el gobierno no tendrá más recursos que expropiar y pagará sus vivezas con una crisis tan seria como las que Argentina, en esa misma viveza, ha acostumbrado tener cada década.
Contemplando estas vivezas uno se pregunta cómo es posible que todavía haya gente que tome en serio las ideas que se lanzan periódicamente de crear instituciones financieras multilaterales latinoamericanas, como el Banco del Sur propuesto por el presidente Chávez de Venezuela, que supuestamente sustituiría al Banco Interamericano de Desarrollo, al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional. Los que creen que esto puede funcionar sólo tienen que ver lo que ha hecho el primer Kirchner y lo que están haciendo los presidentes Correa y segundo Kirchner para darse cuenta del desastre que ese banco sería y lo pésima que sería la idea de que el gobierno salvadoreño invirtiera en su capital.
Dicha inversión tendría que hacerse con recursos de impuestos que no se invertirían en escuelas, hospitales o infraestructura esenciales para el país sino en las acciones de ese banco, sólo para descubrir unos años después que un vivazo latinoamericano dijera que no pagará los préstamos hechos con ese capital. Los que creen que estas vivezas no se harán a hermanos latinoamericanos que se fijen en lo que Ecuador está haciendo con el Banco Brasileño de Fomento —no le quieren pagar el préstamo que dio para que construyeran una represa porque dicen que ésta tiene fallas, algo de lo que obviamente es una falla de la supervisión que Ecuador mismo debería de haber realizado—. Es como si usted contratara a un constructor para que le hiciera una casa, no supervisara su trabajo y después, al descubrir que tiene muchos defectos le dijera al banco que le financió la construcción que no le va a pagar por esta razón. En todo caso, usted podría demandar al constructor, no al banco.
¿Qué puede hacer Brasil? ¿Aceptar en nombre de la hermandad latinoamericana que el pueblo brasileño, que ahorró para capitalizar el Banco de Fomento, pierda su dinero que tanto le cuesta? ¿O exigir que le paguen en nombre de la solidaridad con sus propios ciudadanos?
La lección es que el que con niños se acuesta mojado se levanta. Jamás debemos invertir ni un centavo en este tipo de instituciones promovidas por caudillos vivazos que creen que pueden hacer lo que les da la gana.
La CIA y la lucha contra el narcotráfico
Veronica Bowers, la CIA y la lucha contra el narcotráfico
por Mary Anastasia O'Grady
Mary Anastasia O’Grady es editora de la columna de las Américas del Wall Street Journal.
Entre todas las víctimas que ha cobrado en América Latina la guerra estadounidense contra el narcotráfico, quizás ninguna capture mejor su falta de sentido e injusticia como el asesinato, perpetrado por la CIA, de la misionera cristiana Veronica Bowers y su hija Charity en Perú.
Nadie insinúa que la CIA haya matado intencionalmente a Bowers y su bebé. Fue un accidente. Pero según el republicano Pete Hoekstra, de la Cámara de Representantes de EE.UU., se trató de una catástrofe en ciernes, debido a la forma en que la CIA operó el plan de intercepción de drogas en Perú conocido como el Programa de Negación de Puente Aéreo. Hoekstra afirma que la evidencia que sustenta sus acusaciones se encuentra en un informe clasificado del inspector general de la CIA que él recibió en octubre.
El programa, iniciado por el presidente Bill Clinton, dejaba en manos de la CIA la responsabilidad de identificar a pequeños aviones civiles que podrían estar transportando cocaína sobre Perú en camino a Colombia, y avisarle a la Fuerza Aérea Peruana para que los obligara a aterrizar.
Se pusieron en marcha estrictos procedimientos para minimizar los riesgos para los inocentes. Pero luego de ver el informe del inspector general, Hoekstra —el miembro de mayor alto rango del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes— afirma que es claro que tales procedimientos se habían dejado de implementar mucho antes de la tragedia del 20 de abril de 2001.
Ese día, la familia Bowers volaba en un monomotor sobre el Amazonas en dirección a su hogar en Iquitos. Veronica Bowers llevaba a la pequeña sobre su regazo cuando una bala disparada por la Fuerza Aérea Peruana, bajo dirección de la CIA, alcanzó la nave, atravesó el pecho de la mujer e impactó el cráneo de Charity. El avión aterrizó en el río Amazonas. El marido de Veronica, su pequeño hijo y el piloto sobrevivieron. Ni el avión ni sus pasajeros resultaron estar involucrados de forma alguna en el narcotráfico y los informes iniciales indicaron que el ataque fue un trágico error que no volvería a suceder.
El informe del inspector general examinó el Programa de Negación de Puente Aéreo desde su comienzo en 1995 hasta su fin en 2001 y demoró siete años en completarse. En declaraciones a la prensa, Hoekstra ha señalado que el informe demuestra que en cada una de las 15 oportunidades en las que se derribaron aviones y en las que participó la CIA a lo largo de la vida del programa presentó "violaciones de procedimientos requeridos". El legislador también afirmó que el informe "descubrió que funcionarios de la CIA sabían de las violaciones y las toleraron, fomentando un ambiente de negligencia e ignorancia de los procedimientos".
Igualmente perturbador, señala el congresista, es el hallazgo del inspector general de que luego de la tragedia hubo un intento por encubrir lo que había estado sucediendo en Perú. También ha dicho que el informe establece que hubieron "modificaciones no autorizadas" hechas a los "procedimientos de intercepción encomendados por el presidente por parte de personas que no tenían autoridad para hacerlo" y que "efectivamente no hubo supervisión legal del programa". Además, afirma que "hay evidencia de que funcionarios de la CIA hicieron declaraciones falsas o engañosas al Congreso" y que "la CIA le negó al Congreso, el Consejo de Seguridad Nacional y el Departamento de Justicia acceso a hallazgos clave de análisis internos que establecieron y documentaron las violaciones sostenidas y significativas de los procedimientos requeridos".
"Fue una operación deshonesta", me dijo el legislador por teléfono el martes. "Sabían que no estaban siguiendo las reglas y nunca hicieron nada al respecto. Fueron insensibles". Cuando le pedí que explicara más, dijo: "Mi opinión es que se obsesionaron con la misión".
La CIA afirma que el director Michael Hayden ha "reconocido la seriedad de los hallazgos [del informe]" y "se ha comprometido con un proceso que examine temas sistémicos y de responsabilidad que sea tan completo y justo como sea posible". La oficina del presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el demócrata de Texas Sylvester Reyes, no quiere hacer comentarios sobre el informe. Pero Hoekstra está pidiendo que se desclasifiquen más partes del informe y que el Departamento de Justicia analice "si amerita una mayor investigación criminal".
Aún se necesita una discusión más amplia en el Congreso sobre la política de EE.UU. contra el narcotráfico en la región para honrar la memoria de Bowers y su hija y salvar vidas inocentes en el futuro.
Considere el hecho de que la justificación de Clinton para el Programa de Negación de Puente Aéreo fue que el tráfico de drogas era una amenaza para la seguridad nacional de Perú. Por supuesto que lo era: la prohibición naturalmente produce poderosas redes criminales que socavan el imperio de la ley.
Pero como lo estableció un informe de 2001 del Comité de Inteligencia del Senado, los narcotraficantes aprendieron a no ser detectados al cambiar sus rutas a través de Brasil. También señaló que mientras el negocio de la coca en Perú se hizo más pequeño, el de Colombia despegó.
Desde entonces, la prohibición de EE.UU. ha puesto presión sobre Colombia y ahora el problema está resurgiendo en Perú. Los últimos informes indican que carteles mexicanos se están asociando con vestigios la red terrorista de Sendero Luminoso para reconstruir el negocio, volviendo a probar la futilidad de un ataque a la fuente de origen como una forma de minimizar el uso de drogas en EE.UU.
¿Crisis superada?
¿Crisis superada?: Cómo las acciones gubernamentales mantienen los precios de los alimentos altos
por Sallie James
Sallie James es analista de política comercial del Cato Institute.
Aunque los precios mundiales de los alimentos han caído algo desde sus niveles de este último verano, todavía están en niveles altos comparados con los estándares históricos. La mejor manera de promover la moderación en los precios de los alimentos es permitir que los mercados funcionen de tal manera que las señales comunicadas por los precios puedan ser transmitidas de manera eficiente. Eso debería derivar en menos fluctuaciones extremas en los precios de las commodities, mientras que la oferta y la demanda serán capaces de ajustarse más rápidamente. A largo plazo, los esfuerzos por reformar y liberalizar mediante la Organización Mundial de Comercio (OMC) permitirán que los mercados funcionen de manera más efectiva.
A principios de 2008, antes de que la crisis de las hipotecas subprime causará un caos financiero, la “crisis” en la mente de todos era el crecimiento rápido de los precios de los alimentos. El alza fue promovida por una “tormenta perfecta” de altos precios del petróleo y de los fertilizantes, mandatos de etanol que promovían el uso de balanceado a base de cultivos como el maíz y la soya para la producción de combustible, incidentes de mal clima en importantes países exportadores de alimentos, una tendencia a la baja en la inversión agrícola porque los subsidios del mundo desarrollado deprimieron los precios y cerraron los mercados, un aumento en la demanda por parte de los países en desarrollo con rápido crecimiento, y la depreciación del dólar (moneda en la cual gran parte de las commodities tienen fijado su precio).1 Más de 40 países experimentaron protestas (y, en el caso de Haití, la caída de un gobierno) inspiradas en los altos precios de los alimentos, e importantes países exportadores de alimentos como Argentina y Ucrania introdujeron medidas mal concebidas que iban desde los impuestos a las exportaciones hasta las prohibiciones totales a la exportación en un intento de solucionar el problema. India, un jugador mundial gigante en muchos mercados de commodities, extendió sus prohibiciones a exportaciones al arroz, el trigo y otros cultivos hasta abril de 2009.
En relación a los primeros meses de 2008, cuando los precios de los alimentos aparecían constantemente en los titulares de las noticias, el mundo parece haber cambiado de página. Primero, la crisis financiera global y la desaceleración económica generalizada es una amenaza aún mayor, y seguramente tendrá mayor impacto sobre los votantes en los países ricos que los precios de los alimentos, los cuales constituyen una porción relativamente pequeña del gasto del hogar. Segundo, los precios de las commodities, aunque todavía están altos comparados con los estándares históricos, han caído de sus niveles más altos en junio (ver Gráfico 1). El maíz se vendía por aproximadamente $7 el manojo y siguió subiendo hacia $8 a mediados del verano, pero desde ese entonces ha caído a alrededor de $4. De igual manera, la soya se está vendiendo por un poco menos de $9 el manojo inclusive hasta fines de octubre, muy por debajo del precio de por encima de $16 de junio.
Estas caídas dramáticas todavía no han derivado en caídas considerables en los precios que los consumidores estadounidenses pagan en el supermercado. El índice del U.S. Bureau of Labor Statistics para la comida preparada en la casa (es decir, los precios que los consumidores pagan en los supermercados) había aumentado en 7,6% durante el año antes de septiembre de 2008, aunque el paso de la aceleración se había reducido a un aumento de 0,6 por ciento en el mes de septiembre, desde un aumento de 0,8 por ciento en agosto.2 La desaceleración económica general puede que resulte en que estos aumentos se desaceleren un poco, pero el consenso general es que los precios de los alimentos se demoran en cambiar cuando están a la baja porque las empresas son reacias a ser las primeras en cortar su precio en su categoría (los precios de los ingredientes son fijados muchos meses antes). Los consumidores estadounidenses no deberían esperar un alivio considerable pronto.
De igual manera, la ayuda de las agencias internacionales y las organizaciones intergubernamentales insisten que la crisis todavía es muy importante, a pesar de la reciente caída en los precios. De hecho, el Cuadro 1 muestra que la reserva global de muchas de las commodities es baja, y Oxfam estima que alrededor de 120 millones más de personas están en riesgo de morirse de hambre que antes de la reciente alza de precios. Aunque el Índice de Precios de Alimentos de la FAO (Organización para los Alimentos) cayó un 13 por ciento en octubre de 2008 y un 6 por ciento a lo largo del año desde octubre de 2007, todavía estaba un 28 por ciento por encima de su nivel de octubre de 2006.3 Los presupuestos de las agencias que donan alimentos todavía están apretados y la historia sugiere que el “deshecho extra” de reservas de alimentos provenientes de los países desarrollados también caerá. Por otro lado, los exportadores agrícolas (probablemente los países en desarrollo principalmente, si a la ventaja comparativa se le permitiese hacer su magia) ganarán de estos precios más altos.
Seguramente, las reservas históricamente bajas de muchas commodities alimenticias sugieren que los precios permanecerán por encima de sus promedios históricos por algún tiempo, aún si las reservas se hayan recuperado un poco desde el año pasado (Cuadro 1) y el crecimiento de la demanda parezca haberse moderado. Se espera que la desaceleración del crecimiento de la demanda de commodities continúe, juzgando por las recientes caídas en el Índice Báltico Seco (más de 80 por ciento desde principios del verano), el cual registra los precios para enviar cargo grande y es considerado el principal indicador de la actividad comercial internacional. Pero hay mucho que los gobiernos pueden hacer—o dejar de hacer—para amortiguar las alzas de los precios y permitir que las señales de los precios alienten a los agricultores a que inviertan en la agricultura y aumenten la producción.
¿El papel del la OMC?
Las restricciones a las exportaciones como aquellas adoptadas por gobiernos como respuesta a esta crisis podría reducir su precio doméstico, pero también aumentaron el precio mundial de esas commodities si el exportador era lo suficientemente grande como para mover el mercado. Aquello hiere a los países importadores y reduce la inversión agrícola y los incentivos para los agricultores de aumentar la producción (porque el precio doméstico es reprimido artificialmente). Las restricciones a las exportaciones por lo tanto tienen el potencial de exacerbar los precios altos de la comida a largo plazo.
¿Puede la OMC jugar un papel en prevenir este tipo de prohibiciones a las exportaciones contraproducentes adoptadas por gobiernos frente a precios con tendencia al alza? Seguramente es un problema para el cual la OMC no está preparada: cuando la Ronda de Doha de negociaciones comerciales multilaterales fue lanzada en noviembre de 2001, el enfoque de la agricultura era que a largo plazo los precios de las commodities iban a bajar y el efecto de las altas barreras a las importaciones sobre los agricultores pobres en el extranjero y los subsidios de los gobiernos de los países ricos que deprimían los precios artificialmente.
De hecho, las restricciones a las exportaciones no eran explícitamente parte del mandato original de Doha, aunque Japón y otros países habían expresado preocupación acerca de estas antes de que la ronda de Doha fuese lanzada.4 Los eventos han cambiado el énfasis, aunque: los problemas enfrentando al mundo en el actual estado de la ronda son tremendamente distintos a aquellos enfrentando al sistema comercial global cuando la ronda fue lanzada: por ejemplo, los precios de las commodities alimenticias aumentaron en un 98 por ciento entre 2001 y julio de 2008.5 Si los precios continúan relativamente altos, los negociadores de comercio agrícola se verán forzados a lidiar con las políticas comerciales agrícolas que parecían casi irrelevantes hace algunos años. La probable resistencia por parte de algunos miembros de la OMC a que se traten nuevas cuestiones fuera del mandato se enfrentará con la presión de hacer algo por los países pobres que son importadores netos de comida.
Desafortunadamente, la envergadura de las reglas existentes de la OMC para restringir el uso de políticas diseñadas para mantener los productos domésticos dentro de las fronteras no necesariamente ayudan; seguramente son menos desarrolladas que aquellas relacionadas con (las más comunes) políticas para mantener a las importaciones fuera para promover las exportaciones. El Artículo XI:2 del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés) establece una prohibición general de las restricciones cuantitativas a las importaciones y exportaciones de bienes, pero hace una excepción en el sub-párrafo (a) para
Prohibiciones o restricciones a la exportación aplicadas temporalmente para prevenir o remediar una escasez aguda de productos alimenticios o de otros productos esenciales para la parte contratante exportadora;
(el énfasis está añadido, para mostrar las condiciones que los miembros de la OMC tendrían que satisfacer para ejercer esta cláusula, y las cuales sin duda alguna estarían sujetas a una interpretación legal en caso de una disputa).
Para generar algunas reglas para este terreno relativamente nuevo, los países netamente importadores como Japón y Suiza propusieron nuevas reglas para las restricciones a las importaciones en un documento informal (no disponible al público) del 30 de abril de 2008. Ellos sugerían que los miembros de la OMC limiten sus restricciones a las exportaciones “estrictamente al grado necesario”, que notifiquen a otros miembros de la OMC antes de establecer las restricciones (el lenguaje del actual borrador requiere que los miembros notifiquen a otros dentro de 90 días después de que las restricciones hayan sido implementadas) y que consideren debidamente el efecto sobre los importadores y la ayuda alimenticia. También propusieron límites de tiempo a las restricciones (en un intento de definir la condición “temporal” del Artículo XI: 2 (a) del GATT) y una arbitración comprometedora en caso de una disputa.6 El actual borrador del texto agrícola en la ronda de Doha contiene un requisito de eliminar todas las restricciones a las exportaciones durante un año después de que el acuerdo de Doha entre en efecto.7 Pero estas propuestas están desvaneciéndose con el resto de la agenda de Doha.
Otra manera en que las negociaciones de la OMC podrían influenciar los precios de los alimentos es incentivando a que se aumente la cantidad de biocombustibles que se pueden comerciar bajo el arancel de “dentro de la cuota” (muchos productos agrícolas son comerciados de acuerdo a cuotas con aranceles diferenciados, bajo los cuales un determinada cantidad del comercio está cubierto por un nivel de arancel llamado el “arancel dentro de la cuota” y cualquier comercio por encima de esa cuota está cubierto por un arancel más alto, un arancel de “fuera de la cuota”). Actualmente hay algo incertidumbre respecto del comercio de combustibles alternativos. El etanol destinado para el uso como biocombustible puede que no tenga clasificaciones específicas en las aduanas, pero tiende a ser clasificado por los oficiales de aduanas como un producto agrícola. El biocombustible (hecho de aceites vegetales), por otro lado, está clasificado como un bien industrial y entonces estará sujeto a las reducciones de fórmula acordadas como parte de las negociaciones para acceso al mercado no-agrícola. Las reducciones de aranceles para combustibles alternativos por lo tanto están sujetas a un grado de superposición jurisdiccional entre los comités negociadores de productos industriales, agrícolas y ambientales. Dejar a un lado los méritos de los combustibles basados en el agro como una alternativa a los combustibles fósiles, el libre comercio de estos productos garantizará que estos sean producidos de la manera menos costosa posible.
Una conclusión exitosa de la ronda de Doha podría contribuir positivamente a los flujos del comercio agrícola si redujera los topes legales por sobre los aranceles (llamados “aranceles máximos”) a sus actuales aranceles aplicados, y preferiblemente que estos sean inclusive más bajos. Eso limita el retroceso cuando los precios tienden a cambiar. Por ejemplo, podría ser tentador—aunque equivocado—aumentar los aranceles a las importaciones para proteger los agricultores en la India mientras que los precios caen nuevamente. Los límites máximos prevendrán a los políticos de aumentar los aranceles a las importaciones si sienten que sería conveniente. El acceso más certero al mercado también aumentaría el incentivo de invertir en la producción agrícola.
Reformar los programas de ayuda alimenticia aliviaría mucho el sufrimiento de las personas más pobres del mundo cada que los precios de los alimentos aumentan. La administración de Bush, por ejemplo, propuso en el paquete de su Ley Agrícola de 2008 aumentar la proporción de ayuda alimenticia que es entregada en efectivo en lugar de en cultivos estadounidenses, para que más comida pueda ser comprada localmente en el mercado de los países en vías de desarrollo o dentro de la región. Esto ahorraría dinero en costos de envío (inflados debido a los requisitos estadounidenses de que la ayuda alimenticia sea enviada utilizando barcos de EE.UU. con tripulación estadounidense) y respaldaría a los productores locales y regionales. Pero la coalición bi-partidista de de políticos agrícolas-estatales ignoraron aquella iniciativa junto con otras reformas necesitadas para los programas agrícolas de EE.UU.
No hay razón para esperar que las restricciones a las exportaciones sean suavizadas mientras que las reservas de alimentos se recuperan y los precios bajan. Los agricultores de hecho responder a los incentivos cuando se les permite hacerlo: los campos de arroz se han expandido alrededor del mundo por casi 2,5 mil millones de acres desde el año pasado.8 Pero si los gobiernos previenen que la valiosa señal dada por los precios altos llegue a los productores, o si mantienen fuera del mercado internacional cualquier aumento de los productos, entonces los precios no serán moderados y la crisis de los precios de los alimentos continuará, con efectos predecibles y trágicos alrededor del mundo.
BRASIL SE ARMA
Brasil compra armas a Francia para obtener tecnología
Brasil planea firmar mañana con Francia, en ocasión de la visita del presidente Nicolas Sarkozy, importantes contratos de armamento con traspaso de tecnología para desarrollar una industria de Defensa que esté a la altura de su peso político y económico.
Estos dos acuerdos se refieren en la venta de parte de Francia de cuatro submarinos convencionales y la construcción en cooperación de un submarino a propulsión nuclear, así como de una cincuentena de helicópteros de transporte.
Los expertos de ambos países se apresuraron hasta finales de la semana para finalizar los últimos detalles de estos contratos, cuyo importe no ha sido revelado y se ha estimado en $3,000 millones en la prensa brasileña.
En las extensas negociaciones entre ambos países, la voluntad francesa de compartir su tecnología fue el elemento que determinó la elección brasileña, afirmaron expertos y diplomáticos.
''Vamos a comprar cuatro submarinos Scorpène y, con el traspaso de tecnología realizado [por Francia], estaremos en posición de construir el casco de un submarino a propulsión nuclear'', declaró a la AFP un alto responsable del ministerio brasileño de Asuntos Exteriores, Everton Vargas.
Brasil, que desarrolla desde los años 1970 un programa de investigación nuclear, se encargará sólo de la concepción del motor. El Scorpène es un submarino convencional de ataque, fabricado por la francesa DCNS, ya vendido a Chile, Malasia e India. Su costo se ha estimado en $300 millones por pieza.
El gobierno brasileño firmará además la compra de 51 helicópteros tipo EC-725 concebidos para el transporte de tropas y para operaciones de rescate en combate. El costo sería de cerca de 1,500 millones de euros, según la prensa especializada. Serán construidos por la sociedad brasileña Helibras, propiedad en 45 por ciento de Eurocopter, filial de EADS, el gigante europeo de Defensa y aeronáutica.
Los primeros aparatos podrían ser entregados en el 2010, indicó la sociedad en junio.
Francia también busca la concreción de otro importante contrato: la venta a la fuerza aérea de Brasil de 36 aviones caza, y se habla del modelo Rafale de la Dassault.
La primera decisión al respecto se podría tomar recién en marzo, ''la elección de Brasil será sobre todo una cuestión política'', estimó Nelson During, editor del sitio especializado Defesanet.
Estos acuerdos se inscriben en el marco de una ''Colaboración estratégica'' que será firmada por Sarkozy y su homólogo brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.
La misma pretende instaurar una cooperación estrecha entre ambos países en el campo militar, pero también en lo político, científico y/o tecnológico.
''La disposición de Francia a trabajar con nosotros en el campo tecnológico fue muy importante y decisiva'', explicó Vargas, subsecretario general para Asuntos Políticos del ministerio de Asuntos Exteriores.
Porque, añadió, ``queremos desarrollar una industria de Defensa brasileña''.
Brasilia también tiene un acuerdo de colaboración con Rusia, pero éste ''se estancó y se tradujo sólo en la compra de 12 helicópteros rusos MI-35M'' en octubre, afirmó el editor de Defesanet, porque Moscú es reacia a importantes traspasos de tecnología.
La cooperación con París se inscribe también en el Plan Estratégico de Defensa Nacional divulgado el jueves pasado por el presidente Lula.
Este tiene dos prioridades: la vigilancia y la protección de dos grandes riquezas brasileñas, la Amazonia y los yacimientos petroleros en aguas profundas, así como el desarrollo nuclear civil, un campo en el cual Francia está muy bien posicionada.
LAS FRAC Y EL 9/11
Testigo vinculó a las FARC con el 9/11
Alejandro Bernal fue considerado un testigo estrella del gobierno de Estados Unidos en el juicio que culminó en el 2003 con la condena de Fabio Ochoa Vásquez, jefe y fundador del cartel de las drogas de Medellín.
Animado por la idea de reducir la larga condena (30 años) que afrontaba por cargos de narcotráfico, Bernal se declaró culpable y se sentó largas horas con los fiscales de Miami para confesar sus aventuras criminales en el negocio de la cocaína.
Además de comprometer a Ochoa, denunció a capos de la droga de Colombia y México, advirtió de la corrupción de agentes de la DEA y, desde el primer interrogatorio en febrero del 2002 relató una historia difícil de creer y que nunca salió a relucir en el juicio: Ochoa, según lo escribió Bernal en documentos radicados en su expediente, se alió con líderes guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC y aportó $2 millones para los atentados del 11 de septiembre a las Torres Gemelas de Nueva York.
Aparentemente los fiscales y agentes que escucharon la versión a finales del 2001, cuando Bernal fue extraditado de Colombia, le prestaron poca atención. Tampoco consideraron pertinente comunicarle a los abogados de Ochoa que dicha declaración existía.
Ahora esa supuesta omisión y otras informaciones adversas para la fiscalía que Bernal dio a conocer en cartas, mensajes y memoriales a raíz del deterioro de su relación con el gobierno, son parte de la artillería que está usando la defensa de Ochoa para pedir la anulación del juicio en el que fue condenado a 30 años de prisión.
Si la historia de Bernal del atentado a las Torres Gemelas no ha tenido hasta ahora ninguna utilidad judicial, podría servir de guión de una película conspirativa en donde la trama de fondo es el macabro e insospechado plan de venganza contra Estados Unidos fraguado por un grupo de narcotraficantes, guerrilleros y terroristas en una prisión de Bogotá.
Sin ahorrar suspenso y reconstruyendo diálogos enteros a partir de su memoria, Bernal describió en una moción a mediados de este año las supuestas conversaciones que mantuvo en la cárcel de La Picota con Ochoa y dos jefes guerrilleros presos en torno a la operación terrorista, y la visita que dos ''mercenarios'' le hicieron al narcotraficante en la misma prisión así como el presunto pago del dinero en España.
Para el abogado Paul Petruzzi, quien representa a Ochoa en un proceso civil en Miami mediante el cual se busca la anulación del juicio, la historia de Ochoa, las FARC y el 9/11 es absolutamente falsa.
Sin embargo, Petruzzi sostiene que el gobierno de Estados Unidos cometió una falla al ocultar a los abogados defensores de Ochoa esta declaración lo mismo que unas promesas de reducción de condena que los fiscales analizaron con los abogados de Bernal.
''Bernal ha dicho lo del ataque a las torres desde un comienzo, y sabemos que es una mentira, pero si los fiscales pensaban que era un mentiroso o que estaba loco se lo debían haber dicho a los abogados de Ochoa entonces'', explicó Petruzzi a El Nuevo Herald.
La fiscalía federal del sur de la Florida respondió a El Nuevo Herald que su política es no comentar casos pendientes pero en varios documentos aportados al proceso el fiscal del caso Ricardo del Toro ha calificado las cartas y mociones de Bernal como ''falsas'', ''chantajistas'' y escritas por una persona ''resentida'' y que ``alucina''.
''Si yo tengo o tenía problemas mentales, ¿por qué me permitieron testificar en el juicio de Ochoa y por qué fui usado por el gobierno en otras investigaciones?'', se preguntó Bernal en una carta al fiscal adjunto Glen Ale-
xander en abril pasado.
Bernal, de 49 años, no se ha retractado de su versión sobre la participación de Ochoa y las FARC en el atentado. En un mensaje enviado desde la cárcel a su anterior abogado, Rubén Oliva, en agosto del 2003, escribió que está dispuesto a someterse a una detector de mentiras.
Una persona que lo conoce y que pidió no ser identificada cree que los meses que Bernal pasó en una celda de aislamiento total en el Instituto Correccional Federal (FCI) del centro de Miami, lo afectaron mental y emocionalmente.
Bernal se encuentra preso en el FCI y está a punto de cumplir su condena. Asesorado por un compañero de celda, él mismo ha presentado los últimos recursos en su expediente. Durante una buena parte del tiempo que ha estado en prisión, se dedicó a acusar a los fiscales de haber incumplido las promesas que le hicieron de reducción de penas y otros beneficios para su familia. Incluso llegó a decir que mintió en un pasaje de su declaración en el juicio de Ochoa. Luego se arrepintió y ofreció disculpas. Bernal esperaba salir libre en diciembre del 2005.
La fiscalía explicó ante la corte la manera como aplicó los atenuantes por colaboración, y tanto el juez Michael Moore como el magistrado Willian Turnoff fallaron en contra de Bernal.
El fiscal del caso, Ricardo del Toro, afirmó en otra moción reciente que después de todo, Bernal no se ha retractado de lo más importante y aún sostiene lo mismo: que Ochoa participó en el envío de drogas.
La cinematográfica historia que Bernal relató en una de sus mociones y que posiblemente tendrá que refrescar en el juicio civil, si el juez del caso acepta una moción de los abogados de Ochoa pidiendo pruebas, es la siguiente:
A mediados del año 2000, Bernal estaba preso en la cárcel La Picota de Bogotá, esperando su extradición a Miami donde afrontaba cargos por una operación antinarcóticos conocida como Milenio y anunciada en octubre de 1999 en simultáneas ruedas de prensa en Washington y Bogotá como el golpe más grandes al narcotráfico en el mundo.
Bernal fue identificado como el cabecilla de una red de unas 45 personas responsable de la introducción a Estados Unidos de 20 toneladas de cocaína al mes, cantidad que según se vio luego en el juicio obedecía más a la efervescencia del momento de los funcionarios de la ley de ambos países que a la contabilidad confiscada a la organización.
Conocido por su comportamiento jovial y humorístico, el narcotraficante de ojos azules compartía con Ochoa el pabellón de alta seguridad de la prisión bogotana. Ambos se trataban como grandes amigos que no se traicionarían jamás, según lo comprobó un reportero de El Nuevo Herald en una visita a la prisión.
Ochoa estaba acusado en la misma causa y promovía desde la cárcel una impresionante campaña contra su extradición bajo el lema: ''Ayer me equivoqué, hoy soy inocente''. El narcotraficante, acusado además en Estados Unidos de la muerte de un informante norteamericano, sostenía que las grabaciones que tenía la fiscalía federal de las reuniones en la oficina de Bernal en Bogotá no había un solo diálogo que lo pudiera comprometer en la más mínima operación de narcotráfico.
Bernal afirma que en la cárcel se le acercó el comandante guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, (FARC) Ignacio González Perdomo, conocido como el comandante Alfredo Arenas, y le dijo:
``Mi rey, Fabio Ochoa está en lo cierto en su planteamiento de que lo único que podría parar la extradición es el terrorismo, nosotros en la FARC tenemos contactos, y ustedes ponen el dinero''.
El comandante guerrillero aseguró que estaba en capacidad de llevar a la cárcel a algunos mercenarios que pondrían a los narcotraficantes en contacto con ''kamikazes árabes''. Estos a su vez secuestrarían aviones y los estrellarían contra el palacio presidencial de Colombia, la fiscalía y la embajada de Estados Unidos en Bogotá.
Así se pondría punto final a la extradición, como lo logró el capo Pablo Escobar, explicó el comandante guerrillero.
Bernal le dijo a González que esa operación tendría un gran costo, pero el guerrillero le respondió que sólo tendrían que pagar por los cursos de aviación porque los árabes que contratarían ``son terroristas y hacen lo que hacen por sus convicciones religiosas''.
Días después Bernal se unió a una charla que sostenía Ochoa en su celda con González, Yesid Arteta, otro comandante de las FARC, Luis Fernando Rebellón y Alfredo Tascón, estos dos últimos acusados en la operación Milenio.
Allí Bernal escuchó decir a Ochoa que él quisiera destruir las Torres Gemelas de Nueva York, la Casa Blanca, lista a la cual Arenas sumó el Pentágono ``porque allí es donde se toman todas las decisiones militares en contra de todos los países''.
Aunque Arenas insistía en que los ataques deberían hacerse en Colombia, Ochoa se inclinaba por los blancos en Estados Unidos.
''No, yo quiero hacerle daño a los gringos, ellos son los que nos quieren llevar a su país'', dijo Ochoa, según Bernal.
Como un niño, Rebellón apoyaba todo lo que decía Ochoa, recuerda Bernal. ''Sí, sí, las Torres Gemelas'', decía Rebellón.
Algunos días después el comandante Arenas se le acercó a Bernal y le dijo que dos hombres que estaban hablando con Fabio eran los mercenarios que él había llevado. Bernal dice que al confirmar con Ochoa esa información, le advirtió que todo podría terminar en una tragedia terrible con la muerte de mucha gente inocente como en la época de Escobar.
''Yo voy a terminar con la extradición'', le habría dicho Ochoa. ``No les voy a decir cómo ni cuando, pero voy a poner hasta $2 millones''.
Según Bernal, la esposa de Fabio, a quien identifica como La Mona (rubia), viajó a España ''y entregó los $2 millones a los mercenarios designados''. Bernal no explica cómo se enteró de esta entrega. En enero Bernal le comentó a su abogado de Estados Unidos, Michael Blacker, que lo visitó en la cárcel de Bogotá, que la relación con Fabio se estaba deteriorando porque él se negaba a participar en sus planes terroristas.
A finales de agosto Ochoa fue trasladado a la cárcel de la policía judicial (Dijin) en preparación para su extradición. Antes de dejar La Picota, Bernal le preguntó a Ochoa por sus planes y Ochoa le respondió: ''Tenga fe, Mono, espero que no me lleven muy pronto porque va a ocurrir la próxima semana''. Ochoa fue extraditado a Estados Unidos el 7 de septiembre.
Relata Bernal que el 11 de septiembre el comandante Arteta se dirigió a los internos de La Picota diciéndoles: `¡`Enciendan los televisores, lo logramos!''.
Cuando Bernal estaba viendo cómo se estrellaban los aviones contra las torres, Arenas les gritó a a su compañeros de patio: ``Ahora todos ellos [Estados Unidos] saben del poder de las FARC''.
Bernal se dirigió a la celda de Tascón y lo encontró con una Biblia en sus manos y lágrimas en sus ojos.
''Estaba devastado por el resultado de las muertes causadas por el plan de Ochoa'', escribió Bernal.
Los miembros de las FARC celebraron toda la tarde.
En octubre del 2001, Bernal fue extraditado a Estados Unidos donde contrató a Oliva y tras declararse culpable relató esta historia al fiscal Glen Alexander así como al agente de la DEA Nick Collen.
De acuerdo con Bernal, Collen comentó: ``Ya hemos escuchado sobre esto, usted nos confirma lo que ya sabíamos''.
Días después el agente de la DEA a cargo de su caso, Minh T. Nguyen, le comentó que había confirmado la versión con Tascón, quien también fue extraditado.
Ante la poca atención que Bernal sentía que le habían prestado a su denuncia de terrorismo, consultó con su abogado Oliva y éste, según Bernal, le respondió:
``Alejandro, éste es un asunto bien peligroso y delicado. Si el gobierno no considera necesario hacer algo, aun si es verdad, porque no está dentro de sus mejores intereses, te voy a decir lo que puede pasar contigo: ellos pueden declarar que eres mentalmente incompotente o tienes un desorden mental, te internan en una clínica de reposo o un sanatorio y ahí te van a volver realmente una persona enferma. En el mejor escenario, te desaparecen en el sistema de tal manera que tu familia jamás te encontrará. Así que ya lo sabes. No hables más sobre esto con nadie''.
Oliva dijo a El Nuevo Herald que prefería no hacer comentarios porque cualquier pronunciamiento suyo en ese sentido violaría el acuerdo de confidencialidad de abogado y cliente.
CUBA; LA UTOPIA ERRANTE
Fin de la era de la revolución
La sustitución, ahora ya externa, de Fidel Castro por su hermano Raúl, clausura la era de la revolución en América Latina: esto que se ha dicho hasta la saciedad, no es del todo cierto, pero lo es en gran medida. En realidad, la época y la idea de la revolución en América Latina pasó a la historia hace tiempo, aunque aparezcan balbuceos bolivarianos, zapatistas e indigenistas aquí y allá.
En cambio, si el reemplazo de Fidel Castro no cierra un capítulo ya concluido, su advenimiento hace casi medio siglo indudablemente lo abrió. Quizás la gran paradoja de la influencia de Fidel Castro en América Latina y en particular en el seno de la izquierda latinoamericana fue que renovó y refrescó a esa anquilosada izquierda, para luego volverla obsoleta.
En efecto, a finales de la década de los 50 la idea de revolución (socialista, comunista, permanente, o incluso nacional) había desaparecido del firmamento progresista latinoamericano. Los partidos comunistas fundados casi todos en los años 20 se habían incorporado, haciendo gala de oportunismo, al establishment hemisférico. En Uruguay, en Chile, en Brasil, en Cuba y hasta en Colombia, los famosos mamertos pasaron a formar parte de las élites políticas, sindicales e intelectuales de sus respectivos países. Nada más ajeno a ellos que subvertir y transformar el orden existente de las cosas. La izquierda populista --peronista, getulista, pri-cardenista, aprista-- o había sido marginada del poder o se había enfrascado en sus contradicciones internas insalvables: corrupción, represión, nacionalismo retórico y conciliación vergonzante. Y la izquierda radical simplemente no existía.
En este paisaje desolado irrumpe el Movimiento Revolucionario el 26 de Julio y su jefe. Tanto por la táctica --lucha armada versus contienda electoral, campo versus ciudad-- como por la estrategia --revolución socialista versus reformismo nacional-popular-- y la teoría --marxismo ortodoxo versus teoría de la dependencia avant la lettre-- la revolución cubana no fue, como lo preguntó genialmente Régis Debray ¿una revolución en la revolución? sino una revolución en la izquierda.
Fidel y Raúl Castro, el Che Guevara y Manuel Piñeiro se dedicaron durante los siguientes 30 años a promover y poner en práctica esta idea táctica, estratégica y teórica de la revolución en toda América Latina, e incluso en partes de Africa. Con la excepción sin embargo de la victoria sandinista en Nicaragua en 1979, y el triunfo del MPLA en Angola a mediados de los 80, el intento fracasó por completo. Incluso en Nicaragua prosperó sólo unos años y a un costo exorbitante para el país, en parte determinado, por supuesto, por la hostilidad de Estados Unidos.
El problema fue doble: durante los años 60 y 70, el vicio fue de diagnóstico, de táctica, y de estrategia. El resto de América Latina no correspondía a la visión que de Cuba tenían los castristas (no necesariamente cierta, por lo demás), ni era factible la lucha armada generalizada, ni estaba en la orden del día la revolución socialista en todas partes. De ahí la muerte del Che, pero también de Luis de la Puente, de Camilo Torres, de Carlos Fonseca, de Carlos Marighela, de Miguel Enríquez, de Jorge Massetti, etc.
Ya a partir de los años 80 el asunto se tornó más complicado. El socialismo dejó de ser vendible en el mundo entero, y por tanto en América Latina. Los signos de descomposición afloraron en China y en Polonia, y a partir de 1985 en todo el bloque socialista, culminando en 1989 con la caída del Muro de Berlín.
La izquierda latinoamericana que seguía siendo adepta de la revolución cubana, aunque ya no lo fuera de su táctica y su estrategia, continuaba siéndolo de su teoría derrotada y de su proyecto fracasado. Así, el proyecto se hallaba ya profundamente desacreditado en la región, y por tanto la influencia cubana resultó ser tan perniciosa y contraproducente en materia del proyecto como en lo fue en la táctica y en la estrategia en los decenios anteriores.
La izquierda latinoamericana pagó muy caro el soplo o vendaval de aire fresco que le proporcionó la revolución cubana. Solo las izquierdas que en lo hechos y de preferencia también en el discurso se han alejado del proyecto cubano han prosperado. Y a la inversa, las que han permanecido fieles al esquema completo a lo largo de los últimos 45 años han padecido los estragos de su lealtad.
El balance de Cuba como modelo es entonces ambivalente pero muy sesgado hacia el fracaso: a pesar de las innumerables vidas que costó la lucha armada en América Latina; a pesar del enorme subsidio soviético a la isla durante más de un cuarto de siglo; a pesar de la exaltación por incontables adeptos de la revolución cubana en América Latina y en el mundo entero, los resultados son magros. Su logro más importante --la conquista de una dignidad nacional antes ausente, debido al estatuto semicolonial de la isla-- aun suponiendo que el cuarto de siglo bajo la férula soviética no lo haya mermado, era --y sigue siendo-- por definición inextensible al resto de la región.
Ningún país padeció los estragos de un sometimiento tan extremo a Estados Unidos, y los grandes países del hemisferio habían superado ese déficit de identidad nacional con muchos decenios de anterioridad. Por tanto se podría uno atrever a afirmar que la izquierda latinoamericana no rebasará la disyuntiva actual de administrar el estatus quo o de instalarse en la estridencia retórica petrolera mientras no se destete de La Habana.
Ahora bien, ¿qué posibilidades existen de que esto suceda, ya dejado atrás el Caudillo del Caribe? Es difícil saberlo. Las complicidades, las amistades, las deudas en el buen y mal sentido de la palabra, la atracción sempiterna del nacionalismo antiamericano en buena parte del hemisferio, los petrodólares de Hugo Chávez, la enorme impopularidad de la administración anterior en Washington en el mundo y en la región, son todos ellos factores que abogan en contra de ese destete. La lista de amigos y amigas del desplazado Fidel Castro es interminable, desde los más distinguidos como García Márquez y Saramago, hasta los más acaudalados como Ted Turner o carismáticos como Oliver Stone, pasando por Nadine Gordimer y Nelson Mandela del otro lado del mundo, pero incluyendo también personajes locales de menor universalidad pero no por ello menos influyentes, como los periodistas Julio Scherer, Miguel Bonasso, Joaquín López Doriga, los políticos populistas de antes y de hoy como Evo Morales, Daniel Ortega y Ollanta Humala, los escritores menores como Mario Benedetti y Paco Ignacio Taibo II, y genios mayores y nonagenarios como Oscar Niemeyer.
No va a ser fácil que una izquierda latinoamericana aún obnubilada por personajes emblemáticos, íconos y fantasías pueda fácilmente desprenderse de su pasado, sobre todo si el régimen cubano perdura, por lo menos algunos años, ya bajo la conducción de Raúl Castro y la siguiente generación.
Lo más probable es que el aggiornamento definitivo y completo de la izquierda latinoamericana sólo sucederá, al igual que en Europa, cuando se produzcan dos acontecimientos: en primer lugar, la apertura de archivos, memorias, videos, secretos y vergüenzas, y se sepa de todas las relaciones inconfesables que existieron entre diversos sectores de las élites latinoamericanas con La Habana a lo largo de casi medio siglo. Y en segundo lugar, cuando se pueda hacer un verdadero balance, transparente y objetivo, de los logros y fracasos internos de la revolución cubana: educación, salud, vivienda, racismo, desigualdad, pobreza.
Sólo cuando podamos medir los avances y retrocesos cubanos, en estos rubros, con el mismo rasero y la misma transparencia con la que se miran en el resto de América Latina, sabremos realmente qué pasó. Antes será difícil que se desvanezca la nostalgia y se borre el recuerdo del asalto al cielo que no fue.
Irán usa vuelos de Venezuela para fines militares
Diario revela que Irán usa vuelos de Venezuela para fines militares
Irán utiliza los vuelos comerciales que opera la aerolínea venezolana Conviasa en la ruta Teherán-Damasco-Caracas para transportar tecnología militar, un movimiento con el que se evaden las sanciones impuestas por la ONU al Estado iraní, aseguró el domingo el diario italiano La Stampa.
Según el periódico, esto es el fruto de un acuerdo al que han llegado el presidente venezolano, Hugo Chávez, y su homólogo iraní, Mahmud Ahmadineyad, para, entre otras cosas, fortalecer la presencia de Irán en Latinoamérica, que ya conocen los servicios de inteligencia de algunos países occidentales.
"Chávez permite a Ahmadineyad operar libremente sus propios aviones de línea y obtiene a cambio ayudas militares'', afirmó el rotativo en una información fechada en Nueva York por su corresponsal, Maurizio Molinari, quien asegura basarse en un informe del servicio de inteligencia estadounidense.
En concreto, aseguró el periódico, se trata de "ordenadores de control de misiles y material para el desarrollo de vehículos, empezando por la fabricación de sus motores''.
Según el diario, en la maniobra está involucrado también el grupo industrial Shahid Bakeri, incluido en diciembre del 2006 en la lista de las empresas afectadas por las sanciones de la resolución 1737 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, "a causa de su implicación en el desarrollo del programa de misiles de Irán''.
"Teherán ha podido encontrar, gracias a los aviones que garantiza Caracas, un sistema de transporte con el que obviar los crecientes problemas a los que se enfrenta en la importación y exportación de material prohibido tras los controles más rígidos que llevan a cabo las autoridades turcas'', afirmó La Stampa.
El diario explicó que las relaciones entre Teherán y Ankara se han enfriado después de que las autoridades turcas interceptaran hace unos meses un cargamento de ordenadores militares provenientes de China, de los que una parte se iban a quedar en Irán y otra pasaría a Siria.
El transporte de ferrocarril entre Teherán y Damasco, apunta La Stampa, es también cada vez más difícil desde que en mayo del 2007 un tren que salió de Irán se descarriló mostrando el cargamento de armas que iba destinada a la organización Hezbolá.
A cambio de este flujo de tecnología militar, Chávez obtiene un "consistente'' paquete de ayudas, entre ellas, "el compromiso iraní de enviar instructores a Caracas para la policía secreta y los servicios de inteligencia'', aseguró el rotativo.
"Para Chávez los instructores iraníes son un útil instrumento que permiten a sus propias fuerzas de seguridad ser más eficaces contra los opositores internos'', añadió.
Según el diario, el jueves se inauguró en la capital iraní la feria comercial de los llamados ‘‘Países de la Alternativa Bolivariana para las Américas'', entre los que se encuentra Venezuela, algo que "desafía las sanciones impuestas a Teherán contra el desarrollo de la energía nuclear''.
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