Una farsa trágica
Grecia
Atenas
Una peatón delante de un cartel publicitario en una calle de Atenas.
Incorporar una nueva tasa en las facturas de electricidad es la última propuesta del Gobierno, lo que significa reconocer el fracaso de las medidas tomadas durante un año y medio, tal y como se lamenta Ta Nea. Y el colmo es que algunos funcionarios se niegan a aplicarla.
Como en las sombrías tragedias de Shakespeare, un único personaje puede poner patas arriba el escenario político griego. Este personaje no es un protagonista, sin embargo, es crucial para el desarrollo de las escenas, y no es positivo. Imaginemos un Yago en Otelo.
Salvando las distancias, esta analogía podría aplicarse a Nikos Fotopoulos, el presidente del sindicato Genop-DEI (la Electricidad de Grecia). Es moreno, está mal afeitado, viste de negro y tiene un cierto aire teatral, sobre todo porque este sindicalista aparece en primera plana justo en el momento más crítico de nuestra tragedia financiera nacional.
El Gobierno de Papandreu está desesperado. Para subsanar el déficit público necesita unos 2.000 millones de euros. Para recaudarlos ha propuesto gravar de nuevo las propiedades inmobiliarias y, en ausencia de un catastro, pretende utilizar para ello las facturas de la electricidad [para identificar a los propietarios], mientras que DEI contabiliza el metro cuadrado, la antigüedad y el barrio. Pero usar las facturas de DEI para imponer una nueva tasa [que quedará integrada en el cómputo de la factura] supone confesar un fracaso. De esta manera el Gobierno reconoce que no confía en los mecanismos de recaudación del impuesto. Una triste constatación que cuestiona también la eficacia de las tasas precedentes.
La elite del Estado se rebela contra su propio Gobierno
El Gobierno por tanto va a imponer una nueva tasa extraordinaria que estará vigente durante el año en curso y el próximo. Lo hace porque durante veinte meses ha tratado, en vano, de reformar la administración pública, de vender bienes y de suprimir organismos públicos. Se han producido recortes salariales, pero no verdaderas reformas. La puesta en marcha de un salario único para todos los funcionarios queda anulada por las numerosas excepciones que contempla, y la excedencia de los funcionarios es tan complicada que el Estado no podrá conseguirla sin despedir a empleados públicos.
En realidad, ni el PASOK [el partido socialista en el poder], ni Nueva Democracia [la oposición de derechas] se atreven a meter mano al Estado, porque aunque sea un horror, ellos mismos lo han creado. Para evitar reformarlo, el Gobierno aboga por que sean los propietarios griegos quienes paguen.
Se trata por tanto de una obra de teatro con un director invisible pero que, irónicamente, tiene como personajes a Fotopoulos y a los cabecillas de Genop-DEI, que rechazan que las facturas de la electricidad sirvan para aplicar una ley impuesta por el Gobierno. Estos hijos del PASOK, que constituyen una elite del Estado, se rebelan contra su propio Gobierno. Prefieren que el país vaya a la quiebra antes que recortar sus privilegios. En cualquiera de los casos, los griegos tendrán que asumir un alto coste. El problema es que ninguna tragedia que se precie – ni de Shakespeare, ni las financieras – tiene un final feliz. Al final, habrá que pagar.
El drama de los hogares monoparentales y la solución
Un reciente informe de la Encuesta Demográfica y de Salud (Endesa) reveló que más de un millón y medio de mujeres en la República Dominicana son madres solteras. Asimismo, el estudio destacaba que el 35% de los hogares en ese país son monoparentales y que en el 90% de los casos, la mujer lleva las riendas del hogar. En la República Dominicana, el 20.1% vive con menos de dos dólares al día, lo que demuestra que los hogares monoparentales tienen casi seis veces más probabilidades de ser pobres en comparación con los casados.
Pero en Estados Unidos, la cosa no es más alentadora. Según el informe KIDS Count de la Fundación Annie E. Casey, el 34% de la totalidad de los niños nacen en hogares monoparentales, o sea 24 millones de niños viven separados por lo menos de uno de sus padres y de ellos, el 40% son hispanos. En 1960, solo el 11% de los niños vivían en hogares monoparentales, pero ya para 2009, el 71% de los desertores escolares, el 85% de la gente encarcelada y el 92% de los divorcios eran de personas que habían crecido en un hogar monoparental.
La falta de la figura paterna en el hogar ha sido reconocido como factor detrás de la delincuencia, la sexualidad prematura, las uniones consensuales, los hijos nacidos fuera del matrimonio, el deterioro del logro académico, la depresión, la pobreza y la propensión de las mujeres a verse en situaciones de abuso, entre otros.
A pesar de que los peores costos de este círculo vicioso son sociales, también representan un inmenso gasto económico para el contribuyente. Cada año pagamos aproximadamente $112,000 millones para sostener familias rotas. Esta cifra toma en cuenta programas como Medicaid, asistencia para alimentos y de vivienda.
Lamentablemente los políticos ven un problema, le echan dinero encima y creen que con eso el problema desaparecerá. La respuesta al drama de los hogares monoparentales no está en el gobierno sino en el hogar. El remedio para una sociedad enferma no ha cambiado por el transcurso del tiempo, solo matrimonios felices y duraderos producen familias felices y por lo tanto una sociedad con mayor bienestar.
La familia y la religión siguen haciendo parte de los cimientos de la libertad y el bien común. Sin embargo, pocos comprenden bien el papel de estas instituciones a la hora de mantener una libertad ordenada. El auge del Estado del Bienestar con toda su errada ingeniería social ha influido en el menoscabo de su trascendental aportación.
Como afirman los expertos de Heritage, el matrimonio es la mejor arma contra la pobreza infantil. Pero el matrimonio aporta algo más que solo dinero; porque la labor de mamá y papá en casa es impagable a la hora de impartir valores con amor, de ser el mejor ejemplo de una conducta que nuestros hijos puedan tener y que les sea de referencia para escoger una pareja adecuada. Los niños que experimentan el divorcio de sus padres son más propensos a divorciarse o experimentar mayor discordia en sus propios matrimonios. Nada se compara con escucharlos a diario, dedicarles tiempo en familia, orar por ellos y con ellos e involucrarse en sus deberes escolares; de esta manera nuestros hijos comprenderán el verdadero significado de la educación y su rol en la sociedad.
Hay muchos estudios que demuestran que la familia intacta es el mejor freno para el comportamiento juvenil de riesgo, como el uso de las drogas y la actividad sexual temprana, mejorando así las perspectivas de futuro de los niños y promoviendo una sociedad civil sana. Los jóvenes que viven con ambos progenitores son también más propensos a tener mejor salud psicológica y emocional, sentido de autorealizacion y logro y son menos propensos a exhibir problemas de conducta. Si ya lo dice Ofelia Pérez, autora del libro Necesito a Papa, el grito de una sociedad desesperada que se necesita a dos para procrear un hijo y también se requiere a los dos para mantenerlo, formar su carácter y determinar su futuro.
Es hora que aceptemos la importancia de los buenos valores y que estos se inculcan en casa a los niños desde chiquitos. Y también hace falta que la sociedad reconozca las limitaciones del Estado para resolver el drama de las familias rotas. Porque cada vez que hay una crisis, hay más de uno pidiendo que el Estado intervenga para solucionar el problema. La solución no es aumentar el tamaño del Gobierno sino asumir nuestras propias responsabilidades y el rol familiar que cada uno tenemos en la sociedad sea como padre, madre, hermano, abuelo, tío, etc. Debemos asumirlo y ejercerlo por el bien de las futuras generaciones y de nuestra civilización.
Arreglar todo el sistema de inmigración
¿Se resolverá todo el problema de la inmigración ilegal en Estados Unidos con proteger bien nuestra frontera con México? Por supuesto que no, pero tampoco servirá de mucho hacer de la vista gorda y facilitar el camino a la ciudadanía americana a todos los que violaron la ley emigrando a nuestro país ilegalmente.
Por desgracia, en nuestros días se espera que los políticos le den una cita jugosa de 30 segundos a la prensa y por ello les es fácil esconderse tras frases vacías y generalizaciones.
De hecho, esa es precisamente una trampa en la que los políticos deberían evitar caer cuando se habla de inmigración. Mi colega de Heritage James Jay Carafano dice que algunos políticos se están arriesgando a que los encasillen en el argumento de que todo lo que hace falta es asegurar la frontera. “Desde hace varios años, el mantra de los republicanos ha sido un ‘asegurar primero la frontera’. Eso les permitió parecer firmes con el asunto de la inmigración ilegal mientras esquivaban el tema de una reforma ‘integral’. Es una mala estrategia. Sugiere que, si la administración Obama arregla el problema de ‘asegurar primero la frontera’, no habrá problema para impulsar la amnistía”.
Verdaderamente. Lo que hace falta es arreglar todo el sistema y eso incluye hacerle frente a la grave escasez de libertad económica y de poder escalar económicamente en el mundo que impiden cualquier iniciativa significativa para controlar adecuadamente el flujo de la inmigración a nuestro país.
Una estrategia correcta incluirá la necesidad de asegurar la frontera, pero también mejorar las deficiencias de nuestras actuales leyes de inmigración para ayudar a simplificar el proceso de inmigración legal. Una estrategia así permitirá que los agentes de la ley tengan las herramientas adecuadas para garantizar que se puede verificar el estatus migratorio de los trabajadores. Además, una estrategia inteligente también reconoce la necesidad de trabajadores temporales en nuestro país, especialmente a inmigrantes altamente calificados que pueden ayudar a crecer nuestra economía.
Aunque no existe una fórmula mágica para arreglar todas las deficiencias del sistema de inmigración en nuestro país, esto no significa que debamos ignorar la necesidad real de proteger nuestra frontera, especialmente en un momento en que nuestro vecino del sur está luchando por contener a grupos organizados de criminales con sólida financiación. Como el reciente atentado mortal en un casino al norte de México ilustra, a estos violentos criminales mexicanos no les interesa la suerte de los inocentes atrapados en el fuego cruzado.
Hay que asegurar nuestra frontera, no solamente para que la violencia en la frontera con México no se extienda, sino también porque así se afectan las actividades delictivas internacionales que incluyen el cruce ilegal de la frontera. Algunos pasan por alto este último punto y sostienen que deberíamos hacer caso omiso de la violencia en México y que hay que darle luz verde al plan que se burla del Estado de Derecho y premia con el camino a la ciudadanía a los que emigraron a nuestro país ilegalmente.
Mientras Estados Unidos siga haciendo caso omiso de sus propias leyes y siga creando más incentivos para la inmigración ilegal –como el contemplar siquiera la posibilidad de una amnistía–, seguiremos viendo más tragedias humanas a manos de criminales que exponen a condiciones infrahumanas a los extranjeros que quieren cruzar ilegalmente la frontera México-Estados Unidos.
Lo sorprendente acerca de los pobres de Estados Unidos
En su discurso de la pasada semana ante una sesión conjunta del Congreso, el presidente Barack hizo un llamamiento para que se haga otro gasto federal de $477,000 millones el cual, dijo él, daría esperanza y dignidad a cientos de miles de jóvenes con problemas a la vez que daría a sus padres de bajos ingresos “escaleras para salir de la pobreza”. Y hoy, la Oficina del Censo de Estados Unidos publicó su informe anual sobre la pobreza que establece que 46.2 millones de personas, o aproximadamente uno de cada siete americanos eran pobres en 2010. Lo que el presidente Obama no le dijo al país al tiempo que pedía más gasto –y lo que la Oficina del Censo no informó– es lo que realmente significa ser pobre en Estados Unidos.
En un informe de Heritage, Robert Rector y Rachel Sheffield, exponen lo que los propios hechos y cifras del gobierno de Estados Unidos realmente dicen sobre la pobreza en la nación. Los resultados lo podrían sorprender, especialmente si su idea de la pobreza es la convencional, esa que los medios de comunicación perpetúan — a saber, estar privados de vivienda y sufrir hambre. En realidad, sin embargo, las condiciones de vida de aquellos definidos como pobres por el gobierno son muy diferentes de la imagen general. Los siguientes son datos factuales sobre las personas definidas como pobres por la Oficina del Censo:
- El 80% de los hogares pobres tiene aire acondicionado.
- Casi tres cuartas partes tienen auto o camioneta y el 31% tiene dos o más autos o camionetas.
- Casi dos tercios tienen televisión por cable o satélite.
- Dos tercios tienen al menos un aparato de DVD y el 70% tiene un aparato de video.
- La mitad tiene una computadora y uno de cada siete tiene dos o más computadoras.
- Más de la mitad de las familias pobres con hijos tiene un sistema de videojuegos como la Xbox o la PlayStation.
- El 43% tiene acceso a Internet.
- Un tercio tiene un televisor de pantalla gigante, sea de plasma o LCD.
- El 25% tiene un sistema de grabación digital de video, tal como TiVo.
En lo referente al hambre y a la falta de vivienda, Rector y Sheffield señalan estadísticas de 2009 del Departamento de Agricultura que muestran que el 96% de los padres pobres dijeron que sus hijos nunca pasaron hambre en ningún momento del año porque no pudieran comprar alimentos. El 83% de las familias pobres informaron tener suficiente alimento para comer y en el curso de un año, solo el 4% de los pobres estuvieron temporalmente sin vivienda; un 42% de hogares pobres en realidad son propietarios de sus viviendas. ¿Quiere Ud. una comparación internacional? El americano pobre tiene, como promedio, más espacio en su vivienda que el sueco o alemán promedio.
Nada de esto quiere decir que los pobres lo tengan fácil. Es triste, pero uno de cada 25 estará temporalmente sin vivienda durante el año y uno de cada cinco adultos pobres experimentará en algún momento del año escasez temporal de alimento. Pero exagerar las condiciones de pobreza no hace ningún bien a Estados Unidos, como Rector y Sheffield explican:
El pobre que ha perdido su casa o que en ocasiones experimenta hambre no hallará consuelo en el hecho de que su condición ocurre raramente en la sociedad americana. Sus dificultades son reales y deberían constituir una importante preocupación para los políticos. Sin embargo, la política antipobreza necesita estar fundamentada en información precisa. Las burdas exageraciones sobre la extensión y severidad de las dificultades en Estados Unidos no serán de beneficio para la sociedad, los contribuyentes o los pobres.
Esas exageraciones sobre los síntomas de la pobreza tampoco sirven para resolver la raíz del problema. Como escriben Rector y Sheffield, “Entre las familias con hijos, el hundimiento de la institución matrimonial y la erosión de la ética de trabajo son las principales causas a largo plazo de la pobreza”. Para verdaderamente beneficiar a los pobres, nos dicen los autores, la política de asistencia social deberá exigir a los receptores de ayuda físicamente aptos que trabajen o que se preparen para trabajar como condición para recibir ayuda. Y esa política debería buscar fortalecer la institución matrimonial en comunidades de bajos ingresos, en vez de ignorarla o penalizarla”.
La pobreza es un serio problema que exige soluciones serias. Pero los responsables políticos y el público necesitan información correcta sobre lo que verdaderamente significa la pobreza en Estados Unidos. Solo entonces pueden poner en marcha las políticas adecuadas para ayudar a esos americanos que verdaderamente lo necesitan.
CIUDADES LIBRES Y PRIVADAS
CIUDADES LIBRES (Primera parte)
Ricardo Valenzuela
¡Basta de historias! La obsesión latinoamericana con el pasado y las doce claves del futuro. Es el nuevo libro publicado por Andres Oppenheimer el cual comenta Carlos Alberto Montaner en su columna dominical. Hace años publicó “Cuentos chinos” y de inmediato se convirtió en un bestseller. Su descripción del crecimiento de China, cuya economía en 1985 era del tamaño de la brasilera y hoy es la segunda del planeta, sólo superada por Estados Unidos, fue (o debió ser) una especie de aldabonazo en la conciencia latinoamericana.
¿Por qué América Latina es pobre y subdesarrollada? Pregunta Montaner. “Desde que el uruguayo José Enrique Rodó publicó Ariel en 1900 estamos explorando el tema sin encontrar una respuesta universalmente satisfactoria.”
Continúa Montaner. “Por esa discusión han pasado todas las figuras relevantes latinoamericanas, desde Octavio Paz hasta Hugo Chávez, desde Carlos Rangel hasta Juan Domingo Perón, unos armados con palabras y otros con fusiles, pero todos convencidos de conocer las razones que explican por qué los habitantes de Suiza, un país multiétnico, sin salida al mar y escasamente poblado, como los de Bolivia, tienen quince veces el per cápita de este país latinoamericano.”
Hace unos días, como poderoso flash me ciega un mensaje enviado por Kevin Lyon rezando: “Por primera vez los EU son expulsados del edén ocupado por países “totalmente libres”, para reubicarlo entre los considerados “mas o menos libres.” “Si esta tendencia continúa, el éxodo de gente productiva abandonándolo en busca de pastizales más libres se acelerará.”
El mensaje era referencia a la publicación de un artículo del prestigiado periodista, John Stoosel, quien durante años se ha dedicado a señalar el destructivo proceso socializante que se desarrolla en los EU que ya lo apunta hacia una catástrofe peor que la Gran Depresión en 1929.
Días antes había visto una serie de videos del mismo autor en los que señala esta Ruta hacia la Servidumbre que transitan los EU. Pero lo más impresionante fue una entrevista que involucra al magnate Donald Trump, en la que amargamente se queja del remedo de nación que se está convirtiendo EU coartando libertades, y amenaza con abandonarlo. Son ya miles de empresas que han desertado los EU ante la pérdida de esa libertad.
Durante años he predicado el evangelio de la libertad económica y la necesidad que México tiene de abrazarla. A través de cientos de escritos, con evidencias irrefutables, he demostrado cómo a mayores niveles de libertad económica corresponden agresivos crecimientos del PIB y es cuando arriba la prosperidad y el mejoramiento de los niveles de vida. Pero también siento mis largas letanías han encontrado solamente oídos sordos.
Stoosel alza la voz de alarma con los pelos en la mano contenidos en la más reciente publicación del Índice de Libertad Económica, patrocinado por la Heritage Foundation y el Wall Street Journal. Señala los EU este año resbala dos lugares para ubicarse en el #8 y, por primera vez, Canadá obtiene mejor calificación que su vecino. Pero afirma; “No es justo lanzar toda la culpa de estos pecados a Obama, la mitad de la información utilizada para el análisis fue producto de la administración de Bush. Entonces, es un proceso en el que han participado muchos socios en la destrucción.”
En el Penthouse de esta pirámide de libertad se hospedan: Hong Kong, Singapur, Australia, Nueva Zelanda, Irlanda, Suiza, Canadá, EU, Dinamarca y Chile. En el pestilente y oscuro subterráneo sobreviven: Republica del Congo, Islas Salomón, Turkmenistán, Republica Democrática del Congo, Libya, Venezuela, Burma, Eritrea, Cuba, Zimbawe y Corea del Norte. Ahora, si sumamos el PIB que portan los residentes del subterráneo, no alcanza el 3% del que exhiben los huéspedes de la elegante punta de la torre. Y ¿México? A jalones llega al segundo nivel del subterráneo en #163.
Es decir, de nuevo las evidencias demuestran que libertad económica conduce hacia la prosperidad. También, que los mejores lugares para residir, con economías creciendo agresivamente, emergen en los países libres y viceversa. Una sociedad progresa cuando se le otorga libertad para adquirir propiedad, iniciar negocios e intercambiar en un ambiente de seguridad legal y política. Para educarse siguiendo las demandas del mercado no los designios del estado, para trabajar en lo que cada quien decida. Donde gobiernos no controlen los mercados laborales, no sean los que planeen la forma que la economía se desarrolle, no regule exageradamente.
El Director del centro de análisis de la Heritage Foundation, ante la pregunta de Stoosel ¿Cómo es posible que China ubicada en el lugar #140 genere crecimientos sostenidos del 12%? Desenfunda una respuesta que los mexicanos deberíamos de reflexionar profundamente.
“China tiene una economía compleja,” inicia. “En sus costas han establecido ciudades-estado modelo Hong Kong que son regiones armadas de una gran libertad económica, esquemas legales basados en British Common Law, y ello les ha permitido generar caudales de prosperidad. Pero viajando hacia el interior encontramos la vieja China pobre con su estado controlador. Si comparamos los crecimientos de esas regiones tan disímbolas, nos daremos cuenta que más del 95% del impresionante PIB de China se produce en esas ciudades libres que no ocupan más del 1% de su territorio.”
Al finalizar la lectura del documento de inmediato provoco una conferencia telefónica con Kevin Lyons y Michael Strong, dos miembros de mi círculo libertario en los EU. Ambos son Doctores en economía y Kevin también en derecho internacional. Ambos educados bajo el cobijo de tres premios Nobel, pero además, creadores de un apasionante concepto que bautizaron como: Ciudades Libres.
Habiendo demostrado la relación libertad económica= prosperidad, surge la pregunta lógica ¿Por qué sólo unos cuantos países caminan esa ruta? La respuesta no es tan lógica pero si clásica; la feroz resistencia de parte del establecimiento mercantilista de las naciones y lo que Godofredo Rivera llama Coaliciones Perversas. Los grupos del establishment mundial tienen pavor de perder sus cotos de poder y las herramientas, en forma de leyes esclavizantes, con las que durante siglos, como vampiros, han succionando la sangre del pueblo.
¿Cuál ha sido el retoño de estas actitudes? Los Telmex, las Televisas, las TV Aztecas, los Pemex, las CFE, el sindicato de maestros, de electricistas, un sistema educativo que produce abogados y humanistas mas no ingenieros o especialistas en informática. Un país en el cual ese pequeño grupo tal vez no pueda afirmar como Luis XV, el estado soy yo, pero si afirman, “el estado somos nosotros.” Un país mediocre.
Sin embargo, los Dres Lyon y Strong han encontrado la fórmula mágica para cruzar al campo minado de las burocracias y sus coaliciones perversas abriendo senderos de libertad para países que, al rechazarla, han perdido los primeros 200 años de sus independencias. Ellos han resuelto esta problemática con esa criptonita para el establishment: Ciudades libres.
REFLEXIONES LIBERTARIAS
CIUDADES LIBRES (Segunda parte)
Ricardo Valenzuela
“Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar.”
Antonio Machado
Desde que Milton Friedman provocara mi primera visita a Hong Kong en los años 80, convertido a la religión de la libertad económica inicié mi largo peregrinar en busca de esa tierra prometida; Ese Edén de libertad, de prosperidad, de los sueños alcanzables, un lugar para exploradores y visionarios; zonas libres para México.
Visualizaba un Hong Kong en el desierto de Altar, en los valles de Sinaloa, en las Cuatro Ciénagas de Coahuila. Estudié, leí todo lo disponible, visité zonas libres en todo el mundo, conocí a los grandes expertos. Sin temores al rechazo expuse mis ideas ante empresarios, políticos, intelectuales para siempre encontrar la misma respuesta: “En México eso es imposible, es atentar contra la soberanía nacional, se tiene que modificar la constitución y eso es un sacrilegio. Tiene que ser aprobado por un congreso que fue instituido para lo contrario, encadenar a los mexicanos. Es atentar contra los intereses de la familia.”
Cuando el cansancio me invadía, recordaba los pensamientos de hombres especiales como Seneca: “No es que no nos atrevamos porque las cosas son difíciles, las cosas son difíciles porque no nos atrevemos”. Henry David Thoreau: “Aquellos que diligentemente caminan hacia la dirección de sus sueños, se encontraran con ellos en los momentos más inesperados”.
Después de más de 20 años navegando en ese océano de los imposibles, de los navegantes que no van mar adentro para no perder de vista la seguridad de las playas. Pensé colocar a mi sueño la etiqueta de cancelado y resignarme a nunca atestiguar el México tantas veces dibujado en mi mente desde la primera visita que hice a Hong Kong.
Fue cuando el destino me colocara en el camino de Michael Strong y Kevin Lyon recibiendo una invitación para reunirme con ellos en Phoenix. Luego de las introducciones, pasaba yo a informarles prácticamente la decisión de abandonar mi sueño ante la problemática enunciada por todos los elementos consultados; “el gobierno nunca lo permitiría.”
Al estar exponiendo mis frustraciones, noto una ligera sonrisa en la cara de mis nuevos amigos. Cuando doy por terminada mi perorata, Kevin Lyon me afirma con asertividad: “Nosotros tenemos la solución para tu problema y se llama Ciudades Libres.” Le reviro preguntando, ¿te refieres al concepto de Charter Cities de Paul Romer? Algo que conozco muy bien pues ha sido la exitosa estrategia que ha hecho de China la economía #2 del mundo en solo 30 años. “No”, replica Kevin, “Charter Cities requieren eso por lo que estás a punto de abandonar tu sueño, autorización del gobierno. Nuestro concepto de Ciudades Libres, no lo requiere.”
Completamente sorprendido le pregunto ¿Qué son las ciudades libres?
Inicia Kevin. “Desde 1958 México es parte de un compromiso internacional conocido como, The New York Convention of Arbitration, lo que obliga a los signatarios a respetar la libertad de sus miembros, cuando así lo decidan, para utilizar sistemas jurídicos internacionales en zonas privadas que especifican y definen el concepto de arbitraje. El sistema de arbitraje privado es más efectivo, más barato y más rápido que los sistemas judiciales gubernamentales y se puede edificar a la medida.”
¿Confuso? Momento:
Tomando como base ese acuerdo internacional, ellos implantan estructuras contractuales que estipulan cómo las relaciones comerciales, laborales, civiles, pueden ser gobernadas por el sistema legal que mejor se acomode a proyectos que se pretenda desarrollar. Es decir, bajo ese esquema, en una región geográfica constituida como propiedad privada en forma de Sociedad, pueden establecer una estructura legal tipo Hong Kong, Singapur, Dubái etc. sin necesidad que sea autorizada por el gobierno, pues ello se ampara en el acuerdo de 1958 y se respeta.
En los EU muchas empresas deciden ser legalmente incorporadas en Delaware porque ese estado ofrece el mejor esquema legal para negocios. Pero muy pocos expertos saben que ese tipo de cacería por el mejor sistema legal, se puede llevar a cabo a nivel mundial y es lo que las grandes empresas internacionales han hecho durante años. Ellos identifican el mejor conjunto de leyes internacionales para construir el esquema legal de las Ciudades Libres y privadas.
En otras palabras, en México se pueden construir “oasis privados” de libertad económica cobijados por sistemas legales importados, desde Hong Kong, Singapur o Dubái, armados con sus propios tribunales privados en donde jueces, importados o nacionales entrenados, dirimen las diferencias en arbitraje. Se pudiera describir como un club privado en el cual sus socios se comprometen a respetar una serie de reglas estipuladas en algo similar a una pequeña constitución. Quien no lo haga, es enfrentado en tribunales privados dentro de la ciudad y al momento que el juez dicte sentencia, su ejecución es obligatoria y se cuentan con los medios para forzar su cumplimiento.
¿Es esto una zona libre? No porque las zonas libres deben ser autorizadas por sus gobiernos y ya puedo visualizar esta discusión en el congreso mexicano con participación de Noroña y Cia. La Ciudad Libre no requiere esa autorización, se asemeja en un 90% a las verdaderas zonas libres y es totalmente privada. Todos los servicios son privados desde policía, agua, energía, hasta recolección de basura.
Dame ejemplos le solicito: “Si en la ciudad libre alguien requiere crédito para construir un hotel, lo puede fondear con un banco extranjero utilizando contratos basados en legislación Hong Kong evitando lo que tanto teme la banca extranjera, el sistema legal mexicano. Si una empresa de tecnología quiere establecerse, su comportamiento puede ser regido por la misma estructura legal de las grandes áreas tecnológicas de Singapur. La misma legislación financiera, estilo Hong Kong, puede ser utilizada para los bancos operando en la ciudad libre.”
Pero ¿Lo va a permitir el gobierno mexicano? Pregunto yo ahora. “Debe hacerlo respetando el compromiso internacional que adquirió. Ahora, un gobierno que combata regiones que no ocuparán el 1% de su territorio generando el 90% de su PIB, me parece que no es un gobierno que trabaje para su pueblo.” ¿No serán cuentos chinos como los de Oppenheimer? Pregunto en plan de broma. Me responde Michael; “no, los verdaderos cuentos chinos, ahora hazañas chinas, son los de esa nación creciendo al 12% debido a sus zonas libres. Esos cuentos serán la historia económica del futuro.”
Si México despierta ante esta posibilidad, no será por iniciativa de un gobierno que nunca le ha permitido esa libertad, será liderado por una nueva ola de creativos empresarios que, además de entender la posibilidad de su histórica aportación, se darán cuenta son también proyectos exageradamente rentables. Si en el norte de México, como en la costa de China, florecieran las ciudades libres, en pocos años podemos ser el milagro del siglo XXI.
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