sábado, marzo 15, 2008

15 marzo, 2008

Ojalá que llueva fuel oil

Critica Digital

El fuel oil que enviará Chávez es cuatro veces más caro que el gas y no es venezolano: llega por triangulación desde Bahamas, Reino Unido, Brasil y otros países. La SIGEN descubrió diferencias entre las cantidades declaradas y las que pasaron por la Aduana. El sinuoso camino de los fideicomisos.

Yo soy peronista –dijo Chávez con una inmensa sonrisa– y Argentina va a tener todo el petróleo y todo el gas que necesite para todo este siglo. Por su parte, Venezuela va a consolidar su soberanía alimentaria.

–Desde el punto de vista de los fierros –dijo el ministro De Vido– en lo que se refiere a generación (de energía) estaremos muy bien.

–Vamos a tener un invierno tranquilo –arriesgó el meteorólogo y ministro de Planificación.

La palabra mágica es "fuel oil", un residuo en la destilación fraccionada del petróleo. Es de color negro y el combustible más pesado de los que se puede destilar a presión atmosférica. Venezuela pactó los primeros envíos a Argentina al precio más caro de mercado (220 dólares la tonelada, mientras Brasil, por ejemplo, lo comercializaba a 180) y con un agregado: el fuel oil de Chávez no es venezolano: PDVSA triangula su venta desde Bahamas, Rusia, Noruega, las Antillas Holandesas, Brasil y el Reino Unido. La referencia a 220 dólares por tonelada de fuel oil es, en verdad, teórica: con el aumento internacional del combustible, nadie sabe exactamente cuánto paga Argentina por este residuo sucio y caro; y un informe de la SIGEN (ver más adelante) señala que existen diferencias entre las cantidades facturadas por PDVSA y los certificados hechos por la Aduana argentina al momento de recibir la carga.

El acuerdo, además, está contenido en un fideicomiso por el que circulan cientos de millones de dólares. Este nuevo "modus operandi" bancario ya provocó algunos sobresaltos entre 2005 y 2006, cuando desaparecieron 91,3 millones de dólares que –una vez denunciado el hecho– volvieron a aparecer. Cuando escuchó a la Presidenta decir que el desafío del nuevo siglo pasa por la energía y los alimentos, el supermercadista Alfredo Coto se frotó las manos: el "acuerdo por seguridad alimentaria" contempla exportaciones por 300 millones de dólares y Chávez ya sentenció que "el pan elaborado con trigo argentino es riquísimo". Pero no sólo de pan vive Coto: los convenios contemplan la exportación de carne bovina, leche en polvo, aceites vegetales, harina de trigo, pollos, huevos, vegetales frescos, pastas y conservas.

HAY QUE PASAR EL INVIERNO

–Mirá, el plan es simple: primero hay que mirar el Servicio Meteorológico. Después, si hace mucho frío, Moreno llama personalmente por teléfono a las distribuidoras para ordenarles: "Cortale a este, o a este otro". Y así hasta que llega la primavera.

Quien confiesa la sofisticada estrategia energética del gobierno K es un funcionario del área. Moreno no trabaja solo. Su asistente telefónico es Roberto Baratta, mano derecha de De Vido y encargado de seguir día a día los números de la crisis. Ni Baratta ni Moreno dan explicaciones: cortan y ya.

–¿Voy a tener que levantar la fábrica? –preguntó el año pasado, desesperado, uno de los propietarios de la empresa Methanex, uno de los mayores productores mundiales de metanol, que depende del gas que le envía Tierra del Fuego.

–Si le sirve yo le voy mandando mi caja de herramientas –le dijo el tierno secretario de Precios, Índice Falso y Cortes.

Cuando tienen que explicar la crisis a sus amigos o familiares, los funcionarios aseguran que no se aumentaron los precios del gas ni la energía, que la economía crece y que la gente consume a tasas chinas.

El Gobierno cifra sus esperanzas en un futuro lejano con la creación de dos gasoductos que podrán transportar 25 millones de BTU (Unidad de energía inglesa. Abreviatura de British Thermal Unit) por día cada uno. Pero uno de ellos recién estará listo en 2010. Hasta entonces se deberá rezar o bailar la danza de la lluvia.

–Cuando estén listos los gasoductos no sé con que los vamos a llenar –dijo en una reunión el secretario de Energía, Daniel Cameron, en pleno acto de sincericidio.

Las petroleras aseguran que el precio no les cubre el costo de extracción (los franceses de Total, en reunión con el Gobierno, pidieron un mínimo de 4 dólares). Bolivia vende el millón de BTU entre 5 y 6 dólares y una casa de familia lo paga 0,30 centavos. El abismo es tal que hasta Moreno, conmovido, le presentó a Cristina un plan para pagar 1,30 dólares, pero nadie quiere correr con el costo político de un aumento de tarifas.

–¿Por qué no te fijas en el fideicomiso del fuel oil? –le dijo, intrigante, un funcionario K a un miembro de este equipo–. Fijate porque me parece que está caro.

FIDEICOMISUS OPERANDI

Los fideicomisos nacen con el derecho romano y se vinculan con los hijos pródigos. Temerosos de que fueran a dilapidar la fortuna de la herencia, los padres escribían un contrato en el que definían de qué manera se administraría el dinero legado y sus intereses. Así, los hijos podían tirar manteca al techo pero sin gastar el capital que quedaba a resguardo por las cláusulas del contrato.

–El problema acá no es el fideicomiso –admitió a Crítica de la Argentina un funcionario K–. No es problema porque, de última, todo lo que está adentro no se puede tocar. Los fideicomisos son una buena herramienta pero tienen mala prensa por los negocios que se hacen alrededor de ellos, no dentro.

La petrolera venezolana PDVSA, a partir del acuerdo, le vende fuel oil a la empresa mixta argentina CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico), que importa por cuenta y orden del Estado nacional. Por orden de De Vido, CAMMESA, que nunca opera como compradora o vendedora, lo hace en este caso "por excepción". De Vido preside el directorio de CAMMESA (formada en un 80% por el mercado mayorista eléctrico y el 20% por el Estado), lo que también constituye otra excepción ya que, desde su fundación en 1992, siempre estuvo presidida por el secretario de Energía de turno y no por el ministro de Planificación.

Nadie puede, como se dijo, informar sobre el precio exacto al que Argentina compra la tonelada de fuel oil. El Gobierno sostiene que la diferencia con otros precios del mercado no es relevante, ya que PDVSA permite que se pague en cuotas con un 2% de interés anual. Fuentes de CAMMESA señalan lo contrario: "Acá se paga todo cash", dijeron.

El 8 de mayo de 2004 llegó a Buenos Aires el primer barco transportando fuel oil bolivariano: el buque General Zamora traía 50.000 toneladas de combustible "venezolano" de Bahamas. Según los registros aduaneros, en el marco del acuerdo, arribaron a Argentina los siguientes buques:

  • Ektoras (Bahamas)
  • Argironisos (Rusia)
  • Ektoras II (Brasil)
  • Evinos (Estados Unidos)
  • Polyanka (Noruega)
  • Victory III (Bahamas)
  • Minerva Julie (Reino Unido)
  • Patroklos (Antillas Holandesas)
  • Pedreiras (Brasil)
  • United (Bahamas)
  • Niko (Antillas Holandesas)
  • Potí (Brasil)

    Especialistas del sector explicaron a este diario que el fuel oil que se obtiene en Venezuela es de muy baja calidad, con un nivel de azufre superior al 1%, inservible para las centrales argentinas. No todo el fuel que llega al país lo hace en barco: el Gobierno también le compra fuel oil a YPF, Esso o Agrocom en Argentina a través de licitaciones previas, trámite que evita en el caso de Venezuela.

    En noviembre del año pasado, la SIGEN (Sindicatura General de la Nación) elevó un informe titulado "CAMMESA Evaluación del proceso de adquisición del fuel oil", de 25 carillas (ver facsímil). Luego de analizar 34 facturas, el 46% de lo facturado por PDVSA a CAMMESA concluyeron que:

    –Se adquiere fuel oil sin la existencia de Manual de Procedimientos alguno.

    –Hay diferencias en las cantidades importadas entre lo declarado por PDVSA y lo observado por el inspector en buques arribados el 5 de agosto, 25 de junio, 18 de junio, 19 de mayo, 2 de marzo, 15 de mayo, 29 de mayo, 20 de junio, 3 de junio, 27 de abril, 6 de abril y 30 de mayo, todos de 2006.

    Las diferencias fueron tantas que CAMMESA decidió compensar con el último barco recibido en noviembre de 2006.

    –Hay informalidad en las actuaciones y falta de documentación.

    El fideicomiso del fuel oil fue tema de tres pedidos de informes que se cajonearon en los vericuetos del Congreso. Uno de ellos fue una presentación conjunta de Adrián Pérez (ARI) y Esteban Bullrich (Recrear) el 8 de julio del año pasado. Los otros dos fueron elevados en 2004 y corrieron la misma (mala) suerte.

    UN NEGOCIO MUY ESPECIAL

    En 2002 se consumían en Argentina 39.372 toneladas de fuel oil. El año pasado fueron 1.897.078 toneladas; pasó del 0,2 al 12% del consumo.

    La mayor parte de la energía proviene del gas natural (un 79,4%), le sigue el fuel oil (12,6%), el gas oil con 4,2% y el carbón con 3,9 por ciento.

    –La producción petrolera está en caída, las reservas de gas son cada vez menores y la demanda es cada vez mayor. La compra de fuel oil es una solución de urgencia que resulta cara –opinó el ex secretario de Energía Jorge Lapeña–.

    El fuel oil cuesta cuatro veces mas que el gas y daña el ambiente: la Defensoría del Pueblo de la Ciudad investiga el tema a partir de una serie de reclamos de vecinos que denunciaron una "lluvia ácida" provocada por las centrales eléctricas de Costanera y Puerto.

    El negocio del fuel oil es tan pero tan especial que ni siquiera figura en las estadísticas oficiales: según el INDEC MORENO las importaciones totales de Venezuela fueron de 34 millones de dólares en 2005; 32 en 2005; 25 millones en 2006 y 10 en los primeros nueve meses de 2007. Sin embargo, desde 2003 CAMMESA necesitó 12.000 millones de pesos en subsidios para subsanar el rojo que marca el fondo de compensación con Venezuela. El convenio firmado a mediados de la semana incluye que PDVSA entregue 10.000 millones de barriles, cifra que podría incrementarse en el futuro hasta los 23.000 millones.

    Pero no hay de qué preocuparse: por ahora hace calor y Chávez, como se sabe, es un peronista de la primera hora.

  • Tanques, abogados y merengue

    por Moises Naim

    "Señor ministro de la Defensa, mándeme diez batallones a la frontera, incluyendo a los tanques", ordenó el presidente Hugo Chávez en la transmisión de Aló Presidente, su programa de televisión y radio de todos los domingos. Como se sabe, esto fue en respuesta al bombardeo de Colombia a un grupo de las FARC refugiado en territorio ecuatoriano. El presidente Chávez aclaró que también estaba listo para "mandar los Sukhoi", los avanzados cazabombarderos rusos que adquirió recientemente. La reacción de Colombia fue tan rápida como sorprendente: "He dado la orden de no movilizar un solo soldado a las fronteras", declaró Juan Manuel Santos, ministro colombiano de Defensa. El presidente Álvaro Uribe también reaccionó de manera inesperada: "Colombia se propone en la Corte Penal Internacional denunciar a Hugo Chávez, presidente de Venezuela...".

    Vivimos en un mundo donde es posible responder con abogados a quienes amenazan con tanques

    El desenlace pacífico de este incidente es una gran contribución de la cumbre del merengue

    Afortunadamente, ninguna de estas acciones será necesaria. Los jefes de Estado de América Latina se reunieron en una cumbre en la República Dominicana, tierra del merengue, donde varios se insultaron, el presidente Chávez les cantó a sus colegas, todos hablaron largo, muchos fueron incoherentes, otros lúcidos, pero al final los agraviados se dieron la mano y decidieron retirar tanto tanques como abogados. Gracias a esto "... el mundo puede dormir tranquilo", informó Rafael Correa, presidente de Ecuador. Esta información seguramente fue recibida con interés y alivio en Irak, Gaza y Darfur.

    Pero además de histrionismo, exageraciones y demagogia, esta cumbre presidencial también nos trajo buenas noticias. La más importante es, por supuesto, la desactivación de una grave crisis. Otra, menos notada, es que la amenaza de ser llevado a juicio ante la Corte Penal Internacional puede llegar a pesar tanto en la mente de un presidente como la amenaza de diez batallones, tanques y bombarderos. En la reciente cumbre, el presidente Uribe nunca mencionó las amenazas bélicas del presidente Chávez. Pero en su discurso Chávez sí dejó entrever que no había pasado por alto las amenazas judiciales del presidente colombiano: "Me quieren hacer lo que hicieron con Milosevic...", denunció Chávez.

    Slobodan Milosevic, el ex presidente de Yugoslavia, fue enjuiciado en La Haya por un tribunal internacional. Lo importante a notar es que Milosevic fue acusado y enjuiciado por el mundo. Esto a pesar de que los crímenes de los que fue acusado ocurrieron en su país y que en el pasado solían ser tratados como "asuntos internos" que no le incumben a ningún extranjero. Ésta es la regla que permitía que dictadores ladrones y asesinos terminaran sus vidas apaciblemente en la Riviera francesa.

    Esto ha cambiado y ahora hay una nueva tendencia mundial, simbolizada por la creación de la Corte Penal Internacional, que merece reconocimiento y aplauso. Es gracias a esta nueva tendencia que Charles Taylor, el sanguinario ex presidente de Liberia, está hoy en una cárcel en La Haya mientras es enjuiciado por un tribunal internacional por los crímenes que cometió en su país; o que, en España, Baltasar Garzón pudo emitir una orden internacional de arresto contra el ex presidente de Chile Augusto Pinochet. Es igualmente la razón por la cual militares de Argentina al Congo han sido extraditados de sus países para enfrentarse a cargos en tribunales de otros países.

    Estos ejemplos son muy distintos y representan una variedad de situaciones, circunstancias jurídicas e instituciones y regímenes legales. Pero todos tienen en común que los impulsa una renovada actitud basada en la premisa de que quienes infringen la ley durante el ejercicio del poder ya no sólo deben temer a la justicia de su país, sino a la de otros países e inclusive a la del mundo. Lenta, engorrosa, aburrida, imperfecta, y muchas veces arbitraria en su selección de acusados, la justicia internacional es, sin embargo, una bienvenida adición a las normas e instituciones internacionales que intentan hacer nuestro mundo gobernable, seguro y justo.

    Mandar a los tanques y bombarderos a la frontera con Colombia fue una exageración de Hugo Chávez. Amenazar con enjuiciar a Hugo Chávez en la Corte Penal Internacional fue una exageración de Álvaro Uribe. El desenlace pacífico de este incidente es una gran contribución de la cumbre del merengue. Pero quizás lo más interesante es que nos ayudó a descubrir que ahora vivimos en un mundo donde en algunas circunstancias es posible responder con abogados a quienes amenazan con tanques. Y ésta es una buena noticia.

    El presidente Chávez es un caso especial, como lo demostró durante la semana que jugó a la guerra

    Diplomacia, comediantes y comandantes

    El acuerdo de paz en Santo Domingo ha sido considerado un espectáculo teatral en el que Álvaro Uribe aprovechó para zurrar al adolescente Correa, al oligofrénico Ortega y al mercurial Chávez. El primer acto fue la orden detallada de movilización con tropas, tanques y aviones desde un programa de TV en vivo que The Economist compara con la ligereza de ordenar una pizza a domicilio.

    Alberto Müller Rojas


    Por Orlando Ochoa Terán

    Cuando se trata de comparar a la diplomacia colombiana con la venezolana no podemos evitar la tentación de acudir a las agudas observaciones de José Vicente Rangel antes de que su personalidad política se redujera a un flux, una corbata y un rostro de cera como los de Madame Tusseaud.

    JVR solía decir que los venezolanos no teníamos capacidad de respuesta frente a Colombia. “Siempre estamos a la defensiva. Incluso cuando somos víctimas. Nos dejamos acorralar por un vecino que demuestra experiencia y habilidad para retrucar con prontitud y colocarnos en el banquillo”. “Lamentablemente”, se quejaba el Jotavé de entonces, “¿no son evidentes las diferencias con Venezuela?”. Nadie lo acusó de apátrida o traidor.

    La nota es pertinente porque Rangel aludía entonces al gobierno de Rafael Caldera y el canciller era el veterano diplomático e intelectual, Miguel Ángel Burelli Rivas. No nos imaginamos como juzgaría Rangel el espectáculo venezolano en Santo Domingo si aún fuera dueño de sus propias ideas.

    Pero lo peor está por venir. Quien conozca el temperamento de Uribe sabe que no tendrá paz con la miseria de sus adversarios. Las consecuencias no se harán esperar. La caja de Pandora que abrieron las computadoras de Reyes y Ríos hizo añicos la única actividad clandestina bolivariana que había sido encubierta con cierta competencia, es decir la relación con las FARC, sobre las cuales los medios siempre especularon sin ofrecer pruebas.

    “Comédiens commandants”

    Es bien sabido que toda revolución tiene mucho de farsa. La Revolución Francesa, no fue la excepción. Cuando los parisinos se levantaron en armas se creó una milicia que mas tarde formaría parte de las fuerzas regulares de Francia. De los distritos Cordeliers y St André des Arcs, zonas de teatros, surgieron comediantes voluntarios. Por esta vía llegaron a ocupar altos rangos en las fuerzas armadas.

    Comediantes como Naudet y Grammont fueron promovidos a los rangos de coronel y teniente coronel, respectivamente, en sólo cinco días de revolución.

    Fueron tan notorios que en el pueblo los bautizó “comédiens commandants”.

    Comediantes y payasos devinieron en comandantes. Alguna vez Naudet, fue acusado de usar la fuerza pública para llenar el teatro durante sus actuaciones. Probablemente fue el primer antecedente histórico de la puesta en escena de Aló, Presidente.

    El comediante Dugazon, como comandante, ordenó el redoble de tambores en la ejecución de Luis XVI. Guillaume-Antoine Nourry, conocido como Grammont se codeaba con Danton, Desmoulins y Hérault de Séchelles.

    Dufresse renunció al Théâtre Montansier para ser capitán del Ejército y ascender más tarde a general de la Armée Révolutionnaire. El actor y dramaturgo Jean-Marie Collot-d’Herbois llegó a ser presidente del Club Jacobino y miembro del Comité de Seguridad Pública que decidió la ejecución de Maximiliano Robespierre el 9 Thermidor.

    Comediantes bolivarianos

    Curiosamente la revolución bolivariana ha vivido un proceso inverso. En vez de comediantes devenidos en comandantes, algunos bolivarianos devinieron en comandantes comediantes. No es otra la imagen que proyectó el robusto general en jefe, Rangel Briceño, cuando saltó de la silla a la posición de firme para asumir el rol que le pedía el comandante en jefe.

    “Pocas veces, si es que ha ocurrido alguna vez”, reseña la prestigiosa revista The Economist, “un jefe de Estado había detallado una orden de movilización militar tan alegremente, en un programa de televisión en vivo, como si estuviera ordenando una pizza a domicilio”.

    Pero el presidente Chávez es un caso especial, como lo demostró durante la semana que jugó a la guerra. Nunca se sabrá con seguridad si siempre fue un comédien commandant o lo es ahora en su papel de comandante en jefe. Quien haya visto a Lucas Rincón actuar el 11 de abril de 2002 y los meses que siguieron no le puede quedar la menor duda de su conversión a comédien commandant. Habilidades histriónicas que rivalizan con dos destacados comédiens commandants, Ramón Rodríguez Chacín y Francisco Arias Cárdenas.

    Alberto Müller Rojas es probablemente unos de los prominentes ejemplos de oficiales transformado en comédien commandant de la revolución. La expresión de su rostro cuando se uniforma y el goce que le proporciona su papel de interpretar a un soldado político en la farándula bolivariana es tragicómico. Al ingenio de este comédien commandant se le atribuyen dos de las normas más graciosas del teatro PSUV. La primera exige a sus dirigentes (que incluye al líder): “Desterrar la adulación, el autoelogio y la vanidad”.

    La segunda se refiere a los requisitos de ingreso: “solvencia moral, comprobada honestidad”. Por eso la risa del público fue inevitable cuando en el teatro anunciaron los nombres de la dirección nacional del PSUV.

    La última actuación de algunos de los comédients commandants de la Revolución Francesa tuvo lugar en un escenario abierto al público que aplaudía frenéticamente mientras la guillotina les separaba la cabeza del cuerpo.

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