La Fed intensifica su guerra a dos frentes para defender la estabilidad financiera
WASHINGTON — La Reserva Federal de Estados Unidos prosiguió ayer su batalla en dos frentes contra la contracción crediticia al anunciar un pronunciado recorte en las tasas de interés e insinuar que se avecinan nuevas rebajas.
La reducción de tres cuartos de punto porcentual en su tasa de referencia fue menor a lo que pretendían los mercados financieros. No obstante, en una señal de que la campaña del banco central comienza a surtir efecto, las bolsas se dispararon, ayudadas por las ganancias de los bancos de inversión Goldman Sachs y Lehman Brothers (ver nota relacionada).
La Fed recortó su tasa a corto plazo en 0,75 puntos porcentuales para dejarla en 2,25%, un cuarto de punto menos que los mercados esperaban. Se trata de la mayor decepción que la Fed ha propinado a los mercados desde que comenzó a reducir las tasas en septiembre. La medida, además, es una señal de que debido a su preocupación por el aumento de la inflación, la Fed espera que sus otras iniciativas tengan más fuerza a la hora de estimular el crecimiento.
Los inversionistas celebraron, al menos por un día. El Promedio Industrial Dow Jones subió 300 puntos en anticipación a lo que haría la Fed. Perdió la mitad de esa ganancia poco después del anuncio, pero repuntó para cerrar con un alza de 420,41 puntos, un 3,5%, a 12.392,66, unidades.
El dólar, sin embargo, descendió a nuevos mínimos frente al euro, pero se recuperó ligeramente después del anuncio de la Fed. La divisa ha caído en picada en los últimos días, ya que los inversionistas han puesto en duda el compromiso de la Fed para combatir la inflación y puesto su dinero en oro, petróleo y otros productos que protegen contra un incremento de la inflación. El petróleo bajó un poco después del anuncio de la Fed, pero repuntó para cerrar con un alza de US$3,74 a US$109,42 el barril en Nueva York.
Aunque no satisfizo a los mercados, el recorte es sustancial. Ayer fue la segunda vez en que la Fed divulga un recorte tan drástico desde que comenzó a anunciar sus ajustes de tasas en 1994. La entidad ha recortado las tasas en tres puntos porcentuales desde septiembre, su campaña de baja de tasas más agresiva en décadas.
Este ritmo refleja la velocidad con la que el declive en el mercado inmobiliario se ha transformado en una contracción generalizada del crédito que está arrastrando a instituciones financieras que antes eran sólidas. La mayoría de economistas cree que EE.UU. ya está en recesión y el tema ahora es saber qué tan profunda llegará a ser la contracción.
La Fed reconoció esto al indicar que es posible que se produzcan nuevos recortes de tasas. "La perspectiva... se ha debilitado más", señaló. "El consumo se ha desacelerado y los mercados laborales se han debilitado. Los mercados financieros siguen estando bajo una gran tensión y las dificultades en las condiciones crediticias y la profundización de la contracción inmobiliaria probablemente afectarán el crecimiento económico".
De todos modos, la Fed está llegando a la conclusión de que los recortes de tasas por sí mismos no restablecerán el orden en los mercados financieros ni impedirán una recesión severa. El banco central ha puesto en marcha intentos cada vez más creativos y dinámicos para inyectar efectivo en lugares del mercado en donde normalmente no opera. Eso culminó en la decisión sin precedentes que tomó el domingo de prestarle dinero a bancos de inversión de su "ventana de descuento", un privilegio antes reservado para los bancos comerciales.
Ben Bernanke, el presidente de la Fed, también ha apoyado en público las medidas del Congreso y el gobierno de usar fondos públicos para detener una ola de cesaciones de pagos de hipotecas y embargos de viviendas.
La Fed, por otra parte, expresó ayer más preocupación por los precios que después de su reunión del 30 de enero. "La inflación ha sido elevada, y algunos indicadores de expectativas inflacionarias han subido", dijo. Aunque aún prevé que la inflación ceda a medida que los precios de las materias primas se estabilicen y el aumento del desempleo ponga fin al alza de salarios y precios, dijo que "la incertidumbre sobre el panorama inflacionario ha aumentado. Será necesario continuar monitoreando de cerca lo que ocurra con la inflación".
Ante el constante debilitamiento de la economía estadounidense, la Fed sigue preocupada por lo que algunos economistas describen como una especie de círculo vicioso, en el cual la debilidad de la economía conduce a una contracción del crédito y eso, a su vez, genera una mayor debilidad. Por lo tanto, es probable que vuelva a recortar las tasas de interés. Sin embargo, la mayor preocupación por la inflación sugiere que la Fed opina que la rebaja de tasas se puede estar agotando como herramienta para combatir la crisis de los mercados.
Algunos analistas especulan que la Fed podría bajar las tasas antes de su próxima reunión programada para el 29 y 30 de abril, pero eso será improbable a no ser que las perspectivas o los mercados empeoren en forma considerable.
Los mercados a futuro redujeron sus expectativas de recortes de tasas. Ahora anticipan que la tasa de fondos federales, cobrada a los préstamos entre bancos, caiga a entre 1,5% y 1,75% para finales de año. Antes de la decisión de ayer, apostaban que la tasa se ubicaría entre 1,25% y 1,5%.
La Fed también redujo la tasa sobre los préstamos directos de su ventana de descuento a bancos comerciales y, a partir del domingo, a bancos de inversión, de 3,25% a 2,5%.
En respuesta, los bancos comerciales ya empezaron a bajar las tasas que cobran, a las que algunos préstamos de interés variable están atados, a 5,25%.
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