| Señor Correa, ¡regrese de inmediato! Las playas de República Dominicana son hermosas pero usted tiene otras responsabilidades. Su estrategia patriotera, no patriota, no está dando resultado. Ecuador quiere la guerra, pero no con Colombia, sino contra la miseria y las angustias que su inoperancia impiden atender | Recientemente Huaquillas, último bastión en la frontera sur, fue incluido pomposamente en el Programa de Integración Territorial Integral. No me pregunten qué significa eso, pero hoy la ciudad está inundada. Las mujeres acuden a la tienda de la esquina con el agua a la cintura. Las alcantarillas no funcionan. Las familias buscan dónde dejar a los chicos hasta que las aguas bajen. El comercio está paralizado y la ayuda no llega. Algunos ven televisión para matar el tiempo y así se han enterado de que el Presidente está de gira para pedir ayuda, pero no para los damnificados sino para ir “hasta las últimas consecuencias” contra Colombia.
Muchos huaquillenses querrían seguramente preguntarle al viajero: ¿cómo así aviones, helicópteros y soldados colombianos pudieron ingresar bien adentro en nuestro territorio y nadie se enteró sino hasta el día siguiente, cuando el Presidente del país invasor llamó para contarnos lo que había ocurrido? ¿Cómo así se gastarán 35 millones de dólares en un avión de lujo para Rafael Correa cuando no hay dinero para hacer funcionar los radares? ¿O es que por pura “coincidencia” ese día estuvieron apagados?
¿Por qué el Presidente distrajo a los militares, encargándoles los millonarios presupuestos de petróleo, carreteras y ayuda a los damnificados, en lugar de que se ocupen de lo que les corresponde?
¿Por qué el Presidente no rechazó la intromisión de Hugo Chávez en el conflicto? ¿Por qué permitió que lo haga aparecer ante el mundo como un muchachito que necesita consejos? ¿Por qué no aclaró que este incidente no sería causa de guerra y utilizó un lenguaje insultante, dando la impresión de que la reacción ecuatoriana era exagerada?
¿Por qué le cree a Gustavo Larrea si hace tres meses lo despidió por ocultarle información sobre los “terroristas” de Dayuma? ¿Por qué le permitió que se reúna en secreto con el jefe de las FARC, sin avisarle al Gobierno vecino? ¿Le hubiera gustado que Uribe se reúna con la Prefecta de Orellana? ¿Por qué no nos dice cuántos encuentros hubo y en qué país se realizaron? ¿Por qué no se exhiben las actas de esas reuniones?
Hace casi setenta años, Huaquillas sufrió la guerra con Perú. Sus habitantes saben que los gobiernos oligárquicos no hicieron nada desde entonces para conseguir que el conflicto se resuelva a favor de Ecuador. En su lugar mantuvieron la “herida abierta”, para dividir a los pueblos y ganar simpatía. Correa está haciendo lo mismo. Su objetivo no es que Álvaro Uribe retroceda. De ser así, en lugar de solicitar una condena a Colombia (imposible de lograr con la actual correlación de fuerzas), hubiera aprovechado la oportunidad para demandar una solución definitiva al problema . Pero es que su verdadera intención fue exacerbar las tensiones y de ese modo recuperar la popularidad que ha perdido. Señor Correa, ¡regrese de inmediato! Las playas de República Dominicana son hermosas pero usted tiene otras responsabilidades. Su estrategia patriotera, no patriota, no está dando resultado. Sus veleidades con el desprestigiado Chávez han aislado diplomáticamente a Ecuador. Ya perdimos la primera batalla en la OEA puesto que no se consiguió la condena que exigíamos. Ecuador quiere la guerra, pero no con Colombia, sino contra la miseria y las angustias que su inoperancia impiden atender. Artículo publicado por Diario El Universo el juev |
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