sábado, julio 19, 2008

Nicaragua pide masivamente la renuncia del presidente Ortega - Terra


Miles de nicaragüenses marcharon por las calles de Managua para protestar, por segunda vez en menos de un mes, contra las políticas del Gobierno de Daniel Ortega, la carestía de la vida, el desempleo y en defensa de la democracia.

La consigna unánime de la marcha fue la renuncia del presidente Daniel Ortega, gobernante de Nicaragua con el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) desde enero de 2007, por no dar respuesta a los problemas del pueblo.

La marcha, bajo el lema "Por una Nicaragua para todas y todos, por el derecho a la vida, a la comida, al trabajo y a la participación ciudadana", fue convocada por la Coordinadora Civil, que aglutina a decenas de organismos no gubernamentales y de la sociedad civil.

"¡Que se vaya!", "¡Basta ya!", "¡Democracia sí, dictadura no!", "¿Quién dijo miedo?", "De que se van, se van", fueron los gritos que corearon y enarbolaron en mantas y pancartas los manifestantes que, según los organizadores, sumaron más de 30.000 personas.

La representante de la Coordinadora Civil, Georgina Muñoz, declaró que la manifestación se convocó "en defensa" de los "derechos políticos, económicos y sociales".

Según Muñoz, el Ejecutivo debería de convocar a un diálogo para buscar soluciones a la elevada inflación, que en el primer semestre de este año llegó a 11,76 por ciento, la más alta en Centroamérica.

Durante la marcha, de tres kilómetros, que culminó esta tarde en las afueras de la Asamblea Nacional, participaron miles de mujeres y jóvenes, así como representantes de organismos no gubernamentales, sociedad civil, partidos políticos opositores y delegaciones representativas de las 15 provincias y dos Regiones Autónomas del país.

También asistieron personalidades como la poetisa y escritora Gioconda Belli, la ex guerrillera y ex ministra sandinista Dora María Téllez -que protagonizó una huelga de hambre de 13 días contra el Gobierno- y los cantautores Carlos y Luis Enrique Mejía Godoy, quienes han prohibido al Gobierno usar sus populares canciones en actos oficiales.

Antes de dar inicio a la marcha representantes de las diversas organizaciones enumeraron sus demandas al Gobierno frente a los asistentes, muchos con la bandera azul y blanca, ondeada al unísono a la petición pública de un diálogo nacional.

En los discursos los representantes cívicos denunciaron la creciente carestía de la vida y la falta de espacios democráticos y cívicos y pidieron la cesión del siete por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a la Educación, la restitución del aborto terapéutico en el país y la equiparación salarial de los maestros con sus colegas centroamericanos, entre otras demandas.

También se reivindicó el respeto a la democracia, a las instituciones y criticaron a Ortega por su cercanía con las Farc.

"Nos han cerrado los espacios democráticos y estamos viendo una especie de operación de tenazas" de parte del Gobierno en contra de la institucionalidad, dijo la escritora Gioconda Belli, ganadora del premio Biblioteca Breve 2008, durante la marcha en Nicaragua.

Bolivia: Morales revela que recibe recursos “directamente” de Venezuela


El presidente de Bolivia, Evo Morales, reveló que recibe recursos "directamente" de la embajada de Venezuela en La Paz, para eludir la burocracia del Tesoro de su país o del Banco Central, según señaló este sábado en un discurso ante cientos de mineros de cooperativas privadas.

"Cuando llega (el dinero) al Banco Central o al Tesoro General de la Nación (las entidades por donde habitualmente fluye la cooperación internacional) cuesta sacar la plata" debido a que debe cumplirse "trámite y más trámite", explicó el mandatario.

"Por ésa y muchas razones yo dije al presidente (de Venezuela, Hugo) Chávez (que) en vez de que me mande plata al Tesoro General de la Nación -y después retirar (el dinero) va a costar (tiempo)- por qué (no) más bien, de la misma embajada, puede firmar la inversión directamente", señaló.

Morales, que desde que asumió en enero de 2006 intensificó sus relaciones con Caracas, lleva adelante con recursos donados por Venezuela un programa denominado "Bolivia cambia, Evo cumple" de asistencia a diversos sectores, entre estos campesinos y militares.

La idea es "recoger proyectos, estudiar proyectos, rápidamente en el día, inclusive en horas (..) aprobado y uno de la embajada firma el desembolso correspondiente para empezar a trabajar", dijo ante los mineros a quienes financió la compra de una sede sindical y entregó ambulancias provenientes de la cooperación española.

"De esta manera (se debe) acelerar (los proyectos) atendiendo la demanda que tiene el pueblo boliviano", manifestó el jefe de Estado que pondrá en juego su cargo, el de su vice y de nueve prefectos -entre ellos de cinco opositores- en un referendo convocado para el 10 de agosto.

El referendo revocatorio intentará zanjar una fuerte crisis política que enfrenta al gobierno con la oposición que combate su gestión y la alianza con Chávez y con el líder cubano retirado Fidel Castro, a quien Morales suele llamar "abuelo sabio".

Argentina: Cristina, como si viviera en otro pais - por Joaquin Morales Sola


El peronismo perdona hasta la traición, pero no la derrota. Néstor Kirchner se convirtió ayer, para el peronismo, en el cuerpo y el alma de una estrategia derrotada. Un ciclo político languidecía sin remedio y le dejaba a la Presidenta una sola puerta hacia la reconstrucción de su deteriorado liderazgo. Esa salida consistía en un cambio fundamental y profundo de ministros, de formas y de políticas.

Ya fue grave, de todos modos, el abrumador silencio del Gobierno sobre el fracaso parlamentario, que duró todo el día de ayer; pero más grave fue oír a una presidenta que, en la noche del Chaco, parecía vivir en otro país y en otro mundo.

Julio Cobos no volteó a Néstor Kirchner, pero desarticuló una arquitectura de poder que ya mucho antes hacía agua por todos lados. Kirchner fue el político de los tiempos fugaces de las asambleas barriales, de cierta épica nacionalista tras el colapso argentino y de políticas más propiciadoras de quebrantos que de uniones. Nunca fue un líder para la normalidad ni la República estuvo en su cabeza ni en su formación.

Luego, el ex presidente chocó frontalmente con una inmensa mayoría social cuando se hizo evidente que pone más énfasis en la ideología y en el asambleísmo que en la gestión y en la normalidad. El peor error de los cinco años del kirchnerismo es, precisamente, la mala gestión de las cosas más comunes de la administración. Kirchner perdió la sociedad antes que cualquier otra cosa. El campo fue la expresión genuina de un hastío ampliamente compartido.

Comparte con Cristina Kirchner un sistema de poder según el cual todo (reorganizar la economía, respetar las instituciones, construir una cultura política más sofisticada) se resuelve en un campo de batalla. Esa lógica los abatió.

Dos derrotas en apenas 24 horas es una carga demasiada abrumadora para cualquier político. Las dos fueron innecesarias. La primera ocurrió en Palermo, en el Monumento de los Españoles, cuando un gentío vasto y policromo duplicó por lejos la manifestación del aparato peronista en la plaza del Congreso. La segunda derrota no fue el desempate de Cobos, sino el empate previo al que había llegado un cuerpo parlamentario donde el kirchnerismo se ufanaba, hasta hace pocos días, de rozar los dos tercios propios de los votos.

El punto de inflexión fue una especie de rebelión del maltrato. En el Senado las cosas hubieran sido más amables para el oficialismo si el proyecto sobre las retenciones no hubiese llegado tan débil de la Cámara de Diputados. La primera puerta de la sublevación de los diputados la abrió Felipe Solá, el ex gobernador bonaerense que les hizo importantes favores políticos a los Kirchner y que los Kirchner olvidaron rápidamente. El tiro de gracia se lo dio en el Senado el vicepresidente Cobos, a quien el oficialismo destrató de tal manera en los últimos tiempos que hasta le negó públicamente el derecho a hablar y a opinar.

Cobos y Solá pertenecían al espacio político del kirchnerismo, pero fueron víctimas del maltrato habitual del matrimonio presidencial. Muchos senadores que se fueron del kirchnerismo a la hora de votar lo hicieron también en nombre de viejos desdenes recibidos. Otro hombre fundamental para provocar la sorpresiva derrota del Senado, Carlos Reutemann, arrastraba de igual modo varios desplantes del kirchnerismo.

Dos ex presidentes de la Nación (Carlos Menem, aquejado de una neumonía de espanto, y Adolfo Rodríguez Saá, con una oratoria capaz de desestabilizar a cualquier peronista) y cinco ex gobernadores (el santafecino Reutemann, el salteño Juan Carlos Romero, el pampeano Rubén Marín, el chaqueño Roy Nikisch y el rionegrino Pablo Verani) votaron en contra del proyecto oficial. La mayoría de ellos son peronistas, salvo Nikisch y Verani. La historia tiene un peso en la política más allá de las indiferencias y de las irreverencias de los actuales dirigentes.

El Gobierno careció de funcionarios y de legisladores para una defensa convincente de su posición. Es probable que la posibilidad de esa defensa no haya existido nunca. Sea como fuera, el Gobierno fue un modelo de dispersión. Legisladores oficialistas que no querían votar por el proyecto oficial. Ministros que visitaban carpas en lugar de gestionar el conflicto o facilitar la votación parlamentaria. Muchos de ellos actuaron como lo hacen siempre los cortesanos: no quieren hacer ni dejan hacer.

Un problema imprevisto de los Kirchner consistió en comprobar que Cobos es distinto del resto de los políticos, tal vez porque no viene de la política, sino de la universidad. En la tarde de anteayer, a eso de las 16, el vicepresidente hizo llamar a su familia a su despacho (su esposa y sus dos hijas) y reflexionó con ella su decisión final. "Sólo le faltaba un cura", calzó un peronista resentido, que argumentaba que "un hombre de Estado debe decidir con otros principios". No son los principios de Cobos.

A partir de ese momento, ninguna presión logró perforar a Cobos. Ni siquiera los senadores kirchneristas que le pidieron la renuncia pudieron conmoverlo. Algunos lo presionaron de modo amable, pidiéndole que dimitiera luego del desempate, y otros lo hicieron de mala manera, exigiéndole a Cobos que se fuera antes de votar. A las cuatro de la madrugada del jueves, poco antes de votar, apagó su celular y ya ni Alberto Fernández pudo seguir con sus intentos de convencerlo de que se volcara hacia el oficialismo. "Ahora habrá que cuidarlo y defenderlo", advirtió ayer el senador radical Ernesto Sanz, un viejo adversario de Cobos en Mendoza.

¿Por qué cuidarlo? ¿Qué riesgo corre el vicepresidente? La reconstrucción del estropeado liderazgo presidencial requiere, más que cualquier otra cosa, de una reconciliación entre Cristina Kirchner y Cobos. Se sabe que para los Kirchner la venganza es casi una adicción, pero esos placeres pertenecen a una época que concluyó.

Debe aparecer cuanto antes un gobierno de la Presidenta; el que tiene está demasiado manchado por la impronta perdidosa de su esposo. Casi todos los ministros y los secretarios más importantes han concluido políticamente en la madrugada de ayer. ¿Puede imaginarse un futuro gobierno de Cristina Kirchner con las presencias de Julio De Vido, de Guillermo Moreno y de Ricardo Jaime? ¿Podría liderar la restitución de la confianza social en la economía un ministro como Carlos Fernández, célebre por su grisura? Quizás ha llegado el momento de que Alberto Fernández cumpla su viejo plan de renunciar para desestabilizar al viejo y marchito gabinete.

La Presidenta debería demostrar que la continuidad no carece de cambios y retornar la saludable práctica de reunir de vez en cuando al gabinete. Debería, en fin, dejar atrás la era del atril y convocar a conferencias de prensa, en las que ella sabe moverse con experiencia. Para hacer todo eso tendría que poner en práctica una vieja lección de la política: un servidor de los hechos se somete a ellos. La otra alternativa que le queda es la insistencia en el fracaso y, por lo tanto, un insoportable tiempo de decadencias y ocasos.

El miedo de Europa

Alvaro Vargas Llosa

Washington, DC—La Directiva de Retorno aprobada por el Parlamento Europeo, que permite a los países miembros encarcelar a los indocumentados durante 18 meses y deportar a menores de edad ha reencendido el debate—a todas luces capital—sobre la inmigración.

Los argumentos europeos contra la inmigración son los mismos que oímos en Estados Unidos, Canadá y Australia, o en países más pobres que atraen a ciudadanos de naciones aun más pobres, como Argentina, donde viven muchos bolivianos, y la República Dominicana, con su numerosa población haitiana. Los legisladores y muchos ciudadanos europeos piensan que los innmigrantes se roban el empleo nativo, ponen en peligro sus valores culturales y socavan el Estado del Bienestar.

Cualquier sociedad enfrentada a un súbito influjo de forasteros sentiría, comprensiblemente, una amenaza. Pero la realidad desmiente estos tres temores.

La Caixa, respetable banco español, midió el impacto de la inmigración en la economía europea entre 1995 y 2005. El resultado es alucinante. Por ejemplo, la inmigración contribuyó en promedio 4,5 por ciento al crecimiento económico anual de Irlanda y 3,8 por ciento al de España. Sin la inmigración, España habría crecido poco más de 1 por ciento.

Si comparamos las cifras de desempleo de comienzos de los 90, cuando había pocos inmigrantes, con las del nuevo milenio, cuando la mayoría de los 8 millones de indocumentados ingresaron a Europa, resulta obvio: la inmigración no roba empleos. Al expandir la economía con una oferta de trabajo adicional, los inmigrantes generan una demanda aun mayor de trabajadores, para beneficio de los nativos. Por eso España tiene hoy una tasa de paro de 8,5 por ciento y a comienzos de los 90 alcanzó dos dígitos.

¿Y qué hay del argumento cultural? Algunos inmigrantes traen costumbres que los europeos ven con espanto. Hay casos extremos como la mutilación femenina o el matrimonio arreglado de dos niños. De modo más general, hay inmigrantes no acostumbrados al Estado de Derecho. La mayoría se adapta a nuevas reglas y costumbres porque la cultura es porosa. La amenaza para la nación huésped, en casos como los mencionados, sólo podría venir de la incapacidad de las autoridades para aplicar la ley.

El argumento cultural también podría esgrimirse en sentido inverso. Hemos visto a grupos de europeos atacar a inmigrantes indefensos con saña—incluso inmigrantes europeos. El caso más reciente ocurrió en Nápoles, donde fueron incendiados unos campamentos gitanos. Esos matones no son, me atrevo a sugerir, el sumum de la cultura occidental.

Por último, está el Estado del Bienestar. Vaya ironía: quienes han dado al sistema europeo de “prestaciones” el beso de la vida son los inmigrantes. En los 80 y 90, la baja tasa de natalidad hizo temer que las pensiones del futuro no estuvieran garantizadas. Varios países coquetearon con la idea de reemplazar sus sistemas de reparto por esquemas de capitalización al estilo chileno. La idea perdió luego urgencia (lástima) porque el influjo de inmigrantes engordó la base de aportantes.

Los brotes de violencia en los guetos que rodean París son acaso el mejor argumento para desmontar el Estado del Bienestar que ha anestesiado a la economía europea. Mientras que la carga impositiva y el clima regulatorio entorpecían la creación de empresas y empleos, el Estado del Bienestar francés otorgaba a muchos inmigrantes educación gratuita, servicios de salud gratuitos, subsidios de desempleo y la promesa de una pensión no ganada. Al darles dádivas y negarles la posibilidad de un trabajo, el sistema engendró dependencia y resentimiento, semillas de las que brotó la violencia.

Ninguna sociedad, ni siquiera una tan abierta como la estadounidense, está libre del miedo al forastero. Los argumentos modernos contra el inmigrante son una racionalización de ese instinto primitivo. Es injusto exigir a gobiernos europeos que rinden cuentas a sus opiniones públicas que actúen como si ese instinto no existiera en sus sociedades. Pero aprobar leyes que son un perfecto reflejo de él contradice lo que cabe esperar de un continente que se ve a sí mismo como la cúspide de la civilización.

Presidentes de Colombia y Brasil en cumbre empresarial

El presidente Alvaro Uribe, derecha, abraza a su colega  brasileño Luiz inácio Lula da Silva antes de una reunión en Bogotá, el sábado 19 de julio de 2008.
Miguel Angel Solano / AP Photo
El presidente Alvaro Uribe, derecha, abraza a su colega brasileño Luiz inácio Lula da Silva antes de una reunión en Bogotá, el sábado 19 de julio de 2008.

El presidente Alvaro Uribe y su colega brasileño Luiz Inácio Lula da Silva instalaron en la capital colombiana un encuentro empresarial, como parte de una agenda de cooperación comercial y de seguridad en una visita oficial de dos días.

Lula aseguró en su discurso ante unos 200 empresarios de los dos países que en el mundo de hoy no debe "existir mezquindad política entre los iguales" y que es necesario diversificar "las relaciones comerciales para que no quedemos dependientes de un único socio".

Uribe expresó a su par brasileño la necesidad de que su país incremente la inversión en Colombia a fin de superar las barreras de infraestructura y de los biocombustibles.

En Colombia operan más de 30 grandes empresas brasileñas, incluida Avianca, la firma aérea insignia de este país, que fue vendida a un empresario carioca, así como en los sectores siderúrgicos y del petróleo.

Lula comentó, sobre las exigencias en la ronda de Doha en Ginebra, que Europa no disminuya sus relaciones agrícolas con los países pobres y en desarrollo. "Queremos negociar, pero no deseamos impedir que nuestros países tengan la oportunidad de desarrollarse en el siglo XXI" como otras naciones pudieron hacerlo el siglo anterior.

Indicó que era optimista en obtener "un acuerdo en el que los países pobres puedan tener una oportunidad mejor en el comercio internacional".

También se refirió a las leyes europeas de inmigración que dificultan "cada vez mas el tránsito de latinoamericanos y africanos".

"Es como si una familia aquí en Colombia o en Brasil, pudiese haber mejorado su nivel de vida y no quisiese recibir a sus parientes pobres", dijo Lula. "La única cosa que deseamos exigir es que el tratamiento a nuestros hermanos sea el mismo que les dimos a ellos cuando vinieron para acá", señaló.

Asimismo señaló que es importante estudiar y analizar el precio del petróleo, los precios de los alimentos y las tasas de inflación.

Uribe agradeció a Lula la invitación que le hizo a la estatal Ecopetrol para que participara en los bloques de producción de combustible en pozos petroleros recientemente hallados en Brasil.

Asimismo le informó que a pesar de los 1.645 kilómetros de frontera común la comunicación terrestre entre los dos países es casi nula. El gobernante colombiano explicó que se están haciendo esfuerzos para contratar grandes vías de competitividad y para ellos necesitan de la presencia de Brasil.

La balanza comercial entre los dos países favorece a Brasil, cuyas exportaciones a Colombia superan los 2.200 millones de dólares mientras que las colombianas no llegan a los 500 millones de dólares.

Tras una junta en la casa de campo presidencial de Hato Grande, al norte de Bogotá, Lula señaló en rueda de prensa la importancia de la construcción de un ferrocarril que será financiado por Brasil a un costo de 650 millones de dólares, procurando el desarrollo de tres departamentos colombianos y que transportaría 10 millones de toneladas de carbón anuales.

Afirmó que la participación de Colombia en el Consejo de Defensa Sudamericano es necesaria, y que la participación de la CAN con Mercosur "es una prueba de que todos nosotros (los países latinoamericanos) estamos entendiendo que juntos seremos mucho más soberanos, económicamente mucho mas desarrollados y socialmente mucho más justos para nuestros pueblos".

Uribe de inmediato comunicó que la "decisión de Colombia hoy es ingresar al Consejo de Seguridad de Sudamérica".

Lula señaló que su país no quiere "ser sólo un vendedor de armas de defensa para Colombia" y busca producir material de defensa en sociedad con "los países de América del Sur".

"Colombia es un país que tiene deseo y potencial" en esa materia, añadió Lula.

Aseguró que nunca participaría en una facilitación o intermediación con un grupo armado irregular sin la previa autorización del presidente Uribe.

Los dos jefes de Estado viajan el domingo a Leticia, ciudad amazónica a unos 1.100 kilómetros al sureste de Bogotá, para celebrar allí el día nacional de Colombia, en compañía del presidente peruano Alan García quien también sostendrá una junta con sus colegas de Colombia y Brasil.

Cientos de rehenes están en poder del ELN

EL EJERCITO de Liberación Nacional de Colombia mantiene cientos de secuestrados de los cuales se sabe muy poco. Otros grupos ilegales en el país también retienen grandes números de rehenes.
Carlos Villalon/Getty Images
EL EJERCITO de Liberación Nacional de Colombia mantiene cientos de secuestrados de los cuales se sabe muy poco. Otros grupos ilegales en el país también retienen grandes números de rehenes.

Hoy, 20 de julio, cuando los colombianos vuelvan a clamar por la libertad de los secuestrados en poder del terro rismo, es posible que otra vez se refieran a las 1,000 personas, aproximadamente, que permanecen en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), porque ignoran que otras organizaciones tienen al menos a 2,000 más.

Los paramilitares tienen 243 secuestrados registrados por la fundación País Libre; anónimas bandas delictivas, 252; otros, 29; y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), 350 por lo menos.

"Pero no se sabe cuántos de ellos están vivos y cuántos están muertos y, por lo tanto, cuántos de los cautivos muertos, de los que no se sabe nada, se pueden considerar como desaparecidos'', sostiene País Libre.

El ELN, fundado en la década de 1960, ha secuestrado en lo que va del 2000 al 2007 a 3,929 personas, entre ellas 117 menores. Esto es 22 por ciento de las 14,900 personas que en el mismo período secuestraron en conjunto todos los grupos ya mencionados.

País Libre acaba de dar a luz una publicación de 198 páginas, en la cual enumera año por año los nombres de las personas que, según sus registros, ha secuestrado el ELN entre el 2000 y el 2007. Creía que había puesto a todos pero con el paso de los días comienza a notar que faltan. Con todo, el listado es un directorio del horror, estremecedor en cualquier parte del mundo.

Esa organización armada ilegal comenzó a secuestrar personas en los años 70, ‘‘poniendo así en práctica un arma de guerra violatoria de los derechos humanos que no ha dejado de crecer en más de tres décadas'', afirma País Libre.

Agrega: "Desde entonces, los secuestros del ELN y otros grupos armados se han justificado como un modo de financiar la guerra revolucionaria pero se ha evidenciado que tras estas razones ideológicas se oculta una actitud delincuencial que busca coaccionar, atemorizar y controlar a la población civil''.

Cuando la rigidez de los números o los razonamientos académicos no alcanzan a desentrañar las dimensiones humanas del secuestro suele resultar más elocuente el relato de cualquier víctima anónima.

Una mujer no identificada por razones de seguridad, entregó el siguiente relato a País Libre, sobre el secuestro de sus padres y su esposo: "Me llamó un tipo ahí y me dijo: ‘¿Elizabeth?'. Le dije: ‘Sí'.

" ‘La voy a comunicar con una persona que le quiere hablar' y fue cuando me comunicaron a él [el padre].

"Entonces, se le oía la voz como muy agotada, como muy preocupado. Empezó a decir que cómo estaba y le dije: ‘Bien, papá. Ustedes tienen que estar bien, yo los voy a sacar de esto'. Le di ánimos [. . .]

"Después de eso nunca más volví a tener comunicación con ellos, con mi papá y mi mamá [. . ].

"Mi papá tenía 72 años y mi mamá tenía 67 años.

"Comenzó a llamar otro tipo, a decir que ya los habían matado. Y les dije: ‘Yo por muertos no pago. Yo pago siempre y cuando estén vivos. Muertos, no.

"Hubo un momento en que ya no volvieron a llamar y fue cuando ya me dijeron que los habían matado y eso fue el informe que dieron las autoridades. Pero no hay cadáveres, no hay nada''.

Cuando el ELN, perseguido simultáneamente por las fuerzas militares, bandas paramilitares y otras guerrillas, como las FARC, parecía estar al borde de la extinción, en enero de 1984 secuestró en el departamento de Arauca, oriente de Colombia, en límites con Venezuela, a un ingeniero alemán y a dos empleados colombianos de la empresa multinacional alemana Mannesmann.

El gobierno alemán envió a los agentes Werner y Micaela Mauss a negociar la libertad de los secuestrados.

"La intervención de estos personajes y de muchos otros muestra el complejo andamiaje que genera una indus- tria basada en el sufrimiento humano'', indicó País Libre. ‘‘Estos hechos les dieron un giro significativo a los secuestros del ELN como arma de guerra''.

La guerrilla recibió un pago de $20 millones, de acuerdo con la organización defensora de derechos humanos Pax Christi Internacional. En primer lugar, con ese aliento financiero, el ELN se consolidó como segundo grupo secuestrador en el país, después de las FARC.

Para entonces, la organización era comandada por el sacerdote español Manuel Pérez, quien había sido orde nado en Roma por el propio Papa Pablo VI y llegó a Colombia en los años 70, en misión evangelizadora.

Pérez, quien se hizo célebre por la manera despiadada en que asesinaba gente y ordenaba depredar con dinamita la infraestructura energética del país, contó que con el dinero entregado por la Mannesmann el ELN ‘‘creció 500 veces''.

"Esto significó que, de tres frentes que tenía en 1983 pasó a tener 11 frentes en solo tres años, cubriendo así cerca de la mitad del país. Con esa nueva capacidad, en la década del 90 el secuestro se incrementó en todo el país'', dijo País Libre.

En 1996, esa organización cobró $118 millones por rescates y al año siguiente elevó la suma a $122 millones.

El secuestro se consolidó como la herramienta más efectiva para coaccionar a la población a través del miedo, para lograr objetivos de la guerrilla sin que mediara la razón ni el diálogo.

"Entre 1999 y el 2000, el ELN modificó su estrategia al perpetrar secuestros masivos. El 12 de abril de 1999 secuestró 46 pasajeros, además de la tripulación de un avión Fokker, de Avianca, que cubría la ruta Bucara- manga-Bogotá''.

Agrega País Libre: "El 30 de mayo, en las cercanías de Cali, el ELN secuestró a 170 feligreses que asistían al oficio religioso en la iglesia católica La María. Fueron puestos en libertad en el transcurso de un año''.

"El 17 de septiembre del 2000 también cerca de Cali, el ELN secuestró a más de 50 personas que se encontraban en dos restaurantes. Fueron liberadas en un lapso de dos meses. Aunque en todos los casos ELN aseguró que el fin era político, sus fines extorsivos fueron evidentes''.

Una mujer de 28 años, cuyo esposo murió en uno de esos secuestros masivos, contó:

"Detrás de un secuestrado hay una familia de por lo menos 20 personas que están secuestradas. Yo veo a mi familia y no somos mis niños y yo. Somos mi suegra, son mis cuñadas... Muchos de ellos han tenido problemas muy serios, de salud, de presión alta, de depresiones fuertes, muy fuertes.

"Mi esposo murió a los 42 años y, lógicamente, la pensión que me quedó no era ni el 50 por ciento del salario de él. Con eso no se podían cubrir los gastos de la casa. "El había sufrido un accidente [en cautiverio] y se enterró una estaca. Parece ser que la estaca le afectó como en la pelvis, fue una cosa espantosa. Cuando él ya no pudo caminar, lo dejaron abandonado, lo dejaron tirado, como a un perro.

"Son unos asesinos, dejaron morir a mi esposo como un animal, no lo dejaron salir [del cautiverio] por lo menos a que lo atendieran''.

País Libre ha determinado que a través del secuestro el ELN, premeditadamente, llega siempre, robustecido, a una mesa de negociación con el gobierno de turno, "pero la finalidad de esta parece no ser la búsqueda de la paz mediante argumentos sino evidenciar el poder generado por la coacción''.

En los años 90, cuando el secuestro se esparcía por el país como aceite sobre una hoja de papel, el ELN inició diálogos de paz con varios gobiernos, algunas veces con la mediación de la Iglesia Católica, la sociedad civil y países amigos.

De 1991 a 1992, el ELN participó en diálogos con el gobierno en Caracas, Venezuela y México. En ese momento había cerca de 1,700 secuestrados.

En febrero de 1998, delegados del gobierno y el ELN se reunieron en España para los diálogos del preacuerdo del Palacio de Viana, en Madrid.

"El 15 de julio del mismo año, en el acuerdo de Puerta del Cielo, en Maguncia, Alemania, que se suscribió entre el ELN y un grupo de ciudadanos, sin la participación del gobierno, el ELN se comprometió entre otras cosas a suspender ‘la retención o privación de personas con propósitos financiaros' '', precisó País Libre.

En la misma reunión el ELN hizo el siguiente compromiso: "A partir de hoy cesa la retención de menores de edad y de mayores de 65 años. En ningún caso se privará de la libertad a mujeres embarazadas ni se utilizará a los cautivos como rehenes''.

Mientras los voceros de los terroristas prometían eso en Alemania, "el ELN secuestró a 697 personas'', lamentó País Libre.

En septiembre del 2005 el ELN tenía cerca de 3,000 hombres en armas y acababa de secuestrar a 92. Era el momento de un nuevo diálogo: comenzó una ronda de ‘‘acercamientos'', vigentes hoy, en La Habana, Cuba, con voceros del actual presidente, Alvaro Uribe.

El 20 de agosto del 2007, la octava ronda de acercamientos en La Habana comenzó con una propuesta del vocero del ELN Pablo Beltrán: convenir lo que llamó un "alivio humanitario'' para detener el secuestro y otras prácticas de lesa humanidad.

"En ese preciso momento se conocía a través de denuncias que el ELN había secuestrado a 11 personas'', señaló País Libre. Hasta hoy, no ha habido gestos ni acciones que muestren la intención declarada por Beltrán''.

La guerrilla de Fidel Castro tenía presupuesto de lujo

José Alvarez es autor del libro "Principio y fin del mito Fidelista" .
Hector Gabino/El Nuevo Herald Staff
José Alvarez es autor del libro "Principio y fin del mito Fidelista" .

La lucha insurreccional encabezada por Fidel Castro hasta su ascenso al poder en 1959 contó con un respaldo monetario que podría situarla entre los movimientos guerrilleros más lucrativos de la historia contemporánea, según revela un libro publicado en Estados Unidos.

Los cálculos documentados en Principio y fin del mito fidelista (2008), del académico cubanoamericano José Alvarez, publicado por Trafford Publishing, en Canadá, se adentran en un tema hasta ahora inexplorado por la historiografía de la revolución castrista: el origen, flujo y magnitud de los recursos financieros con que contó el Movimiento 26 de Julio (M-26-7) para desplegar sus acciones en las montañas de la Sierra Maestra y la resistencia clandestina urbana.

La cifra corroborada a partir de documentos históricos y testimonios de los protagonistas es al menos de $35.6 millones, lo que equivaldría a unos $250 millones del dinero actual. En 1958 el peso cubano se cotizaba a la par del dólar estadounidense.

Alrededor de dos terceras partes de esos ingresos procedían de los impuestos cobrados por el Ejército Rebelde en la etapa final de la guerra.

Tras el derrocamiento del régimen de Fulgencio Batista, existía una reserva de unos $5 millones, guardados celosamente por Celia Sánchez, asistente personal de Castro, en una caja de metal colocada en el piso que ocupaba la dirección revolucionaria en el Hotel Hilton (rebautizado luego como Hotel Habana Libre).

"Lo descubierto es sólo la punta del témpano de hielo'', aseveró Alvarez en una reciente entrevista con El Nuevo Herald. ‘‘La cifra real debe superar con creces los cientos de millones en aquella época''.

El académico explicó que su estudio para esclarecer "el misterio de las finanzas del M-26-7'' se prolongó por los últimos 20 años, recomponiendo todas las evidencias existentes sobre ingresos y gastos incurridos en la lucha revolucionaria entre 1953 y 1958. La investigación se sustenta en más de 400 referencias de papelería y documentos de la época; más de la mitad de los textos citados pertenece a autores que viven y publican en Cuba.

No pudieron hallarse, sin embargo, los registros financieros de Raúl Chibás y Haydée Santamaría, quienes figuraron como tesoreros del M-26-7.

"No hay una sola cifra sacada de especulaciones'', enfatizó. ‘‘Traté de ser objetivo dentro de lo que mi trauma de decepción me lo permite''.

Alvarez no es un investigador ajeno al proceso revolucionario. En 1955 fue fundador del M-26-7 en Antilla, en la zona oriental del país, y conspiró en la clandestinidad en Santiago de Cuba.

Desilusionado por la "mentira revolucionaria'', rompió con el régimen en 1961 y cumplió trabajos forzados antes de abandonar la isla en 1969. En 1977 obtuvo un doctorado en Economía Agrícola en la Universidad de la Florida (UF), donde ejerció la docencia por casi 30 años.

"Uno de los mitos del proceso revolucionario aún es la leyenda tejida en torno a Fidel Castro como un Robin Hood seguido por 12 guerrilleros harapientos y desarmados'', consideró Alvarez, quien es Profesor Emérito de UF. "Definitivamente esta no era una guerrilla pobre; lo fue sólo en los primeros meses, pero después el dinero corrió en exceso al punto de poder equipararlo con los recursos de las fuerzas gubernamentales''.

El estimado de $35 millones representa más del 10 por ciento del presupuesto nacional para el año fiscal 1956-1957 ($339.4 millones) y el 46 por ciento de los gastos asignados para la Defensa, que fueron entonces de $77.4 millones.

"Aunque el propio Fidel Castro reconoció en 1958 haber recibido ayuda financiera en efectivo tanto de los cubanos pudientes como de los pobres, es obvio que el dinero que se manejaba para mantener las columnas en cuatro frentes orientales y otros tres en el resto de la isla tenía que venir de otras fuentes'', expresó Alvarez, quien actualmente vive retirado en la ciudad de Wellington, Florida.

En su pesquisa financiera, Alvarez desglosa los ingresos provenientes de emisiones de bonos para la recaudación popular, las cuotas de militantes del M-26-7, el aporte de los comités del exilio, las colectas especiales y los impuestos que los rebeldes establecieron para gravar a los dueños de grandes empresas y tierras.

"Existió orden y desorden en la administración de las finanzas'', manifestó Alvarez. "Mientras los principales organizadores del M-26-7 ponían especial cuidado en documentar ingresos y egresos, Fidel Castro tenía gran- des sumas bajo su control y las administraba a su antojo''.

El autor relata que desde los orígenes del M-26-7, Frank País -- líder de la resistencia en el llano asesinado en 1957 -- estableció una rigurosa disciplina de contabilidad para justificar cada centavo que entraba o salía de las arcas de la organización. Se conservan estados de cuentas de País, Sánchez y otros dirigentes dentro de la isla o en el exilio, confeccionados en diferentes tipos de papel, mecanuscritos o de puño y letra, y con varios formatos.

Alvarez reconoce que Castro era famoso en la guerilla por el orden que tenía en el inventario del material de guerra, pero su comportamiento en cuanto a las finanzas era totalmente opuesto. "El principal ingrediente del desorden financiero era su desdén por la fiscalización'', observó el profesor. ‘‘Creo que ese hábito lo mantuvo durante todo el tiempo para ejercer el poder absoluto, sin sentirse en la necesi- dad de rendirle cuentas a nadie, ya se tratara de la caja chica de Celia Sánchez o de las posteriores reservas del Comandante en Jefe''.

La reserva especial del Comandante en Jefe fue creada en los años 70 como una fuente estratégica de recursos materiales, administrada a voluntad de Castro a través de su equipo de apoyo. Las reservas fueron establecidas como organismo de la administración central de Estado en el 2005, pero el pasado mayo el gobernante Raúl Castro decidió subordinarlas al Ministerio de las Fuerzas Armadas por razones de seguridad nacional.

El autor refuerza su tesis con una referencia a las postrimerías de la lucha guerillera, cuando desesperado por acelerar la victoria de los rebeldes, Castro le envía una carta al Comandante Juan Almeida en la que muestra suficiente solvencia financiera.

"Si es preciso puedes llegar a pagar hasta 1 peso por cada bala 30.06 o M-1. Es un precio tentador y a nosotros el dinero nos puede sobrar, no debe importarnos gastar medio millón de pesos en medio millón de balas. Lo que no podemos es quedarnos sin balas de ninguna manera'', escribó Castro en la misiva, fechada el 8 de octubre de 1958.

Un acápite del capítulo dedicado a las finanzas del M-26-7 se concentra en pormenorizar el sistema de impuestos aplicado por el movimiento al final de la ofensiva rebelde. En un comunicado oficial emitido el 19 de agosto de 1958, Castro comisionó a Pastorita Núñez, su antigua compañera del Partido Ortodoxo, para integrar una comisión que visitaría los centrales azucareros de la zona oriental para imponerles una cuota de contribución, a la manera que lo hizo el ejército mambí durante las contiendas independentistas.

Castro determinó una contribución de 15 centavos por cada saco de azúcar de 250 libras producido en la zafra de 1958, de los cuales 10 centavos correspondían al central y cinco al colono, de manera que permitiera al central "abonar la parte correspondiente al colono para facilitar el cobro de la contribución y descontarla al colono en su oportunidad'', según especificó en la carta a Pastorita.

A cambio, el Ejército Rebelde se comprometía a garantizar la seguridad de las propiedades y el bienestar del colono.

Pero el cobro de impuesto no se restringió a la industria azucarera oriental, sino que abarcó también a otras áreas de la economía como los ganaderos, los cafetaleros, los productores de arroz y la banca en otras del país.

El ex comandante Huber Matos cuenta que el sistema de impuesto funcionó perfectamente en la zona donde operaba el II Frente Oriental ‘‘Frank País'', comandado por Raúl Castro.

"El II Frente sí tenía una recaudación sustancial, porque Raúl cobraba impuestos y tenía allí una organización casi como un Estado'', rememoró Matos, quien en marzo de 1958 viajó desde Costa Rica a la Sierra Masestra en un avión cargado de armamentos y municiones.

Según Matos, Castro le proporcionó $7,000 para costear el viaje. Castro le dijo entonces haber pagado un seguro de $80,000 en Miami en caso de que el avión fuera destruido.

Después del éxito del impuesto del azúcar durante el primer mes, Castro conci-bió que las milicias clandes- tinas y los grupos de acción y sabotaje del M-26-7 podían hacer lo mismo en las ciudades y ordenó extender el radio de acción de las recolecciones monetarias.

En una carta enviada el 16 de septiembre de 1958 a Julián Zulueta, representante de la banca nacional y extranjera, Castro le informa de una "contribución inexcusable'' que tendrá que pagar el sector bancario y los acusa de ser en parte responsables por el mantenimiento del régimen batistiano. La suma impuesta fue de $1 millón y debía ser pagada, con carácter obligatorio, antes del 30 de septiembre de ese año.

Como incentivo, Castro le ofreció a Zulueta interceder con el futuro presidente de la República para que dedujera ese aporte de la obligación fiscal, una vez instalado el gobierno revolucuionario.

Alvarez también documenta pago de sobornos durante la estadía de los moncadistas en México para conseguir la libertad de tres detenidos, así como durante el avance de columnas invasoras de Camilo Cienfuegos y Ernesto "Che'' Guevara rumbo al occidente del país, a finales de 1958.

"En el extranjero se le llegó a entregar dinero al régimen de Duvalier para liberar a unos revolucionarios presos que en 1958 trataron de robarse una embarcación y provocaron la muerte a un empleado'', apuntó Alvarez.

Principio y fin del mito fidelista puede adquirirse en la Librería Universal de Miami. Habrá un lanzamiento el 6 de agosto durante las sesiones de la Asociación de Estudios de la Economía Cubana (AEEC) en Miami.

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