jueves, noviembre 13, 2008

Otras noticias internacionales

BHP Billiton, la mayor minera del mundo, podría vender miles de millones en activos o dividir en nuevas empresas algunas de sus unidades de minería de hierro para que las autoridades reguladoras de Europa aprueben su compra de la anglo-australiana Rio Tinto, por US$142.000 millones, aseguraron fuentes cercanas.

GE, conglomerado de EE.UU., anunció que su brazo financiero, GE Capital, recibirá la garantía temporal de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) por hasta US$139.000 millones en deuda de largo plazo, papeles comerciales y otras deudas contraídas entre el 14 de noviembre y el 30 de junio de 2009.

Los accionistas de la cervecera estadounidense Anheuser-Busch aprobaron la propuesta de adquisición, por US$52.000 millones, de la belgo-brasileña InBev, lo que abre el camino para que se complete su venta en diciembre. El negocio, que creará la mayor cervecera del mundo, con 300 marcas, depende ahora de la aprobación de las autoridades de EE.UU., el Reino Unido y China.

Morgan Stanley informó que planea despedir a cerca de 2.500 empleados, principalmente en las áreas de inversión, como cartera propia y corretaje de fondos de cobertura. Además, se prepara para lanzar su propio banco minorista. La firma ya se desprendió este año de 10% de su plantilla laboral.

Best Buy, la mayor cadena minorista de electrónicos de EE.UU. por volumen de ventas, redujo su previsión de ventas y ganancias. Según la empresa, las ventas en tiendas que llevan abiertas más de un año cayeron 7,6% en octubre, después de un declive de 1,3% en septiembre. Best Buy anticipa una caída de entre 1% y 8% para el año fiscal que termina en febrero.

Sharp, LG y Chunghwa, empresas de Japón, Corea del Sur y Taiwán, respectivamente, pagarán US$585 millones de multa tras declararse culpables en un caso de manipulación de precios de pantallas de cristal líquido o LCD vendidas a las estadounidenses Apple, Dell y Motorola, informó el Departamento de Justicia de EE.UU.

La Comisión Europea impuso una multa de US$1.120 millones al fabricante francés de cristal para la industria automovilística Saint-Gobain por manipulación de los precios del vidrio que entregaba a las automotrices de la región. Los fabricantes de vidrio Pilkingron, de Inglaterra, Asahi Glass, de Japón, y Soliver, de Bélgica, también fueron multadas, por un total de US$589 millones. Las cuatro empresas controlan 90% del mercado global de los vidrios para automóviles.

Exelon, empresa de servicios de EE.UU., anunció que llevará directamente a los accionistas una oferta hostil de US$6.200 millones por su rival NRG Energy. Hace tres semanas, directivos de NRG rechazaron una oferta no solicitada por parte de Exelon por el mismo valor.

Argentina lanzó un programa de incentivos fiscales para las petroleras, con el fin de fomentar las reservas, la producción y la refinación de crudo, dijo el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido. La medida responde a la creciente demanda de energía en el país.

PAE, segundo mayor productor de crudo y gas de Argentina, controlado por la británica BP, informó que invertiría US$2.500 millones para construir una refinería capaz de procesar 100.000 barriles de petróleo diarios. PAE estudia el proyecto como parte de los incentivos que el gobierno anunció para su sector.

Ecuador negociará un acuerdo comercial bilateral con la Unión Europea, tras el colapso del diálogo con la Comunidad Andina, informó la Cancillería ecuatoriana. Colombia y Perú también sostendrán negociaciones bilaterales con la UE.

Bradesco, el mayor banco privado de Brasil, anunció el cierre de las operaciones de inversión en valores con recursos propios de su filial de banca de inversión, tras dos años de su creación. La decisión se atribuyó a la aversión al riesgo de los inversionistas, que se están retirando de los mercados emergentes.

Azul, nueva línea aérea brasileña, informó que recibió permiso de la Agencia de Aviación Civil de Brasil para iniciar operaciones. La empresa, del fundador de la aerolínea estadounidense JetBlue, David Neeleman, operará rutas regionales.

Las ventas de autos en Chile se contraerán en 2009, tras tres años de auge, previó la Asociación Nacional Automotriz. El retroceso se debería a la crisis de crédito, las altas tasas de interés y el fortalecimiento del dólar.

La economía alemana entra en recesión

Por Marcus Walker y Emese Bartha

BERLÍN – La economía alemana se encuentra en recesión después que la producción cayera más de lo esperado en el tercer trimestre debido a un declive en las exportaciones.

El Producto Interno Bruto en la mayor economía de Europa cayó en 0,5% en el tercer trimestre, luego de una contracción de 0,4% en el período anterior. Dos trimestres sucesivos de contracción son la definición más común de una recesión. La caída en el crecimiento es mucho peor que las cifras que pronosticaba el mercado, las cuales se ubicaban en cerca de 0,1%.

Con la demanda global por bienes alemanes contrayéndose sin señales de recuperación en el futuro cercano, muchos predicen que la economía del país retrocederá aún más en los próximos trimestres. El panorama cada vez más oscuro podría poner más presión sobre el gobierno alemán para que impulse a la economía a través de la política fiscal.

Sin embargo, hasta el momento, el gobierno de la canciller Ángela Merkel ha rechazado las sugerencias de recortes de impuestos o aumentos en el gasto, incluyendo aquellas de su propio ministro de economía y un panel gubernamental de asesores económicos. En cambio Berlín sólo planea un modesto paquete de exenciones de impuestos, incluyendo uno para compra de autos nuevos y renovaciones en viviendas.

La oficina de estadísticas del gobierno alemán dijo que la economía sufrió del impacto del aumento en las importaciones y la baja en las exportaciones. Un aumento en el consumo privado y en el gasto del gobierno, así como un incremento en los inventarios corporativos previnieron una contracción peor.

Frente al mismo período del año anterior, la economía creció 0,8% en el tercer trimestre, dijo la oficina de estadística. Una encuesta de Dow Jones Newswires había predicho una contracción de 0,1% en el trimestre y un aumento de 1% anualizado.

La oficina de estadísticas revisó el PIB del segundo trimestre de -0,5% a -0,4% trimestral y el crecimiento anual de 1,3% a 1,4%.

EE.UU. cambia el enfoque de su plan de rescate para ayudar a los consumidores

Por Greg Robb y Deborah Solomon

WASHINGTON—El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, anunció ayer detalles sobre la siguiente fase de entrega del paquete de rescate para los mercados financieros. Paulson afirmó que abandonará la compra de activos hipotecarios tóxicos para concentrar su atención en las instituciones financieras no bancarias y en los consumidores estadounidenses.

En una revisión del plan de rescate de US$700.000 millones, Paulson dijo que el gobierno seguirá inyectando efectivo en las instituciones financieras, pero también tratará de incrementar la disponibilidad de créditos estudiantiles, de préstamos de tarjetas de crédito y para comprar autos. También dijo que está examinando formas de evitar nuevos embargos de inmuebles.

Paulson defendió los pasos dados hasta ahora, pero también señaló que los mercados siguen siendo frágiles y que la atención debe centrarse sobre "la recuperación" económica.

"Creo que hemos tomado las medidas necesarias para evitar un amplio episodio sistémico. Tanto en Estados Unidos como alrededor del mundo, ya hemos visto señales de mejoría", dijo el secretario en un discurso en el Departamento del Tesoro. Sin embargo, en una asombrosa admisión, Paulson aseguró que comprar activos hipotecarios "no era la forma más efectiva de utilizar los fondos gubernamentales".

[Henry Paulson] Reuters

Henry Paulson en el anuncio de detalles sobre el plan de rescate.

Comprar estos activos denominados "tóxicos" constituyó en su momento la piedra angular del plan de rescate de los mercados financieros y acaparó toda la atención del Congreso cuando el paquete estaba siendo debatido antes de su aprobación. Pero casi tan pronto como el Tesoro recibió el dinero, decidió que inyectar capital a los bancos a cambio de acciones preferenciales era una forma más eficiente de invertir el dinero.

En una entrevista con The Wall Street Journal, Paulson dijo que "hay una obligación de usar (los fondos) de una manera que tenga el efecto más positivo y logre satisfacer las necesidades que prevemos".

El cambio causó reacciones distintas en Wall Street y el Congreso. Muchos inversionistas y reguladores han citado fallas en el plan original del Tesoro, pero este cambio de enfoque subraya la profundidad de los problemas económicos y las presiones que enfrentan los programas de rescate federal. "Está cambiando las reglas en la mitad del partido", dice Art Hogan, estratega de mercado de Jefferies & Co. "Esto realmente ha puesto nerviosos a los mercados". El Promedio Industrial Dow Jones cayó ayer 4,73%, para cerrar en 8.282,66 puntos.

Paulson señaló que sigue "estando muy tranquilo" con la suma de US$700.000 millones para el plan de rescate y que no tiene planes de acudir al Congreso en busca de fondos adicionales. Una parte del dinero que se ahorrará al no comprar activos hipotecarios será empleado para apuntalar el mercado en las cuentas pendientes de tarjetas de crédito, préstamos de autos y estudiantiles, especificó Paulson.

Mientras, el Tesoro está considerando exigirles a las firmas que quieran recibir fondos del gobierno que recauden capital privado para poder recibir asistencia pública, dicen fuentes cercanas. No se espera que esta medida sea aplicada al programa de compra de capital de US$250.000 millones que ya está inyectando dinero en los bancos.

Al Tesoro sólo le quedan US$60.000 millones de su fondo de rescate, y este o el próximo gobierno deberá acudir al Congreso a pedir la segunda mitad de los prometidos US$700.000 millones. Por ahora, el Tesoro ha destinado US$250.000 millones a los bancos y está gastando otros US$40.000 millones en la compra de acciones preferenciales de la aseguradora American International Group Inc. (AIG).

Todavía no está claro lo que pueda hacer el gobierno de Bush, si es que siquiera pueda hacer algo, para ayudar a calmar la ola de embargos inmobiliarios. Paulson reconoció que el Tesoro no ha encontrado la manera de satisfacer la solicitud del Congreso de utilizar el Programa del Departamento del Tesoro para Compra de Activos Tóxicos (TARP, por sus siglas en inglés) para ayudar a los atribulados propietarios de viviendas.

Un área donde Paulson aún se muestra reticente es en inyectar dinero a las automotrices. Recalcó que estas empresas son importantes para la economía pero que el TARP no es un vehículo adecuado para asistirlas.

Nicaragua: Ortega impone el Sandinismo en Managua en medio de denuncias de fraude y violencia - por Pablo de San Roman


El Consejo Supremo Electoral (CSE) ha anunciado que la alianza de izquierda ganaba los comicios municipales con el 51,2 por ciento de los sufragios contra el 42,7 de la coalición opositora.

Los resultados se divulgaron cuando se había escrutado los votos en 137 de los 146 municipios de Nicaragua.

El presidente del CSE, Roberto Rivas, ha informado además sobre el escrutinio en la capital Managua. De acuerdo al reporte, el tricampeón mundial de boxeo Alexis Argüello, candidato por el Frente Sandinista de Liberación Nacional, obtuvo el 55,2 por ciento de los votos contra el 41,6 por ciento del candidato del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Eduardo Montealegre.

Sin embargo, Montealegre ha rechazado el informe y ha asegurado que, según el 40 por ciento de las actas de votación que mostró a los periodistas, su partido ganó con más del 50 por ciento de los votos.


Denuncias de la oposición

El vocero de la alianza del PLC, Leonel Teller, ha calificado el anuncio de Rivas como "una infamia degenerada, un asesinato contra la democracia" porque, según los cálculos liberales, su partido aventajaba a los sandinistas con un 10 por ciento de los votos.

Agregó que sus cálculos se basaban en que la votación de los liberales fue masiva y que tradicionalmente su partido ha logrado hasta un 60 por ciento de los votos contra un 40 por ciento de los sandinistas.

Ortega, que votó a las 5 de la tarde, dijo que lo hacía a esa hora para demostrar la falsedad de algunos medios de comunicación que informaban que sus simpatizantes estaban cerrando las mesas antes de tiempo.



Crítica de los medios

A lo largo de la jornada, los medios privados denunciaron fraude electoral. "Todo el aparato estatal en recursos humanos y materiales que el FSLN tuvo a su disposición en la campaña electoral, se volcó en las Juntas Receptoras de Votos donde prácticamente ejercieron el control en todo el proceso", asegura El Nuevo Diario. "Fue, como se dice popularmente, de burro amarrado con tigre suelto", denuncia.

"En algunos lugares de Managua, y sobre todo en León, las credenciales a los fiscales (interventores) de la oposición se las entregaron tardíamente y con los apellidos alterados para que luego fueran rechazados", aseguraron.

El grupo cívico Ética y Transparencia afirmó que "se trata de las elecciones más irregulares, por no decir fraudulentas, que se han producido desde los tiempos del somocismo". Esta organización cívica no contó con acreditación del CSE para desarrollar labores de monitorizacin de los comicios.

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Paraguay: "El socialismo de Hugo Chavez solamente produce pobres" dijo Otto Guevara - ABC Color


Sin libertad no es posible el desarrollo ni el progreso de los pueblos, y lo que el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI está haciendo es concentrar el poder y limitar las libertades, advierte el presidente del Movimiento Libertario, Otto Guevara Guth. Califica el modelo que promueve el presidente Hugo Chávez como el camino a la servidumbre, la dependencia y la sumisión. En cambio, sostiene que el liberalismo promueve la prosperidad a través de políticas públicas basadas en la libertad.

Guevara Guth está en el Paraguay invitado por los organizadores del III Foro Internacional de la Libertad, que culmina hoy en la sede del Congreso Nacional.

Es costarricense y presidente del Comité Ejecutivo del Movimiento Libertario. Aprovechamos la oportunidad para conversar con él.

Al analizar la situación de la región, alude directamente al Movimiento del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI: “La ruta que señala este modelo es la concentración del poder, la violación de las libertades individuales y de los derechos básicos de las personas”.

Desde su óptica, “lo único que produce este tipo de modelo político es miseria, pobreza”, y explica: “porque el capital es cobarde; al escuchar las primeras campanadas, busca lugares más estables para afincarse”.
Entonces, Guevara considera que presidentes como Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, Daniel Ortega en Nicaragua, actualmente, y antes, Fidel Castro en Cuba, “lo que están construyendo son sociedades no viables, muy pobres; sociedades dependientes”.

Ante esta situación, el Movimiento Libertario propone vías alternativas. “En vez de ese camino de la servidumbre, estamos promoviendo la ruta de la prosperidad, a través de políticas públicas basadas en la libertad, y esto, mirando desde el punto de vista pragmático, es muy sencillo”, refiere.

A mayor libertad, menos corrupción

Guevara explica cómo repercute sobre un gobierno el modelo liberal: “Los países más libres son los más prósperos, los más desarrollados. Así lo indican numerosos estudios realizados en todo el mundo”.


Agrega: “Los países más libres son los más prósperos, son los menos corruptos y son los que tienen mayor transparencia administrativa. Sin embargo, donde hay mayor concentración de poder, existe más corrupción”.

Además, sostiene que desde el punto de vista moral es natural que el ser humano busque su libertad. “Nacemos libres para tomar decisiones y asumir responsabilidades, y eso debe permear las políticas públicas”, afirmó.

Volviendo sobre el modelo del Socialismo del Siglo XXI, Guevara afirma: “Hugo Chávez está exportando desde Venezuela una receta fallida, es una ruta hacia la pobreza”.

Red para defender la libertad

Cómo enfrentar esta avalancha que pretende imponer una hegemonía en la región, es la tarea que diseña la red que preside Guevara. Considera que es una lucha desigual por el aparato que movilizan mediante el petrocaribe el líder del Socialismo del Siglo XXI.

Menciona que se está diseñando una red para defender la libertad y aprender unos de otros.

El método es observar las políticas públicas exitosas y difundir con mayor eficacia estas ideas.

Advierte sobre el riesgo de las imposiciones que están soportando los sectores productivos de Argentina. Es un método para desanimar las inversiones y que “los que sufrirán las consecuencias serán los sectores más vulnerables”, dice.

En cuanto a la tarea de su organización, cuenta que la red quiere demostrar las consecuencias de políticas públicas equivocadas y señalar una ruta libre para el comercio. “Con ello se logra prosperidad para los ciudadanos, porque con mayor competencia es posible una producción eficiente para abastecer el mercado local y exportar”.

Guevara reconoce que no es una tarea fácil enfrentar la propaganda del Socialismo del Siglo XXI. El movimiento de Chávez “no solo está acompañado por recursos económicos, sino hay alianza internacional que abraza con entusiasmo esta idea, que ven con simpatía a presidentes como Evo Morales, o lo que hace Chávez. Entonces, se da una tendencia a callar lo que pasa en Venezuela”, lamenta.

Afirma que es lucha desigual. “Si alguna autoridad va y le dice a un ciudadano: yo te doy casa, luz, agua y no necesitas trabajar, y otro va y le dice que tiene que procurar para vivir mejor, ¿a quién va a seguir? O si le dice: somos pobres por culpa de los ricos o por culpa del imperio; entonces, esos cuentos chinos la gente traga, para su desgracia”...

U.S.: El lado conservador de Barack Obama - por James Neilson *


MR. PRESIDENT. Obama llegó al poder con un discurso progresista, pero la crisis lo obligará a tomar medidas duras.

Para buena parte del mundo, lo que define a Barack Obama es el color de su piel, de suerte que millones están festejando su triunfo electoral por creerlo un golpe demoledor asestado al racismo residual que aún persiste en muchas partes de los Estados Unidos. Se trata de un detalle importante, sobre todo para los norteamericanos mismos, pero puesto que la mayoría ya ha confirmado que estaría más que dispuesta a votar por un negro –es decir, por alguien de ascendencia no totalmente europea–, contestando de manera lapidaria así la pregunta incómoda que durante décadas se planteaba toda vez que se discutía el drama racial estadounidense, de ahora en adelante sólo será anecdótico.

Dentro de poco más de dos meses, Obama será presidente del país más rico y tecnológicamente más avanzado del planeta, además, claro está, de ser comandante en jefe de las fuerzas armadas más mortíferas que jamás hayan existido. Lo que haga con el poder inmenso que acaban de confiarle sus compatriotas afectará de una forma u otra, para bien o para mal, a virtualmente todos los miembros del género humano.

Si bien se ha puesto de moda hablar del ocaso del imperio norteamericano y especular sobre su pronto reemplazo por China, el impacto casi inmediato en el resto del mundo de la crisis financiera que se desató en los Estados Unidos hace pensar que sería muy prematuro celebrar el próximo fin de su hegemonía. El “desacople” ha resultado ser un mito. Nos guste o no nos guste, mucho más tendría que suceder para que la superpotencia se transformara en un país cualquiera. Así las cosas, sería bueno saber algo más acerca del Presidente electo que el hecho de que sean insólitos sus orígenes étnicos como hijo de una progresista norteamericana blanca de familia cristiana y un keniata negro y musulmán que pronto se esfumaría.

A juzgar por su trayectoria, Obama es hombre de una franja particular de la izquierda iracunda norteamericana. Entre los que contribuyeron a su formación están marxistas, nacionalistas negros de opiniones truculentas, pastores fogosos e islamistas. Hizo sus pinitos políticos en el turbio ámbito demócrata de Chicago que es célebre por su dureza y corrupción. Con todo, los esfuerzos de los simpatizantes de Hillary Clinton primero y después de los republicanos por llamar la atención a tales antecedentes no motivaron mucho interés. Como suele suceder cuando un político carismático irrumpe en un escenario hasta entonces dominado por personajes grises, la mayoría de los norteamericanos, en especial los vinculados con las elites mediáticas, académicas y culturales, se sentía obligada a darle siempre el beneficio de la duda.

¿Pecados de juventud? Es posible. Por lo demás, también comenzaron como izquierdistas, por lo común trotskistas, algunos intelectuales destacados que andando el tiempo se metamorfosearon en los “neoconservadores” que disfrutaron de su hora de protagonismo durante la primera gestión del presidente George W. Bush.

De todos modos, para un joven ambicioso que quería abrirse camino en el mundillo de la política negra en la Chicago de veinte años atrás hubiera sido muy difícil asumir una postura moderada, y si hay algo que caracteriza a Obama esto es su capacidad para adaptarse a las circunstancias. Habrá aprendido de su madre, una antropóloga que se dedicó a estudiar las costumbres de pueblos ajenos, lo necesario que es guardar cierta distancia de la comunidad en que uno vive. En el transcurso de la larguísima campaña, tanto los partidarios de Obama como sus adversarios se afirmaban impresionados por la tranquilidad profesoral que mantenía en todos los muchos debates: además de asegurarse de no cometer errores graves, el autocontrol así supuesto lo ayudó a conservar el aura de misterio que andando el tiempo cautivó a la mayor parte del electorado.

Cuando Obama se creyó obligado a precisar lo que quería decir por “cambio”, la palabra clave de su estrategia proselitista, pudo salir del apuro proclamando que “el cambio soy yo” o, lo que sonaba aún mejor, “el cambio somos nosotros”. En boca de un candidato menos enigmático, tanta vaguedad hubiera provocado risas; en la suya, fue suficiente como para convencer a los oyentes de que sabía lo que sería forzoso hacer para que los norteamericanos recuperaran el optimismo, para otros ingenuo, que los ha caracterizado a través de su historia pero que últimamente los ha abandonado, y que su sabiduría le permitiría sanar una economía enferma y mejorar la imagen internacional de su país.

Conforme a las pautas de todos salvo los más cavernarios, el Obama de la campaña fue un centrista cuyas posiciones frente a la plétora de problemas que tendría que afrontar luego de alzarse con el premio no diferían mucho de las reivindicadas por su rival, John McCain. La falta de fervor revolucionario molestó mucho a sus viejos amigos de los barrios negros de Chicago y otras ciudades, pero pudieron imputarla a la necesidad del candidato de congraciarse con un electorado congénitamente conservador antes de sorprender al mundo poniendo en marcha la clase de programa radical que merecería su aprobación.

¿Los complacerá? Aunque Obama se verá respaldado por holgadas mayorías demócratas en ambas cámaras legislativas y por lo tanto no tendrá dificultad para conseguir la aprobación de las medidas redistributivas que ha prometido, es poco probable que se arriesgue demasiado. Mal que les pese a sus simpatizantes ultras, las circunstancias son más apropiadas para una gestión conservadora que para una epopeya progresista que lo alejaría del grueso del pueblo norteamericano. Como senador, se ubicó a la izquierda de su partido; como presidente, podría encontrarse a la derecha. Es que a su modo, Obama siempre ha sido un pragmático; sorprendería que a esta altura optara por lo testimonial que figuraba en su retórica altisonante. Una cosa es la campaña que ya ha terminado, otra muy distinta es la gestión que comenzará el 20 de enero del año próximo.

Le resultará fácil justificar un giro hacia el conservadurismo reclamado por las circunstancias. Obama ya era el candidato demócrata cuando se produjo el terremoto financiero que cambió por completo el panorama económico frente a los Estados Unidos y todos los demás países, sin excluir a la Argentina, pero tanto él como McCain seguirían hablando como si sólo fuera cuestión de un acontecimiento menor, de ahí las reiteradas promesas del demócrata de rebajar los impuestos del “95 por ciento de las familias norteamericanas”, de impulsar reformas costosísimas del sistema de salud y de bienestar social, de impedir que los incapaces de pagar las cuotas de sus hipotecas terminen en la calle y así largamente por el estilo. Era evidente que ninguno de los dos entendía muy bien la magnitud de lo ocurrido, aunque Obama manejó mejor la situación al aprovecharla para castigar a los republicanos como los únicos culpables del desastre. Era una verdad a medias, ya que se trataba de una obra colectiva, consecuencia de la voluntad de una proporción muy grande de la población de los Estados Unidos de seguir viviendo por encima de sus medios. Asimismo, en su condición de organizador comunitario vigoroso, Obama hizo su aporte a la debacle, presionando a los bancos a dar hipotecas generosas a integrantes insolventes de la minoría negra y otras, que está en la raíz de una crisis que llegaría a amenazar con destruir el sistema financiero mundial.

Además de formar parte del aparato demócrata que se las arregló para frustrar los intentos de algunos (entre ellos Bush –un enemigo de los banqueros de Wall Street por motivos ideológicos, razón por la que no quiso armar un paquete de rescate para la Argentina en el 2002– y McCain), de controlar con más rigor lo que hacían los gigantes hipotecarios semipúblicos Fannie Mae y Freddie Mac, Obama ha contribuido a empeorar el desempeño de las bolsas. Por ser las personas que son, quienes operan en dichas “timbas” prefieren a los gobiernos “neoliberales” comprometidos con la libre empresa a los de otro signo que son por instinto intervencionistas, cuando no estatistas, de suerte que los índices siempre suben cuando se prevé el triunfo de un conservador y bajan si parece que ganará un izquierdista.

Puede que Obama resulte ser más conservador que Bill Clinton, digamos, pero en opinión de los comentaristas de los medios preferidos por los inversores bursátiles fue acaso el candidato serio más izquierdista de la historia norteamericana. No extraña en absoluto, pues, que durante octubre las bolsas de Nueva York, Londres y otras plazas se hayan entregado al pesimismo; aun cuando los agentes económicos no temieran que cayera en cascada una retahíla de bancos colosales, llevándose consigo billones de dólares, la convicción de que Obama sería el próximo presidente hubiera bastado como para deprimirlos.

Es sin duda irónico que el sector que más se preocupaba por “el socialismo” que a su entender promovería Obama haya hecho más que ningún otro para abrirle las puertas de la Casa Blanca. Antes de cobrar fuerza la tormenta financiera, McCain había tomado la delantera en la carrera electoral y, al difundirse algunos pormenores del pasado de Obama y multiplicarse las preguntas sin respuesta, pareció que la ampliaría; pero selló su destino el cataclismo que se abatió sobre el país en la fase final del mandato de un presidente de su propio partido. Pese a sus esfuerzos, McCain no pudo despegarse ni de Bush ni de la idea de que los republicanos eran una manga de ineptos, cómplices de financistas rapaces, que habían arruinado la vida de decenas de millones de norteamericanos honestos. Puede que el asunto no sea tan sencillo, puesto que los orígenes del desastre se remontan a la presidencia de Jimmy Carter, pero como sabemos, en un período preelectoral nadie tiene tiempo para matices.

Para Obama, la recesión que ya se ha iniciado será una prueba de fuego. Si la maneja bien para que sea breve y poco profunda, merecerá la gratitud de todos y prolongará la estadía en el purgatorio de los republicanos. En cambio, si lo hace mal no tardará en verse acusado de la misma ineptitud que él, sus colaboradores y sus partidarios atribuyen a Bush y compañía. Huelga decir que Obama tendrá que suspender, hasta que el panorama se aclare, los muchos programas sociales dispendiosos que tiene en mente porque no contará con el dinero necesario para costearlos, lo que motivará protestas por parte de quienes ya están criticándolo por comportarse como “un blanco”, como si en vez de ser presidente electo de todos los norteamericanos de todos los colores aún fuera sólo el representante de una minoría étnica.

Los “obamamaníacos” estadounidenses se verán decepcionados: su ídolo no dispondrá de tanto dinero como preveía hace apenas tres meses y, por mucho que quiera estimular el consumo, sabrá que sería peligroso pasar por alto ciertos límites. Sus admiradores extranjeros también tendrán que ajustar sus expectativas. La voluntad de Obama de retirar a las tropas norteamericanas de Irak cambiará poco puesto que ya están yéndose y, de todos modos, a esta altura su participación en “la guerra” les cuesta menos bajas de las sufridas por civiles a manos de delincuentes en Chicago.

Mientras que Obama se opuso a la invasión de Irak, sigue firmemente a favor de la lucha contra los talibanes en Afganistán y, si resulta necesario, hasta en Pakistán. Tales intervenciones son costosas en términos económicos, pero no tanto como para ser insoportables para el país responsable de casi la cuarta parte del producto bruto mundial. En cuanto a “la guerra contra el terror” que ha sido el leitmotiv de la gestión de su antecesor, Obama no tendrá más opción que continuar librándola; si se le ocurriera bajar la guardia por no querer vincularse con un esfuerzo considerado propio de los halcones republicanos más belicosos, correría el riesgo de ser la víctima política principal de un eventual ataque terrorista contra el territorio de los Estados Unidos.

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