Sin noticias desde Cuba

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Miguel Pazos

Empezaba yo el nuevo año en el Blog recordando los cincuenta años de dictadura que se han visto en Cuba. Cincuenta años sin haber visto ni un asomo de democracia, ya que el duro brazo de Fidel sigue irresistible e igual de irreverente, aunque, eso sí, transferido al brazo zurdo de su hermano Raúl. El que, decían, podía ser el cambio, pero que mantiene todo igual.

Siete meses – más o menos – después de aquel artículo, las cosas en Cuba siguen prácticamente igual. Bueno, igual del todo no. Ahora la Unión Europea quita sanciones a Cuba con algún atisbo de esperanza (¿de verdad queda de eso?), y la administración Obama está dispuesta a “hablar”. Aunque, según recordó ayer Hillary Clinton, “no pueden hacer mucho más”, puesto que “Cuba tiene que cambiar”.

Yo no veo avistamientos de que vaya a cambiar la situación en Cuba por ningún lado. Al contrario. Cada día estoy viendo cómo la OEA o el ALBA están protestando y pidiendo que se restaure la supuesta democracia de Zelaya en Honduras, pero no les veo protestar y pedir lo mismo para Cuba, que lleva sin democracia más de cincuenta años. ¿Por qué no se preocupan Chávez y sus marionetas por la democracia allí?

Cuba es una isla atractiva. De allí han salido estupendos nombres de la cultura y del arte. Los que se me ocurren ahora mismo son, principalmente, relacionados con el mundo de la música: Emilio Estefan (el mayor productor musical latinoamericano de la historia), Gloria Estefan (la cantante latina, junto con Shakira, más exitosa de la historia), Bebo Valdés (genial pianista de jazz) y su hijo, Chucho Valdés, y, cómo no, la incomparable Celia Cruz.

Celia Cruz, Emilio y Gloria Estefan no pueden pisar Cuba (Celia no podía, ya que ahora descansa en paz). Todo por haber criticado en su momento el régimen castro-comunista. O por haber salido de él para buscarse la vida. Y como ellos, multitud de gente no conocida que no puede retornar. Entre ellos, otro cantante menos reconocido: Pancho Céspedes.

Salía éste último ayer quejándose de la situación, y pedía que le dejaran cantar en Cuba. Lo cierto es que en Cuba canta poca gente. Es una muestra más de la falta de progreso que ha llevado el comunismo a la isla, donde ni la – supuestamente – buena sanidad se salva. Debo de estar ciego: sigo sin ver democracia en Cuba.