El titular, Hugo Chávez y las FARC, dio la vuelta al mundo. Un acucioso análisis de las computadoras de Raúl Reyes realizado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, un reconocido centro de pensamiento británico, bajo la dirección del doctor James Lockhart Smith, será publicado en un libro titulado: “Los archivos secretos de Venezuela, Ecuador y Raúl Reyes“. Las conclusiones del estudio son realmente impactantes: la indiscutible veracidad de dichos archivos; la certeza de que el apoyo de Hugo Chávez a las FARC fue una política de Estado desde su ascenso al poder; y lo más grave, las evidencias que señalan la colaboración de las FARC con los organismos de inteligencia del gobierno bolivariano para realizar actos de terrorismo dentro de Venezuela.
En verdad, estos graves señalamientos no han provocado ninguna sorpresa en la opinión pública venezolana y colombiana. Desde que se inició el escándalo de las computadoras de Raúl Reyes nadie dudó de la veracidad de lo afirmado por el gobierno de Álvaro Uribe. Todos conocíamos que Venezuela había dado, durante más de diez años, apoyo logístico, político, territorial, migratorio y financiero a las FARC. También era público que la guerrilla, a cambio, había entrenado adeptos al régimen para que pudieran defender la revolución bolivariana, en caso de un golpe de Estado. Era imposible no tener presente la figura de Hugo Chávez, uniformado de campaña en un teatro de operaciones, reconociendo la beligerancia de las FARC.
En estos días leí un artículo titulado: “Santos: la jugada maestra” en el cual su autor el señor Alexander Cambero consideraba que Hugo Chávez había tenido que entregar al guerrillero Joaquín Pérez Becerra por la presión generada desde Bogotá como consecuencia de la detención del narcotraficante venezolano Walid Makled. Sus conclusiones fueron interesantes, pero a mi criterio totalmente equivocadas. Es verdad, que un grupo de “talibanes bolivarianos” han atacado a Hugo Chávez y las FARC debe encontrarse más que sorprendida, pero imaginarse que Hugo Chávez entregó al personaje de marras por la habilidad negociadora de Santos es sencillamente no conocer a profundidad los objetivos estratégicos de la revolución bolivariana.
Estoy convencido, que a los colombianos les está ocurriendo exactamente lo mismo que nos pasó a los venezolanos cuando no valoramos suficientemente la habilidad política y la capacidad de felón de Hugo Chávez. Es conveniente alertarlos. Ya lo dije en un artículo anterior: confundir los intereses tácticos de Colombia con los estratégicos es un error sumamente peligroso para el destino de la América Latina. Imaginarse, que el pago de una deuda empresarial o lograr el respaldo para combatir a las FARC son los problemas existentes entre Colombia y Venezuela es no entender la gravedad de lo que significa la existencia en nuestro país de un proceso revolucionario con ambiciones expansionistas y hegemónicas. No estoy exagerando. Es sencillamente, la verdad.
Los que están batiendo palmas, pensando que la entrega de Joaquín Pérez Becerra es una derrota de la revolución bolivariana, deseo recordarles que, hace casi dos años, Hugo Chávez le pidió a las FARC desmovilizarse y buscar el camino electoral como la vía posible para alcanzar el poder. No lo quisieron hacer. Son muchos los intereses en juego para entender sus razones. Lo que sí hay que saber es que, desde hace varios años, los sectores de la izquierda marxista mundial, han visto el proceso revolucionario bolivariano con particular interés e intervienen activamente en su dirección. Esos sectores entendieron hace años que la vía armada era un camino equivocado que había comprometido en la década de los sesenta a la revolución en la América Latina.
La vía electoral les ha dado importantes triunfos: Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua. El destino del Perú es todavía una interrogante, pero en estos años estuvo en riesgo hasta México. El problema más delicado que tiene que enfrentar esa izquierda es la elección venezolana. Las encuestas muestran que Hugo Chávez tiene posibilidades ciertas de perder. El régimen se ha venido preparando para enfrentar esta situación, no sólo a través del ventajismo electoral, sino mediante un posible desconocimiento del resultado. Esa acción requiere de cierto respaldo internacional. De allí que sea necesario dejar a un lado cualquier vinculación con grupos terroristas. Ojalá el presidente Santos entienda esta realidad y deje de llamar a Hugo Chávez “su nuevo mejor amigo”…
Argentina: Rotos por dentro
Argentina: Rotos por dentro – por María Zaldívar
Un rápido paneo sobre los personajes de la actualidad que taponan las pantallas de nuestros televisores provoca, en el mejor de los casos, desolación.
Eduardo Duhalde, el padre de la pesificación asimétrica y de Néstor Kirchner se ha transformado, por imperio de las comparaciones, en nuestro Winston Churchill. Primero avaló la mayor estafa que registra la historia económica moderna, movida que empujó a la pobreza extrema a millones de personas al tiempo que provocó una importante transferencia de riqueza de los pobres hacia las arcas de los grandes deudores. No satisfecho con su contribución a esa página memorable de la Argentina reciente, apadrinó la llegada a la presidencia de un agrisado caudillo provinciano que contaba con nula trascendencia nacional y pésimo concepto local. Entonces, el promotor de las dos grandes tragedias de fin de siglo y que cualquier país del mundo descartaría por siniestro, hoy luce para la sociedad argentina como la esperanza blanca. Es que suena moderado y hasta prudente; escribe libros aconsejando lo que hay que hacer como si supiera y viaja por el mundo para aprender lo que debería haber sabido cuando se encaprichó con ser presidente.
De la misma microesfera emerge Gabriela Micchetti, un subproducto de la transversalidad “proísta” cuyo pasado político no existe, su futuro es incierto y su presente, difuso. Vino con las huestes de Mauricio Macri, ambos embanderados en la muletilla de “somos jóvenes y nunca militamos” cosa de disfrazar de virtud la carencia de experiencia y hasta de pericia. Tras dejar de lado su admiración x el frepasista Carlos Auyero y por Elisa Carrió, Michetti se volvió el “jocker” del macrismo. En cada elección la prueban donde necesitan una figura colectora de votos. En ese contexto arrancó en 2007 pidiendo a los porteños el voto para hacer realidad, en cuatro años de mandato, los sueños que abrigaba para Buenos Aires. Una vez que se le dio, debía encargarse de acompañar la gestión ejecutiva y presidir la Legislatura local, pero a los dos años (luego de uno plagado de licencias) volvió a sonreír a los porteños para explicarles que era imperiosa su mudanza al Congreso Nacional. Los vecinos creyeron, tal como el partido lo planteaba, que la Cámara de Diputados no sería lo mismo sin ella, que la legislación nacional bramaba por su influencia y le volvieron a dar el gusto. Allá fue entonces Michetti abandonando el mandato antes de lo previsto y dejando la ciudad en manos de un jefe de gobierno part time y la Legislatura en manos de un demócrata progresista con quien comparte el raquitismo en experiencia de gobierno y administración.
Hoy ya está dispuesta a una nueva candidatura, la que sea porque ella es como la “compota”, buena para todo. Falló su desembarco en la Jefatura de Gobierno pero podría ser vicepresidente. Dos años fueron suficientes para descollar en la labor legislativa y se apresta a encarar nuevos desafíos. Siempre con una sonrisa.
Francisco de Narváez es también un personaje curioso de la nueva horneada de políticos “cool” que deambulan por estos días. Tras una entrada tardía en esto de la cosa pública ha contribuido con la felicidad de los Kirchner que no han recibido de él más que beneficios. Lleva seis años ocupando una banca de diputado que no ha servido para frenar el avance autoritario ni ha sido usina de grandes ni de pequeños proyectos. Aglutinó a la oposición para ganarles en 2009 y, a dos años de aquel batacazo, un escéptico concluye que fue infinitamente más útil al “modelo” que a sus adversarios, hoy deshilachados en gran medida, por los buenos y destructores oficios del “colorado”. Si se descarta la posibilidad de componenda con el oficialismo no se entiende qué cosa lo enfrenta hoy con sus aliados de ayer tanto como para dinamitar el polo anti-kirchnerista que había conformado alrededor suyo con algunos peronismos y amigos del barrio. Si no es adrede, igual merece un agradecimiento desde la más alta jerarquía K por dedicarse a embarrar la cancha desde que desembarcó, un día cualquiera sin demostrar con claridad hasta ahora, para qué.
Ricardito es un personaje de difícil análisis. Sus merecimientos son contradictorios. Merece atención a partir de la gravitación que adquirió tras la muerte de su doble, o sea su padre y merece que se lo ignore por sus escaseces personales. Alfonsín es la exaltación del “emberretamiento” de la política: la elección del peor entre los malos; tanto que no se entiende por qué mira con recelo a los Macri boys; él también hace gala de una página en blanco en materia de experiencia política aunque sea tal vez, la página más prolija que pueda mostrar de sí y de su conducta pública.
Podemos seguir barajando y destapando cartas o caras y serán siempre repetidas y sombrías: Das Neves, que todavía está tratando de explicar cuánto esfuerzo hay que hacer para ser dueño del mazo, hacer trampa y que te descubran. O Felipe Solá, ex duhaldista, ex menemista, ex kirchnerista y ex aliado de Macri y de Narváez. O Rodríguez Saa, el liberal del peronismo, fiel únicamente a sí mismo, a los extraterrestres con los que asegura tener contacto y a su hermano, el ex novio de la turca Sasin; dos impresentables que hicieron de la provincia en la que reinan un feudo donde todo les pertenece en la complicidad de los tentáculos de un estado benefactor-proveedor-depredador que toma y reparte “a piacere”.
Del oficialismo no queda demasiado novedoso por decir y casi es preferible obviarlo porque siempre es ingrata la referencia al peor de la clase. En lo personal, me sigue impresionando la prolijidad con que exaltan las mezquindades humanas. Con ellas y su absoluta falta de escrúpulos aprovechan para denigrar el sistema de valores que compartimos alguna vez los argentinos y del que ya no quedan, en muchos casos, ni recuerdos. El kirchnerismo, etapa superior del peronismo, ha concluido de plasmar el mayor estrago social que se registre en nuestra historia, y que empezó con el advenimiento de Perón.
El peronismo contagió sus bajezas a toda la clase política pero hasta no hace mucho tiempo, aunque sea en privado, aún se solía reconocer la diferencia entre la biblia y el calefón. El kirchnerismo consiguió alterar la definición del bien y del mal y adormeció a puro consumo a una población inculta y empobrecida de principios que aceptó mansamente las nuevas acepciones. Lo peor del peronismo, hoy en el gobierno, ha creado un vínculo tácito con sus votantes con quienes intercambian permisos para la inmoralidad.
En medio de una anomia desmoralizante, la sociedad se apresta a votar a quien le prometa mantener vivos el festival de planes de vagancia y los subsidios (no sea cosa de pagar por lo que se consume) y le garantice calma frente a las docenas de cuotas que penden sobre la cabeza de la clase media, endeudada hasta el tuétano. Mientras tanto, no se inmuta por la cantidad de delincuentes que entran a través de nuestras laxas fronteras, ni por los documentos que la autoridad política volantea a destajo; no se inmuta por los miles de puestos de trabajo que le quita esa mano de obra cuasi esclava a los argentinos ni las villas urbanas que engrosan. No se inmuta por la droga ni por el paco, por la inseguridad ni por la corrupción policial, la corrupción judicial y la corrupción política. No se inmutan por el atropello a las instituciones, por los permanentes recortes a la libertad individual ni por los aprietes a la prensa.
Sólo puñados vemos con enorme preocupación el futuro cercano y con enorme tristeza y alivio que todavía sigan siendo dos las salidas al destino en que la Argentina está emperrada: Ezeiza y Puerto Nuevo.
Venezuela: Irán estaría construyendo base militar en Estado Falcon
Venezuela: Irán estaría construyendo base militar en Estado Falcon – EJU.TV
El diario alemán Die Welt asegura que Hugo Chávez y Mahmud Ahmadinejad firmaron un acuerdo militar secreto. Según detalla, Teherán construye en el estado de Falcón plataformas para el lanzamiento de misiles.
La base se estaría construyendo en la Península de Paraguaná, ubicada en la costa venezolana, a 120 kilómetros de Colombia. Hasta allí llegaron en febrero pasado ingenieros de la firma de construcción Khatam al-Anbia, de propiedad de la Guardia Revolucionaria iraní, según informó Die Welt. Amir al-Hadschisadeh, jefe de la Fuerza Aérea iraní formó parte de la comitiva. El diario asegura haber conseguido los datos gracias a infiltrados en los organismos de seguridad de Irán.
Plataforma para lanzamiento de misiles
Esta base, con plataformas para lanzamientos de misiles de mediano alcance, incluirá un sofisticado sistema para prevenir ataques aéreos a Venezuela, así como operaciones comando y estaciones de inteligencia enemigas. La participación militar iraní en este proyecto, además de la construcción de silos con profundidad de 20 metros para los misiles, incluye la construcción de bunkers, barracas y torres de vigilancia.
Costo millonario del proyecto
“El costo del proyecto será pagado con dinero producto de la venta de petróleo iraní. Teherán ya pagó en efectivo por la fase preliminar del proyecto, y el costo total se calcula en docenas de millones de dólares”, escribió el periódico alemán. Los Guardias Revolucionarios son una rama del ejército de Irán, fundada luego de la Revolución Islámica. Cuenta con 125 mil miembros activos, incluyendo el personal de tierra, aire y las fuerzas navales. Su influencia en los asuntos de orden social, político, militar y económico durante la administración de Ahmadinejad, especialmente en las elecciones presidenciales de 2009 y en la represión de las protestas posteriores.
Colombia: Santos, no te reconozco –
Colombia: Santos, no te reconozco – por Adolfo Salgueiro
¿Será que cobrar cientos de millones de dólares justifica rebajarse hasta la indignidad?
Si este columnista fuera Canciller de Colombia declararía exactamente lo que dijo la señora Mariángela Holguín a propósito de las revelaciones publicadas en el libro del IISS (Instituto Internacional de Estudios Estratégicos) de Inglaterra acerca de la sospechada y sospechosa cercanía y/o cuasi-complicidad entre el gobierno de Chávez y las FARC. Ella expresó que esa historia era “página pasada” en las relaciones bilaterales y que por tanto solo queda a los países mirar hacia adelante para impedir que las nuevas armonías colombo-venezolanas puedan ser dañadas. Agregó también que la decisión de reunir el material de las computadoras de Raúl Reyes y entregarlo a la prestigiosa institución británica era del “gobierno anterior” por cuya razón el actual nada tiene que ver con el asunto. ¿Será que Juan Manuel Santos no fue Ministro de Defensa y motor del operativo Fénix que dio de baja a Reyes?
Pero como quien esto escribe no es el Canciller de Colombia sino apenas un ciudadano venezolano militante incondicional de la democracia y con aceptable memoria histórico-política, por eso afirma que la declaración de la refinada dama, cuanto menos, da asco y revuelve el estómago porque lesiona la dignidad de la Ministra, de su país y del nuestro revelando el inaceptable grado de cinismo al que puede llegarse en el ejercicio del pragmatismo que es tan consustancial con la política en general y las relaciones internacionales en particular, aun cuando hoy se pretende dignificarlo con el nombre de “real politik“. Falta que Santos repudie la muerte de Reyes que él mismo orquestó y que salga lamentando la de Bin Laden.
A continuación algunas interrogantes: a) ¿No fue Santos, Ministro de Uribe, quien mandó reunir los discos duros requisados por la operación Fénix en el campamento donde fue abatido Raúl Reyes? ¿Lo hizo para que apenas meses después se diera por “pasada la página”?
b) ¿No fueron Santos y su presidente Uribe quienes mandaron examinar los archivos digitales por Interpol para determinar si su contenido provenía del faccioso. No fueron ellos quienes expresaban indignación por que Chávez guabineaba con todo aquello?
c) ¿Será que el gobierno de Uribe y el de Santos son de partidos políticos rivales y que la administración oficial colombiana del segundo nada tenga que ver con la del primero y pueda deslindarse olímpicamente?
d) ¿Será que cobrar varios cientos de millones de dólares que Venezuela adeuda a exportadores colombianos justifican rebajarse hasta la indignidad?
e) ¿Será que la recuperación del gran saldo favorable a Colombia en el comercio bilateral justifica dejar de lado el discurso principista?
f) ¿Será que la entrega sumaria a Colombia del faraco sueco/colombiano Sánchez Becerra sin juicio ni proceso sea parte de la contraprestación del silencio neogranadino?
g) ¿Será que cuando el Júpiter de Sabaneta desate sus próximos truenos y relámpagos persista aquello de que somos “mejores amigos”?
Señora Mariángela, Ud. tiene derecho a declarar como lo hizo. Por ello mismo nosotros tenemos derecho también a que nos desagrade y a tener disgusto con su persona y su gobierno.
Terrorismo made in Mexico
Terrorismo made in Mexico
Estas cuatro estampas de estrategias terroristas se han incorporado a la atribulada vida del país en los últimos años sin provocar demasiado asombro.
El terrorismo en México no tiene un antes y un después. El calendario nacional carece de su “11 de septiembre”, y el fenómeno no tiene una forma definida en la imaginación ciudadana, tal como sucede en Estados Unidos con Al Qaeda y otros grupos islámicos radicales. Pero si en México no hay Torres Gemelas derrumbadas, sí hay ductos petroleros que estallaron en pedazos, plazas públicas blanco de granadas, cajeros bancarios humeantes y cadáveres desfigurados.
Definido por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como un método, no como una ideología, el terrorismo es una estrategia concreta para propiciar la generación del miedo en aras de posicionar algo, ya sea una demanda política, una mayor ganancia económica, una reivindicación moral o el mantenimiento de un Estado. Un grupo mexicano de especialistas, agrupados en el Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia, dio a conocer en 2009, como parte de los resultados de la primera encuesta de temas de seguridad nacional en el país, que apenas el seis por ciento de los mexicanos consultados consideran al terrorismo una amenaza seria para la seguridad nacional.
A pesar de esto, si bien en México hoy las acciones terroristas obtienen abundante cobertura mediática, éstas no se inventaron en los últimos años: el escritor Luis González de Alba recuerda en uno de sus ensayos que el terrorismo nacional lo realizaba el Ejército, cuando ahorcaba cristeros a lo largo de caminos públicos para que sirvieran de ejemplo a otros alzados, pero también lo cometían los propios cristeros cuando empalaban a maestros rurales que defendían la educación laica.
Actualmente tampoco hay un monopolio en el uso del terrorismo en México. Se trata de un espectro en crecimiento y competido, donde algunos casos son más emblemáticos que otros.
1.- LOS DUCTOS DE PEMEX
La próxima semana se cumplirán cuatro años de la desaparición en Oaxaca de los guerrilleros del Ejército Popular Revolucionario (EPR), Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz. Según la denuncia, el 25 de mayo de 2007, entre las 20 y 22 horas, en una acción fortuita de la policía, Reyes y Cruz fueron detenidos. “Estos compañeros militantes están siendo torturados de manera brutal en las oficinas de la PGR (Procuraduría General de la República) por el Ejército, la AFI (entonces Agencia Federal de Investigación) y por agentes norteamericanos que fungen como asesores de la policía y el Ejército”, se aseguraba en el escrito repartido vía internet el dos de junio de ese año. A la semana de su desaparición, el EPR inició la difusión de una serie de comunicados exigiendo su presentación con vida.
Un funcionario del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), consultado en ese entonces, minimizó los hechos y dijo que el grupo armado más antiguo del país era tan sólo una guerrilla de papel. Hasta que a partir del 10 de julio de ese mismo año el EPR se adjudicó los ataques con explosivos contra instalaciones de Petróleos Mexicanos: “A nuestro pueblo le informamos que las acciones de hostigamiento no pararán hasta que el gobierno de Felipe Calderón y el de Ulises Ruiz presenten con vida a nuestros compañeros Edmundo Reyes Amaya y Raymundo Rivera Bravo o Gabriel Alberto Cruz Sánchez, detenidos-desaparecidos desde el 25 de mayo en Oaxaca”.
“La guerrilla de papel”, que semanas después atacaría otras instalaciones petroleras en Veracruz y Tlaxcala, provocó un importante daño en la principal área de producción del país. A la fecha, el gobierno federal se ha negado a dar a conocer el monto total de la avería, aunque extraoficialmente se habla de varios millones de dólares.
El EPR consiguió así que sus 13 comunicados anteriores fueran finalmente leídos por las autoridades. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) hizo una investigación y una serie de recomendaciones a las autoridades estatales y federales, la PGR detuvo a algunos policías oaxaqueños para interrogarlos y el comandante de la zona militar de Oaxaca, el general José Manuel Gutiérrez Oropeza, fue jubilado del Ejército y enviado a realizar tareas administrativas a Telégrafos Mexicanos. Se creó una Comisión de Mediación antes de que el caso regresara al olvido.
Pese a que el ex procurador Eduardo Medina Mora aseguró que estaban cerca de encontrar a los responsables de los atentados, nadie ha sido detenido. Dentro de la estructura del EPR, a los miembros del comando que ejecutó estas acciones se les conoce como los zapadores y forman parte de lo que se conoce como “guerrillas dispersas”. En el documento “Nuestra estrategia y táctica militar”, elaborado por la comandancia general del grupo insurrecto, se registra un apartado especial dedicado a ellos: “Los elementos que cuenten con mayor desarrollo político e ideológico deben saber colocar los explosivos y la detonación, de ahí que deban saber operar en lo rural y urbano”, dice.
Los integrantes de estas células guerrilleras no necesariamente viven en la clandestinidad, y pueden tener una actividad rutinaria como fachada, vivir con una familia y solamente atender llamados esporádicos para realizar acciones concretas. Cuando se les ordene deben tener disposición al combate, iniciativa y creatividad para el accionar militar, así como conocer el lineamiento político militar de la organización y estar por voluntad propia. Las acciones de sabotaje no son comandadas por ellos, sino por algún elemento de la “guerrilla concentrada”, que es como se le llama en el documento al núcleo dirigente del EPR. Esto se hace “para que las operaciones sean exitosas y así destruyamos las fuerzas del enemigo y conservemos las nuestras”.
2.- LA PLAZA DE MORELIA
Aunque el narco ya había probado su capacidad de sembrar terror en 2006 en el mismo Michoacán, cuando en la discoteca Sol y Sombra de Uruapan fueron arrojadas cinco cabezas humanas sobre la pista de baile, al tiempo que los cárteles de la droga se daban cuenta de lo sencillo que era usar Youtube para difundir videos de torturas y decapitaciones de sus rivales, no fue sino hasta el 15 de septiembre de 2008 cuando se supo de forma contundente en que el narcotráfico mexicano había decidido incluir en su repertorio acciones terroristas contra la población civil inocente.
Siete personas murieron y 132 quedaron heridas al ser lanzadas dos granadas de fragmentación en la plaza donde cientos de personas celebraban el tradicional Grito de Independencia que, al momento de los estallidos, daba el gobernador Leonel Godoy. A partir de ese momento, los mensajes enviados vía internet advirtiendo de ataques contra discotecas o bares de ciudades como Monterrey o Cuernavaca empezaron a ser tomados en serio.
Al poco tiempo, el retrato hablado de quien cometió el ataque terrorista más grave del México actual desapareció. El o los autores de los bombazos siguen libres, así como sus autores intelectuales. Los sospechosos según la opinión pública, La Familia Michoacana y Los Zetas, se deslindaron y acusaron mutuamente de los ataques a través de mensajes electrónicos y mantas colocadas en avenidas transitadas de Morelia. En el Cisen dicen que alguno de estos grupos dice la verdad y que el otro miente.
Una semana después del atentado, la PGR anunció que habían sido detenidos tres de los responsables en Apatzingán. Los hombres dijeron ante las cámaras que habían sido ellos y que eran miembros de Los Zetas, pero en las declaraciones ministeriales rechazaron haber cometido el ataque y afirmaron haber sido torturados por la policía para declararse culpables ante los medios de comunicación. Ninguno de los tres señalados ha sido sentenciado por los hechos.
El ataque representó un cambio en la estrategia del narco, cuya principal misión años atrás era “evitar que se calentara la plaza”. El narco era antes, por así decirlo, antiterrorista; uno de los capos que encabezó por años al cártel de Sinaloa, Miguel Ángel Félix Gallardo, cuenta en sus memorias que cuando empezaron a ocurrir masacres en Sinaloa él personalmente se dedicó a investigar quién las estaba cometiendo, hasta que dio con la banda y la entregó a la policía. En ese entonces, el narcotráfico estaba, como se dice, bien organizado y controlado, y se buscaba hacer negocio, no que hubiera miedo ni mucho menos terror.
De acuerdo con la encuesta de seguridad nacional de 2009, dos de cada tres mexicanos definieron como atentados terroristas los sucesos de la noche del 15 de septiembre en Morelia. Los ataques indiscriminados con granadas a plazas y lugares públicos en ciudades en disputa por el narco han seguido ocurriendo, aunque ninguno ha provocado un número tan alto de personas fallecidas como sucedió en Michoacán.
Los asesinatos extremos (considerados por algunos especialistas como terrorismo de baja intensidad) también se han vuelto cotidianos, al grado de que México, junto con Irak, registra la mayoría de las decapitaciones ocurridas en el planeta en lo que va del siglo XXI: sierras eléctricas, sables, cúteres, cuchillos usados para cortar cebolla, alambre y hachas de bosque han sido utilizadas para este fin. Veracruz, Michoacán y luego Guerrero son los lugares predilectos de “los cortadores de cabezas”, quienes han dado pie a ensayos sociológicos y antropológicos que tratan de descifrar la crueldad mexicana. El hombre sin cabeza, de Sergio González Rodríguez, es el libro que quizá mejor analiza esa forma de narcoterrorismo a la cual los estratos sociales poco importan, ya que los decapitados pueden ser familiares de políticos o carpinteros, empresarios o mecánicos, abogados o campesinos, albañiles o militares de élite, sicarios o policías. Y en México —a diferencia de Irak, donde las decapitaciones solamente se exhiben en videos—, una vez desprendida una cabeza puede ser colocada en la entrada principal de un pueblo, en la Secretaría de Finanzas, enfrente de un periódico, en una cruz a la orilla del camino, en la pista de baile de un burdel o frente a un cuartel militar. En videos subidos a Youtube por narcotraficantes del cártel del Golfo, se realizan fotomontajes donde quien termina siendo decapitado es el propio presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Reportes internos del gobierno federal alertaron desde principios de 2009 del uso de “técnicas de terrorismo árabe” por parte de muchos sicarios de los cárteles de la droga, pero no fue sino hasta el nueve de mayo de ese año cuando la idea fue planteada públicamente por el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, durante una comida con corresponsales de la prensa extranjera. En esa ocasión el funcionario dijo que los cárteles mexicanos habían copiado la estrategia de la organización terrorista Al Qaeda, a la cual se responsabiliza de los atentados del 11 de septiembre en contra de las Torres Gemelas. “Han buscado tener una estrategia mediática, bajo la óptica y esquema de tipo terrorista, para impactar a la comunidad y por supuesto intimidar a sus contrarios, así como a las autoridades”, afirmó quien ha sido el hombre clave en las políticas de seguridad del país durante casi una década.
3.- LOS CAJEROS DEL DISTRITO FEDERAL
La mala calidad de los artefactos que apenas lograron estallar en sucursales bancarias de la Ciudad de México en el otoño de 2010, hizo que los peritos capitalinos descartaran, casi desde el inicio, que se tratara de algún grupo del crimen organizado o de la guerrilla tradicional. Internet ayudó a los agentes capitalinos a confirmar esto, cuando grupos de personas ecologistas y protectoras de animales reivindicaron las acciones de sabotaje que incluyeron el ataque a una agencia de automóviles y a una exclusiva boutique de Polanco.
Por primera vez grupos mexicanos habían decidido participar de manera activa y marcar el Día Mundial de la Tierra, sobre todo después de la masacre de animales ocurrida el 23 de febrero en el departamento del “animalista” (defensor de los derechos animales) Javier Cervantes, en Jaltenco, Estado de México, unos meses atrás. Las células estaban formadas en su mayoría por jóvenes que creen que con “acción directa” —como definen a sus atentados, considerados por especialistas “ecoterrorismo” pese a su escaso impacto— conseguirán la liberación de los animales de México, a quienes ellos ven como hermanos de los seres humanos.
La matanza de animales en Jaltenco, presuntamente realizada por policías del Estado de México, se convirtió en la bandera de la causa y el detonante para que esas células formaran la Coordinadora Informal de Grupos e Individuos por la Liberación Animal y de la Tierra, con presencia en Distrito Federal, Estado de México, Jalisco y Guanajuato, estados en donde ha realizado atentados que van del robo (rescate, dicen ellos) de conejos o de gallinas de granjas, hasta ataques con bombas molotov contra camiones de las perreras o bien la destrucción de casetas de Telmex.
A diferencia de otros países de Primer Mundo como Estados Unidos e Inglaterra, el ecoterrorismo, término utilizado en la jerga oficial para nombrar a las acciones violentas hechas por grupos ecologistas, era visto con extravagancia en México. Hasta septiembre de 2010.
4.- EL DEPARTAMENTO EN ALTITUDE
Arturo Beltrán Leyva, quien había abandonado el cártel de Sinaloa para emprender un camino propio en el convulsionado mundo del narcotráfico, fue abatido en su departamento del fraccionamiento Altitude, de Cuernavaca, Morelos, el 16 de diciembre de 2009. Cuando los reporteros llegaron a la escena encontraron el cadáver del capo con joyas amontonadas en el pecho y billetes estadunidenses dispuestos ordenadamente sobre lo que quedaba de su estómago. La imagen que dio la vuelta al mundo no fue la del cadáver del capo, sino la del humillado cadáver del capo.
El asesinato de Beltrán Leyva representa, de acuerdo con funcionarios consultados, el inicio de una nueva etapa en la estrategia de operación del gobierno en la guerra contra el narco lanzada por el presidente Felipe Calderón: a partir de diciembre de 2009 tanto la Marina Armada como el Ejército Mexicano tuvieron una mayor presencia en las operaciones sobre el terreno del combate y, a la par, mayores señalamientos por abusos, no sólo el de la alteración del cuerpo de Beltrán Leyva, sino también por presuntas desapariciones de detenidos y, en algunos casos, ejecuciones extrajudiciales, como fue el caso de Jorge Martínez Compeán —dado a conocer por MILENIO Diario de Monterrey—, un hombre de 26 años aprehendido por la Marina en Santa Catarina en marzo de 2010, y quien pocas horas después apareció asesinado en un terreno baldío.
Este caso es uno de los ochos asesinatos denunciados en febrero de 2011 en Washington DC por Human Rigths Watch (HRW). El organismo internacional, tras enviar a una comisión investigadora al norte de México durante varios meses, concluye en el reporte que militares y policías habrían usado de forma ilegítima la fuerza letal bajo su poder. Además, HRW documenta la participación de elementos de las fuerzas armadas en una decena de desapariciones ocurridas en el mismo estado, también en 2010.
En México, la cifra de desaparecidos durante los últimos cuatro años es confusa. Mientras la CNDH reconoce poco más de cinco mil personas, las organizaciones no gubernamentales hablan de 10 mil en adelante. Estas desapariciones masivas son consideradas también actos terroristas. González de Alba los define así: “Es terror mantener por decenios a madres y a padres, a hermanos y hermanas buscando a quien desapareció sin rastro de proceso ni de aplicación de las leyes. Es terror para que, quienes sientan la tentación, se lo piensen dos veces. Y es terror de Estado”.
El terrorismo en la ley mexicana
En el Diario Oficial de la Federación del 28 de junio de 2007 se publicaron las reformas al Código Penal Federal, en cuyo Libro Segundo, Título Primero, “Delitos contra la seguridad de la nación”, Capítulo VI, “Terrorismo”, artículo 139, se tipifica este delito. Allí se establece la pena de prisión de seis a 40 años y hasta mil 200 días de multa “al que utilizando sustancias tóxicas, armas químicas, biológicas o similares, material radioactivo o instrumentos que emitan radiaciones, explosivos o armas de fuego, o por incendio, inundación o por cualquier otro medio violento, realice actos en contra de las personas, las cosas o servicios públicos, que produzcan alarma, temor o terror en la población o en un grupo o sector de ella, para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad para que tome una determinación”. La misma sanción se aplicará a quienes, directa o indirectamente, con conocimiento de causa, apoye con recursos de cualquier naturaleza a quienes cometan actos terroristas en el país.
En los artículos 139 Bis y Ter se establecen las penas a quien encubra a un terrorista y a quien amenace con cometer este delito. Asimismo, en los artículos que van del 148 Bis al 148 Quáter se estipulan las penas para quienes perpetren o colaboren en la ejecución de actos de terrorismo internacional, entendiendo por éstos a los que se realicen en nuestro territorio en contra de bienes o personas de un Estado extranjero o de cualquier organismo u organización internacionales.La vuelta (con venganza) de Fujimori
La vuelta (con venganza) de Fujimori
Si Keiko, hija del delincuente y ex dictador, alcanza la presidencia de Perú, significará el retorno de su padre a la vida pública: “Como el dinosaurio de Monterroso, siempre estuvo allí”, advierte el autor.
La posibilidad de que Keiko, la hija del ex dictador peruano-japonés Alberto Fujimori, pueda ser elegida Presidenta de Perú gracias al apoyo de las clases más adineradas, los exportadores de minerales y hasta las autoridades eclesiásticas, supera en violencia y desamparo a cualquier novela de Mario Vargas Llosa. La derecha, con buena conciencia y mala fe, pero también los sectores de clase media urbana, han polarizado el país entre Lima, pro-Fujimori, y las regiones pro-Ollanta Humala. La hija de Fuji promete continuar el desarrollo neoliberal que ha atraído a las inversiones, aunque también la desigualdad del ingreso que mantiene a 25 por ciento de la población pobre. Humala promete mejorar la distribución, con lo cual es caricaturizado como un nuevo Chávez, estatista y populista, y si gana Keiko su padre será indultado y volverá a la escena política: como el dinosaurio de Monterroso, siempre estuvo allí.
Recuerdo que en una pausa de la Cátedra Cortázar, de la Universidad de Guadalajara, Felipe González contó que Alberto Fujimori, por entonces prófugo del Perú, le había propuesto un plan de cooperación entre el gobierno peruano y el español con tal detalle y convicción que lo creyó verdadero. “A mí también me engañó”, confesó Felipe, con entusiasmo, como si eso fuera la prueba máxima de su capacidad de creer.
Carlos Fuentes repasó con elocuencia su galería de dictadores mexicanos pero tuvo que reconocer que Fujimori era imbatible en la mentira. Fue entonces que García Márquez, como siempre, necesitó decir la última palabra: “He escrito una novela sobre Fujimori”, dijo, “y se las voy a contar”. Ésta es la novela o, más bien, como la recuerdo hoy:
“Había una vez en el Japón un niño muy astuto que deseaba ser rico. ‘¿Qué puedo hacer para volverme rico?’, se preguntó; y se respondió: ‘Tengo que ser Presidente de algún país lejano’. Le dio vueltas a su globo terráqueo buscando un país capaz de elegirlo, y puso su dedo sobre el Perú. Fue al Perú, lo eligieron, se hizo rico, y volvió al Japón”.
Todos rieron. Yo sentí la punzada de esa vergüenza nacional que le debemos a Fuji, me temo que para siempre.
Antes de su fuga, posterior captura y amenaza de su retorno, en Santiago de Chile, en una comida, un empresario me había contado que él y sus socios no invertían más en el Perú. Las comisiones que esperaba el gobierno, explicó, son mayores que el margen de ganancias.
No se podía salir a comer en Santiago sin tener que padecer historias sobre la corrupción en el Perú. Felizmente, para empatar con Chile, se descubrió que Pinochet no había sido menos corrupto: sus cuentas bancarias secretas revelaron que sus prédicas de la economía liberal, los valores de Occidente y la familia cristiana fueron una burla del pacto de resignación chilena. Chile recuperó la dignidad jurídica cuando su Poder Judicial nos devolvió a Fujimori. Ningún limeño, por mazamorrero que sea, podrá olvidar la lección de dignidad, esa emoción insólita, que fueron las marchas populares contra la corrupción y el asesinato. Todos hemos lavado la bandera nacional.
Es cierto que tratándose del Perú cualquiera, alguna vez, se ha equivocado. Pero entonces la vuelta de Fujimori pertenece a otra dimensión del error: a la extirpación de la memoria civil. ¿Qué sentido político tiene el actual éxito económico si el modelo necesita a Pinochet o a Fujimori? Hasta los economistas de Chile reconocen hoy que tienen una pobreza endémica. En el Perú, históricamente, el avance del sector moderno ha robustecido al sector más conservador, a las clases dominantes y a sus alianzas, a costa de los sectores emergentes, cuya modernidad limita con sus pocos recursos, no con su creatividad. Es suicida creer que el fujimorismo puede hacerse cargo del futuro en descargo del pasado: nunca el futuro se ha construido abriendo las cárceles.
Que Pedro Pablo Kutzinsky diga que Fujimori ha hecho cosas malas pero también cosas buenas es relativizar el mal, o sea, internalizarlo. Y luego, que Hernando de Soto se juegue el peso que tiene porque Keiko promete implementar su idea de un título de propiedad para cada peruano informal, es suponer que el fujimorismo (socialmente un clientelismo impune) es titulable. Pero que el Cardenal le eche en cara su juventud izquierdista a Mario Vargas Llosa por decir lo que piensa sobre Fujimori, es exonerar, con la otra mano, el pasado del diablo. La próxima gran novela de Mario tendría que ser sobre la debacle moral de una clase social doméstica, su prensa filistea y su corte de milagros mercantil.
Yo nunca he conocido a un fujimorista. Pero si Lima, que los conoce, vota por ellos en contra del Perú de las regiones, que los rechaza, demostrará cuánto puede retroceder la conciencia democrática y qué poco adulta puede ser la moral pública. Cada uno tiene derecho a votar por quien quiera, pero debe ser responsable de las consecuencias: si mañana, al despertar, encuentra al dinosaurio en Palacio, le deberá una buena explicación a sus fujinietos.
Captura del Chapo Guzmán, prioridad del gobierno: PGR
Marisela Morales rechaza que se proteja al líder del cártel de Sinaloa
Captura del Chapo Guzmán, prioridad del gobierno: PGR
La procuradora general de la República, Marisela Morales, rechazó que se proteja a Joaquín El Chapo Guzmán y sostuvo que su captura es una prioridad del gobierno federal, aunque haya blancos más difíciles de atrapar por la forma en que se esconden.
Indicó que si supiera el paradero del narcotraficante que se fugó del penal de Puente Grande, Jalisco, en 2001 no podría revelarlo, y recordó que su ubicación es trabajo de las dependencias responsables de realizar labores de inteligencia.
Morales aseguró que el trabajo del gobierno federal para capturar a los líderes de organizaciones criminales ha dado buenos resultados, porque ha sido posible detener a un importante número de ellos.
Ante la pregunta sobre la percepción de que Guzmán Loera tiene protección de las autoridades, respondió: “¡No, claro que no! Hay blancos que son más difíciles de atrapar precisamente por la forma en que se esconden, pero se ha detenido a gente muy íntima, muy cercana a El Chapo.
“Es de esta manera como también se está atacando la estructura de El Chapo, pero también todas estas investigaciones, por supuesto, son tendientes a encontrarlo a él, pero en eso se continúa trabajando y se va a seguir hasta lograr el objetivo”, señaló.
Interrogada sobre el lugar en el que se esconde el líder del cártel de Sinaloa, Morales indicó: “Si supiera, por supuesto, no podría decirlo, pero se han tenido varios datos y en eso está trabajando cada una de las dependencias que tienen inteligencia (sic), que comúnmente detienen a diversos narcotraficantes; en eso están trabajando, es una de las prioridades que existen en el gobierno federal”, sostuvo.
Entrevistada en Los Pinos luego de acudir a la inauguración del tercer Foro sobre Seguridad y Justicia, la titular de la PGR recordó que recientemente se detuvo al consuegro de Joaquín Guzmán Loera y algunas personas importantes en esa organización.
También recordó que el gobierno federal ofrece una recompensa a quien aporte informes que ayuden a la localización del narcotraficante sinaloense, “y se está trabajando de manera muy coordinada” con las dependencias federales encargadas de la seguridad. Seguimos “buscando el objetivo y esperemos que logremos capturarlo”, señaló.
Marisela Morales insistió en que la localización del delincuente “es un trabajo de varias dependencias del gobierno federal en este tipo de ubicación de blancos”.
Justicia en Coahuila
La procuradora también se refirió al accidente en la mina en Coahuila y adelantó que el caso no será otro más de impunidad, y por ello se está investigando para actuar de manera contundente contra quien resulte responsable.
“Se dicen cosas, pero estamos en la investigación. Eso es lo que vamos a poder tener como la verdad jurídica, en eso es precisamente en lo que está la investigación, basada en tener la información veraz y con elementos objetivos”, señaló.
Informó que ya se inició la averiguación previa y actualmente se recogen pruebas periciales y declaraciones, por lo que en breve se podrán tener líneas de investigación, una vez concluidas las primeras diligencias.
Interrogada sobre si con el antecedente de la explosión en la mina de Pasta de Conchos, también en Coahuila, habrá justicia, la procuradora aseguró: “¡Sí, por supuesto!, porque se va a actuar aplicando la ley con todo el rigor”.
Se pagaron 34 mdp por recompensas
La PGR pagó durante marzo 34 millones de pesos a las personas que brindaron información para detener a alguno de los narcotraficantes más buscados por las fuerzas de seguridad pública.
Mediante una solicitud de información realizada por MILENIO, la dependencia reveló que de enero de 2010 a marzo de este año se han destinado 38.3 millones de pesos para recompensar a las personas que de forma anónima revelaron datos para la aprehensión de diferentes delincuentes.
El documento omite nombres de las personas detenidas; sin embargo, proporciona la lista de delincuentes aprehendidos durante 2010 por los cuales pagaron recompensas.
El primer pago, de enero de 2010, fue de 3 millones de pesos para la persona que proporcionó información para la detención de Luis Humberto Rubio González y Ubaldo Rubio González, El Monrroque, vinculados a los Carrillo Fuentes.
El 5 de febrero realizó dos pagos de 666 mil pesos cada uno a los informantes que ayudaron a la captura de Óscar Ortiz González, El Cándido, y Ángel Cisneros Marín, El Flaco o El Azul.
El 11 de octubre se publicó en el Diario Oficial el acuerdo en el que se ofrecen recompensas que oscilan entre 3 y 30 millones por otros delincuentes. (México • Rafael López.)
Claves
Apoyo a fiscal del DF
•El procurador General de Justicia del DF, Miguel Ángel Mancera, respaldó el trabajo del fiscal antisecuestros, Óscar Montes de Oca, a pesar de que el funcionario tiene una denuncia penal.
•Manifestó que el fiscal tiene los conocimientos y las técnicas para desempeñar cualquier cargo público. Incluso, para ingresar a la PGJDF tuvo que aprobar los exámenes de control y confianza de la misma PGR.
•“Hemos tenido muy buena coordinación, tanto con las autoridades federales como locales; he recibido muchas llamadas de apoyo, tanto de autoridades como de organizaciones civiles, a la labor del fiscal Montes de Oca”, afirmó Mancera.
Asómate en serio, Ciro, a la verdad de Florence
Asómate en serio, Ciro, a la verdad de Florence
La historia en breve
Ciro Gómez Leyva
Recibo una carta de Agustín Acosta, el penalista que defiende a Florence Cassez, abogado por quien tengo un gran aprecio. Cuestiona esta frase de La historia en breve de hace unos días: “Pedir la cabeza de Genaro García Luna es montarse en la verdad de Florence Cassez”.
Cuidadoso, pero muy duro, Agustín escribe: “Preciso que ni Florence ni su defensa hemos pedido la renuncia del secretario de Seguridad Pública. Hemos querido evitar la personalización de un litigio. Empero, tal parece que la lógica, o mejor dicho, la percepción ineludible de ese proceso, se concentra en una ecuación perversa: el prestigio del ministro contra la libertad de la joven. No es de extrañar, así ha ocurrido en otras causas célebres. Pienso en el capitán Dreyfus: el honor de un ejército contra la vida de un oficial”.
“Defiendo a Florence animado por una convicción íntima, y no por un postulado retórico. Hoy mejor que nunca alcanzo a ver la luz de su inocencia. La defiendo además porque creo que las manipulaciones que la mantienen en la cárcel han torcido la justicia y atentan contra seguridades y valores fundamentales de los que estamos en extremo necesitados.
“Ahora bien, es imposible defender la libertad y el honor de la joven sin criticar el proceso que la condena y articular en ello un extrañamiento a quienes han optado por métodos que, por decir lo menos, resultan cuestionables. Y eso lo digo sin entrar al tema de sus resultados. Anticipo eso sí que esos resultados serán cada vez más cuestionados (...) La gestión del secretario está sujeta a escrutinio y es tema abierto a la discusión de los que vivimos o estamos en contacto con lo público.
“Del asunto Florence, mucho falta por saber, nos dará oportunidad para comunicarnos. Al despedirme, en todo caso, te hago una invitación: asómate en serio a la verdad de Florence.”
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