Cordero, el PAN y el oficialismo
La filtración de una lista de panistas que respaldan al secretario de Hacienda difícilmente puede ser vista como un ejercicio que no cuenta con la venia de Los Pinos.
Pascal Beltrán del Río No pasó más de una semana entre el anuncio que hizo Josefina Vázquez Mota sobre la integración de su equipo de campaña —en el que destaca Ernesto Ruffo, primer panista en alcanzar el cargo de gobernador— y la entrevista que dio Santiago Creel a Excélsior —en la que retó a sus competidores por la candidatura presidencial del PAN a demostrar que tienen mayor apoyo que él— para que por fin emergiera con claridad la opción que se impulsará desde Los Pinos para la sucesión presidencial de 2012.
Quienes apoyan al secretario de Hacienda Ernesto Cordero para que sea el candidato de Acción Nacional parecen haber tomado nota del mensaje que les lanzó Creel, en el sentido de que el PAN es un partido bronco que suele rechazar las imposiciones, incluidos los candidatos oficiales, cuando tiene la posibilidad de opinar.
Así fue en 1999, cuando una parte de la cúpula panista trató de contener las aspiraciones presidenciales de Vicente Fox, quien la había ido construyendo desde la gubernatura de Guanajuato dos años antes. Esa vez, la nomenklatura blanquiazul acabó por entender que el foxismo era una ola imparable y dejó que El Grandote se presentara sin contrincantes en la primera elección abierta que organizó el PAN para elegir a su candidato.
Cinco años después, en mayo de 2004, Fox no supo entender que ya no seguía siendo el rebelde del partido, sino el Presidente de la República, y que la mayoría de los panistas no estaría dispuesta a seguirlo en sus intenciones de dejar un sucesor.
Por eso, cuando Calderón hizo públicas sus aspiraciones, en aquel memorable acto en Jalisco, Fox creyó que el problema se desvanecería con sólo despedirlo del cargo de secretario de Economía, y no se sintió obligado de reforzar la precandidatura de Creel, su carta para la sucesión. Ambos, Fox y Creel, debieron pensar que bastaba la magia del guanajuatense y el poder de la Presidencia para resolver la contienda por la nominación.
Calderón, en cambio, sí leyó bien los signos aquella vez. Sabía que el respaldo presidencial a Creel no garantizaba el triunfo de éste en la elección interna.
Montado en su profundo conocimiento del partido, así como en los amarres que hizo con gobernadores como el yucateco Patricio Patrón y, sobre todo, en el rechazo de la base del partido al candidato oficial —como reconoció el propio Creel en la entrevista—, Calderón arrasó en la primaria panista.
De los cerca de 297 mil votos emitidos en las tres etapas de la votación —de un padrón de 1.1 millones, sufragó menos de una tercera parte—, Calderón obtuvo poco más de 153 mil, suficientes para evitar una segunda vuelta contra Creel, quien se quedó muy atrás, con 95 mil adhesiones.
De entonces a la fecha, el padrón panista ha crecido sustancialmente. Hasta el último corte, estaba integrado por casi 290 mil miembros activos y 1.43 millones de adherentes. En total, un millón 722 mil ciudadanos con derecho a participar en la tercera elección interna de este tipo, que aún no ha sido convocada, pero que con seguridad se llevará a cabo en los tiempos previstos por la ley electoral, es decir, no en septiembre u octubre, como ocurrió en 1999 y 2005, sino seguramente a principios de 2012.
La reforma electoral de 2007, que compactó los tiempos de campaña y puso límites a la forma en que los aspirantes pueden hacer proselitismo, dejó intacta la ambición de quienes buscan llegar a Los Pinos el año entrante. Eso ha creado un ambiente de nerviosismo en el partido del gobierno, donde, a diferencia de los otros bandos, se libra una lucha encarnizada por la candidatura presidencial.
Una apertura de cartas por parte de la nueva dirigencia del partido —encabezada por Gustavo Madero— dejó en siete el número de aspirantes: cuatro secretarios de Estado, dos legisladores y un gobernador. De entrada, demasiados aspirantes para asegurar un proceso interno que deje al partido unido en 2012.
Hace algunas semanas, Excélsior reveló que existía la intención de limitar a uno o a dos el número de secretarios de Estado que tomarían parte en la interna del partido. Los cuatro secretarios que aspiran a la candidatura habían estado sumamente limitados en sus actividades públicas de proselitismo, no solamente por las restricciones legales sino por la decisión del presidente Calderón, expresada a este diario el año pasado, de que los miembros de su gabinete debían cumplir primero con su trabajo.
La filtración de una lista de prominentes panistas que respaldan al secretario de Hacienda Ernesto Cordero difícilmente puede ser vista como un ejercicio que no cuenta con la venia de Los Pinos. ¿Por qué? Porque Calderón había instruido a los miembros de su equipo a cumplir primero con sus responsabilidades como funcionarios y porque tras del virtual destape de Cordero no ha habido ningún tipo de reclamo público desde Los Pinos, ni un llamado al orden, mucho menos un despido como el que propinó Fox a Calderón.
También es necesario recordar el discurso que pronunció recientemente el secretario de Hacienda ante los delegados del gobierno federal, en el que Cordero hizo énfasis en su pertenencia al equipo de Calderón. Se trata de un mensaje que han querido reforzar quienes recientemente hicieron pública su simpatía con el funcionario, con el uso de la palabra “unidos”.
No pueden pasarse por alto algunos signos que chocarían con la idea de un apoyo total de la Presidencia con la precandidatura de Cordero, como la presencia del exvocero presidencial Max Cortázar y el ex jefe nacional panista César Nava en sitios prominentes de la estructura de campaña corderista.
De ambos se ha dicho públicamente que salieron del primer círculo calderonista luego de algunas diferencias con el mandatario, por lo que hay tres interpretaciones posibles: 1) las versiones de ese distanciamiento no son completamente ciertas, 2) el apoyo presidencial a la precandidatura de Cordero no es total, o 3) el Presidente es suficientemente pragmático para no perder de vista el objetivo que más le importa en estos momentos: no pasar a la historia como el hombre que hizo volver a Los Pinos al viejo partido de Estado.
Si es verdad que Cordero es el candidato oficial —y no sólo lo parece—, los filtradores habrán hecho un movimiento arriesgado aunque calculado: identificar al secretario de Hacienda como el favorito de Calderón, a fin de ubicar los núcleos de resistencia y trabajar sobre ellos de aquí a la elección interna. No soy de los que cree que esto haya sido un simple acto de cargada al estilo priista.
En todo caso, el primer reto para Cordero y Calderón rumbo a 2012 será quebrar el maleficio de que los candidatos oficiales sean rechazados por la base panista. Más allá de si Cordero es o no el favorito de Calderón, el secretario de Hacienda ya trae esa etiqueta y tendrá que competir con ella.
Por su parte, el Presidente ya recibió una advertencia de lo difícil que pudiera resultar incidir en la precampaña panista, luego de que quien era percibido como su favorito para la dirigencia del partido, Roberto Gil Zuarth, fuera derrotado en la reunión del Consejo Nacional de diciembre pasado que ungió como presidente del PAN a Gustavo Madero, y como secretaria general a Cecilia Romero.
¿Cómo crear condiciones para una contienda interna en la que Cordero pudiera remontar la ventaja que, en las encuestas, le llevan Creel y Vázquez Mota, cuando las principales figuras del partido no comulgan del todo con la línea de Los Pinos?
Quizá por eso circulan los rumores en el PAN de que, ante un mal resultado en las elecciones estatales del próximo 3 de julio, Madero podría presentar su renuncia, lo cual dar lugar a la elección de un nuevo jefe nacional panista —el quinto del sexenio— que esté mejor sintonizado con el oficialismo.
Quienes apoyan al secretario de Hacienda Ernesto Cordero para que sea el candidato de Acción Nacional parecen haber tomado nota del mensaje que les lanzó Creel, en el sentido de que el PAN es un partido bronco que suele rechazar las imposiciones, incluidos los candidatos oficiales, cuando tiene la posibilidad de opinar.
Así fue en 1999, cuando una parte de la cúpula panista trató de contener las aspiraciones presidenciales de Vicente Fox, quien la había ido construyendo desde la gubernatura de Guanajuato dos años antes. Esa vez, la nomenklatura blanquiazul acabó por entender que el foxismo era una ola imparable y dejó que El Grandote se presentara sin contrincantes en la primera elección abierta que organizó el PAN para elegir a su candidato.
Cinco años después, en mayo de 2004, Fox no supo entender que ya no seguía siendo el rebelde del partido, sino el Presidente de la República, y que la mayoría de los panistas no estaría dispuesta a seguirlo en sus intenciones de dejar un sucesor.
Por eso, cuando Calderón hizo públicas sus aspiraciones, en aquel memorable acto en Jalisco, Fox creyó que el problema se desvanecería con sólo despedirlo del cargo de secretario de Economía, y no se sintió obligado de reforzar la precandidatura de Creel, su carta para la sucesión. Ambos, Fox y Creel, debieron pensar que bastaba la magia del guanajuatense y el poder de la Presidencia para resolver la contienda por la nominación.
Calderón, en cambio, sí leyó bien los signos aquella vez. Sabía que el respaldo presidencial a Creel no garantizaba el triunfo de éste en la elección interna.
Montado en su profundo conocimiento del partido, así como en los amarres que hizo con gobernadores como el yucateco Patricio Patrón y, sobre todo, en el rechazo de la base del partido al candidato oficial —como reconoció el propio Creel en la entrevista—, Calderón arrasó en la primaria panista.
De los cerca de 297 mil votos emitidos en las tres etapas de la votación —de un padrón de 1.1 millones, sufragó menos de una tercera parte—, Calderón obtuvo poco más de 153 mil, suficientes para evitar una segunda vuelta contra Creel, quien se quedó muy atrás, con 95 mil adhesiones.
De entonces a la fecha, el padrón panista ha crecido sustancialmente. Hasta el último corte, estaba integrado por casi 290 mil miembros activos y 1.43 millones de adherentes. En total, un millón 722 mil ciudadanos con derecho a participar en la tercera elección interna de este tipo, que aún no ha sido convocada, pero que con seguridad se llevará a cabo en los tiempos previstos por la ley electoral, es decir, no en septiembre u octubre, como ocurrió en 1999 y 2005, sino seguramente a principios de 2012.
La reforma electoral de 2007, que compactó los tiempos de campaña y puso límites a la forma en que los aspirantes pueden hacer proselitismo, dejó intacta la ambición de quienes buscan llegar a Los Pinos el año entrante. Eso ha creado un ambiente de nerviosismo en el partido del gobierno, donde, a diferencia de los otros bandos, se libra una lucha encarnizada por la candidatura presidencial.
Una apertura de cartas por parte de la nueva dirigencia del partido —encabezada por Gustavo Madero— dejó en siete el número de aspirantes: cuatro secretarios de Estado, dos legisladores y un gobernador. De entrada, demasiados aspirantes para asegurar un proceso interno que deje al partido unido en 2012.
Hace algunas semanas, Excélsior reveló que existía la intención de limitar a uno o a dos el número de secretarios de Estado que tomarían parte en la interna del partido. Los cuatro secretarios que aspiran a la candidatura habían estado sumamente limitados en sus actividades públicas de proselitismo, no solamente por las restricciones legales sino por la decisión del presidente Calderón, expresada a este diario el año pasado, de que los miembros de su gabinete debían cumplir primero con su trabajo.
La filtración de una lista de prominentes panistas que respaldan al secretario de Hacienda Ernesto Cordero difícilmente puede ser vista como un ejercicio que no cuenta con la venia de Los Pinos. ¿Por qué? Porque Calderón había instruido a los miembros de su equipo a cumplir primero con sus responsabilidades como funcionarios y porque tras del virtual destape de Cordero no ha habido ningún tipo de reclamo público desde Los Pinos, ni un llamado al orden, mucho menos un despido como el que propinó Fox a Calderón.
También es necesario recordar el discurso que pronunció recientemente el secretario de Hacienda ante los delegados del gobierno federal, en el que Cordero hizo énfasis en su pertenencia al equipo de Calderón. Se trata de un mensaje que han querido reforzar quienes recientemente hicieron pública su simpatía con el funcionario, con el uso de la palabra “unidos”.
No pueden pasarse por alto algunos signos que chocarían con la idea de un apoyo total de la Presidencia con la precandidatura de Cordero, como la presencia del exvocero presidencial Max Cortázar y el ex jefe nacional panista César Nava en sitios prominentes de la estructura de campaña corderista.
De ambos se ha dicho públicamente que salieron del primer círculo calderonista luego de algunas diferencias con el mandatario, por lo que hay tres interpretaciones posibles: 1) las versiones de ese distanciamiento no son completamente ciertas, 2) el apoyo presidencial a la precandidatura de Cordero no es total, o 3) el Presidente es suficientemente pragmático para no perder de vista el objetivo que más le importa en estos momentos: no pasar a la historia como el hombre que hizo volver a Los Pinos al viejo partido de Estado.
Si es verdad que Cordero es el candidato oficial —y no sólo lo parece—, los filtradores habrán hecho un movimiento arriesgado aunque calculado: identificar al secretario de Hacienda como el favorito de Calderón, a fin de ubicar los núcleos de resistencia y trabajar sobre ellos de aquí a la elección interna. No soy de los que cree que esto haya sido un simple acto de cargada al estilo priista.
En todo caso, el primer reto para Cordero y Calderón rumbo a 2012 será quebrar el maleficio de que los candidatos oficiales sean rechazados por la base panista. Más allá de si Cordero es o no el favorito de Calderón, el secretario de Hacienda ya trae esa etiqueta y tendrá que competir con ella.
Por su parte, el Presidente ya recibió una advertencia de lo difícil que pudiera resultar incidir en la precampaña panista, luego de que quien era percibido como su favorito para la dirigencia del partido, Roberto Gil Zuarth, fuera derrotado en la reunión del Consejo Nacional de diciembre pasado que ungió como presidente del PAN a Gustavo Madero, y como secretaria general a Cecilia Romero.
¿Cómo crear condiciones para una contienda interna en la que Cordero pudiera remontar la ventaja que, en las encuestas, le llevan Creel y Vázquez Mota, cuando las principales figuras del partido no comulgan del todo con la línea de Los Pinos?
Quizá por eso circulan los rumores en el PAN de que, ante un mal resultado en las elecciones estatales del próximo 3 de julio, Madero podría presentar su renuncia, lo cual dar lugar a la elección de un nuevo jefe nacional panista —el quinto del sexenio— que esté mejor sintonizado con el oficialismo.
La otra mujer de Calderón
La otra mujer de Calderón
Con Margarita y Luisa María, habrá Calderón para rato. La patraña de alianza en Michoacán, niega la democracia.
Ricardo Alemán En el pasado, el presente y el futuro de Felipe Calderón, dos mujeres han marcado y marcarán la vida del Presidente. Son su esposa, Margarita Zavala, y de su hermana, Luisa María Calderón.
Todos saben que Margarita Zavala inició su carrera política en el PAN, antes de que el propio Calderón se enlistara como militante activo, ya que la familia de la señora Zavala lleva en sus alforjas una larga trayectoria en las siete décadas de vida del partido azul.
Mas aún, el activismo de Margarita fue clave para que Calderón se alzara como candidato presidencial en 2006. Y seis años después, la propia Margarita operó el relevo del nuevo presidente del partido —cargo que quedó en manos de Gustavo Madero—, y cuya designación era para apuntalar al delfín presidencial. La maniobra sirvió para lo que hoy todos reconocen; para que el Presidente controlara el partido rumbo a 1012.
Pero hay más. La señora Zavala encabeza la cargada para empujar al delfín presidencial: Ernesto Cordero.
Tampoco es todo; a 14 meses de la elección presidencial de 2012, la precandidata más avanzada entre los azules se llama Margarita Zavala. Es decir, que si hoy lo quisiera, la señora Zavala pudiera ser no solo la más viable aspirante presidencial del PAN; sino que le alcanzaría para aspirar al gobierno del DF y/o , al Senado de la República.
Está claro que hoy nadie sabe si la señora Zavala continuará su carrera política más allá de julio de 2012, o si se replegará al retiro junto con su esposo, cuando éste asuma su condición de ex Presidente.
¿Estará dispuesta, la señora Zavala, a deja escapar la oportunidad de trascender políticamente, más allá de la carrera de su esposo? ¿O acaso el PAN estará dispuesto a dejar que se diluya la popularidad de una de las escasas figuras producidas por la cantera azul en los últimos tiempos, con una popularidad y aceptación como las alcanzadas por la señora Margarita?
La otra…
Hoy nadie tiene la última palabra. Lo cierto es que cualquiera que sea la decisión final de la señora Zavala, otra mujer cercana a Felipe Calderón parece dispuesta a mantener viva la dinastía de los Calderón. ¿De qué y de quien estamos hablando?
Todos saben que en pocos meses se renovará el gobierno del estado de Michoacán y que Luisa María, hermana del Presidente, puntea en las encuestas michoacanas.
El caso de La Cocoa, es muy parecido al de Margarita Zavala. Resulta que Luisa María inició su carrera política también al margen de la de su hermano, y pronto alcanzó posiciones en el partido azul, se convirtió en diputada federal y senadora y, por supuesto, activista importante para la carrera de su hermano.
Y es que si bien La Cocoa brilla con luz propia, también es cierto que ha protagonizado no pocos choques con poderosos adversarios de los Calderón.
Uno fue entre la senadora Luisa María y el senador Diego Fernández —los dos del PAN—, en los tiempos en que Felipe Calderón había sido prácticamente expulsado de Acción Nacional.
Y es que Luisa María acusó a su compañero de partido de legislar y, al mismo tiempo, litigar. El choque entre ambos senadores azules abrió un abismo entre los Calderón y el clan del entonces poderoso Diego.
Pero hoy, y luego de cuatro años de activismo callado en su natal Michoacán, reaparece Luisa María Calderón, como candidata por el PAN al gobierno de su terruño, Michoacán.
Y también en ese caso la popularidad de “la otra” señora Calderón es fundamental.
Según las primeras encuestas, la hermana del Presidente podría ganar el gobierno local sin grandes problemas.
Sin embargo, apenas hacia el final de la semana pasada, los jefes de Acción Nacional y del PRD Chucho, Gustavo Madero y Jesús Zambrano —respectivamente—, filtraron a la opinión pública lo que parecían detalles de una sorprendente alianza entre los tres grandes partidos políticos.
Resulta que podrían avanzar juntos el PRI, el PAN y el PRD, en un gobierno de pacto y de facto, en Michoacán. La explicación ofrecida para ese nuevo adefesio partidista, es que en tierras purépechas no existen condiciones para una elección competida, sobre todo ante los elevados niveles de violencia y de penetración oficial del crimen organizado y el narcotráfico.
El nuevo adefesio.
No pocos se tragaron el anzuelo de un solo bocado, y hasta festejaron la semilla de lo que parecía una alianza histórica, sin par, que podría significar la panacea para Michoacán y para los estados donde el crimen y el narcotráfico han sentado sus reales.
Sin embargo, lo cierto es que se trata de una nueva patraña política —igual de engañabobos que las alianzas PAN-PRD—, pero que, en realidad, sería el tiro de gracia para la naciente democracia mexicana. ¿Por qué?
Elemental, porque un pacto entre los tres grandes partidos políticos no sólo sería la negación de la pluralidad, la alternancia, el juego democrático, la competencia y las alternativas de poder —sin contar con la nulidad del voto—, sino que significaría el reconocimiento de que grupos criminales como los de La Familia, habrían triunfado y el Estado democrático habría sido derrotado. ¿Por qué sería una derrota para el Estado democrático?
Porque habríamos llegado al extremo de que ningún partido político, fuerza electoral; ninguna alternativa de gobierno sería capaz de proponer un plan, programa y una acción contundente para acabar con los flagelos del crimen. En cambio, el Estado democrático desaparecería y su lugar sería ocupado por decisiones cupulares, despóticas, verticales, autoritarias y carentes de sentido democrático. Eso sin contar con que el voto popular, la participación ciudadana y la voluntad social —que son origen y destino de la democracia—, serían ignorados en Michoacán.
Está claro que la patraña de una alianza en Michoacán, más bien parece una suerte de ensayo desde Los Pinos, a manera de globo sonda, para explorar las distintas posibilidades de salida político electoral para 2012, pero también es cierto que un gobierno aliancista en Michoacán, le salvaría el pellejo al gobernador Leonel Godoy, el perredista que al ser derrotado al dejar el estado, muy probablemente iría a parar a la cárcel. Por lo pronto, y más allá de las eventuales alianzas entre azules, amarillos y tricolores en Michoacán, lo cierto es que habrá Calderón para rato. Con todo lo que eso significa para los malquerientes de la familia presidencial. Al tiempo.
En el camino.
A reserva de regresar al tema muy pronto, duro golpe el de Calderón contra Telmex, de Carlos Slim. Le niega la tele. ¿Qué tal?
Todos saben que Margarita Zavala inició su carrera política en el PAN, antes de que el propio Calderón se enlistara como militante activo, ya que la familia de la señora Zavala lleva en sus alforjas una larga trayectoria en las siete décadas de vida del partido azul.
Mas aún, el activismo de Margarita fue clave para que Calderón se alzara como candidato presidencial en 2006. Y seis años después, la propia Margarita operó el relevo del nuevo presidente del partido —cargo que quedó en manos de Gustavo Madero—, y cuya designación era para apuntalar al delfín presidencial. La maniobra sirvió para lo que hoy todos reconocen; para que el Presidente controlara el partido rumbo a 1012.
Pero hay más. La señora Zavala encabeza la cargada para empujar al delfín presidencial: Ernesto Cordero.
Tampoco es todo; a 14 meses de la elección presidencial de 2012, la precandidata más avanzada entre los azules se llama Margarita Zavala. Es decir, que si hoy lo quisiera, la señora Zavala pudiera ser no solo la más viable aspirante presidencial del PAN; sino que le alcanzaría para aspirar al gobierno del DF y/o , al Senado de la República.
Está claro que hoy nadie sabe si la señora Zavala continuará su carrera política más allá de julio de 2012, o si se replegará al retiro junto con su esposo, cuando éste asuma su condición de ex Presidente.
¿Estará dispuesta, la señora Zavala, a deja escapar la oportunidad de trascender políticamente, más allá de la carrera de su esposo? ¿O acaso el PAN estará dispuesto a dejar que se diluya la popularidad de una de las escasas figuras producidas por la cantera azul en los últimos tiempos, con una popularidad y aceptación como las alcanzadas por la señora Margarita?
La otra…
Hoy nadie tiene la última palabra. Lo cierto es que cualquiera que sea la decisión final de la señora Zavala, otra mujer cercana a Felipe Calderón parece dispuesta a mantener viva la dinastía de los Calderón. ¿De qué y de quien estamos hablando?
Todos saben que en pocos meses se renovará el gobierno del estado de Michoacán y que Luisa María, hermana del Presidente, puntea en las encuestas michoacanas.
El caso de La Cocoa, es muy parecido al de Margarita Zavala. Resulta que Luisa María inició su carrera política también al margen de la de su hermano, y pronto alcanzó posiciones en el partido azul, se convirtió en diputada federal y senadora y, por supuesto, activista importante para la carrera de su hermano.
Y es que si bien La Cocoa brilla con luz propia, también es cierto que ha protagonizado no pocos choques con poderosos adversarios de los Calderón.
Uno fue entre la senadora Luisa María y el senador Diego Fernández —los dos del PAN—, en los tiempos en que Felipe Calderón había sido prácticamente expulsado de Acción Nacional.
Y es que Luisa María acusó a su compañero de partido de legislar y, al mismo tiempo, litigar. El choque entre ambos senadores azules abrió un abismo entre los Calderón y el clan del entonces poderoso Diego.
Pero hoy, y luego de cuatro años de activismo callado en su natal Michoacán, reaparece Luisa María Calderón, como candidata por el PAN al gobierno de su terruño, Michoacán.
Y también en ese caso la popularidad de “la otra” señora Calderón es fundamental.
Según las primeras encuestas, la hermana del Presidente podría ganar el gobierno local sin grandes problemas.
Sin embargo, apenas hacia el final de la semana pasada, los jefes de Acción Nacional y del PRD Chucho, Gustavo Madero y Jesús Zambrano —respectivamente—, filtraron a la opinión pública lo que parecían detalles de una sorprendente alianza entre los tres grandes partidos políticos.
Resulta que podrían avanzar juntos el PRI, el PAN y el PRD, en un gobierno de pacto y de facto, en Michoacán. La explicación ofrecida para ese nuevo adefesio partidista, es que en tierras purépechas no existen condiciones para una elección competida, sobre todo ante los elevados niveles de violencia y de penetración oficial del crimen organizado y el narcotráfico.
El nuevo adefesio.
No pocos se tragaron el anzuelo de un solo bocado, y hasta festejaron la semilla de lo que parecía una alianza histórica, sin par, que podría significar la panacea para Michoacán y para los estados donde el crimen y el narcotráfico han sentado sus reales.
Sin embargo, lo cierto es que se trata de una nueva patraña política —igual de engañabobos que las alianzas PAN-PRD—, pero que, en realidad, sería el tiro de gracia para la naciente democracia mexicana. ¿Por qué?
Elemental, porque un pacto entre los tres grandes partidos políticos no sólo sería la negación de la pluralidad, la alternancia, el juego democrático, la competencia y las alternativas de poder —sin contar con la nulidad del voto—, sino que significaría el reconocimiento de que grupos criminales como los de La Familia, habrían triunfado y el Estado democrático habría sido derrotado. ¿Por qué sería una derrota para el Estado democrático?
Porque habríamos llegado al extremo de que ningún partido político, fuerza electoral; ninguna alternativa de gobierno sería capaz de proponer un plan, programa y una acción contundente para acabar con los flagelos del crimen. En cambio, el Estado democrático desaparecería y su lugar sería ocupado por decisiones cupulares, despóticas, verticales, autoritarias y carentes de sentido democrático. Eso sin contar con que el voto popular, la participación ciudadana y la voluntad social —que son origen y destino de la democracia—, serían ignorados en Michoacán.
Está claro que la patraña de una alianza en Michoacán, más bien parece una suerte de ensayo desde Los Pinos, a manera de globo sonda, para explorar las distintas posibilidades de salida político electoral para 2012, pero también es cierto que un gobierno aliancista en Michoacán, le salvaría el pellejo al gobernador Leonel Godoy, el perredista que al ser derrotado al dejar el estado, muy probablemente iría a parar a la cárcel. Por lo pronto, y más allá de las eventuales alianzas entre azules, amarillos y tricolores en Michoacán, lo cierto es que habrá Calderón para rato. Con todo lo que eso significa para los malquerientes de la familia presidencial. Al tiempo.
En el camino.
A reserva de regresar al tema muy pronto, duro golpe el de Calderón contra Telmex, de Carlos Slim. Le niega la tele. ¿Qué tal?
Canitas al aire
Canitas al aire: los famosos pagan caro su coqueteo
Actores, políticos y deportistas famosos han caído en la infidelidad, con empleadas o amigas de la familia
Eva Díaz Moreno CIUDAD DE MÉXICO, 29 de mayo.- Definitivamente el caso de infidelidad del actor y ex gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, ha dado mucho de qué hablar, pues, esa “canita al aire” que echó con su empleada doméstica Mildred Baena y que tuvo como fruto un hijo, ahora de diez años, fue crucial para que toda su vida se viniera abajo.
Su esposa Maria Shriver dio por terminado un matrimonio de 25 años, además películas como Cry Macho, parte de la saga de Terminator se paró, con lo que el actor perderá 40 millones de dólares, ya que por la actuación en la cinta recibiría diez millones de dólares más 25% de la recaudación de taquilla.
Y aunque a todas luces las consecuencias son fuertes, esto no impide que los famosos sigan cayendo en las redes de la infidelidad, prueba de ello son las decenas de casos que existen actualmente.
Por ejemplo en 2005, el actor británico Jude Law se fijó en la nana de sus hijos, Daisy Wrigth, sin importarle la relación de más de cinco años que tenía con la también actriz Sienna Miller.
Y aunque se arrepintió y pidió públicamente perdón a su pareja, la relación ya no funcionó y se dice que Miller le pagó con la misma moneda, al “pintarle el cuerno” con uno de sus mejores amigos, el actor Daniel Craig.
Hay que tener cuidado con quien lee los cuentos a los niños, pues otro caso que también llamó la atención fue en 1989, cuando el respetable Robin Williams acabó con un matrimonio de diez años con Valerie Velardi.
La tercera en discordia fue Marsha Garces, la niñera, con quien llegó a casarse y fundar una casa productora, sin embargo, se divorciaron en 2008.
Romances con empleadas
Las actividades de las trabajadoras no necesariamente se restringen a un solo puesto, pues la infidelidad se puede dar en el lugar menos esperado.
Basta recordar el caso del madrileño Alejandro Sanz, quien en 2007 reveló que tuvo un hijo con la puertorriqueña Valeria Rivera, quien era la peluquera y masajista de su esposa Jaydy Michel, ahora sí que el intérprete de Pisando fuerte, siguió al pie de la letra su canción.
Tiger Woods, campeón mundial de golf llegó a tener 12 amantes, de diversas profesiones y oficios.
En 2009 se descubrió su adicción al sexo, cuando su esposa Elin Nordegren se enteró que le fue infiel con la camarera Rachel Uchitel, aunque esto sólo fue la punta de la madeja, porque el deportista, ha resultado ser el más “ojo alegre” de los infieles.
Siguiendo con el deporte, el astro del futbol David Beckham también se olvidó de Victoria, puesto que una mujer holandesa llamada Rebecca Loos, dijo haber estado con Beck cuando jugaba en el Real Madrid.
La supuesta asistente personal dio como pruebas los cariñosos mensajes de texto que el futbolista le mandaba.
Por supuesto los personajes de la política no escapan a estos escarceos amorosos y el caso más documentado fue el del ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, quien le fue infiel a Hilary con Mónica Lewinsky.
El escenario fue en 1996 en la propia Casa Blanca, donde ella trabajaba.
Empleadas, estilistas, fans y hasta amigas de la familia son parte de las infidelidades, así lo vivió el actor Morgan Freeman quien en 2009 engañó a su esposa Myma Colley-Lee con Mary Joyce, una amiga de la familia.
Por supuesto el matrimonio se desintegró. Este desliz le salió muy caro, pues el actor tuvo que pagarle a su ex esposa 140 millones de euros en efectivo y en propiedades, además su ex se quedará con una casa en Mississippi valorada en seis millones de euros, otra que poseían en Alabama y un apartamento en Nueva York.
Su esposa Maria Shriver dio por terminado un matrimonio de 25 años, además películas como Cry Macho, parte de la saga de Terminator se paró, con lo que el actor perderá 40 millones de dólares, ya que por la actuación en la cinta recibiría diez millones de dólares más 25% de la recaudación de taquilla.
Y aunque a todas luces las consecuencias son fuertes, esto no impide que los famosos sigan cayendo en las redes de la infidelidad, prueba de ello son las decenas de casos que existen actualmente.
Por ejemplo en 2005, el actor británico Jude Law se fijó en la nana de sus hijos, Daisy Wrigth, sin importarle la relación de más de cinco años que tenía con la también actriz Sienna Miller.
Y aunque se arrepintió y pidió públicamente perdón a su pareja, la relación ya no funcionó y se dice que Miller le pagó con la misma moneda, al “pintarle el cuerno” con uno de sus mejores amigos, el actor Daniel Craig.
Hay que tener cuidado con quien lee los cuentos a los niños, pues otro caso que también llamó la atención fue en 1989, cuando el respetable Robin Williams acabó con un matrimonio de diez años con Valerie Velardi.
La tercera en discordia fue Marsha Garces, la niñera, con quien llegó a casarse y fundar una casa productora, sin embargo, se divorciaron en 2008.
Romances con empleadas
Las actividades de las trabajadoras no necesariamente se restringen a un solo puesto, pues la infidelidad se puede dar en el lugar menos esperado.
Basta recordar el caso del madrileño Alejandro Sanz, quien en 2007 reveló que tuvo un hijo con la puertorriqueña Valeria Rivera, quien era la peluquera y masajista de su esposa Jaydy Michel, ahora sí que el intérprete de Pisando fuerte, siguió al pie de la letra su canción.
Tiger Woods, campeón mundial de golf llegó a tener 12 amantes, de diversas profesiones y oficios.
En 2009 se descubrió su adicción al sexo, cuando su esposa Elin Nordegren se enteró que le fue infiel con la camarera Rachel Uchitel, aunque esto sólo fue la punta de la madeja, porque el deportista, ha resultado ser el más “ojo alegre” de los infieles.
Siguiendo con el deporte, el astro del futbol David Beckham también se olvidó de Victoria, puesto que una mujer holandesa llamada Rebecca Loos, dijo haber estado con Beck cuando jugaba en el Real Madrid.
La supuesta asistente personal dio como pruebas los cariñosos mensajes de texto que el futbolista le mandaba.
Por supuesto los personajes de la política no escapan a estos escarceos amorosos y el caso más documentado fue el del ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, quien le fue infiel a Hilary con Mónica Lewinsky.
El escenario fue en 1996 en la propia Casa Blanca, donde ella trabajaba.
Empleadas, estilistas, fans y hasta amigas de la familia son parte de las infidelidades, así lo vivió el actor Morgan Freeman quien en 2009 engañó a su esposa Myma Colley-Lee con Mary Joyce, una amiga de la familia.
Por supuesto el matrimonio se desintegró. Este desliz le salió muy caro, pues el actor tuvo que pagarle a su ex esposa 140 millones de euros en efectivo y en propiedades, además su ex se quedará con una casa en Mississippi valorada en seis millones de euros, otra que poseían en Alabama y un apartamento en Nueva York.
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Doble golpe al crimen organizado; aprehenden a 46 pistoleros
La Policía Federal tunde a Zetas y a La Familia Michoacana; confirman que este último cártel se dividió en dos grupos, liderados por La Tuta y El Chango Méndez que disputan ahora las plazas
Raúl Flores Martínez CIUDAD DE MÉXICO, 29 de mayo.- La Policía Federal (PF) dio fuertes golpes a dos de los cárteles más grandes del país.
En el límite entre Michoacán y Jalisco aprehendieron (tras un tiroteo en el que murieron 11 gatilleros) a 36 integrantes de La Familia, que asistían a una reunión.
Los agentes dieron con los pistoleros gracias a detenciones realizadas durante la investigación en torno a la caída de un helicóptero de la corporación en Apatzingán, el 24 de mayo. Decomisaron 70 armas largas y 14 cortas.
La PF informó que la misma indagatoria ha permitido determinar que ese cártel se ha dividido.
Ahora, una fracción —que se autonombró Los Caballeros Templarios— está al mando de Servando Gómez La Tuta, y otra responde a las órdenes de Jesús El Chango Méndez. La separación ocurrió en diciembre de 2010, tras la muerte de Nazario Moreno González El Chayo, y fue producto de diferencias en la repartición de las ganancias ilícitas.
Ayer, además, la Policía Federal presentó a diez integrantes de Los Zetas que delinquían en Quintana Roo. Ellos mantenían secuestrado a un ex policía, a quien se logró liberar.
Ratifican ruptura de La Familia
La Policía Federal detuvo en Michoacán y Jalisco a 36 presuntos integrantes de La Familia Michoacana, y en Cancún a diez personas señaladas como zetas, con lo cual el gobierno de Felipe Calderón golpea a dos de los principales cárteles del país.
Ayer, estas 46 personas fueron presentadas en el Centro de Mando de Iztapalapa de la Secretaría de Seguridad Pública federal, en el Distrito Federal.
La dependencia informó, mediante un comunicado, que la detención de los michoacanos se logró luego de investigar las agresiones contra una aeronave de la Policía Federal, el pasado 24 de mayo, cuando efectivos de la corporación intentaban detectar convoys en comunidades cercanas a Apatzingán.
Así, cuando algunos sujetos acudían a una reunión de comandos de este cártel, fueron detenidos y, de acuerdo con sus propias declaraciones, revelaron que en esa cita se planearían los ataques contra el grupo liderado por Servando Gómez Martínez, La Tuta.
Corroboraron que los recientes enfrentamientos entre La Familia Michoacana y los Caballeros Templarios han sido por las plazas de Michoacán, Guerrero, Guanajuato y Estado de México.
La reunión se llevaría a cabo en los límites de Michoacán y Jalisco, en el poblado de Las Lomas, municipio de Jilotlán de los Dolores, Jalisco.
Derivado de lo anterior, efectivos federales pusieron en marcha un operativo vías terrestre y aérea en la zona para ubicar y detener a estas personas.
Al llegar al lugar, fueron agredidos con armas de fuego, lo que originó un enfrentamiento. Tras el operativo fueron detenidos 36 integrantes de La Familia, 11 más fueron abatidos y dos policías quedaron heridos.
Los detenidos declararon que se encontraban escondidos en el poblado Las Lomas, Jalisco, esperando instrucciones de su jefe, El Chango Méndez, para realizar un ataque contra los Caballeros Templarios, con quienes se encuentran en disputa por las zonas de influencia.
Los desacuerdos
Información del área de inteligencia de la Policía Federal señala que en diciembre de 2010 los líderes de La Familia Michoacana José de Jesús Méndez Vargas, El Chango Méndez, y Servando Gómez Martínez, La Tuta, rompieron su relación dentro de esta organización delictiva, presuntamente debido a problemas surgidos por la repartición de las ganancias ilícitas.
Luego de los acontecimientos de diciembre de 2010, cuando el gobierno federal logró abatir a Nazario Moreno, El Chayo en Apatzingán, el control de este grupo quedó en manos de Enrique Plancarte Solís, La Chiva, y de José de Jesús Méndez Vargas, El Chango Méndez.
Fue a principios de 2011 cuando iniciaron los desacuerdos por el control de la organización delictiva entre Plancarte Solís y Méndez Vargas.
En respuesta, Enrique Plancarte y Servando Gómez, La Tuta, formaron la organización autodenominada los Caballeros Templarios, para hacer frente a la vertiente encabezada por El Chango Méndez.
Informes de inteligencia de la SSP federal señalan que, actualmente, jefes de plaza que anteriormente pertenecían a la estructura de El Chango Méndez se han cambiado al bando de los Caballeros Templarios.
Capturan a diez zetas en Cancún
Según la Secretaría de Seguridad Pública federal, entre las víctimas se encontraban efectivos de distintas corporaciones policiacas, entre ellos un agente federal y un ex policía municipal (ambos plagios ocurridos este mismo mes).
En un comunicado, la SSP explicó que en el operativo registrado el viernes en Cancún, la Policía Federal liberó a una persona de 30 años, plagiada desde el pasado 21 de mayo.
En esta acción fueron detenidos los diez zetas, presuntamente vinculados con los delitos de extorsión, privación ilegal de la libertad y venta de droga.
La liberación y la detención se llevó a cabo tras implementar trabajos de inteligencia e investigación derivados de una denuncia ciudadana, en la cual se advertía la presencia de personas armadas en el kilómetro 29 de la carretera Mérida-Cancún.
La policía localizó a una persona fuertemente armada afuera del inmueble quien, al notar la presencia policiaca, trató de escapar, pero fue asegurado.
En el operativo se logró la detención de Juan José Heredia Moreno, El Guasón, de 34 años, identificado como uno de los líderes de plaza en Quintana Roo al servicio de Los Zetas.
En el grupo también aparecen César Domínguez Murguía, El Traga, de 33 años, originario de los Tuxtlas, Veracruz. identificado como el encargado de efectuar los plagios y homicidios de personas de grupos antagónicos y de policías; Lea Frías Badal, La Negra, de 34 años, originaria de Cárdenas, Tabasco, quien fue policía en Cancún.
A los otros detenidos se les identificó como encargados de realizar plagios de víctimas y de grupos antagónicos, así como informar sobre movimientos de las autoridades. También se les vincula con los delitos de extorsión o cobro de piso, privación ilegal de la libertad y tráfico de drogas.
Entre otros están Jasiel Pérez Gómez, El Loco; Termestino de la Cruz López, El Seco; Edgardo García García, La Perejila y Saúl Rodríguez Mora, El Llavero.
En el límite entre Michoacán y Jalisco aprehendieron (tras un tiroteo en el que murieron 11 gatilleros) a 36 integrantes de La Familia, que asistían a una reunión.
Los agentes dieron con los pistoleros gracias a detenciones realizadas durante la investigación en torno a la caída de un helicóptero de la corporación en Apatzingán, el 24 de mayo. Decomisaron 70 armas largas y 14 cortas.
La PF informó que la misma indagatoria ha permitido determinar que ese cártel se ha dividido.
Ahora, una fracción —que se autonombró Los Caballeros Templarios— está al mando de Servando Gómez La Tuta, y otra responde a las órdenes de Jesús El Chango Méndez. La separación ocurrió en diciembre de 2010, tras la muerte de Nazario Moreno González El Chayo, y fue producto de diferencias en la repartición de las ganancias ilícitas.
Ayer, además, la Policía Federal presentó a diez integrantes de Los Zetas que delinquían en Quintana Roo. Ellos mantenían secuestrado a un ex policía, a quien se logró liberar.
Ratifican ruptura de La Familia
La Policía Federal detuvo en Michoacán y Jalisco a 36 presuntos integrantes de La Familia Michoacana, y en Cancún a diez personas señaladas como zetas, con lo cual el gobierno de Felipe Calderón golpea a dos de los principales cárteles del país.
Ayer, estas 46 personas fueron presentadas en el Centro de Mando de Iztapalapa de la Secretaría de Seguridad Pública federal, en el Distrito Federal.
La dependencia informó, mediante un comunicado, que la detención de los michoacanos se logró luego de investigar las agresiones contra una aeronave de la Policía Federal, el pasado 24 de mayo, cuando efectivos de la corporación intentaban detectar convoys en comunidades cercanas a Apatzingán.
Así, cuando algunos sujetos acudían a una reunión de comandos de este cártel, fueron detenidos y, de acuerdo con sus propias declaraciones, revelaron que en esa cita se planearían los ataques contra el grupo liderado por Servando Gómez Martínez, La Tuta.
Corroboraron que los recientes enfrentamientos entre La Familia Michoacana y los Caballeros Templarios han sido por las plazas de Michoacán, Guerrero, Guanajuato y Estado de México.
La reunión se llevaría a cabo en los límites de Michoacán y Jalisco, en el poblado de Las Lomas, municipio de Jilotlán de los Dolores, Jalisco.
Derivado de lo anterior, efectivos federales pusieron en marcha un operativo vías terrestre y aérea en la zona para ubicar y detener a estas personas.
Al llegar al lugar, fueron agredidos con armas de fuego, lo que originó un enfrentamiento. Tras el operativo fueron detenidos 36 integrantes de La Familia, 11 más fueron abatidos y dos policías quedaron heridos.
Los detenidos declararon que se encontraban escondidos en el poblado Las Lomas, Jalisco, esperando instrucciones de su jefe, El Chango Méndez, para realizar un ataque contra los Caballeros Templarios, con quienes se encuentran en disputa por las zonas de influencia.
Los desacuerdos
Información del área de inteligencia de la Policía Federal señala que en diciembre de 2010 los líderes de La Familia Michoacana José de Jesús Méndez Vargas, El Chango Méndez, y Servando Gómez Martínez, La Tuta, rompieron su relación dentro de esta organización delictiva, presuntamente debido a problemas surgidos por la repartición de las ganancias ilícitas.
Luego de los acontecimientos de diciembre de 2010, cuando el gobierno federal logró abatir a Nazario Moreno, El Chayo en Apatzingán, el control de este grupo quedó en manos de Enrique Plancarte Solís, La Chiva, y de José de Jesús Méndez Vargas, El Chango Méndez.
Fue a principios de 2011 cuando iniciaron los desacuerdos por el control de la organización delictiva entre Plancarte Solís y Méndez Vargas.
En respuesta, Enrique Plancarte y Servando Gómez, La Tuta, formaron la organización autodenominada los Caballeros Templarios, para hacer frente a la vertiente encabezada por El Chango Méndez.
Informes de inteligencia de la SSP federal señalan que, actualmente, jefes de plaza que anteriormente pertenecían a la estructura de El Chango Méndez se han cambiado al bando de los Caballeros Templarios.
La fractura
La Secretaría Seguridad Pública federal confirmó lo publicado por Excélsior el 26 de mayo pasado:
Luis Cárdenas Palomino, director regional de la Policía Federal, confirmó que la fractura de La Familia Michoacana, que originó los enfrentamientos en Buenavista y Apatzingán, Michoacán, comenzó desde la anunciada muerte de Nazario Moreno González, El Chayo, como publicó este diario, con base en fuentes de la Sedena.
Este rotativo señaló que los enfrentamientos surgieron a raíz de que el cártel michoacano se dividió en dos bandos: uno liderado por Jesús Méndez Vargas, El Chango, y el otra por Servando Gómez Martínez, La Tuta.
La disputa por el liderazgo de La Familia surgió tras la muerte de El Chayo, pues quien debió tomar su lugar era Jesús Méndez, pero quien quedó a cargo fue La Tuta, lo que inició los enfrentamientos.
La Policía Federal los presentó ayer en la Ciudad de México
La Policía Federal presentó ayer a diez presuntos zetas, detenidos el viernes en Cancún, Quintana Roo, acusados de realizar secuestros con extrema violencia, junto con 36 personas que identificó como de La Familia Michoacana.Según la Secretaría de Seguridad Pública federal, entre las víctimas se encontraban efectivos de distintas corporaciones policiacas, entre ellos un agente federal y un ex policía municipal (ambos plagios ocurridos este mismo mes).
En un comunicado, la SSP explicó que en el operativo registrado el viernes en Cancún, la Policía Federal liberó a una persona de 30 años, plagiada desde el pasado 21 de mayo.
En esta acción fueron detenidos los diez zetas, presuntamente vinculados con los delitos de extorsión, privación ilegal de la libertad y venta de droga.
La liberación y la detención se llevó a cabo tras implementar trabajos de inteligencia e investigación derivados de una denuncia ciudadana, en la cual se advertía la presencia de personas armadas en el kilómetro 29 de la carretera Mérida-Cancún.
La policía localizó a una persona fuertemente armada afuera del inmueble quien, al notar la presencia policiaca, trató de escapar, pero fue asegurado.
En el operativo se logró la detención de Juan José Heredia Moreno, El Guasón, de 34 años, identificado como uno de los líderes de plaza en Quintana Roo al servicio de Los Zetas.
En el grupo también aparecen César Domínguez Murguía, El Traga, de 33 años, originario de los Tuxtlas, Veracruz. identificado como el encargado de efectuar los plagios y homicidios de personas de grupos antagónicos y de policías; Lea Frías Badal, La Negra, de 34 años, originaria de Cárdenas, Tabasco, quien fue policía en Cancún.
A los otros detenidos se les identificó como encargados de realizar plagios de víctimas y de grupos antagónicos, así como informar sobre movimientos de las autoridades. También se les vincula con los delitos de extorsión o cobro de piso, privación ilegal de la libertad y tráfico de drogas.
Entre otros están Jasiel Pérez Gómez, El Loco; Termestino de la Cruz López, El Seco; Edgardo García García, La Perejila y Saúl Rodríguez Mora, El Llavero.
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