sábado, mayo 28, 2011

Keiko Fujimori lucha

Keiko Fujimori lucha con el legado de su padre

[Keiko] Agence France-Presse/Getty Images
La candidata presidencial Keiko Fujimori, en Huancayo, Perú, durante su campaña electoral.
Por Robert Kozak
LIMA—Aunque la congresista Keiko Fujimori encabeza las encuestas para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales peruanas que se llevarán a cabo el 5 de junio, está lidiando con el legado de la década de gobierno autoritario de su padre.
El ex presidente Alberto Fujimori, de 72 años, está cumpliendo una condena de 25 años de cárcel por violaciones a los derechos humanos y otros crímenes cometidos durante su gobierno.
Los detractores de Keiko Fujimori se están centrando en los hechos ocurridos durante la presidencia de su padre entre 1990 y 2000 e intentando manchar su imagen asociándola con él.
Su oponente, el nacionalista de tendencia izquierdista, Ollanta Humala, de 48 años, sostiene que Alberto Fujimori está dirigiendo en secreto la campaña electoral de su hija. El candidato y sus partidarios dicen que votar por Keiko Fujimori, de 36 años, validaría el gobierno de su padre, que estuvo plagado por la corrupción.


Casada y con dos hijos, Keiko responde que su campaña la conduce ella misma. "Quiero mucho a mis padres. A ambos. Pero yo soy Keiko Sofía Fujimori, no soy Alberto Fujimori, soy la que he formado el partido, nombrado al equipo técnico, soy la que tomo las decisiones, y lo que están intentando mis opositores es hacer que parezca que el candidato es mi padre", dijo en un reciente encuentro con la prensa extranjera.
Keiko Fujimori, que sería la primera presidenta de Perú, obtuvo un título de la universidad de Boston y una maestría en Administración de Empresas de la universidad de Columbia. Fue elegida para el Congreso peruano en 2006.
Actuó como Primera Dama a los 19 años luego de que su padre le retirase esa denominación a su esposa Susana Higuchi, de la que finalmente se divorció.
Durante las elecciones generales de abril condujo una campaña de bajo perfil que recibió pocos ataques directos, mientras que otros tres candidatos se enfrentaban y dividían el voto centrista. Eso le permitió recibir 23,5% de los votos válidos, frente al 31,7% de Humala.
Luego de la primera vuelta de las elecciones generales, el apoyo que recibe ha crecido de forma sostenida. La más reciente encuesta de la empresa Datum, que utilizó un voto simulado, le otorga 52,9% de los votos, en comparación con 47,1% para Humala, que perdió las elecciones de 2006 contra el actual presidente Alan García.
Otra encuesta indicó que 64% de los interrogados cree que Keiko Fujimori indultará a su padre. Ella niega que eso vaya a suceder.
Al igual que hizo su padre en anteriores campañas, Keiko Fujimori, se presenta a sí misma como una persona que está al margen del sistema político. No ha buscado el apoyo del sector empresarial peruano. Y como su padre, ha logrado ofrecer políticas similares a las de sus rivales, como un plan para crear un nuevo sistema de pensiones y una propuesta para aplicar un impuesto por ganancias extraordinarias al fundamental sector minero peruano.
Los encuestadores dicen que los votantes se ven atraídos por ella porque es mujer y madre, así como por los éxitos de su padre en el combate al terrorismo y la hiperinflación.
Alberto Fujimori privatizó muchas empresas de propiedad estatal cuando era presidente y trabajó para impulsar las inversiones privadas. Se espera que Keiko Fujimori respalde el "status quo" y varios acuerdos de libre comercio que Perú firmó durante la última década.
Humala, por otro lado, ha prometido que dará más poder al Estado, aunque recientemente retrocedió con respecto a algunas de sus propuestas más polémicas.
"Hasta ahora, parece ser la candidata que da más garantías a los votantes nerviosos por los posibles cambios", dijo Maxwell Cameron, un especialista en América Latina en la universidad de Columbia Británica. "También cuenta con un apoyo sustancial en las clases sociales más bajas, y tiene una gran fortaleza en los barrios de clase trabajadora de Lima", agregó.
Keiko Fujimori ha descartado tener gestos antidemocráticos", tales como cerrar el Congreso como hizo su padre en 1992 como parte de un "auto-golpe". Dice que estuvo en contra de algunos de los aspectos más controvertidos del gobierno de su padre, tales como su muy criticada postulación por tercera vez a la presidencia.
Sus críticos aseguran que muchos miembros de su equipo se desempeñaron en el gobierno de su padre y están manchados por su asociación con la corrupción de ese gobierno.
"Hay una campaña para tratar de desacreditarme a mí y a mi equipo", denunció Keiko Fujimori.

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