La Barbie quiere apoderarse de la plaza de Cuernavaca
Se reacomodan los grupos de narcos en Morelos. Según mensajes dejados en homicidios, Édgar Valdez intenta recuperar terreno
Pedro TonantzinPor su parte, el secretario de Gobierno, Óscar Sergio Hernández Benítez, precisó que ante esta reacción de la delincuencia se ha incrementado la coordinación operativa con las autoridades federales.
“Debido a los acontecimientos que se van dando, de una manera más puntual, más cercana, más estrecha y es el caso, de las últimas dos semanas en donde las autoridades de seguridad de la procuraduría, tanto estatales como federales, han estado generando los operativos.”
Desde la madrugada de este viernes, mediante un mensaje, el principal operador de La Barbie y hoy asociado al cártel del Golfo comenzó a limpiar la plaza de sus adversarios, con los que lleva casi un año y seis meses peleando por el control del territorio morelense, tras la ruptura del cártel de los Beltrán Leyva.
El primer asesinato, tras la detención de El Negro Radilla se registró en Cuernavaca, donde un hombre de entre 40 y 45 años de edad, de complexión obesa, quien apareció con las manos atadas por la espalda, de la misma forma fue inmovilizado de las piernas.
Su rostro estaba cubierto con cinta canela; además, sobre su cuerpo fue dejado un mensaje para reivindicar el crimen.
El cadáver fue abandonado en el entronque de la autopista ubicado en el kilómetro 82, de la autopista del Sol, con dirección a Acapulco, lugar hasta donde llegaron elementos de diversas corporaciones y el Ejército.
La segunda víctima fue una mujer de entre 25 y 30 años de edad, la cual fue encontrada en la barranca conocida como Puente Colorado, ubicada en la colonia Ampliación El Órgano, del municipio de Emiliano Zapata.
Esta persona tenía los brazos amarrados y en la blusa le dejaron un pedazo de cartón con un mensaje.
En otro hecho, también durante la madrugada, un comando intentó ingresar a una casa en el municipio de Emiliano Zapata, para levantar a un hombre, quien se encontraba acompañado de su esposa y tres hijos menores de edad; sin embargo, este opuso resistencia y fue herido en el brazo, al igual que su hijo de 16 años.
Los sicarios abrieron fuego con AK-47 y dejaron en el lugar 38 casquillos de esta arma de grueso calibre, así como tres casquillos no percutidos 9 milímetros. En la refriega, el hombre sacó un revólver calibre 32 e hirió a uno de sus agresores.
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