Zelaya llega a Honduras casi dos años después del golpe que lo derrocó
Zelaya arropado por miles de manifestantes en su llegada a Honduras. | Efe- Zelaya besó el suelo al salir de la aeronave en la Base 'Hernán Acosta Mejía'
- El ex presidente fue recibido por su madre y dos de sus hijos
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Decenas de miles de personas recibieron esta tarde al ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya, en su llegada al Aeropuerto de Tegucigalpa tras 16 meses de exilio en República Dominicana y dos años después del golpe de Estado que lo derrocó.
La mayoría de sus seguidores estalló en júbilo cuando el avión venezolano que transportaba al ex presidente desde Nicaragua aterrizó en suelo hondureño. "Sí se pudo, sí se pudo", gritaron al unísono. Zelaya besó el suelo al salir de la aeronave en torno a las 14.30h. (20.30h. GMT), casi tres horas y media después de la hora prevista.
"Gracias por manteneros a pie de lucha y trabajar incansablemente por mi retorno" que "trae de vuelta la democracia a la nación", dijo Zelaya en su primer discurso público a los simpatizantes que abarrotaron una plaza cercana al aeropuerto y que quedó invadida por vítores, pancartas y banderas del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) y otras formaciones afines.
"Gracias por regresar a la tierra que me vio nacer, gracias a su lucha, gracias a su esfuerzo, compañeros", insistió. Ataviado con su característico sombrero blanco, el ex mandatario aseguró regresar cargado de optimismo y esperanza para tratar de encontrar una salida a la crisis del país. "En un momento teníamos casi todo perdido, pero nunca nos derrotamos”, aseguró.
Zelaya quiso rendir homenaje "a los caídos en esta lucha y en esta batalla, a los que derramaron su sangre en esta plaza", en especial alusión al joven Isis Obed Murillo, asesinado por el Ejército en este mismo lugar una semana después del golpe de Estado de junio de 2009. "No se derramó la sangre en vano porque estamos en pie de lucha".
Este texto ha permitido el retorno de Zelaya a Honduras, al garantizar sus derechos y protección como ciudadano del país y el cese de cualquier persecución dirigida hacia él o sus seguidores. El ex mandatario aseguró que con la firma no se renuncia a ninguno de sus principios, por lo que animó a sus seguidores a que lo conocieran. Su esposa, Xiomara Castro, procedió entonces a darle lectura desde el mismo escenario.
Zelaya también tuvo palabras de agradecimiento para el presidente Porfirio Lobo. "Reconozco que sin la firma del presidente Lobo esto no hubiera sido posible. Lobo ha tenido un gesto y eso hay que reconocerlo", manifestó en sus primeras palabras.
Aseguró también que el acuerdo no sólo abre el reingreso de Honduras en la Organización de Estados Americanos –el retorno de Zelaya a Tegucigalpa era una de las exigencias de los países que se negaban a autorizar la vuelta de Honduras a la OEA–, sino también en la Alternativa Bolivariana de las Américas.
"Vamos con la resistencia al poder de la nación. Resistimos y vencimos, esta es una victoria del pueblo", enfatizó al final del discurso, lo que provocó el desconcierto de compañeros liberales que interpretaron sus palabras como una apuesta por el FNRP.
Zelaya también reservó unas palabras para criticar el papel de Estados Unidos. "Espero que con este acuerdo haya rectificaciones de la política exterior de EEUU hacia Honduras y Centroamérica. Permítannos hacer democracia en América Latina, no hay que tenerle miedo", afirmó.
Tras terminar el discurso público en el que también intervinieron algunos de sus seguidores, Zelaya se trasladó a la Casa Presidencial donde será recibido por el presidente Porfirio Lobo. También estará presente el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza. El reingreso de Honduras a este organismo se da casi por seguro y se confirmará en la Asamblea General Extraordinaria que se celebrará el próximo miércoles.
Junto a Zelaya, viajaron en el avión su esposa y varios de sus hijos, acompañados por el ex presidente de Panamá, Martín Torrijos; el canciller venezolano, Nicolás Maduro; o la senadora colombiana, Piedad Córdova. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, no acompañó finalmente a Zelaya en su viaje.
La mayoría de sus seguidores estalló en júbilo cuando el avión venezolano que transportaba al ex presidente desde Nicaragua aterrizó en suelo hondureño. "Sí se pudo, sí se pudo", gritaron al unísono. Zelaya besó el suelo al salir de la aeronave en torno a las 14.30h. (20.30h. GMT), casi tres horas y media después de la hora prevista.
"Gracias por manteneros a pie de lucha y trabajar incansablemente por mi retorno" que "trae de vuelta la democracia a la nación", dijo Zelaya en su primer discurso público a los simpatizantes que abarrotaron una plaza cercana al aeropuerto y que quedó invadida por vítores, pancartas y banderas del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) y otras formaciones afines.
"Gracias por regresar a la tierra que me vio nacer, gracias a su lucha, gracias a su esfuerzo, compañeros", insistió. Ataviado con su característico sombrero blanco, el ex mandatario aseguró regresar cargado de optimismo y esperanza para tratar de encontrar una salida a la crisis del país. "En un momento teníamos casi todo perdido, pero nunca nos derrotamos”, aseguró.
Zelaya quiso rendir homenaje "a los caídos en esta lucha y en esta batalla, a los que derramaron su sangre en esta plaza", en especial alusión al joven Isis Obed Murillo, asesinado por el Ejército en este mismo lugar una semana después del golpe de Estado de junio de 2009. "No se derramó la sangre en vano porque estamos en pie de lucha".
Gracias a Venezuela, Colombia, y al presidente Lobo
Zelaya agradeció las gestiones realizadas por la comunidad internacional, especialmente a las delegaciones de Venezuela y Colombia por su papel a la hora de lograr firmar el acuerdo de reconciliación democrática conocido como 'Acuerdo de Cartagena'.Este texto ha permitido el retorno de Zelaya a Honduras, al garantizar sus derechos y protección como ciudadano del país y el cese de cualquier persecución dirigida hacia él o sus seguidores. El ex mandatario aseguró que con la firma no se renuncia a ninguno de sus principios, por lo que animó a sus seguidores a que lo conocieran. Su esposa, Xiomara Castro, procedió entonces a darle lectura desde el mismo escenario.
Zelaya también tuvo palabras de agradecimiento para el presidente Porfirio Lobo. "Reconozco que sin la firma del presidente Lobo esto no hubiera sido posible. Lobo ha tenido un gesto y eso hay que reconocerlo", manifestó en sus primeras palabras.
Aseguró también que el acuerdo no sólo abre el reingreso de Honduras en la Organización de Estados Americanos –el retorno de Zelaya a Tegucigalpa era una de las exigencias de los países que se negaban a autorizar la vuelta de Honduras a la OEA–, sino también en la Alternativa Bolivariana de las Américas.
"Vamos con la resistencia"
Sus seguidores esperaban con impaciencia que Zelaya aclarase si su futuro político pasa ahora por retornar al Partido Liberal al que perteneció -hoy en la oposición- o por liderar el Frente Nacional de Resistencia Popular en el que se aglutinan sus seguidores desde el derrocamiento."Vamos con la resistencia al poder de la nación. Resistimos y vencimos, esta es una victoria del pueblo", enfatizó al final del discurso, lo que provocó el desconcierto de compañeros liberales que interpretaron sus palabras como una apuesta por el FNRP.
Zelaya también reservó unas palabras para criticar el papel de Estados Unidos. "Espero que con este acuerdo haya rectificaciones de la política exterior de EEUU hacia Honduras y Centroamérica. Permítannos hacer democracia en América Latina, no hay que tenerle miedo", afirmó.
Tras terminar el discurso público en el que también intervinieron algunos de sus seguidores, Zelaya se trasladó a la Casa Presidencial donde será recibido por el presidente Porfirio Lobo. También estará presente el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza. El reingreso de Honduras a este organismo se da casi por seguro y se confirmará en la Asamblea General Extraordinaria que se celebrará el próximo miércoles.
Junto a Zelaya, viajaron en el avión su esposa y varios de sus hijos, acompañados por el ex presidente de Panamá, Martín Torrijos; el canciller venezolano, Nicolás Maduro; o la senadora colombiana, Piedad Córdova. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, no acompañó finalmente a Zelaya en su viaje.
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