Así es la 'tigresa' de Murdoch
Wendi Deng Murdoch saltó a la palestra por sus reflejos a la hora de defender a su marido en su comparecencia reciente. Su retrato es el de una tigresa.
Los extraordinarios reflejos de la mujer del magnate de los medios Rupert Murdoch asombraron a todo el mundo. Cuando un activista trató de reventar la comparecencia del propietario de News Corporation arrojándole a la cara un plato de espuma, Wendi Deng –sentada hasta ese momento detrás de su marido- se abalanzó sobre el atacante con la eficacia de un policía y la seguridad de quien tiene bajo control la situación.
La figura de esta esbelta mujer china llamó la atención de los medios gracias a su rapidez de reflejos a la hora de proteger a su esposo, que casi le dobla la edad. Wendi Deng Murdoch, de 40 años, nunca había saltado a la palestra de las esposas de magnates o jefes de estado, como Carla Bruni o la princesa Diana, por ejemplo.
Al contrario, Deng siempre había permanecido en la sombra y poco había para predecir su recelo a la hora de proteger a su marido. Y eso a pesar de que, según LOC, sea ella quien probablemente herede el imperio periodístico de Rupert Murdoch.
Fue entonces cuando The Wall Street Journal reparó en ella, además del cronista Eric Ellis, biógrafo no oficial de Deng, cuyo texto para The Guardian nunca llegó a ver la luz debido a la censura de Murdoch. Ellis es el autor del texto publicado por LOC.
Nacida en el seno de una familia modesta en 1968, su nombre en chino mandarín –Wen Ge- significa "revolución cultural". Sus padres chinos quisieron escoger un nombre que diera testimonio de lo que luego su hija se encargó de refrendar en su vida adulta. Hija de ingeniero de rango medio, con dos hermanos, criada modestamente en un piso proporcionado por el estado, acabó casada antes de los 30 con uno de los hombres más poderosos del planeta.
Deng fue en su país natal una estrella del voleibol, dueña de un mate implacable que puede ser el que haya sacado esta semana para frenar al indignado. De hecho, el director del que fue su instituto señala que "se quedó rezagada por su dedicación al voleibol. Tiene un espíritu rebelde e hizo grandes progresos. Yo diría que es inteligente".
Cuando nació Wendi, su marido estaba creando el que sería el emporio mediático más grande sobre la tierra. La mujer es conocida en su país natal por ser mujer de quien es, por ser su embajadora personal allí, y no es una figura especialmente popular. Además, la influencia de Murdoch en China todavía se pone en duda, y más aún después del desastre británico de las escuchas ilegales.
Sus amigas, sin embargo, hablan bien de ella. Algunas de ellas están casados con policías en China que cobran el equivalente a 200 euros mensuales, y por ello ven con fascinación la lujosa vida de Wendi en Nueva York, en un triplex de 31 millones de euros situado en Central Park.
Según LOC, sus acciones se valoran en News Corp en 100 millones de dólares. Fueron un regalo de su marido para prevenir futuras peleas con sus hijos mayores, nacidos de un matrimonio anterior.
Por el camino, Wendi también ha dejado un exmarido atrás. Jake Cherry nunca ha querido hablar, pero la que a su vez es la exmujer de él no le sucede lo mismo: ella dice que Wendi se llevó por delante su matrimonio cuando todos ellos estaban viviendo en China. "Fue una etapa muy difícil. No quiero que mis 15 minutos de fama giren en torno a Wendi Deng".
Él era un empresario de una marca de frigoríficos, que estaba en China por motivos de trabajo. Su intérprete le presentó a una estudiante que quería aprender inglés y que resultó ser Wendi Deng. El matrimonio incluso le ayudó a conseguir plaza en la Universidad de California y la avalaron para su visado. La joven china compartía, además, habitación con la hija del matrimonio, de sólo cinco años.
Las sospechas de Joyce se materializaron cuando encontró fotos subidas de tono de Wendi con su marido. Ambos acabaron fuera de casa en un piso cercano, y se casaron en 1990. Cuatro meses después Jake se enteró de que Wendi se veía con otro hombre más joven, David Wolf, en la actualidad consultor en Pekín, y que se convertiría en su segundo marido. El divorcio con Jake vino dos años después. Wendi ya había conseguido la tarjeta de residente en EEUU.
La niña con la que compartió habitación dice que ha cambiado su opinión sobre ella. Y el hombre con el que se casó, aún se lamenta ya que "la quería". Según la exmujer, todos fueron marionetas para Wendi Deng: "tenía una meta y la alcanzó".
Deng acabó la carrera en 1993, trabajó en un gimnasio propiedad de la familia de su segundo marido y luego fue a la Universidad de Yale. En unas prácticas, Wendi acabó en Star TV, propiedad de Murdoch en Hong Kong, gracias a que había coincidido en un vuelo con un dirigente de la cadena.
Un compañero relata su experiencia con Deng en la cadena: su filosofía era "conocer chicos". "Era un espanto, pero ella seguía adelante, a lo suyo". Otro compañero en Star TV señala su ambición. "Se presentaba ante los jefes, desplegaba sus encantos y empezaba a despegar", dice.
"Si se le mete algo entre ceja y ceja, va a por ello como una apisonadora. No es un genio, es un amor, una chica para llevarla de fiesta, le encanta que todo el mundo se lo pase divinamente. Ahora bien, si Rupert se enamoró de ella por lo bien que le presentaba los planes de negocio en Excel, entonces el señor Murdoch debería haberse casado conmigo", bromea otro alto ejecutivo de Star TV.
Entre 1997 y 1998, todo cambió. Sus colegas en la cadena la notaban diferente. Más vacaciones, regalos abundantes y un "nuevo novio, un chico mayor", según confesó. Empezaron los rumores, que se fueron confirmando.
En Star TV aún se especula con la manera en la que se conocieron. Se dice que ella impresionó al magnate en la oficina, con un incisivo plan de negocio, relata Ellis en LOC. Sin embargo la que más visos tiene de ser realidad es la que dice que ella fue enviada como traductora de Murdoch. Acabaron casados en 1999, muy poco después de que el magnate obtuviera su divorcio de Anna. El resto es historia.
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