Cómo obtuvo Calderón la Presidencia (o cuando los priistas no eran un peligro para México)
“La izquierda era un peligro para México en 2006 y lo será en 2012 si llega al poder, aunque lo haga de la mano del PAN. La suma de un mal mayor y un mal menor no hacen un mal menor y menos un bien ¡Obvio!”
Leopoldo Escobar
El periodista Ciro Gómez Leyva le preguntó a Felipe Calderón si Enrique Peña Nieto le parecía un peligro para México. Con ello el periodista aludió al señalamiento de ser un peligro para México que Calderón lanzó contra su rival Andrés Manuel López, durante la contienda electoral de 2006.
Al responder, esta vez Calderón no fue claridoso como hace 5 años, sino ambiguo. Pero eso es en público, pues en corto Calderón sigue insistiendo en que lo peor que le podría pasar al país en 2012 es el triunfo electoral del PRI y en que, por tanto, lo único que podría impedir tal escenario es una alianza electoral entre su partido (el PAN) y la izquierda. Y con los malos resultados para PAN y PRD en los comicios locales del Estado de México, que esta vez marcharon separados, Calderón y los partidarios de la alianza la suponen ahora más necesaria y más viable.
Pero hubo un tiempo en el cual a Calderón los priistas no le parecían un peligro para México. La historia que hoy los calderonistas quieren sepultar bajo una montaña de olvido es que Calderón no sólo pudo tomar posesión de su cargo como Presidente de la República gracias a los priistas, sino que además gracias a ellos (o una parte de ellos) pudo ganar la elección.
Y esos votos decisivos provinieron de los muy priistas seguidores de Elba Esther Gordillo, Enrique Peña y Eugenio Hernández, entre otros prominentes personajes del PRI, quienes en forma soterrada pero efectiva promovieron el voto útil a favor de Calderón, para impedir que la izquierda se hiciera del poder.
La última encuesta mensual (correspondiente a junio de 2006) de Mitofsky daba 35% de los votos para López, 32% para Calderón y 28% para Roberto Madrazo.
La encuesta de Reforma publicada el 23 de junio de 2006, 9 días antes de la elección, concedía 36% a López y 34% a Calderón.
Pero el 2 de julio Calderón se impuso por una diferencia de apenas 0.52% de los votos (235,329 en cifras absolutas). De “panzazo”, pero ganó. Mas ¿cómo lo hizo?
López y sus secuaces gritaron que la no correspondencia entre resultados y encuestas era “prueba” del “fraude”. Pero si las encuestas previeran exactamente los resultados, entonces nos ahorraríamos las elecciones. Calderón ganó legal, limpiamente. No hubo fraude alguno y es el momento que seguimos esperando las evidencias de la supuesta defraudación de 2006, ese otro mito izquierdista.
Lo que sí es cierto es que con los puros votos de los simpatizantes del PAN Calderón no ganaba y López hubiera arrasado. Calderón necesitó casi 5 puntos porcentuales más de lo que podrían aportar los simpatizantes panistas. La prueba es que mientras Calderón obtuvo 14,921,749 votos, los disputados panistas obtuvieron apenas poco más de 13 millones de votos. Casi 2 millones de ciudadanos dividieron sus votos entre diferentes partidos. Pero esta operación no fue del todo espontánea, aunque su inducción tampoco fue ilegal o ilegítima.
Toda la estructura del Partido Nueva Alianza -que respondía a Gordillo (mientras ella formalmente seguía en el PRI)- aprendió la consigna: votar por Calderón para presidente (y no por el candidato de la PANAL que era Roberto Campa) y votar por los candidatos del partido para los demás cargos. Por eso en la elección mientras que los diputados del PANAL obtuvieron 1.8 millones de votos, su candidato presidencial apenas consiguió 400 mil. Gordillo y su partidarios aportaron 1.4 millones de votos a Calderón.
En las encuestas de abril se empiezan a sentir los efectos benéficos de estas maniobras. Pero los votos del PANAL no bastaban para derrotar a López y para que triunfara Calderón. Por eso en abril diferentes operadores políticos experimentados, que no pertenecían ni al PAN y al PRI, pero que tenían buenas relaciones con políticos de ambos partidos, emprendieron una labor para convencer a ciertos gobernadores priistas a promover el voto útil en favor de Calderón en virtud de que ni Roberto Madrazo tenía real probabilidad de ganar y de que López efectivamente era una formidable amenaza para México. Gordillo por su parte también cabildeó con gobernadores priistas.
La labor se centró especialmente en los gobernadores de Campeche, Durango, Hidalgo, México, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas. Estos mandatarios accedieron, pero advirtieron que no serían muchos los votos que podrían lograr para el candidato panista, pues la promoción no podía ser abierta, so riesgo de provocar un cisma en el PRI.
Los candidatos del PRI a diputados federales obtuvieron 1.4 millones más de votos que los que obtuvo su candidato presidencial. No todos esos votos fueron para Calderón, pero sí la mayoría y gracias a las promociones soterradas de los gobernadores priistas ganados a la causa del voto útil.
Como se aprecia en la tabla, esos gobernadores no pudieron mantener para el candidato presidencial priista ni siquiera los votos obtenidos en 2003 (a pesar de que las elecciones intermedias son de menor participación electoral que las presidenciales), para no hablar de los votos de 2000. La transferencia de votos priistas al candidato panista Calderón fue del orden de entre 600 mil y 900 mil. Y por cierto, nadie obligó a esas personas a votar así, porque en la soledad de las urnas podrían haber votado de otro modo si esa hubiera sido su convicción. Simplemente parte del liderazgo político consiste en tener autoridad moral y capacidad de persuasión sobre los seguidores.
Sea por las motivaciones que sea, muchos priistas actuaron responsablemente en 2006 y ayudaron a impedir la catástrofe que habría significado que la izquierda llegara al poder. Por eso ahora resulta tan hipócrita que se tome a los mismos que ayudaron a Calderón a llegar al poder como “un peligro para México” ¿No es acaso absurdo hasta el ridículo que el “peligro para México” haya sido vencido con el apoyo de otro “peligro para México”? En realidad lo que dicen los que antes veían en la izquierda un peligro para México y hoy lo ven en los priistas es: la única manera en que no haya peligro para México es que nosotros estemos en el poder…por siempre…
El único “peligro para México” es la izquierda. Las demás opciones políticas simplemente son no deseables por cuanto están infectadas por el intervencionismo estatal, el programa de la “justicia” redistributiva y el colectivismo edulcorado y difícilmente lograran que nuestra nación supere la pobreza y el subdesarrollo. Esas opciones debemos considerarlas males menores en diferente grado, las cuales son preferibles frente al mal mayor que es la izquierda, claro, en tanto no surja la opción de poder deseable, que no es otra que la liberal.
La izquierda era un peligro para México en 2006 y lo será en 2012 si llega al poder, aunque lo haga de la mano del PAN. La suma de un mal mayor y un mal menor no hacen un mal menor y menos un bien ¡Obvio!
Al responder, esta vez Calderón no fue claridoso como hace 5 años, sino ambiguo. Pero eso es en público, pues en corto Calderón sigue insistiendo en que lo peor que le podría pasar al país en 2012 es el triunfo electoral del PRI y en que, por tanto, lo único que podría impedir tal escenario es una alianza electoral entre su partido (el PAN) y la izquierda. Y con los malos resultados para PAN y PRD en los comicios locales del Estado de México, que esta vez marcharon separados, Calderón y los partidarios de la alianza la suponen ahora más necesaria y más viable.
Pero hubo un tiempo en el cual a Calderón los priistas no le parecían un peligro para México. La historia que hoy los calderonistas quieren sepultar bajo una montaña de olvido es que Calderón no sólo pudo tomar posesión de su cargo como Presidente de la República gracias a los priistas, sino que además gracias a ellos (o una parte de ellos) pudo ganar la elección.
Y esos votos decisivos provinieron de los muy priistas seguidores de Elba Esther Gordillo, Enrique Peña y Eugenio Hernández, entre otros prominentes personajes del PRI, quienes en forma soterrada pero efectiva promovieron el voto útil a favor de Calderón, para impedir que la izquierda se hiciera del poder.
Cuando El Peje parecía una calamidad inexorable
Un par de semanas antes de la elección presidencial de 2006, parecía muy difícil que Calderón pudiera derrotar a López, si bien la distancia de las preferencias electorales se habían venido acortando y había un “empate técnico” o…casi.La última encuesta mensual (correspondiente a junio de 2006) de Mitofsky daba 35% de los votos para López, 32% para Calderón y 28% para Roberto Madrazo.
La encuesta de Reforma publicada el 23 de junio de 2006, 9 días antes de la elección, concedía 36% a López y 34% a Calderón.
Pero el 2 de julio Calderón se impuso por una diferencia de apenas 0.52% de los votos (235,329 en cifras absolutas). De “panzazo”, pero ganó. Mas ¿cómo lo hizo?
Encuestas de Mitofsky
Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | |
Andrés Manuel López | 39% | 39% | 38% | 34% | 34% | 35% |
Felipe Calderón | 31% | 30% | 31% | 35% | 34% | 32% |
Roberto Madrazo | 29% | 28% | 29% | 27% | 28% | 28% |
Patricia Mercado | 1% | 1% | 1% | 3% | 3% | 4% |
Roberto Campa | 0% | 2% | 1% | 1% | 1% | 1% |
TOTAL | 100% | 100% | 100% | 100% | 100% | 100% |
Lo que sí es cierto es que con los puros votos de los simpatizantes del PAN Calderón no ganaba y López hubiera arrasado. Calderón necesitó casi 5 puntos porcentuales más de lo que podrían aportar los simpatizantes panistas. La prueba es que mientras Calderón obtuvo 14,921,749 votos, los disputados panistas obtuvieron apenas poco más de 13 millones de votos. Casi 2 millones de ciudadanos dividieron sus votos entre diferentes partidos. Pero esta operación no fue del todo espontánea, aunque su inducción tampoco fue ilegal o ilegítima.
Entra Elba al quite…pero no basta
Si la elección presidencial hubiera sido en enero, febrero o marzo de 2006, Calderón habría perdido. Estaba estancado en un máximo de 31% de las preferencias. A finales de febrero situación era desesperada y entonces Calderón pactó alianzas terminó de amarrar la alianza con Elba Esther Gordillo. Toda la estructura del Partido Nueva Alianza -que respondía a Gordillo (mientras ella formalmente seguía en el PRI)- aprendió la consigna: votar por Calderón para presidente (y no por el candidato de la PANAL que era Roberto Campa) y votar por los candidatos del partido para los demás cargos. Por eso en la elección mientras que los diputados del PANAL obtuvieron 1.8 millones de votos, su candidato presidencial apenas consiguió 400 mil. Gordillo y su partidarios aportaron 1.4 millones de votos a Calderón.
En las encuestas de abril se empiezan a sentir los efectos benéficos de estas maniobras. Pero los votos del PANAL no bastaban para derrotar a López y para que triunfara Calderón. Por eso en abril diferentes operadores políticos experimentados, que no pertenecían ni al PAN y al PRI, pero que tenían buenas relaciones con políticos de ambos partidos, emprendieron una labor para convencer a ciertos gobernadores priistas a promover el voto útil en favor de Calderón en virtud de que ni Roberto Madrazo tenía real probabilidad de ganar y de que López efectivamente era una formidable amenaza para México. Gordillo por su parte también cabildeó con gobernadores priistas.
La labor se centró especialmente en los gobernadores de Campeche, Durango, Hidalgo, México, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas. Estos mandatarios accedieron, pero advirtieron que no serían muchos los votos que podrían lograr para el candidato panista, pues la promoción no podía ser abierta, so riesgo de provocar un cisma en el PRI.
Resultados de votaciones para Presidente de la República (2000 y 2006) y diputados federales (2009)
2000 | V. Fox | F. Labastida | C. Cárdenas | Diferencia 2000-2006 (PRI) | Diferencia 2003-2006 (PRI) | |
NACIONAL | 15,104,164 | 12,654,930 | 5,842,589 | |||
Campeche | 97,712 | 96,730 | 31,968 | 9,318 | ||
Durango | 186,989 | 188,262 | 44,626 | 34,272 | ||
Hidalgo | 270,992 | 335,446 | 129,134 | 99,520 | ||
México | 2,094,449 | 1,520,711 | 896,409 | 487,601 | ||
Nuevo León | 730,290 | 588,217 | 92,427 | 99,815 | ||
Sonora | 423,420 | 277,377 | 107,665 | 102,012 | ||
Tamaulipas | 486,262 | 413,861 | 85,425 | 96,012 | ||
Suma | 928,550 | |||||
2003 | PAN | PRI | PRD | |||
NACIONAL | 8,273,012 | 9,878,787 | 4,734,612 | |||
Campeche | 100,808 | 106,570 | 6,351 | 19,158 | ||
Durango | 100,653 | 193,845 | 14,538 | 39,855 | ||
Hidalgo | 126,756 | 259,716 | 93,043 | 23,790 | ||
México | 886,940 | 1,059,755 | 705,108 | 26,645 | ||
Nuevo León | 508,860 | 718,831 | 30,190 | 230,429 | ||
Sonora | 310,680 | 313,937 | 87,955 | 138,572 | ||
Tamaulipas | 244,950 | 386,914 | 60,694 | 69,065 | ||
Suma 547,514 | ||||||
2006 | F. Calderón | R. Madrazo | A. López | |||
NACIONAL | 14,921,284 | 9,301,441 | 14,686,420 | |||
Campeche | 99,526 | 87,412 | 101,192 | |||
Durango | 255,229 | 153,990 | 128,881 | |||
Hidalgo | 251,772 | 235,926 | 385,750 | |||
México | 1,771,515 | 1,033,110 | 2,469,093 | |||
Nuevo León | 865,006 | 488,402 | 282,384 | |||
Sonora | 468,288 | 175,365 | 240,114 | |||
Tamaulipas | 506,177 | 317,849 | 324,491 |
Como se aprecia en la tabla, esos gobernadores no pudieron mantener para el candidato presidencial priista ni siquiera los votos obtenidos en 2003 (a pesar de que las elecciones intermedias son de menor participación electoral que las presidenciales), para no hablar de los votos de 2000. La transferencia de votos priistas al candidato panista Calderón fue del orden de entre 600 mil y 900 mil. Y por cierto, nadie obligó a esas personas a votar así, porque en la soledad de las urnas podrían haber votado de otro modo si esa hubiera sido su convicción. Simplemente parte del liderazgo político consiste en tener autoridad moral y capacidad de persuasión sobre los seguidores.
Sea por las motivaciones que sea, muchos priistas actuaron responsablemente en 2006 y ayudaron a impedir la catástrofe que habría significado que la izquierda llegara al poder. Por eso ahora resulta tan hipócrita que se tome a los mismos que ayudaron a Calderón a llegar al poder como “un peligro para México” ¿No es acaso absurdo hasta el ridículo que el “peligro para México” haya sido vencido con el apoyo de otro “peligro para México”? En realidad lo que dicen los que antes veían en la izquierda un peligro para México y hoy lo ven en los priistas es: la única manera en que no haya peligro para México es que nosotros estemos en el poder…por siempre…
El único “peligro para México” es la izquierda. Las demás opciones políticas simplemente son no deseables por cuanto están infectadas por el intervencionismo estatal, el programa de la “justicia” redistributiva y el colectivismo edulcorado y difícilmente lograran que nuestra nación supere la pobreza y el subdesarrollo. Esas opciones debemos considerarlas males menores en diferente grado, las cuales son preferibles frente al mal mayor que es la izquierda, claro, en tanto no surja la opción de poder deseable, que no es otra que la liberal.
La izquierda era un peligro para México en 2006 y lo será en 2012 si llega al poder, aunque lo haga de la mano del PAN. La suma de un mal mayor y un mal menor no hacen un mal menor y menos un bien ¡Obvio!
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